Un pequeño One-Shot de Victorious, cosa que es el primero que hago así que sin nada más que decir: Era un día lluvioso en Hollywood Arts y la mayoría de los estudiantes faltaron a clases debido a la fuerza de la lluvia, más de la mitad no fueron y los que sí asistieron fueron los del salón de Sikowitz y los de baile, los cuales estaban a dos salones antes de este. En el salón de Sikowitz estaban: Tori, Beck, André y Robbie con su títere amigo Rex, Cat y Jade faltaron debido a que no consiguieron trasporte por culpa de la intensidad de la lluvia la que aún no cesaba, los chicos esperaban a Sikowitz desde hace un buen rato, esto hizo que se enojaran un poco, pero no pasó mucho más hasta que este llegó con alguien más. —¡Hola Chicos, lamento llegar tarde, pero no es de su incumbencia el por qué me tardé! —dijo Sikowitz entrando y limpiándose las manos al mismo tiempo. Tori al ver que entraba tras de él alguien que no esperaba que estuviese hoy allí, inmediatamente le pregunta con una impresión de confusión extrema. —¿Y qué se supone qué está haciendo Trina aquí? Sikowitz. —¡Ha, es verdad! Casi se me olvidaba decirles, ¿verdad? ¡Jajaja! —decía Sikowitz mientras se sentaba en el suelo y se quitaba las pantuflas todas mojadas y feas para así responderle con claridad a Tori. —¡Trina viene hoy a este salón a recibir clases!, ya que su profesora no vino debido a la escusa de que está lloviendo, últimamente todos los profesores inventan miles de escusas para no venir a dar clases. ¡Ja!, mejor para mí, así me aumentan más el salario. —le explicaba Sikowitz a Tori, dándole lugar a Trina para que se sentara en uno de los asientos que había allí. —Gracias por su… molestia profesor. —dijo Trina yéndose de forma coqueta a la silla, esta vestía un traje pegado y candente de color lila y muy corto, tanto que le llegaba un poco debajo de sus glúteos, una cartera negra y su cabello todo suelto. Trina se sentó en una silla que había allí en el salón, (una de muchas vacías) esta escogió esa porque le pegaba más el aire acondicionado y estaba en el centro del aula, así que así sería el centro de atención pero para su sorpresa Robbie estaba sentado a un lado de ella con su estúpido títere. —¡Hola hermosura! —la saludó Rex guiñándole el ojo y mirándole su vestido. Trina hizo una mueca de asco para responderle con tal afecto. —¡Cállate títere estúpido!... Digo, Robbie eres un ñoño. —dijo Trina haciéndole muecas con su mano derecha. —¿Pero yo qué?, ¿qué estoy haciendo yo? ¡Es Rex! —decía Robbie para defenderse de las palabras de Trina pero era interrumpido varias veces por Rex. —¡Jajaja!, Robbie eres un niño amigo, ¡fíjate como habla un hombre como yo y tal vez algún día tendrás a una mujer tan candente como lo es Trina! —dijo Rex dándole repetidas veces guiñadas con el ojo a Trina. Trina iba a responderle con un fuerte grito a los dos pero fue interrumpida por un fuerte grito de Sikowitz, el cual también golpeó la pizarra para que prestaran atención. —¡Muy bien alumnos, dejen su bochinche para después… Horita vamos a hacer una vieja obra de Romeo y Julieta! Aunque sea vieja y muy repetida, deben saber que nada es mejor que eso para despejar un día tan lluvioso como lo es hoy. —explicó Sikowitz con un tono de motivación para sus alumnos y así inspirarle el toque de actor. Sikowitz les entregó a todos los alumnos de esa aula varios afiches de tal obra para que se fueran estudiando para más tarde hacerla, pero este explicó que antes de hacerla iba a hacer un pequeño ensayo improvisado con todo y afiche para guiarse y decir lo que tienen de decir, este fue eligiendo quien serían los personajes de la obra y para desgracia de Trina le tocó ser Julieta y a Robbie Romeo, lo que hizo que se rieran a muerte Rex y André. Robbie y Trina pasaron al frente para hacer la obra que desafortunadamente era muy amorosa y estúpida. —¡Ho Romeo, te amo mucho desde la primera vez que te vi, me cautivaste mucho el corazón pero desafortunadamente no podemos estar juntos más tiempo! —decía Trina en su papel de Julieta, la cual lo hacía con un tono muy desafinado. El tono tan desafinado y tan malo en que hacía Trina, provocaba que Sikowitz hiciera muecas a cada rato en su rostro, pero para suerte de Trina no pensaba en quitarla del papel ese. —¡Pero Julieta, yo te amo también…! ¡No quiero separarme de ti nunca! —actuaba Robbie en su papel de Romeo. Al pasar varios minutos llegó un punto en que les tocó algo que a Trina no le gustó en nada… —¿¡Qué!? ¡Espera Sikowitz, aquí dice que tengo que besar a Robbie! —le exclamó a gritos Trina a Sikowitz, el cual estaba comiendo un pan muy tranquilamente. —Ugg, ugg, ugg… —es lo que decía Sikowitz mientras se atoraba con el pan para así responderle a Trina. —¡No te salgas de tú personaje Trina! ¡Te quedan 5 segundos para que retomes tú papel o si no serás castigada! Trina hizo un pequeño berrinche ante la respuesta de Sikowitz para retomar inmediatamente su papel de Julieta. —¡Romeo, no digas nada y solo bésame! Trina agarró a Robbie por los hombros y se lo llevó a los labios, cosa que a este le gustó mucho y cerró sus ojos para que quedara grabado esta vez y no como la otra vez que besó a Trina en otra actuación. El beso duró varios segundos pero Robbie quiso que durara más, así que agarró a Trina por los brazos incitándola a no terminar el beso, pero esta no hizo lo mismo porque la estaban observando y al ver que Robbie quería más tiempo esta se despegó con agresividad. —¡Bueno ya!, eso fue todo… ¿Estuvo bien Sikowitz? —le preguntó Trina con un tono abrasivo. —¡Ha sí, sí, estuvo bien…! ¡Bueno, vayamos todos al receso! ¿Saben por qué? ¡Por qué tengo hambre y no he comido desde hace un buen minuto! —exclamó Sikowitz haciendo que todos salieran rápido del aula para así salir el también. Como la lluvia no cesaba y el patio del Hollywood Arts estaba todo inundado así que no se les permitía la salida, por lo tal los alumnos se quedaron allí dentro pero en diferentes lugares de la universidad. Robbie y Rex se quedaron en las escaleras “hablando” los dos sobre el beso. —¿Y qué tal el beso Robbie? A puesto que te gustó besar a una mujer tan candente como lo es Trina… Y si no, pues quiere decir que eres un caso perdido amigo. ¡Jajaja! —se burlaba de Robbie Rex, el cual le gustaba mucho burlarse de los casos humillantes. —¡Cállate Rex!, tú sabes exactamente que si me gustó el beso… ¡No es necesario que me lo andes restregando en la cara! —contestaba Robbie. —¡Jajaja!, aún no sé si eres un bebé o solamente un niño… ¡Jajaja! —¿¡Por qué siempre te burlas de mí Rex!? —¡Jajaja! ¡No llores amigo!, solo me reía con la cara que pusiste cuando te besó Trina, eso me hizo recordar el hecho de que ella te gusta… ¡Jajaja! Tú y Trina…¡Jajaja! Robbie se exaltó con la explicación que dio Rex, lo que hizo responderle fuertemente. —¡Cállate Rex, pueden oírte! Si Trina se diera cuenta de que me gusta obviamente me odiará y me dirá un montón de cosas… —¡Jajaja!, eso es lo que me da más risa… ¡Jajaja! ¡Oigan todos, el niño Robbie Shapiro le gusta Trina Vega! ¡Jajaja! —gritaba fuertemente Rex, pero para suerte de Robbie, nadie estaba cerca para que lo escuchara. —¡Rex, cállate! —regañaba Robbie a Rex para que dejara su odiosa actitud, pero antes que este le diera un zape, sintió que alguien le agarró el brazo izquierdo y lo jalaba fuertemente hacia abajo. —¿¡Eh!? ¿Qué pasa? —preguntaba este al “atacante”. La extraña figura que jalaba a Robbie y a Rex hacia abajo era conocida, nada más y nada menos que la de Trina, la cual lucía muy enojada y descabellada. Pasó poco minuto antes que Trina soltara a Robbie en un pasillo alejado de todo, ese pasillo no había sido tocado en hace años y usualmente pasaban estudiantes por allí. —¡Auxilio!, ¡auxilio! ¡Nos secuestró una maniaca! ¡¡Ayuda!! —gritaba Rex pidiendo… “ayuda”. —¡Cállate títere estúpido! —le gritó Trina a Rex, el cual al parar de gritar empezó a reír como idiota. —Trina, ¿¡qué es todo esto!? —le preguntó Robbie confundido por la situación. —Escuché lo que le decías a tú títere de pacotilla. —le respondió Trina apuntándole con el dedo. —¿¡Qué!? ¿Lo… lo escuchaste? —le preguntó Robbie muy nervioso y estancado entre palabras. —Así es, ¡y déjame de sirte que no me gustó lo que escuché! Robbie quedó en shock al saber que Trina escuchó lo que hablaban Rex y él, y más al oír que esta le dijo que no le gustó nada la conversación. —¡Jajaja!, te dije Robbie, eres muy niño para ella. ¡Jaja… —Rex fue interrumpido por Trina, la cual lo agarró muy agresivamente y lo arrojó tan fuerte como un beisbolista, tanto que rompió la ventana por la que lo lanzó hacia el estacionamiento o más allá. —Haa… Rex… —decía Robbie entre salivas, ya que si Trina hizo eso con su amigo probablemente haría algo similar con él o algo peor. —¡Olvida a ese títere tan estúpido!, ¡solo mírate Robbie! ¡Con ese títere pareces un nerd, ñoño o lo que sea…! —dijo Trina un tanto seria. —Wow… nunca te había visto tan seria Trina. —le dijo Robbie sorprendido ante la situación en la que se veía Trina. —Escucha… Escuché todo lo que decías allá atrás y tengo que admitir que a mí me gustó mucho el beso y el anterior que nos dimos en esa actuación… Incluso el que me diste cuando bebía agua en el patio de Hollywood Arts… Pero lo guardé en secreto para que no me descubrieran y no lo chismosearan por TheSlap.com… Pero creo que llegó el momento en que sepas esto. —en un segundo en que Trina paró la conversación esta agarró a Robbie por los hombros y le dio un fuerte beso en los labios, cosa que no era actuación o algo parecido, si no algo que lo guardaba desde hace tiempo en su corazón… el beso fue muy cálido para Robbie, cosa que no lo fue en los anteriores besos con Trina y dio a entender que este era muy diferente a los anteriores y será recordado por él muy fácilmente. Este la correspondió agarrándola por los brazos y correspondiéndola con el beso el cual duró más tiempo, los dos estuvieron con ese beso tan profundo tanto tiempo que al separarse quedaron sin aliento y exhaustos. —¿Qué te pareció eso Robbie? —le preguntó en un tono de atrevimiento Trina a un Robbie sin palabras. —Yo… me gustó mucho Trina. —le respondió este con los ojos cerrados. —Bien… espero que esta vez lo recuerdes para siempre… Y te diré algo Robbie, si te acomodas y dejas de ser un nerd y un ñoño, tal vez podríamos ser algo más que conocidos y amigos… Hasta podríamos salir, pero eso lo decides tú si dejas de ser como eres horita. —fue lo último que dijo Trina yéndose de allí caminando muy coquetamente. Robbie quedó desconcertado al ver y al escuchar tal cosa, tanto que bajó su cara al piso y se quitó los lentes para aplastarlo con el pie dejándolo en pedazos. Fin
¡Vaya! Me gustó la idea, la verdad nunca he pensando en ellos como pareja pero ahora que lo pienso no está nada mal... ¡Gracias por la historia!