Enemy (itasaku)

Hola, es un gusto.

Traje esta historia que escribí hace un tiempo para compartirla con ustedes. Me siento muy feliz por ello.
Me proclamo fiel fan del ItaSaku. Seguidora de historias cursis y empalagosas como esta... Nah es broma.

Espero que la disfruten.


Titulo: Enemy (Enemigo)
Autora: Foreboding Girl.
Genero: Romance/Comedia.
Clasificación: T
Advertencias: Ninguna por ahora.
Personajes Principales: Itachi Uchiha - Sakura Haruno.

En progreso...
Disclaimer: Naruto Shippuden no es de mi propiedad. Propiedad de Masashi Kishimoto- San

RESUMEN:
Sakura Haruno aun es joven. Posee un extraño cabello rosa y un temperamento fuerte que nadie soporta. Inexperta en cuanto a temas de amor. Es simple y su mala suerte al caer siempre en la verguenza.
Pero, no todo es tan aburrido cuando un chico como Itachi Uchiha aparece en su vida.

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Enemy

Le odiaba.

Tanto como para gastarse su valioso tiempo intentando jugarle una broma pesada cuando él ni siquiera sabía que ella existía.

Le insultaba.

Hablaba tan mal de él.

Y el… Ni se atrevía al menos por una vez en el año o en la vida, a mirarla.

Se tardaba.

En llegar a casa, tan solo con el único objetivo de saber más de él. Y mirar una vez más en las noches después de la escuela, esa indescriptible mirada que se estaba convirtiendo en una droga para ella.

No encontraba.

La respuesta a ese rebosante odio, y sentimiento de culpa que cargaba consigo misma cada vez que lo veía jugar básquetbol con sus amigos.

Sonreía tan bien…

Y que ella le había conocido en un baile de fin de año, donde aun ni sabía de su existencia.

No sabía.

Que aquel hombre de cabellos negros, fue quien la tomo de a cintura el invierno pasado, a quien abrazo con ternura, sintiendo las mejillas arderle.


CAPITULO 1 ¿DESASTRE?
Eso, ¿Podría ser un para siempre?
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Itachi uchiha era un hombre único. ¿Un hombre? Claro que era un hombre.

Era majestuoso, era difícil de comprender

El era sabio, pensador e inteligente.

El era lo que Sakura Haruno había estado esperando desde el inicio de la secundaria.

Un tipo atractivo, atento e interesante. Así nunca se aburriría como su novia.

¿Pero en que estaba pensando? En sus pensamientos como persona jamás se la había venido a la cabeza la terrible idea de tener novio a tan corta edad.

A es que tan solo tenía 14 o 15 años ¿no? Dios, que joven aun.

'' ¡Es tan joven! Aun le queda por vivir, aun puede jugar con sus muñecas. '' Sus tías siempre hablaban de lo mismo. Hasta el punto en el que, prometió nunca enamorarse de un joven, ni tener un noviecillo hasta una edad determinada.

Hasta que…

Conoció a este muchacho. Inesperadamente, claro.

Oh sí, lo típico.

Flash Back:

Ella había abierto la puerta del vestidor. Tomo el vestido escarlata de siempre y logro entrar en él en menos de un segundo. Se colocó aquellos taconcitos negros y se miro al espejo triúnfate. Se admiro completa, cada detalle le encantaba. Sonrió, colmándose de dicha al verse tan diferente en tanto tiempo; y la ansiedad comenzó a recorrerla. Quería demostrarle al mundo entero en lo que se había convertido. Se miro por última vez, y salió de casa. Cerró la puerta con llave, y luego se paseo como todo una dama en el jardín de la casa. Había una pequeña flor, de esas tantas que había sembrado cuando niña al lado de su padre. La arranco, y así la poso en sus cabellos despeinados.

Camino con seguridad hacia la motocicleta de su padre, subió con el enseguida, y partieron directo a la fiesta de fin de año.

Feliz.

—Que te dijo esa amiguita tuya, eh… ¿Ana es que se llama? — Pregunto Kizashi, el padre de Sakura. Un hombre que aún conservaba su espíritu aventurero. Sakura amaba ir de viaje con su padre en aquella motocicleta gris que había comprado hace un año.

Ante la pregunta rodó los ojos divertida.

— ¡Papa! Se llama ¡Ino! Ino, Ino. —Exclamo riendo.

—Oh… Ino. Bien, bien prometo llamarla así. Y… ¿Qué fue lo que te dijo? ¿Quién será el muchachito que llevara a mi pequeña Sakura a bailar?

— ¡Basta, basta! No me hagas sonrojar… Bueno, respecto a eso, dijo que era un chico mayor.

— ¿Qué? ¿Cómo que un chico mayor? ¿Cuántos años tiene? —Pregunto alterado. Sakura rió.


—Ni idea, pero… Bueno, yo solo quiero bailar por primera vez. Ya sabes, la única vez que baile fue en cuarto grado de primaria, con esas tontas orejitas de conejo, ¡hay que vergüenza! — Ambos rieron.

—Hey, hey andas muy feliz ¿no? ¿Qué te traes? ¿No será que el mequetrefe ese con el que vas a bailar te trae así? Jum… —Dijo divertido.

— ¡Nooo! Y es que, ni lo conozco.

—Ten mucho cuidado con hacer cosas que no deberías. ¿Me escuchaste?

—Bien, lo hare, papa. —Luego ambos sonrieron.

Pasaron los minutos, Kizashi se detuvo, y Sakura bajo de la motocicleta. Su padre le entrego su cartera, y luego el la miro un tanto triste. Ella se extraño.

—Papa, no te vayas a preocupar por mí, bueno yo… yo te aseguro que no pasa nada malo.

—Sakura, ya no eres una niñita, lo sé muy bien. Pórtate bien, ¿vale? No quiero problemas. Pasare por ti a las 9:00. Cuídate mucho, no vayas a desabrigarte si llueve. — Por ultimo le entrego un pequeño abrigo negro. Su padre sonrió con ternura, luego le guiño el ojo, para despedirla con un pequeño beso en la frente.

—Adiós, pequeña.

—Adiós, papa.

Suspiro, cerró los ojos contenta, y se adentro en el gran salón de baile.

Dio el primer paso, y la finita corriente de nervios le recorrió el cuerpo; se detuvo.

''Vamos Sakura, bailaras con un chico. No hay nada que perder. ''

Vamos, no debía acobardarse esta era su oportunidad para demostrarle a todos que en realidad si había una exótica melena rosa en aquella fiesta. La música en alto volumen, y gente aquí y allá bailando. Se rasco la cabeza nerviosa y camino despacio.

Miro alrededor, en busca de compañía, o de Ino por supuesto.

Su querida amiga que había elegido su pareja para el baile, muestra de su mala suerte con los chicos.

¡Aquí esta! La rosada del vestidito rojo. ¿Es que acaso nadie la ve?

Frunció el ceño, se cruzo de brazos y bufo desesperada. De nuevo, miro alrededor.

—Tonta Ino, Acaso, ¿Se tardara tanto? — Murmuro. Era raro no ver a Ino por esos lares. Se la imaginaba bailando con cualquier chico. Siguió caminando.

Iba sentarse pero…

— ¡Oye suéltame que te pasa! —Cuando ya lo iba a hacer, sus ojos y su cuerpo se derrumbaba de manera brusca hacia el piso. Su vista se nublo, tenía el rostro pegado a la baldosa del blanco, que poco a poco se tornaba carmín, y su boca comenzaba a llenarse inconscientemente de…

¿Sangre?

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Es irónico que haya empezado con una discusión sin sentido.

Así que sangre es lo que brotaba de sus labios.

Pudo escuchar las risas escandalosas y los malos comentarios no harían falta, claro.

Estaba en el suelo, sus codos apoyados, y un punzante dolor en la quijada. Lo único que podría hacer era disimular, hacer que nada había pasado que jamás había caído tontamente.

Trato de levantarse.

—Disimula, vamos disimula. — Se repetía mentalmente, tratando más que nada ignorar las risas burlonas. Ya de pie vio un tumulto de gente rodeándola. Rayos, alguien cae y todos pierden la cabeza. Pero obviamente la ponía iracunda que alguien muy ''gracioso'' la hizo caer. ¿Podía al menos por una vez caminar con tranquilidad sin caerse? Caerse en los pasillos se había convertido en una mala costumbre; como ejemplo estaba la llegada de la secundaria, cuando cayó enfrente de toda la clase con su lonchera de estrellas fucsias. Debía caer inútilmente al piso y regarlo todo. Avergonzarse no era nada para ella, afrontarlo con una sonrisa siempre solía ser su remedio. Pero esa vez era diferente, porque su propósito el último día del año era no cometer cualquier tontada como esa, haría pagar. Y vaya que le molestaba que la miraran de arriba abajo.

— ¡Rayos! ¿Tendré algo en la cara? — Se pregunto. Se toco, pellizco, inspeccionándose a sí misma en busca de algo para nada normal, todo bien por ahora. A excepción del hilito de sangre que ahora recorría sus labios.

—Jum… Vaya que gracioso ¿verdad? ¡Exijo saber quien me ha empujado! — Exclamo molesta. Se cruzo de brazos y entrecerró los ojos. Las risas aumentaron. Busco a alguien lo suficientemente convencional como para ser así de busca problemas. Nada más le daría su merecido, pensaba ella.

Ah, eso.

Detuvo la búsqueda.

— ¡Tu! Así que tu ¿No? Diablos ¿Puedo disfrutar lo único que queda del año? — Cabello negro, ojos carmines, y expresión de maldad. Ay, pero andaba de lo más normal con esa copa en sus manos, ignorando todo a su alrededor.

Bingo.

—Allí esta ese sujeto, pero que tonto eh? ¡Es una maldita menta!

Le señalo, todos voltearon a verlo como si hubiera sido el responsable de una masacre. Pero no faltaba la gente metiche. Una chica joven de cabello rojizo hablo:

— ¡No tienes el derecho de culparlo a él! Si explicaras bien, niñita.

— ¿Niñita? —La copa se rebosaba.

Si es que odiaba caerse en los pasillos. Que la llamaran así, también.

—Si, niñita ¿no eres eso? — Ahí fue cuando los insultos empezaron. Ella allí la otra allá. ¿Cómo?

—Hey Itachi, creo que están hablando de ti. hn — Musito uno de los amigos del supuesto culpable. Rubio y de ojos azules. Le golpeo levemente el hombro sacándolo de sus pensamientos.

— ¿Qué? — Atino él.

—Si dejaras de soñar, hn.

¿Acaso no se estaba dando cuenta de que esa fiesta se estaba convirtiendo en una plaza de mercado gracias a el?

Sakura y aquella chica parecían raperas insultándose de la peor manera. Itachi, se dio cuenta. Supo de su existencia. Todo iba bien con esas dos, si claro. Hasta que…

— ¡Tu! Idiota, con tu aire a poderío, pareces una chica con ese cabello tan largo y… esas pestañas…

— ¿Envidiables?

— ¿Hermosas?

—Bah, ¿Quién no las querría?

Todos se habían unido a la discusión, bueno si es que eso era. Sakura apretó los puños, y lo volvió a señalar.

— ¡Agh! ¡Cállense! Cualquiera podría confundirlo con una chica al idiota este.

— ¡Oye no te metas conmigo niña malcriada! hn— Pero ''Deidara'' el amigo de ''Itachi'' era tan ignorante que llego a pesar que se estaban refiriendo a él.

Itachi, ¿aun no sabes que hablan de ti?

—No es contigo metiche, es con tu amiguito. —Grito Sakura. — Pero… veo que tú también podrías ser una chica. — Carcajeo con malicia.

—Hn. — Deidara fulmino.

—Vaya, este chico parece ser un completo ingenuo. ¿¡Oye escuchas!?

El reacciono. Estaba tan entretenido mirando los ojos de Sakura que ni cuenta se daba que ella emitía palabras insultantes hacia él. Sakura llego a pensar que estaba loco o, quizá era muy ignorante; o era mudo; o era muy tonto de seguro. Divago.

— ¿Qué? — Volvió a decir.

—Agh, pero que idiota. —Bufo ella.

— ¿Que estas buscando?

—Fuiste tú quien me empujo. — Mascullo.

— ¿Q-que?

—Ah Itachi… ¡Focus! —Murmuro Deidara imitando tontamente al pelinegro.

—No he empujado a nadie.

— ¿Qué? — Dijo Sakura.

—No te he empujado niña, ¿no escuchas? — Frunció el ceño. Sakura también lo hizo, apretó los dientes, iba a golpearlo.

La multitud hizo lo típico, lo que suelen hacer normalmente cuando alguien insulta feo a alguien.

— ¡Ohhhh!

— ¡Se que fuiste tú!

— ¡Yo no he sido!

— ¡Que si!

—Am, técnicamente si, Itachi. —Dijo Deidara riendo.

— ¿Qué? — Dijeron ambos.

—Hn.

No faltaban las interrupciones.

— ¡Oh que lindos! ¡Ya se están conociendo!

Ino Yamanaka.

Aplaudió, como adolescente en un concierto de una banda juvenil de pop.

—Ah, todos se han ido. — Pensó Sakura. — Espera, ¡¿Qué?!

—Owww, ¡Me parece perfecto! Así podrán bailar con más confianza. Es más, que guapo has venido, Itachi.

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Espero que les haya sido de su agrado. Comenten y opinen si les ha gustado, me ayudara mucho.

Acepto sugerencias, criticas etc.

Decentemente me despido.