(D) End of the Servant

End of the Servant

Miró hacia abajo observando a la multitud, cada grito inentendible de la gente se perdía en la cálida brisa del ambiente. Rogaba mentalmente para que su pequeña princesa viviera hasta tener canas blancas en su cabellera.

Fiel sirviente que desperdicias los minutos que el verdugo te ofrece con el fin de mantenerla libre, susurras al viento que la cuide el destino… sin pensar que la guillotina bajaría en poco tiempo.

Caballero valiente sacrificando tu existencia para cuidar del real linaje, tontos ignorantes que nunca cultivaron su mente, Mio Cid estaría orgulloso de tu coraje.

No te arrepientes de las acciones realizadas, aceptas el precio de la culpa sin pestañar siquiera, soñando en un mundo donde todo es felicidad ilimitada.

Las campanas silenciosas ahora rugen molestas pues despiertan a tiempo aclamando tu sangre, aquella mujer de carmesí armadura pregunta sin compasión la razón de tus actos.

-¡Ya es hora de la merienda!- Gritas contento, sonriendo a la muerte esperando el momento.

Antes que el filo divida tu cuerpo, deseas sincero en el último aliento que no te importaría volver a nacer siendo su gemelo de nuevo.

Nunca la mente se centró en el público que ríe ruidoso tu muerte, escondida entre el bullicio una silueta femenina envuelta su rostro en una café capucha derrama lágrimas sin descanso… en el suelo de concreto que la dama usa de sustento, con lentitud un río cristalino fluye sin pausarse.