Encuentro inesperado

​

​

Encuentro inesperado ​

​

​

Mediante una computadora, ella y él se hablan se dicen lo mucho que se aman y lo tanto que se extrañan.— quiero verte—pronunció una joven entristecida a una pantalla.

—No,podemos—respondió él, al otro lado de la computadora.

Ella de la tristeza se despide, y le dice que se olvide de ella, porque no sería capaz de aguantar un año más estando sola, esperando a que su amor llegara cuando se pudiera.

—Lo necesito acá, a mi lado — dice ella en voz baja mientras se dirige a su cama.

Sus ojos muestran unas lagrimas de nostalgia y soledad pero ella trata de ignorar eso, puesto que en su mente pasan imágenes en donde ella está con su amado en un lugar alejado de la sociedad, sin reclamos ni pretextos.

—¡Iré donde él!—dice entusiasmada, levantándose de su cama—pero antes, hablaré con él—dijo mientras encendida la computadora.

..................................................................​

.................................................​

..................................​

.................​

​

​

En una parte alejada de la ciudad de Tomoyo, un joven camina por los pasillos de un Aeropuerto lentamente y pensativo sobre su vida —seguro le gustará mi sorpresa—dice felizmente dando paso ligeros—espero que no se enoje o se sorprenda más de lo esperado.


Después de seis horas de vuelo y el desespero de una joven, por no tener contacto con el chico a través de la pantalla, por fin llegó ese encuentro inesperado.


—Este es el lugar— dice el chico mirando una enorme casa con puertas blancas y bordes azules—¡Es demasiado grande para que vivan sólo tres personas—habló para sí mismo,— pero entraré y hablaré con ella—dijo caminando lento y dirigiéndose a la puerta de entrada.

—¡Bueno mamá, volveré en 2 horas!—gritó una voz flexible desde adentro que se aproximaba a la puerta de entrada—pero que fastidio quedarme tan poco tiempo—murmuró la voz, abriendo la puerta de entrada.

Un golpe sonó, y una maleta cayó a 8 metros de ellos, dos sonrisas se mostraron y un amor potente surgió, pues ella al verlo se cautivó y él al verla más de ella se enamoró.

—Discúlpame Tatiana—dijo él sonrojado — te hubiera llamado, pero quería sorprenderte—se levantó del suelo, pero algo lo detuvo.

—¡Te extrañé demasiado Fernando! — gritó ella, dándole un abrazó fuerte — ¡te quiero tanto!—de nuevo gritó.


Él joven quedó sorprendido y levanto a Tatiana para mirarla a los ojos — yo no te quiero Tatiana, yo a ti te amo— terminó de decirle para acariciarle la mejilla y tocarle suavemente los labios mientras se acercaba despacio y posar sus labios en los de ella.

​

​

​

​

​