Encuentro de dos mundos

Desde los inicios del tiempo la humanidad se ha visto atraída por las estrellas, las razones de su escrutinio son variadas; el artista desea plasmar su belleza, el poeta intenta cantarles una oda, el hombre racional las estudia y disecciona en su mente, pero el hombre común, el mortal que se arrastra día a día por la superficie terrestre, se alegra de poder contemplarlas, aplicando un derecho que no puede ser negado a pesar de la esclavitud que significa la rutina.
Todos estos pensamientos podrían traducirse en una cosa: la inmortalidad del cangrejo; es decir, reflexiones que parecen girse en ello puede ser de lo más relajante.

-¡BASTA! en que pendejadas estoy pensando por dios....-

Con gesto aburrido Luna se levantó con cuidado, sacudiéndose los Jeans, mirando con precaución hacia abajo; aunque conocia como la palma de su mano el techo de la casa nunca estaba de más tomar precauciones -reverendo madrazo que me llevo si piso mal...-murmuraba para si la chica, echando su cabello hacia atrás, utilizando los relieves de la pared como una especie de escalones.

-y la zurra que tu padre te pondrá si lo obligas a gastar en pagos médicos innecesarios- se escuchó una voz juguetona desde dentro de la casa-

-Felipe...-la chica sonrió un poco, contagiándose del buen humor del hombre.

-repite conmigo-un alto señor cercano a los cuarenta se inclinó hacia ella, agarrándola por las mejillas- pa-pá! p!-a!-p!-a! papá!-sus expresivos ojos avellano la miraron con reproche, regresando a su labor de preparar la cena.

-mi padre biológico es un bastardo-argumentó la chica en su defensa- es simple relación... la palabra me trae malos recuerdos.

-bueno, bueno... tu madre solía decir lo mismo...-un momento de silencio les permitió observar el pequeño retrato que descansaba sobre la mesa, en ella una mujer morena no muy hermosa pero bastante vivaracha salia posando sobre una piedra- ¿cómo lo llevas?

-¿el hecho de que el único familiar interesado en mi este muerto? bastante bien la verdad...-con un suspiro se acercó a la alacena, comenzando a poner la vajilla

- te quiero como a una hija... y tu madre fue mi esposa por un tiempo ¿sabes?-el castaño agarró la olla, comenzando a servir una porción de spaguetti

-lo siento... el sarcasmo es mi método de defensa preferido-le sacudió el brazo bruscamente, no acostumbrada a dar muestras de afecto muy femeninas-aun no quiero hablar de ello, incluso... bueno... a veces siento que aún esta con nosotros

-ella siempre estará con nostros Luna-Felipe le agarró la cabeza, dándole unas dulces palmaditas.

La cena transcurrió en relativa tranquilidad, contando como habían pasado el día, criticando los horribles profesores y jefes que ambos tenian.

-esto es todo?-la pelinegra colocó el resto de la basura en la bolsa, cargándola con algo de esfuerzo.

-¿en serio puedes llevarla hasta la esquina? esta algo pesada...-Felipe la miró con duda, observando las dificultades que tenia su hijastra para cargarla.

-no soy un alfeñique hombre, estoy segura-y aunque su voz era fuerte el otro tuvo que reprimir una carcajada al ver la forma en que caminaba, casi como un pingüino

*****
-maldito Felipe... puedo oir su risa mental...-refunfuño Luna para si, cabreada de que tuvieran un patio tan grande.

No obstante, una sombra la paró en seco, logrando que soltara su carga y agarrara la primera cosa que encontrara: una escoba y un recogedor.

-¡¿quién anda ahí?!-preguntó con duda, observando que el bulto dejaba de moverse-puta madre... opción A: un mapache, opción B: un asesino serial-

-veeeteee-

Luna dio un brinco en su lugar, ¿había alguien realmente ahí? bueno... a menos que los mapaches hablaran....

-no! vete tu! esta es mi casa!-pero el sentido común pocas veces acudia a su vida diaria, por lo que se acercó aun más.

Y de improvisto una sombra tan alta como la de su propio padrastro emergió de las sombras, sirniéndose sobre ella con amenaza.

-ahhh!!!!!-y en lugar de salir corriendo le arrojó el recogedor, asustándose cuando este fue partido a la mitad de un manotazo-¡tu no pasarás!-gritó cual Gandalf, agarrando la escoba con fuerza, estrellándola en la cabeza del intruso.

Intruso que calló al suelo, gimiendo en dolor.

-ja! chúpate esa!-se acerco, confiada en que el golpe lo tendría desorientado.

Sin embargo, el hombretón la agarró del antebrazo, acercándola a él, sus pupilas clavándose en ella con fijeza.

Lo primero que noto Luna al estar cara a cara fue la vestimenta oscura de lo más sencilla, unos lentes negros yacían rotos en el pavimento... razón por la que pudo observar las completamente negras cuencas oculares del individuo, mirando después la mano que la apresaba... que ella supiera el verde opaco no pertenecía a ningún color de piel terrestre conocido.

-UN PUTO ALIEN!

Continuará....

A ver que les parece, espero que disfruten ^o^