Romántico Enamorandose del Demonio [Terminado]

Título: Enamorandose del Demonio
Tipo: Long-fic
Resumen: Nunca sabemos que encontraremos a lo largo de nuestros caminos, nunca sabemos a que nos enfrentaremos, que conoceremos, que viviremos ni mucho menos de quien nos vamos a enamorar. Nunca supe que tan hondo había caído, nunca supe hasta qué punto había perdido, nunca supe de quien me estaba enamorando
Advertencias: Ninguna
Género: Romance/Ficcion

“palabras entre comillas son pensamientos”

CAP 1: Suerte o Destino?​

Una reunión, un festival, todo empezó un día común, nada especial

Que paso?

Exactamente no lo recuerdo, recuerdo que estaba caminando en las calles de Padua, Venecia, Italia, saliendo de un festival de calle que se realiza cada año por allá y esperando a unos amigos que fueron a comprar unos rollos de cámara, pero tardaban mucho en volver.

Les había dicho cientos de veces antes de salir de Bolivia que no era bueno llevar cámara que funcionaran a rollo, que lo mejor era llevar digitales, pero uno de ellos (Rafael) terco como siempre, no me escucho, así que allí fueron a buscar, como yo estaba cansada, porque esta vez en la presentación me toco hacer la parte difícil, me quede sentada en una de las bancas cerca de la plaza, y ellos (Marce, Laura, Andy, Sandy y Rafael) fueron a buscar rollos para la cámara de rafa.

Había pasado ya cerca de una hora, y temía que se hubieran olvidado de mí, total no sería la primera vez, Venecia era una ciudad increíble así que fácilmente perdías la noción del tiempo.

Como supuse que no regresaría en un muy largo rato mas, pos revise el pequeño bolsón que manejaba conmigo para ver cuánto de dinero tenia, porque aparte de que era cerca de medio día y estaba que me moría de hambre y no pensaba estarlos esperando hasta convertirme en un cadáver hambriento, revise el dinero que llevaba conmigo, 96530 liras italianas (un equivalente a 50 $us). Busque el puesto más cercano a donde me encontraba y allí encontré una tienda de hamburguesas, o lo que parecía a ellas.

Como mi italiano era casi tan inútil como mi polaco, pos hice el mejor esfuerzo por hacerme entender y pedir lo que quería, el vendedor reía mientras me atendía ante los comentarios de otro comprador que me miraba con recelo y reía por lo bajo.

Lo poco que podía entender era que se hacia la burla de mi, pos me hice a la valiente y le pregunte en el leguaje que era más fluido para mí que el italiano… el inglés, por que por la apariencia del sujeto parecía un oficinista y por ende mínimamente debería conocer el idioma

- Tiene algún problema con eso, señor? – pregunte claramente alterada

El sujeto que claramente no se esperaba tal reacción, me miro divertido y me sonrió, respondiéndome en el mismo lenguaje

- Si señorita, tengo un problema contigo, y mi problema eres tu, tu y tu gente que viene a otra ciudad solo para ser una molestia!

Eso si que realmente me molesto, que se creía ese sujeto? El dueño de la ciudad?

- “Estúpido engreído” – pensé para mis adentros – “que se ha creído?”-estaba sumamente molesta, y con lo que mis amigos me habían abandonado, pos no estaba de buen humor a parte que tenía hambre, pues conmigo, hambre y mal humor es una muy mala combinación, tiendo a explotar con facilidad – usted me disculpara señor, pero… no tengo tiempo que perder con perdedores como usted… – me di la vuelta y me disponía a irme, de haber sabido lo que pasaría después… créanme, no lo habría hecho, me hubiera mordido la lengua y lo hubiera ignorado… de haber estado de mejor humor claro, pero como siempre, mi mal humor y yo, pos me metieron más que a la boca del lobo, me introdujeron en la guarida del mismo demonio (y eso cabe aclarar es textual)

- con quien cree que está hablando señorita?– me pregunto visiblemente molesto

-…-Me di la vuelta y mirándole a los ojos le respondí – con alguien que no tiene modales y respeto por nadie supongo – el sonrió levemente y con una sonrisa llena de malicia y autosuficiencia me respondió

- Pues sus suposiciones son equivocadas señorita – respondió

- oh en serio? Pensé que estaba en lo cierto Señor – seguí el mismo juego de palabras que el usaba, el sarcasmo era uno de mis dotes naturales que me salían con bastante fluidez, si él la usaba conmigo, yo le devolvería el favor…el volvió a sonreír y se me acerco

- Parece que está siendo sarcástica conmigo Señorita?

Me hice a la ofendida, y con una mano en el pecho simulando gran indignación le respondí

– Yo? Siendo sarcástica con usted mi señor? Como podría!! - le respondí en mi tono sarcástico mas fingido que pude encontrar, dándole el toque perfecto a la ironía de la frase – Me ofende señor! – me hice a la dolida e inmediatamente lo mire con soberbia y una sonrisa burlona en el rostro, el tipo de sonrisas que harían que cualquiera que me viera tuviera ganas de matarme, pude observar claramente el brillo de odio en su mirada, no me importo, porque siempre me caracterice por ser una provocadora, una alterada y cuando estoy muy molesta, soy muy soberbia.

Recordé que un día mi hermano me dijo: “debes cuidar mejor tus palabras y tus actos, algún día te meterás en un lio tan grade que no podrás salir de el” Nunca supe que tan ciertas eran sus palabras hasta hoy, me tope con el tipo que no quería, en el momento en el que no debía… pero que era el mundo sino un pequeño pañuelo, donde todo se encuentran con todos y todo pasa por alguna razón?…Pos ahí estaba yo, enfrentándome en una lucha verbalmente sarcástica con un tipo… que de haber sabido antes quien era, hubiera echado a correr.

- Cuide sus palabras señorita, soy un caballero, pero si sobrepasa mi paciencia, se arrepentirá, usted no sabe quién soy – lo mire con bastante sobervia y le respondi en el mismo tono.

- usted también caballero, debe cuidar sus palabras, nunca se sabe cuándo te toparas con la piedra en tu zapato – nunca hubiera pensado tampoco la veracidad de mis propias palabras hasta mucho tiempo después.

- que?

Pero no espere a ver que mas me respondía, me di la vuelta sumamente molesta, la discusión me había quitado el apetito y ahora tenía mucha sed, esa no era buena señal, tener sed, tanta como la tenia, para mi indicaba, que una pelea muy fuerte se avecinaba, así que debía beber agua, lo más rápido posible, mire al señor de la tienda y no tenía nada que se pareciera a liquido, así que me di la vuelta y busque con la mirada otra tienda que me pudiera aliviar la sed que sentía, y así lo hice.

Escuche algunos murmullos a espalda mía, oí a alguien hablar en italiano algo como “discúlpela, ella es solo una niña” y cosas como esas que no les di importancia.

Al frente, cruzando la plaza pude ver que había una tienda de lo que parecía refrescos, sin demoras y sin mirar siquiera a mis espaldas me dirigí hacia ese lugar, no tome cuidado del tipo con el que estaba discutiendo, no quería discutir más, sabía que si lo seguía haciendo, pos no sacaría nada bueno de ello.

Mire en dirección de la banca donde había estado sentada antes, mis amigos todavía no habían regresado, más molesta por ese hecho todavía me dirigí de nuevo y con más rapidez hacia la tienda, llegue a duras penas las sienes comenzaban a palpitarme, y cuando lo logre, me di cuenta que había olvidado mi libro en la banca en la cual había estado sentada rato atrás.

- Mi libro! – dije y gire bruscamente 180 grados para volver sobre mis pasos a recoger mi libro favorito y me golpee con lo que sentí como una pared, mi nariz realmente me dolió, y casi caí al piso de no ser por unos brazos fuertes que me sujetaron a medio camino.

- vaya, vaya – dijo la voz –parece que no solo eres una molestia, también eres una chica torpe.

- torpe??‼ - esta si me llego hasta la medula, intente soltarme de su brazo, pero sí que era duro, así que como no tenia paciencia le di un golpe, en la única parte que tenia a mi alcance ahora… su cara, recordé mis días de karate y le aplique un golpe frontal directo a la mandíbula, con tal de que se muerda la lengua y deje de provocarme.

El golpe lo tomo por sorpresa, realmente no lo esperaba y fue tan fuerte que lo alejo un paso de mi liberándome en el acto soltándome de golpe cayendo yo al suelo, esa caída sí que me dolió, sentí como mis nachitas (nalguitas) se volvían uno con el pavimento por el golpe (lo sé, lo sé, soy una exagerada… pero así lo sentí) – ouch…- y parándome inmediatamente lo enfrente – Tu eres el único que es torpe y una molestia!!, deja de molestarme, no respondo si te atreves a molestarme de nuevo! Te quedo claro??!! – estaba realmente molesta, me dolía la cabeza, me dolía el trasero y comenzaba a tener migraña, este sujeto me estaba sacando de los nervios, pude ver claramente su cara de sorpresa mientras se tocaba el mentón.

- Tu eres el que dijo que no te gustaba la gente como yo, y ahora estas siguiendome? No te atrevas a molestarme de nuevo!! - le amenace, me di la vuelta y me fui directo a la tienda, necesitaba agua, y si tuviera… algún calmante, oí claramente una risa a espalda mía, me gire furiosa y vi al tipo sobándose el mentón y riendo a carcajadas – “es que está loco?” – Pensé para mí – “no me importa!”- dije, y seguí camino a la tienda con solo un pensamiento en mente - “agua, calmante, agua calmante, agua, calmante” – porque en ese momento era lo único que necesitaba.

- Disculpe señorita – dije a la farmacéutica – tiene agua y algún calmante para la cabeza?? – pregunte, sobándome la frente, realmente estaba comenzando a doler.

- no señorita, sorry, agua – me ofreció amablemente, se notaba que no hablaba mucho ingles.

- está bien, gracias – le dije

- doler mucho?? – la mire, realmente se notaba preocupada por mi estado

- Un poco – le sonreí – pero estaré bien, donde puedo encontrar una farmacia? – pregunte con señas para que pudiera entenderme.

- farmacia? – pregunto repitiendo la palabra, no la conocía, o no la entendía

- si, mmm… - pensé, y recordé que era igual que en español – farmacia! – le dije

- famacia! - Dijo ella divertida, reconociendo la palabra - yes! andare dritto verso l’angolo…

-que? – pregunte, realmente podía entender vagamente que me quería decir en italiano, pero era difícil entenderla, saabia que dritto era recto, pero verso l’angolo, no lo recordaba…

Ella se callo, no sabia como explicarme, nos miramos y ambas reímos eso alivio un poco mi tensión

- Mapa! – le dije, sacando de mi bolsa un cuadernito y un lápiz, allí ella me dibujo la ubicación de la farmacia que estaba bastante lejitos de donde me encontraba yo, como a unas 4 cuadras, pero lo necesitaba, así que agradecida compre el agua y me despedí de ella – grazie mille! [muchas gracias]

- il tou benvenuto [de nada]

Y Salí un poco más relajada, pero mi relajo no duro mucho tiempo, nuevamente a la salida de la tienda vi a ese sujeto, esperándome apoyado sobre un auto con una sonrisa burlona en el rostro mientras se tocaba el mentón, decidí ignorarlo y seguir mi camino hacia la farmacia.

- oh!, ahora me va a ignorar? – pregunto, no quise quedarme a escucharlo y seguí mi camino mas rápido, el dolor empezaba a regresar de Nuevo – debe cudiar sus actos señorita – dijo, pude oír claramente como se acercaba cada vez mas a mi, lo ignore – hey!

-…

- Espera! – dijo y me tomo de la muñeca haciéndome girar sobre los talones

-Que?‼- le dije claramente alterada – Déjame en paz! – le ordene y tire mi mano hacia un lado librándome de su agarre – te dije que no volviera a molestarme!! - le grite di vuelta y seguí mi camino.

- Como te atreves a ignorarme! – rugió furioso, creo que no estaba acostumbrado a que alguien lo ignore, la gente alrededor mío, solo nos miraba sorprendidos unos, asustados otros…

No me intereso la reacción de ellos, yo solo seguí recto cuando sentí de nuevo que alguien me sujetaba de la muñeca con fuerza pero esta vez no me daba la vuelta, por el contrario me hacia una llave inmovilizándome.

- Escucha perra – me insulto – nadie en este mundo se ha atrevido a ignorarme, y tu no serás la primera – me amenazo – si te digo que te detengas, lo harás, si te digo que me mires, lo harás! – me dijo al oido con voz furiosa.

Esa fue la gota que derramo el vaso, ya no podía mas, Marce siempre me había dicho que tengo las reacciones equivocadas en los momentos equivocados y este era uno de esos momento equivocados.

- Si te digo…- dije con furia contenida – déjame en paz… tú LO HARAS!! - grite y levante mi pierna en una patada directa a su cara, logrando que me libere. Algo por lo que siempre me había enorgullecido en mis tiempos de karate era mi abertura, tenía abertura completa y un poco más, podía abrir mis piernas en más de 180 grados.

– No soy el tipo de mujer al cual estás acostumbrado a tratar, así que no me hables como si estuvieras hablando con ellas!! – Lo mire con furia y me puse en posicion de combate – No te atrevas a molestarme de nuevo!! Lo entendiste!!??

- Veo que tienes agallas… no sabes quién soy, verdad? – me pregunto burlonamente acechandome como un leon a su presa

- no, lo siento, no lo se… – el sonrio – y no me importa– lo mire desafiante – quien quiera que seas, no me interesa, no eres mas que un Gangster o algo parecido, que no tiene respeto por nada ni por nadie, gente como tu… me repugnan!

Me miro molesto, un poco decepcionado, pero a la vez maravillado, me miro como un coleccionista mira una obra de arte.

- Woow – dijo – Señorita… tiene razón, soy un gánster, y como sabra, puedo conseguir y tener lo que quiero, y ahora…– me lanzo una mirada mezcla de sobervia, maravilla, sorpresa y reto – te quiero a ti…

Y dicho esto un sujeto me tomo por la espalda arrastrándome hacia atrás, intente soltarme pero era demasiado fuerte para mi, así que recordé lo que mi amigo Yuri me dijo años atrás.

-“recuerda esto pequeña, cuando estés en desventaja y tu enemigo sea más fuerte que tu, no luches, usa su misma fuerza para liberarte…”

Y así lo hice, use la técnica que me enseño y me libere de su agarre, una vez libre, le di una patada donde más le dolía, con la esperanza de no dejarlo tío de por vida, mas una patada frontal en el rostro que lo dejo inconsciente, y me aleje de él de un salto en posición de combate, di una mirada atrás hacia aquel petulante sujeto y eche a correr, el me miro divertido y sonrió.

- Corre mientras puedas conejita… de todas formas, este lobo te atrapara… - y sonrió mientras miraba lo que tenía en las manos inspeccionándolo con curiosidad, mi billetera, allí estaban parte de mis documentos, allí tenía mis datos, allí estaba la dirección del departamento donde estaba viviendo, con eso…. Sabría exactamente dónde encontrarme… - nos volveremos a ver Melina… y esta vez, ya no podrás escapar de mi…

Continuara…​

 

CAP2.: JUGANDO AL GATO Y AL RATON

Corrí como alma que llevaba el diablo, no sabía dónde estaba, sabía que tenía que volver, pero no me animaba, sabía que ese sujeto estaría rondando por allí, y mis amigos deberían estar preocupados por mí, pero no tenía como comunicarme con ellos, ninguno de esos tarados tenía su celular con ellos… yo me incluyo en el grupo, yo tampoco traje mi celular, así que abrí mi bolso y busque mi billetera sin encontrarla, lo cual me extraño de sobremanera, intente hacer uso de mi memoria, pero no recordaba donde demonios había puesto mi billetera, la había olvidado en la tienda? En el camino? Dónde? No recordaba, y mientras más intentaba, más me dolía la cabeza, estaba empezando a marearme y esa no era una muy buena señal.

Decidí regresar al parque, recuerdo que no corrí recto, siempre girando torciendo, quien me diría que había vuelto al mismo lugar, y estaría a solo una cuadra?? Al final de cuentas luego de preguntar a muchas personas logre dar con el lugar, mis amigos estaban seriamente molestos conmigo, porque dizque me creían perdida, y por poco que si lo estaba, no estaba de humor para discutir, así que con una muy cálida y tierna mirada los mande a callar a todos.

Era de noche, mañana teníamos una presentación en la cantonata, y luego de eso teníamos una semana libre para descansar o mejor dicho para practicar hasta el siguiente festival en el que participábamos. Pero yo no podía quitar la mente de lo que había sucedido en la tarde, cada vez que lo hacía sentía un escalofríos recorrerme la columna vertebral.

Ahora que lo pensaba con la cabeza fría… pude haber muerto, o haber sido secuestrada, ese tipo no se venía con juegos, era verdaderamente un gánster‼ y todo comenzó por un estúpido comentario‼

― “y que si realmente vuelve a buscarte? definitivamente, tienes que controlar tu mal genio…” – me repetía a mi misma suspirando de tanto en cuando.

― Que sucede – me pregunto Marce

― Que? – pregunte sorprendida, estaba a mi lado y no me di cuenta en qué momento se acercó a mi ― Nada ― respondí

― No me mientas, sabes que me doy cuenta cuando lo haces

― Lo se… ― suspire ― es solo que no quiero hablar de ello por ahora, te molestaría preguntármelo luego? Porfa ― sonreí

― Esta bien… ― y se quedó callado a mi lado viendo el cielo nocturno

A lo largo de los años, Marce y yo habíamos desarrollado una muy buena comunicación, era una de las pocas personas con las que podía contar para todo, y con las cuales me sentía más… yo, una de las pocas personas con las cuales podía ser yo misma sin necesidad de estar escondiendo nada, no me animo a decir que nos contábamos todo, pero si la gran parte, compartíamos muchos secretos y nos ayudábamos cuando estábamos en problemas.

― Estas segura que estarás bien hasta mañana ― volvió a preguntar, mi estado anímico de seguro no era muy prometedor, pero no quería preocuparlo con cosas que de seguro, lo alterarían mucho.

― Estoy bien Marce, estaré bien, es tarde, ve a descansar, mañana tenemos un festival antes de tomarnos un merecido descanso.

― Está bien ― dijo y se retiró a la alcoba de chicos donde descansaba ― buenas noches brujita.

― Buenas noches Marce ― le respondí.

― Brujita? ― pregunto una de las chicas que se había levantado para tomar un poco de aire fresco, Laura era una de las pocas chicas de la delegación, bueno la única aparte de mí, era una chica sociable, alegre, pero un poco reservada, curiosa y renegona… tan parecida a mi… por eso nos llevábamos bien.

― Sep, brujita, es un sobrenombre que me dieron en casa, él lo adopto también, y suele llamarme así cuando está preocupado por mí, o cuando sospecha que estoy escondiendo algo.

― Y… que estas escondiendo? ― me pregunto, la mire divertida y sacándole la lengua le respondí

― Si te contaría, ya no sería secreto no te parece? ― me reí ― vamos a dormir Lau, mañana tenemos muchas cosas para hacer, y nuestros pobres pies no van dar ― Con recelo me siguió inconforme con mi respuesta y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente muy temprano como siempre nos despertó el director, así que nos levantamos y cambiamos para el nuevo festival de hoy.

El festival ferrada es uno de los más grandes festivales de Italia, caracterizado por ser un festival callejero, todos los participantes tocan los instrumentos de su país, en las calles como si fuera una demostración callejera, así que por ello, tener la oportunidad de participar en el es un gran logro, estuvimos dos semanas enteras bailando y cantando por aquí y por allá, y hoy nos tocaba el ultimo, luego deberíamos esperar a ver las elecciones finales, donde solamente 10 grupos de los más de 350 que participan serian seleccionados como los mejores por los jurados.

― Hoy es el último día para demostrar que tan buenos somos ― le dije a Laura.

― Así es Mel, vamos a por todas! ― me dijo mientras salíamos del departamento.

Cuando ya nos encontrábamos en la calle, pude sentir que alguien me observaba, con una mirada demasiado penetrante, busque por todas partes con el mayor disimulo posible, pero no encontraba nada.

― Que buscas? ― me pregunto Marce.

― Eh? Yo? Nada? ― le respondí rápidamente.

― Mentirosa… ― me dijo punzándome la nariz con su dedo índice ― me estas mintiendo pinocho, anda dime que buscas?.

― Nada, en serio! ― le conteste divertida ― yo solo… ― y cuando estaba por agregar algo más lo vi… allí, sentado en la banca frente al edificio, entremezclado por las sombras de los arboles estaba el sujeto de ayer que me miraba con una sonrisa burlona, un escalofríos recorrió mi espina dorsal.

― Mel estas bien? ― Marce me zarandeaba levemente ― te pusiste pálida, te encuentras bien? Que viste? ― me pregunto.

Lo mire sin ver, no lo podía creer, me había seguido? Era un sueño, debería ser una pesadilla, no podía ser verdad.

― Mel!! ― volvió a llamarme, pero yo no podía reaccionar, volví a fijar la vista en el mismo punto pero no vi nada, se había ido? Era una ilusión?

― “Estas paranoica Mel… contrólate!” ― me regañe a mí misma, pero pese a eso, no podía reaccionar

― Llego el bus, vámonos! – nos ordenó el director.

Ante la imposibilidad de movimientos por la impresión Marce me tomo por los hombros y me empujó hacia el bus… mientras que de las sombras de un árbol, un hombre alto de pelo castaño sonreía mientras miraba el bus que se perdía en la lejanía.

― Te encontré conejita…

Continuara….​

 

Cap 3 : Invitación
Después de la presentación tan esperada, que concluimos con grandes éxitos, nos dedicamos a darnos un muy bien merecido descanso, nadie se esperaba lo que hubiera seguido a continuación, uno de los auspiciadores más importantes nos invitó a una fiesta de gala en honor a la celebración de cierre por los agasajos de los festivales.
El señor Hadadrimon era el anfitrión de la fiesta, uno de los principales patrocinadores del festival, un egipcio muy poderoso en el continente europeo que hallo su fortuna en base a sus buenos negocios, y a los malos también. Todo el mundo sabía que tenía conexiones con el bajo mundo, pero nunca nadie lo había podido corroborar.
Por tanto tener una invitación suya a uno de los banquetes que auspiciaba era realmente un logro enorme, ya que indicaba que estábamos entre los grupos más destacados en la presentación del festival.
Mucho más alegres que nunca aceptamos gustosos la invitación, el problema era la ropa… no habíamos previsto un acto de tal magnitud, así que ni de broma se nos ocurrió traer ropas de gala entre las muchas cosas que habíamos empacado para el festival, así que estábamos en serios problemas, no podíamos presentarnos a un evento tan público y formal con ropas casuales, porque era obvio que la prensa estaría presente, y según nos comentó el que nos entregó la invitación… pasaríamos por la alfombra roja‼
― Que era esto Hollywood?? – pensé para mis adentros, pensé que eso solo lo hacían para las estrellas de cine, pero nosotros? Por un simple festival?... pues que plop!
― Que haremos con nuestras ropas? ― había dicho Laura, y se notaba realmente preocupada por el atuendo, yo que nunca me preocupe por las apariencias, esta vez era realmente chocante, porque ahora estaba representado a mi país…
― qué hacer? – me estaba preguntando por primera vez.
El encargado de darnos las invitaciones me miró fijamente por un largo rato, como si estuviera analizándome, y luego de una reverencia sugirió algo que me dejo helada.
― Si la señorita no cuenta con dinero para comprarse un nuevo vestido, podemos sugerirle un lugar donde alquilan trajes de gala, que pertenece al señor Hadadrimon.
― COMO??‼ ― preguntamos todos sorprendidos.
― No es la primera vez que ocurren cosas como estas, así que no sería novedad – mientras el muchacho hablaba no me quitaba la vista de encima ― además ustedes son representantes de su país ― agrego y apenas si dio una mirada a Laura ― será un evento público, así que si no tienen una mejor alternativa me gustaría llevarla al lugar, ya que sin autorización no se puede entrar allí.
― Claro que iremos! – dijo emocionadísima Laura y se colgó de mi brazo. El joven pareció percatarse de la presencia de Laura y asintió levemente.
― Ahora por favor ― se enderezo y abrió la puerta ― síganme.
Los muchachos estaban que no se lo creían, pero igual que todos nos siguieron, el joven nos dirigió a un auto negro, parecía una pequeña limosina
― El señor Hadadrimon debe ser un hombre realmente rico‼ ― decía Rafa en voz alta mientras subía al carro ― pero mira nada más que nave! ― decía maravillado mientras devoraba con los ojos el carro.
― Rafa…― le dije, notablemente incomoda por su comentario ― cállate! No estás en tu casa, así que no abuses! ― le llame la atención, realmente parecía que yo fuera la mayor del grupo después de Marce, pese a que era la menor de todos.
Rafa se calló y no dijo nada más en todo el viaje, pero bastaba con verle a los ojos para asegurar que estaba emocionadísimo. El chofer nos llevó por la zona residencial del centro de la ciudad, durante todo el trayecto el joven mozo que nos entregó las invitaciones no me quito la vista de encima salvo para responder en uno que otro rato las preguntas de los chicos acerca del lugar, de los edificios, y demás, pero mientras no le preguntaban nada solo me miraba.
Su mirada esta estudiada, como si quisiera desentrañar mis secretos con la mirada, me sentía acosada, su mirada era demasiado penetrante, me recordaba tanto a la mirada que sentí en la mañana.
La simple evocación de ese recuerdo provoco nuevamente otro escalofrió que me recorrió la columna vertebral, no me gustó nada, y este muchacho seguía sin dejar de mirarme, así que yo también me puse a observar al joven… ese juego de miradas… podíamos jugarlo dos...
Era un joven de tez blanca, casi albino podríamos decir, cabello corto de color castaño claro levemente ondulado, ojos negros, tan oscuros como la noche, porte elegante, no parecía tener más de 25 años, un poco arrogante en sus palabras, pero sumamente atento, demasiado para mi gusto…
Cuando salimos del carro, pude notar que era alto, como 1.80 más o menos, parecía que tenía físico, pero a través de ese terno que llevaba puesto no podría estar seguro, porque un terno puede esconder muchas cosas.
Lo que si me pareció un poco extraño era que cuando estábamos en el carro, realizo una llamada telefónica, anunciando nuestra llegada en un francés muy bien pronunciado, yo entendí un poco, bueno casi nada, pero si entendí que avisaba que llegábamos.
Una vez allí pude ver un edificio magnifico, de una estructura única, tanto arquitectónica como ingenieril, siempre me atrajeron los edificios altos, me encanta ver su armadura y demás… que puedo hacer? Si soy ingeniero civil… mientras analizaba maravillada la estructura exterior del edificio, me quede congelada en el ingreso, hasta que una voz me saco de mis cavilaciones.
― Señorita… sígame por favor, los demás esperan por usted dentro
― Eh? ― pregunte sorprendida, mire a mi alrededor y me hallaba sola en medio de la calle, me sentí sumamente molesta, no era la primera vez que eso ingratos me dejaban sola, y gracias a mis descuidos no era la primera vez que me perdía al perderlos de vista.
― Sígame por favor ― dijo llamando mi atención
― Eh?!… ― ofreció atento su mano para que la tomara ― si…eh… gracias… ― respondí nerviosa viendo su brazo que lo tendía hacia mí caballerosamente, no lo pensé dos veces… eche a correr dentro del edificio dejándolo allí parado con la mano extendida.
El muchacho solo me miro sorprendido mientras huía de él y con una media sonrisa de satisfacción se dirigió dentro del edificio.
― Vuelven a dejarme sola de nuevo… ― amenacé a Marce mientras lo zarandeaba de la camisa ― y no vivirás otro día para contarlo. Entendiste‼ ― grite muy enojada.
Odio sentirme vulnerable y en momentos como el de hace rato, realmente me sentí muy vulnerable porque no sé cómo responder ni cómo reaccionar. La caballerosidad me pone sumamente nerviosa.
― Si me permiten su atención un momento por favor ― llamaba el muchacho mientras con una media sonrisa se dirigía a mí ― las reservaciones ya están hechas, pasen por aquí a probarse los vestidos por favor ― y nos mostraba una serie de vestidores ― los jóvenes por favor pasen a su izquierda, allí los atenderán, si me disculpan yo me quedare con las damas.
― Uuuyy‼ nos llamó damas! ― me zarandeaba emocionada Laura mientras me murmuraba suavecito ― pregúntale como se llama!, su número de teléfono, todo‼
― Compórtate Laura ― le advertí ― no quiero estar cuidando niños de nuevo ― le respondí molesta ― vinimos para algo, no me hagas pasar papelones de nuevo!
Realmente cuando se trataba de chicos lindos, Laura olvidaba que estaba comprometida y me metía en menudos embrollos de los cuales apenas y si salía con vida.
― Señoritas, síganme por favor ― nos guio.
― Que atento… ― seguía susurrando Laura.
― Oh vamos… ya cállate! – le reclame molesta.
― Perdón? Dije algo que la molestara señorita? ― me pregunto el muchacho que de repente se dio la vuelta.
― Demonios, grandioso― pensé para mis adentros ― ahora pensara que se lo dije a él ― y mirando de soslayo a Laura, me la comí con la mirada ― no, no es nada, no se lo decía a usted – me disculpe mirando a Laura con cara de poco amigos ― Gracias…― le susurre por lo bajo.
― Qué lindo es‼
Yo ya no aguanté y estaba por soltarle menuda palabrota cuando el muchacho nos indicó que ya habíamos llegado. Era una habitación realmente enorme, del tamaño de mi casa, y todo estaba lleno de trajes, yo me quede con la quijada hasta por los suelos impresionada por tal cantidad de vestidos.
― Si gustan las señoritas pueden escoger entre los diseños que se presentan aquí.
Ni bien hubo terminado de hablar, ya Laura se encontraba en media habitación viendo los vestidos y gritando como loca.
― Mira Mel, este vestido es de Channel, temporada verano 2009‼ y este otro es de Liz Minelli‼ AAAHH aqui hay uno de Alfredo Angelo‼
― Oh! Por Dios‼― decía exasperada mientras instintivamente me frotaba las sienes y me dirigía a uno de los sofás cercanos.
― Se siente usted bien? – dijo una voz a mi espalda.
― No, para nada, solo de escuchar a Laura ya me dio migraña – respondí molesta sin fijarme quien era.
― Su amiga es demasiado inquieta por lo que veo – dijo la voz.
― No tienes idea… ― respondí recordando cuantas veces me había hecho lo mismo.
― Usted no escogerá un traje señorita? – pregunto el muchacho que apareció delante mío, lo mire sorprendida di la vuelta pero no vi a nadie.
― Si… ya… voy… ― dije sorprendida mientras miraba a mi alrededor.
― Pasa algo señorita?
― No había alguien aquí hace un momento? – pregunte nerviosa mirando alrededor.
― No señorita, el lugar está reservado solo para nosotros, sucede algo malo?
― No… nada…― dije y nerviosa me interne en el mundo de ropa que tenía delante de mí ― no sabía porque, pero me sentí tan nerviosa como esta mañana ― deja de ser paranoica Mel, terminaras enloqueciendo – me decía a mi misma tratando de calmarme – es imposible que sea él, y menos en un lugar como este, ese muchacho dijo que aquí solo entra gente exclusiva, nadie más, así que contrólate‼ ― me llamaba la atención a mí misma.

​

Al cabo de 20 minutos yo ya había elegido dos trajes que me gustaban mucho, uno plateado largo, con un escote moderado en el frente con tirantes en los hombros que dejaban todo el cuello completamente descubierto, y en la parte de atrás un escote moderado estilo corsé que se podía ajustar a todo tipo de figura dejando la espalda completamente descubierta con una cola pequeña que no arrastraba mucho, el otro era un vestido de dos capas largo, una blanca en el fondo con sobre posición de uno de encaje negro que le daba al vestido un estilo colonial muy precioso, ambos trajes me gustaron por su sencillez y comodidad.
Cuando me dirigía a los vestidores a colgar ambos vestidos que escogí, Laura me llamo para ayudarla con los vestidos, cuando la vi acercarse casi me da un infarto. Laura estaba completamente cubierta con vestidos que trajo para probarse, mínimamente tenía en sus manos 40 vestidos, y hacia equilibrio con ellos mientras se dirigía a los vestidores
― Por dios Laura‼ estás loca? ― grite mientras le quitaba por lo menos la mitad ― no tienes que probarte toda la tienda!
― Dime Mel cuando tendremos una oportunidad como esta nuevamente? Son ropas de marca!! ― y haciendo un puchero ― quiero probármelos ― dijo y quitándome la ropa de las manos se metió en los vestidores.
Resignada y sin querer discutir mas yo también me dirigí hacia los vestidores. Decidí probar primero el negro, lucia sencillo y bonito, así que me lo probé. Una vez con el traje sali a ver cómo me quedaba
― El traje le queda perfecto señorita ― oí la voz del muchacho a mis espaldas y me gire en su dirección.
― Usted cree? ― le pregunte mientras me miraba en el espejo.
― Tiene buena figura, así que el modelo que escogió le queda bien – me respondió con una sonrisa.
― Gracias ― le sonreí sonrojada, no estaba acostumbrada a los halagos, y menos si son tan directos ― me probare el otro.
Cuando entre a probarme el siguiente tuve problemas, no podía ajustarme el vestido como era debido, lo que indicaba que necesitaba ayuda, pero Laura estaría realmente loca probándoselos todos, así que decidí no molestarla
Me acomode el vestido lo mejor que pude y se veía bien, me gustaba como lucia, era sencillo, el color era suave, realmente me encanto y Salí a verme completamente.
― Definitivamente ese vestido le queda mucho mejor – me dijo el muchacho.
― Gracias – respondí un poco sonrojada por el cumplido.
― Pero permítame ayudarla – dijo mientras me acomodaba los tirantes de la espalda.
― Yo puedo hacerlo! – respondí asustada y sonrojada mientras me daba la vuelta.
― Lo siento señorita no era mi intención incomodarla, es que usted verá ― se disculpó ― yo tengo dos hermanas a las cuales siempre ayudo con sus trajes, disculpe mi impulsividad, pero es algo que se volvió un habito en mi ― respondió apenado.
― No… está bien… disculpe si sobreactué ― dije sonriendo, recordando como mis hermanos también me ayudaron cientos de veces con mi ropa ― mis hermanos hacen lo mismo conmigo ― y le sonreí amablemente.
― Me permite ayudarla entonces? – volvió a ofrecer.
― Si, por favor.
Y me acomodo los tirantes del vestido de mucha mejor manera que yo lo hice, y realmente ese vestido me quedaba bien, y mucho mejor después de ajustar los tirantes tal y como lo había dicho el muchacho.
― Gracias ― le agradecí.
― Definitivamente señorita usted tiene buen gusto para la moda.
― No lo creo – respondí entre risas mientras me miraba al espejo y daba vueltas.
El vestido se ajustaba perfectamente a las curvas de mi cuerpo, dando un aspecto sensual que me agrado bastante, no era exhibicionista pero tampoco era muy tapado, era neutral… definitivamente me encanto.
― No lo puedo creer‼ quiero probarme ese! ― decía Laura exaltada mientras se me acercaba en un vestido negro de seda corto, demasiado corto… que dejaba ver sus muy bien formadas piernas y un escote en el pecho que casi no dejaba nada a la imaginación. ― ese es el vestido que uso Julia Roberts en la entrega de los premios Oscar!
― Por lo que veo está bien informada señorita.
― Eh? ― pregunte yo sorprendida.
― Ese es el vestido que uso la actriz en la entrega de los premios Oscar.
― En serio? ― pregunte mas sorprendida aun.
― Te queda precioso‼ ― gritaba Laura mientras daba vueltas y vueltas alrededor mío tocando la tela, y mirándome de todo ángulo.
― Terminaste Laura? – pregunte agotada de tanto mironeo y jaleo.
― Si, si , ahora espera a que yo elija uno mientras llegan los chicos, y no te quites el vestido que quiero que ellos nos vean así.
― Qué?! No molestes Laura, estoy cansada, me cambiare el vestido y te esperare en el sofá! ― le dije molesta.
― Bien! Como quieras! ― dijo molesta y se dirigió de nuevo a los vestidores.
― Pero espera, al menos ayúdame… ― pero me dejo con la palabra en la boca y cerro la cortina, la conocía, así que sabía que no vendría a ayudarme ― genial…
― Necesita que le desate los tiros? ― oí decir tras mío.
― Si, por favor, perdona por ser una molestia, pero Laura no me va a ayudar.
Sentí como soltaron los tiros lentamente, demasiado lento a mi parecer.
― Están muy sujetos? ― pregunte.
― No mucho ― respondió ― solo un poco mas y listo. Espere un instante que me pareció eternidad ― listo… ― y sentí como todas las tiras quedaron tan sueltas que si no hubiera estado sujetando el vestido de la parte de adelante, se me caía al suelo.
― Gracias! ― dije rápidamente y me metí directo a los vestidores ― pero que le pasa a ese sujeto? ― me pregunte molesta ―casi me desviste! Sus hermanas si claro… que truco tan sucio… ― dije para mi molesta, iba a decirle un par de cosas con disimulo para que la próxima no molestara mas, el humor negro era uno de mis artes favoritos…
Cuando Salí de los vestidores no pude ver a nadie allí
― De seguro se sintió mal y se fue ― pero no escuchaba nada, ningún ruido, eso me extraño ― Laura? ― pregunte.
― Qué?! ― respondió molesta… sin saber porque al oír su voz me sentí claramente aliviada.
― Gusta un te señorita?
Me gire y me topé con el muchacho que me había ayudado con el vestido.
― Veo que logro quitarse el vestido señorita ― sonrió, mis disculpas por no haberla ayudado, pero como estaba hablando con su amiga, me llamaron en recepción y tuve que retirarme por unos momentos, espero me disculpe ― fueron sus palabras.
De repente sentí que las piernas no me sujetaban, y que el color escapaba de mi rostro
― Señorita se siente usted bien? ― pregunto el preocupado sujetándome por los hombros para que no me caiga.
― T…t…tu no estabas aquí? ― pregunte nerviosa.
― No señorita, porque? sucede algo malo?.
― Alguien… ― lo mire asustada ― alguien estuvo aquí y me ayudo a quitarme el traje! Pensé que eras tú! ― lo mire asustada.
― Imposible señorita ― no parecía sorprendido en lo absoluto ―En esta tienda ahora solo están sus amigos, usted y yo, nadie más tiene autorizado el ingreso.
― Nadie más? – pregunte aún más inquieta.
― Si, esta tienda se caracteriza por ser un tanto privada y personal, para disponer de este lugar se necesita una reservación previa, no es un sitio abierto a todo público.
― Lo… lo… dices en serio? ―Pregunte ― incapaz de creer lo que me decía, si eso era cierto entonces… quien estuvo allí conmigo? Quien me ayudo a quitarme el traje? Quien era ese sujeto?‼
Un terrible dolor me ataco en la cabeza provocándome serios mareos, recordé que no había comido nada durante el desayuno y el almuerzo, con el estrés del festival y el susto de ahora sentí que se me movía el piso.
― No me siento muy bien…
― Señorita! ― fue lo último que recuerdo antes de que todo se tornara oscuro.

​

Continuara...​

 

Cap 4: Nuevos amigos​

Desperté en un sillón con la cabeza en las piernas de Marce, mientras Laura me abanicaba.
― Por Dios mujer! Quieres matarme de un infarto? Que te paso? Porque te desmayaste tan de pronto??‼ ― me preguntaba, se le notaba realmente preocupada.
― Don…de…?
― Camino a casa ― me respondió Marce adivinando lo que quería saber ― te desmayaste en la boutique y nos diste un susto me muerte, como te sientes ahora? ― me pregunto mientras pasaba su mano por mi cabeza.
― Mejor… creo.
― Descansa, cuando lleguemos a casa descansaras un poco más…
― Si…
No recuerdo nada más, solo una vaga sensación de ser cargada y colocada en mi cama y unos vagos rumores.
― Se pondrá bien Laura deja de ponerte tan histérica.
― Pero no pude terminar de probarme todos los trajes que quería!
― Quieres decir que solo estas preocupada por los trajes y no por tu amiga? ― pregunto alguien molesto, parecía ser Rafa… ― que superficial eres…
― Como puedes decir eso de mi? Eran trajes de marca! No eran cualquiera, y al final tuve que traerme uno de los primeros que me probé… ― sonaba realmente decepcionada.
― Vamos Laura, mejor cambiemos de tema antes de que te agreda ― esa era la voz de Marce, su timbre clásico era único ― ahora vete a dormir que mañana tenemos que preparar todo para el banquete.
― Si… ―respondió una no muy convencida Laura.
Desperté al día siguiente con un hambre única, el día anterior no había probado mayor bocado que unas cuantas galletas y unos sorbos de refresco así que me sentía realmente hambrienta, como si fuera a comerme…. Un pollo entero yo solita!
― Hola Mel!, qué bueno que ya despertaste ― era la amable voz de Sandy.
― Sandy… cuanto tiempo dormí? Qué hora es? Tengo un hambre terrible, hay algo para comer?.
― Pues dormiste cerca de 14 horas, son las tres de la tarde, y si hay comida, espera un momento que ya te la traigo.
― tres de la tarde??‼― grite asustadísima y me pare de golpe, toda la sangre de mi cabeza se quedó en mis pies y volví a marearme.
― No aprendes verdad Mel? – Sandy me sujeto justo antes de que me cayera al suelo de bruces.
― Lo siento…
― Bueno cálmate un poco que corriendo a lo loco no ganaras nada.
― Pero la fiesta empieza a las seis – me queje – y los trajes?
― No te preocupes! Ya cálmate! Espera un momento a que te traiga algo de comer y allí hablamos.
Sandy volvió al rato, tardo casi nada, y mientras yo comía me explicaba que había pasado.
― Nos diste un susto de muerte sabias? Casi nos da un infarto cuando ese muchacho te trajo a la recepción cargada en brazos inconsciente para que respiraras un poco de aire fresco. Marce casi mata a Laura cuando esta solo se preocupaba por los vestidos en lugar de por ti.
― Típico de ella – reí mientras tomaba un vaso de jugo de naranja – podría venderme por un montón de telas de marca – ambos reímos ante mi comentario, pero sabíamos en el fondo… que Laura era capaz de eso.
― Pues después de ese susto decidimos volver al departamento, el muchacho se encargó de enviarnos los trajes y encajonarlos cada uno en las cajas respectivas, sabes algo raro?
― Dime?― pregunte curiosa.
― Ese muchacho, cuando me entrego tu traje me pidió que no se lo mostrara siquiera a Laura, que era un traje que tu habías escogido y que prefería que lo luzcas tú y no ella, que te parece?
― Mmmm raro, pero si lo analizamos fríamente… creo que tenía razón.
― Es cierto, creo que hasta ese mismo muchacho se dio cuenta que tipo de personita es Laura.
― Y hablando de ella – pregunte – donde esta Laura?
― Donde más? En el salón de belleza.
― Qué? – pregunte divertida.
― Si, se fue desde esta mañana a hacerse un tratamiento completo de spa.
― Qué??‼‼ ― pregunte más sorprendida aun – un tratamiento de spa? Completo? Pero eso es carísimo‼‼ y de donde saco el dinero?.
― Pues no lo sé, no me extrañaría que hubiera usado la tarjeta de alguien.
― Mmmm pobre de su prometido… terminara en banca rota.
― Sí, yo creo lo mismo, pero bueno, ahora te toca a ti, sé que las mujeres demoran demasiado en arreglarse así que alístate de una vez, no quiero quedarme hasta mañana esperando que salgas de la ducha, ve a ducharte tu primero.
― Jejeje, no necesitas pedírmelo dos veces ― me incorpore, estire mis músculos y me dirigí a la ducha, un poco de agua caliente relajaría mi cuerpo y me libraría del stress, además hoy me desquitaría en la pista de baile!
Me quede en la ducha más de quince minutos, realmente una ducha me sentaba muy bien, después de ello Salí del baño y me dirigí a mi alcoba, conociendo a Laura ya vendría completamente lista para irnos a la fiesta.
― Muy bien veremos el vestido.
Cuando destape la caja en la cual me habían enviado el traje había una nota en ella:

Para la más hermosa, solo lo mejor​

Un admirador ​

Me quede completamente sorprendida, Sandy dijo que el muchacho de ayer le pidió que Laura no tocara la caja, así que era solo para mí?
― Será que…? No! ― me respondí a mí misma, no es bueno sacar conclusiones no estamos seguras de que sea el… verdad? ― entonces un escalofríos me recorrió la espalda ― deja de ser tan paranoica ― me regañe nuevamente ― simplemente el muchacho de ayer se enamoró de ti, punto! No pienses en otras cosas locas! ― Me recrimine a mí misma, pero al analizar mis propias palabras me sonroje de sobremanera ― Solo dices tonterías, mejor cállate y cámbiate!
Y me dispuse a cambiarme. El vestido era sencillo, así que no habría mucho drama, en cuanto a los tiros, Marce era un experto en ese tema, había sido modelo desde muy joven y esas cosas no le eran de extrañar.
― Zapatos… ― me dije, ese sería un problema.
Y me sorprendió encontrarlo junto con el vestido, y no solo eso. Era un set completo de accesorios que hacían juego con el vestido, desde una gargantilla, unos aretes, manillas y adornos para el cabello.
― Increíble… sí que allí te prestan de todo… me pregunto cuánto nos saldrá este gustito ― sonreí para mí, temiendo el precio que después nos impondrían por el alquiler del traje.
Una vez hube terminado de colocarme el vestido, me arregle el cabello en un moño muy sencillo, que tenía pequeñas caídas por los lados, decidí no usar la gargantilla porque me parecía demasiado ostentosa, así que opte por usar un broche negro en el lado izquierdo que compre no hace mucho y quedaba bien con el vestido.
Nunca me gusto usar mucho maquillaje, así que solo retoque un poco los ojos, me doble las pestañas y me pinte los labios en un suave tono rosa. Con eso ya estaba lista. Y antes de salir llame a Marce para que me ayudara con el traje.
― Te ves preciosa ― me dijo cuando entro y me vio.
― Gracias! – le sonreí – tu también te ves apuesto.
― Gracias – me respondió – y dime que necesitas?
― Ayuda con los tiros, no me los puedo acomodar yo sola.
― No hay lio, solo déjamelo a mí – y así lo hice, y como siempre un buen trabajo.
― Tu si eres bueno con esto – le sonreí.
― Es solo trabajo con aaaaños de experiencia – dijo y ambos nos reímos.
Cuando bajamos las gradas todos ya estaban listos y esperando.
― Y Laura? – pregunte.
― Demorara un poco más – dijo que nos veríamos en la entrada, así que no tenemos por qué esperarla – respondió Rafa.
― Huyamos‼ ― bromeo Andy
― No seas loco, sabes que igual nos encontraría – jugo Sandy.
― Cierto! Recuerdas la vez que quisimos perderla cuando fuimos a Santa Cruz?!
― Si‼ no se cómo nos encontró! Y nosotros que nos esforzamos tanto en perderla de vista ― rieron Andy y Sandy rememorando los acontecimientos de principios de año.
― Bueno chicos vamos, ya vinieron por nosotros ― Dijo Marce al sonar el timbre del departamento.
― Que malos son chicos, ya dejen de meterse con ella ― bromee yo también ante la tentadora idea de dejar a Laura atrás.
Al abrir la puerta, el muchacho de ayer estaba allí esperándonos.
― Ian! Que tal muchacho! ― Saludo el director que apareció en ese momento por el otro pasillo (el director se dio el lujo de pedir una habitación solo para él).
― Hola como estas? ― saludaron el resto.
― Buenas noches a todos ― saludo cortésmente ― el carro los espera abajo.
― Deja de ser tan formal Ian, estas con amigos, no se necesita tanta formalidad ― le palmeo el hombro Sandy en tono amigable, Ian solo sonrió y le devolvió el saludo de la misma manera.
― Se conocen? – pregunte yo intrigada.
― Si ― respondió Sandy ― desde ayer, gracias a ti.
― Eh?
― Si, cuando te desmayaste, tuvimos tiempo de sobra para conocernos, verdad Ian? – jugo divertido Sandy.
― Así es – sonrió Ian, devolviéndome la sonrisa.
― Es tarde chicos, ya están todos listos? ― pregunto el director y mirándome añadió ― pero mírate nada mas como estas Mel!! ― me tendió una mano la cual yo acogí gustosa ― pero nada mas déjame verte ― y me hizo dar un par de vueltas delante suyo ― pero mira qué curioso…. ― sonrió divertido ― así nadie pensaría que eres una matona agresiva, si ahora pareces una dulce y delicada princesita… ― todos rieron ante su comentario incluyendo a Ian.
― Hare de cuenta que no escuche ese comentario director… ¬.¬
― Vamos Mel, sabes que es broma… ― y mirándome de nuevo añadió ― hasta cierto punto claro ― y se retiró por el pasillo riendo seguido de los chicos… De nuevo me dejaron atrás.
― Estos chicos no aprenden nada de caballerosidad ― dije gruñendo mientras aseguraba el departamento con llave y la guardaba en mi bolso ― y después me preguntan: Por qué no puedo conseguir novia Mel? ― imite la voz de Andy ― obviamente porque son unos brutos animales! ― me auto respondí molesta y me di la vuelta para dirigirme a las gradas pero me congele allí mismo.
Ian me estaba esperando, y con una cálida sonrisa me ofreció su brazo para caminar, yo le mire más que agradecida y lo tome del brazo.
― Gracias Ian, es bueno saber que hay caballeros como tú.
― No sea tan dura con ellos señorita ― intento disculparlos ― están muy emocionados por la fiesta.
― Si… lo sé ― sonreí ― justamente por eso se olvidan de que una chica como yo no está acostumbrada a los tacos… y menos a unos tan altos como estos! ― dije mirando el tamaño de mi taco.
Bueno había manejado más altos que esos, era solo que no podía caminar bien con ellos en un piso tan resbaloso como el de los pasillos de los departamentos.
― No está acostumbrada a usar tacos altos señorita? ― me pregunto.
― No es eso Ian, y deja de llamarme señorita, mi nombre es Melina – le dije mientras nos dirigíamos a las gradas ― pero puedes llamarme Mel, es más corto y todos mis amigos me llaman así ― le saque la lengua en afán amistoso – lo que sucede es que si no te tuviera aquí conmigo ahora… ― justo en el momento que decía eso mi taco resbalo en uno de los escalones y si no era porque Ian me sujeto fuertemente hubiera caído al suelo, lo mire asustada y divertida ― …ocurrirían accidente como estos ― dije completando la frase.
― Ya veo… ― respondió el notablemente preocupado ― entonces para su propia seguridad… ― dijo sonriendo mientras me rodeaba la cintura con la mano izquierda apoyando mi costado contra su pecho tomando mi mano derecha con su mano libre ― es mejor si la ayudo a bajar con mayor rapidez.
Me alzo como si fuera pluma sin el más mínimo esfuerzo y de cuatro zancadas rápidas ya estábamos abajo, lo mire sorprendida y divertida y entre risas le dije.
― Que fortachón! ― y reímos ambos ante mi comentario mientras me volvía a colocar en el suelo ― me levantaste como si no pesara nada!
― Es que no pesa mucho señorita ― me dijo mientras caminábamos a la entrada principal.
― Señorita? – lo mire divertido
― Lo siento eh… Mel – dijo apenado y yo sonreí satisfecha, nos quedamos callados un rato mientras caminamos, nos miramos y volvimos a reír.
― Dejen de reír y vámonos ― llamaba Andy ― Laura acaba de llamarme y dice que ya está en la puerta esperándonos!
― Laura nos gano? – preguntamos todos en coro sorprendidos.
― Tal parece que si, y esta rabiosa… creo que me escabulliré antes de verla, no quiero que me arruine la velada ― Rafa y Laura no siempre se llevaban bien, pero cuando ambos estaban de buen humor, podían llegar a ser los mejores amigos del mundo.
― Vamos chicos, sin peleas ― decía mientras llegaba del brazo de Ian ― vámonos que se nos hace tarde.
― Mmm…― dijo en tono malicioso Rafa ― pero creo que a ti no te molestaría llegar un poco más tarde no Mel?
― Cierto… ― acoto Andy en el mismo tono maliciosos ― creo que está muy bien acompañada ― y dando un leve con el puño en el brazo de Ian ― no pierdes tiempo verdad amigo?
― Pero que estás diciendo Andy? ― respondí entre ruborizada, molesta y divertida ― si no fuera por Ian, ahora estaría patas arriba en las gradas‼ eres un ingrato! Y después reclamas por qué no puedes conseguir novia‼
― De que hablas Mel?
― La señorita Melina casi cae por las gradas ― respondió Ian.
― Cierto!, y a no ser por Ian, podrían haberse ido sin mí! Como es posible que dejen a una chica sola cuando debe caminar con tacos‼ ― les llame la atención.
― Es que… ― respondió Rafa ― sabíamos que Ian te acompañaría, así que decidimos no molestar ― rio entre dientes y se metió rápidamente en el auto antes de que mi cartera lo golpeara.
― Compórtate Mel… ― agrego Andy mientras se metía al auto ― solo demostraras que eres una matona‼ ― y se rio, todos los demás hicieron lo mismo y no me quedo más que reír a mi también.
― Espera a que me cambie de ropa Andy, tendrás que correr por tu vida antes de que te golpee‼ ― lo amenace.
― Ya lo ves Ian, esa apariencia de niña buena es pura pantalla!― dijo mientras esquivaba uno de mis golpes.
― Ya dejen de meterse con ella, o mañana se va a arrepentir muchachos ― advirtió el director ― no quiero quejas después, si Mel les rompe una costilla, no me busquen para que se las cure.
― Si director – respondieron todos entre risas.
― Gracias director… ¬.¬ ― respondí no muy agradecida por el comentario. Ian no paraba de reír.
Y así transcurrió el tiempo en el carro entre charlas sobre mi mal carácter, y amenazas de mi parte, Ian no dijo nada, solo se limitó a reír ante los comentarios de los chicos y sorprenderse por las cosas que estos les contaban.
― Ya hemos llegado señor… – se oyó la voz del chofer.
Un silencio inmediato se hizo en el auto, todos nos sentíamos nerviosos, nunca antes habíamos asistido a eventos de esta magnitud ni de esta categoría.

Continuara...​

 

Gracias a todos por sus comentarios, realmente me animan a seguir.... Ahora les dejo este capitulo que me salio un tantito largo, espero sea de su agrado.​

​

Cap5: Baile​

​

― Bueno chicos, llego la hora – dijo el director ― traten de conseguir cuantos auspiciadores puedan para el año entrante, que realmente los necesitaremos. Mel, preciosa, tu siempre fuiste buena con el habla, procura conquistar con tus encantos a unos ricos empresarios para que nos ayuden ― me guiño el ojo.
― ¡Director! ― le reprendí divertida ― ¡no soy un adorno de subasta que se venda al mejor postor!
― Lo sé querida, ― rio divertido ante mi acusación― pero sería bueno explotar esos encantos tuyos de vez en cuando, ¿no te parece? ― sugirió
― Mmm lo tomare en cuenta ¬.¬
Cuando bajamos del carro Ian me acompaño hasta el ingreso de la alfombra roja.
― Yo solo puedo llegar hasta aquí ― me dijo.
― ¡¿Qué?! ― preguntamos todos al unísono.
― Yo no tengo permitido entrar, pero no se preocupen los estaré esperando a la salida ― había recuperado su seriedad inicial y haciendo una venia respetuosa se retiró.
― Mmm que mal, pobre Mel, ahora no tendrás quien te ayude a no caerte ― fue la sarcástica broma de Rafa.
― Ya cállate rafa, que ahora es tu oportunidad para conocer chicas lindas y de clase, procura controlar tu lengua o terminaras con muchos vasos de hielo en la cabeza ― dije riendo mientras me introducía en la alfombra roja.
Cuando estaba por la mitad de la alfombra mire atrás y nuevamente los muy cobardes me dejaron sola, resignada suspire y seguí mi camino por la alfombra a paso firme sin poder evitar el nerviosismo en mis piernas que sentía me temblaban como gelatina.
La alfombra resulto ser como lo había supuesto siempre… larga, roja y cegadora. Larga porque debido a los nervios lucia interminable, cegadora porque ¡¡todos los reflectores de luminaria daban directamente a la cara!!, cegándote la visual por completo, dejándote ver a duras penas, el camino que debías seguir que era de color rojo supongo que por eso eligieron ese color…
― ¡Señorita! ― escuche que alguien me llamaba ― era alguien más allá de los reflectores.
― ¿Si? ― pregunte con una sonrisa, mientras me deslumbraban con el flash de sus cámaras.
― ¿De dónde es usted?
― Soy representante de mi país en el festival de ferrada ― respondí orgullosa, sin notarse un ápice de mi nerviosismo en cámaras, ante mi respuesta pude oír muchos murmullos.
― ¿A qué país pertenece? ― preguntaron por más atrás.
― Bolivia.
― ¿Cuál es su nombre? ― pregunto otro.
― Melina Villarroel.
― ¿Cómo se llama su ballet? ― pude oír claramente de más atrás, pero antes de que pudiera responder un brazo firme me rodeo la cintura y tomo mi mano alejándome de las cámaras.
― Ian ― pensé para mis adentros y me sentí agradecida de su ayuda. Sentí como se creaba otro murmullo más intenso que el anterior. Pude por apenas entender algunas de las tantas preguntas que los reporteros hacían al unísono.
― ¿Desde hace cuánto se conocen? ― preguntaba una.
― ¿Es ella su novia? ― preguntaba otro.
La mano que tiraba de mí, se relajó, con una sonrisa agradecida lo mire sin ver, todo lo que veía eran flashes de luz, todo blanco, ¡no podía distinguir siquiera por donde iba!, con una sonrisa me despedí de ellos y a medida que me alejaba de las cámaras sentí como mi cuerpo empezaba a sentir el nerviosismo de hace unos minutos atrás.
― Que nervios…. ― dije aferrándome a esa mano, seguía medio ciega ― ¡Casi me dejan ciega! ― dije mientras me frotaba un poco los ojos ― pensé que no podías entrar… porque tardaste tant.... ― no pude continuar quejándome más, la vista delante mío me dejo impresionada, solté la mano que me sujetaba y maravillada me dirigí hacia la baranda que era el inicio de las gradas de descenso que mostraban un amplio patio interno ― impresionante… ¡ ¡se parece a los salones de la realeza que se ve en las películas‼ ― argumente maravillada, devorando ávidamente todo con la mirada.
― Lo hiciste bien Mel ― oí una voz a mis espaldas que reconocí como la del director ― no esperaba que atraparas a alguien tan rápidamente ― pensé que se refería a la atención de los reporteros.
― Es que subestima mis dotes director ― sonreí divertida mientras guiñaba el ojo y le sacaba la legua.
― Creo que empiezo a darme cuenta pillina ― y me apretó los cachetes como hacía cada vez que me salía con la mía ― muy bien ― dijo al ver que estábamos todos reunidos ― dirijámonos a la mesa central y busquemos a nuestro anfitrión, luego de eso, dispérsense y busquen auspiciadores y… por favor Laura…. ¡Recuerda que eres una mujer prometida! Nada de tus jueguitos ¿de acuerdo? ¡O esta vez si se lo informare a tu prometido!.
― ¡Director! Me ofende… ― respondió sarcásticamente ― ¿dígame cuando yo….? ― pero se calló cuando todos la miramos con cara de pocos amigos ― está bien, está bien no haré nada indecente esta vez ― y miro a uno de los mozo que pasaban con comida de una manera muy poco decente ― si me disculpan… ― dijo ― creo que tengo algo de hambre ― y se fue detrás del mozo dejándonos con la palabra en la boca.
― Nunca cambiara… ― fue la respuesta unísona de todos.
― Bueno chicos… ― dijo el director ― allá esta nuestro anfitrión, vamos a saludarlo y después ya saben qué hacer.
Nos dirigimos hacia el anfitrión, el señor Hadadrimon se hallaba rodeado de muchas personas, al notar nuestra presencia nos saludó con una venia, se disculpó del grupo en el que se hallaba y nos saludó.
― Buenas noches, espero que estén disfrutando de la velada ― sonrió.
― Muchas gracias por habernos invitado señor ― dijo el director ― queríamos agradecerle en persona no solo el apoyo que nos ha brindado si no también felicitarlo por todo el trabajo que realiza como auspiciador de uno de los festivales más grandes de Italia.
― No se diga más ― sonrió el señor Hadadrimon dándole una leve palmadita en la espalda al director que lo puso nervioso.
― Es cierto ― me anime a decir, al ver que el director no se animaba ― muchas gracias por su ayuda, esperamos sinceramente contar con su apoyo para el próximo año.
― ¿Pero quien es esta damita? ― pregunto tomándome de la mano y dándome un beso en ella, lo que me puso realmente nerviosa.
― Es miembro del ballet ― respondió el director ― la señorita Melina ― me presento el director ― y estos jóvenes aquí presentes son músicos y también miembros del ballet… como vera señor Hadadrimon, estamos pensando abrir una escuela de artes en nuestro país, pero necesitamos ayuda y queríamos saber si podríamos contar con el patrocinio de usted.
― ¿Escuela de artes? ― pregunto dudoso.
― Así es, queremos abrir una escuela de artes que no solo se dedique a la música y danza sino también a la fotografía, modelaje y demás.
― Suena interesante ― respondió, haga llegar a mi secretaria la propuesta y lo estudiare con más calma.
― Muchas gracias señor.
― Ahora si me disculpan, debo ir a saludar a otros invitados ― y con una venia se despidió.
― No va a ayudarnos ― fueron las palabras del director una vez el anfitrión se hubo perdido de vista ―… es más, ni siquiera tiene interés en la idea.
― Como puede estar tan seguro de eso director? ― pregunte.
― Cuando algo le interesa, te da su tarjeta personal para que te comuniques con él ― me respondió ― pero como viste, lo único que pareció interesarle de nosotros fuiste tú ― dijo en tono triste con una media sonrisa.
― No se dé por vencido director!, aquí hay muchas personas ― dije mostrándole toda la gente alrededor ― definitivamente encontraremos algo ― dije muy convencida.
― Tienes razón Mel – me agradeció ― bien chicos ¡manos a la obra!
― ¡Si! – fue la respuesta unísona y nos movimos
Yo estaba en serios problemas, este piso resulto ser muy resbaloso y no podía moverme con gran facilidad, pero a pesar de las dificultades logre obtener dos patrocinadores, pequeños que nos darían su apoyo, pero no monetario sino con arte, haríamos un intercambio cultural con ellos.
Había estado parada por más de 3 horas, estaba realmente exhausta, y este nuevo patrocinado que estaba consiguiendo, creo que quería otras cosas a cambio, y yo no estaba dispuesta a sus coqueteos…
― Si me concedes una cita esta noche podemos estar hablando de negocios preciosa…
― Pues no será posible Señor Montes, estoy aquí para proponerle sea auspiciador de una escuela de arte, no para otro tipo de negociaciones ― le respondí molesta.
― Pero querida… las mejores negociaciones no se resuelven en lugares como este… ― ven conmigo ― me invito ― y verás cómo resolvemos este patrocinio esta noche.
― ¿Que se cree usted que…? ― estaba por contestar una grosería cuando un brazo me rodeo la cintura.
― La señorita no está disponible para nadie, y le rogaría ser más cortes con ella ― dijo en tono grave y amenazante ― ahora ¡lárguese!.
― Señor… ― dijo el sujeto asustado ― Yo no sabía que…
― Ahora lo sabes así que ¡piérdete!.
― Señor disculpe...
― Y una cosa más, ella no es ninguna de esas mujeres, así que la próxima vez que te dirijas a ella, se más respetuoso…. ¡ENTENDISTE! ― amenazo en tono sombrío.
― Si, si, si señor ― dijo muerto de miedo ― discúlpeme señorita, yo no lo sabía, debería haberme avisado, yo no… ― y se calló a mitad de algo para luego agregar ― no se preocupe, ¡con gusto la ayudare!
― ¡Lárgate!, ¡No necesita tus migajas‼ ― dijo el muchacho y el otro sujeto se largó asustado.
Yo mire entre sorprendida y divertida al sujeto que me había salvado de hacer un papelón.
― Creo que casi matas al pobre sujeto de un ataque al corazón ― sonreí divertida.
― Eso es lo mínimo que se merece ese sujeto… como se atreve? ― gruñía molesto sin soltarme más al contrario pegándome más a él.
― No creo que vuelva, así que ya puede soltarme, gracias ― pero él no aminoro el agarre, es más me miro con una mezcla de molestia, confusión y sorpresa.
― No quiero ― dijo finalmente.
Yo me reí.
― ¿No quiere? ― pregunte divertida.
― Si, ― afirmo el ― ¡no quiero! ― y volvió a sujetarme más ― ¿quién sabe que animal pueda acercarse a ti cuando no esté cerca? ― Eso me causo gracia.
― ¿Qué? ¿Acaso tú serás mi caballero de brillante armadura que me rescatara de los peligrosos libidinosos de la fiesta?
― Puedo ser eso y más si usted gusta ― dijo tomándome la mano y besándola delicadamente sin quitarme la vista de encima ― pero por esta noche me conformare con solo ser su acompañante bella dama ― su comentario y sus acciones me pusieron como un tomate, quise retirar mi mano, pero la tenía muy bien sujeta.
― No creo que sea necesario señor…
― Kay… llámame Kay… ― dijo mientras tomaba mi muñeca y la colocaba en su brazo ― creo que por hoy a estado de pie demasiado tiempo ― permítame escoltarla hasta su silla ― eso me pareció gracioso, así que decidí seguirle el juego.
― Muchas gracias… ― le sonreí mientras lo tomaba del brazo con mayor confianza ― pero no creo que sea necesario, aún tengo mucho trabajo por hacer, debo conseguir auspiciantes para nuestra escuela, y si tanto gusta acompañarme ― le sonreí ― me gustaría que me guiara hacia aquel grupo ― le señale un grupo a la distancia.
― ¿Para qué? ― pregunto el intrigado.
― Para conseguir auspiciadores por supuesto.
― Pero yo puedo auspiciarte si gustas ― me respondió sumamente impaciente.
― Gracias ― dije ― pero entre más… mejor.
― ¿No te basta con uno? ― me dijo en tono molesto, reí para mis adentros… que posesivos pueden llegar a ser algunas personas…
― Pues veras Kay… cuando se trata de una escuela de arte, es preferente tener una cantidad enorme de auspiciadores que avalen nuestra empresa, ya que nos abrirá campos en todos esos lugares, y mucho más si somos una escuela en crecimiento, así nuestros estudiantes podrán abrirse en los diversos campos que nuestros auspiciadores nos ofrecen.
― Ya veo… ― dijo en tono un poco decepcionado.
― Si quieres ayudarme ― lo mire divertida ― ayúdame a conseguir 10 auspiciadores en distintas ramas ― le sonreí desafiante.
― Eso es un desafío Mel?
― Tómalo como gustes Kay, pero si quieres ayudarme ¡hazlo! ― y me miro desafiante, con una sonrisa de medio lado que lo hacían ver más apuesto de lo que ya era, un escalofríos recorrió mi cuerpo al verlo sonreír de esa manera… ― “ ¿dejavu?... no… no lo creo, pero pareciera que si”.
― Trato hecho Mel! ― volvió a sonreír mirando la gente a su alrededor ― si te ayudo a conseguir los 10 auspiciadores que quieres me concederás una pieza, ¿de acuerdo?
― ¿Una… pieza? ― pregunte claramente sorprendida, mire alrededor pero nadie bailaba, era solo una reunión de puro bla bla, nadie bailaba ― pero nadie está bailando.
― Ese es el trato Mel… ¿lo tomas o lo dejas? ― me dijo tomando mi mano entre las suyas y dando un beso en mi muñeca sin quitarme los ojos de encima, la sensación de sus labios en mi muñeca era extraña, era una mezcla de pánico con fascinación ― ¿qué me dices Mel? ¿Qué te parece mi apuesta? ― decía mientras daba pequeños besos en mi muñeca, eso ya me estaba poniendo nerviosa, asi que para salir de la situación respondí.
― ¡Hecho! Pero cabe aclarar que deben ser 10, de lo contrario podrás quedarte con las ganas de bailar conmigo mi querido Kay ― le dije desafiante mientras lo tomaba del brazo para adentrarnos más entre la multitud.
― Créeme que te conseguiré más de 10 auspiciadores y entonces tendrás que bailar más de una pieza conmigo querida ― dijo mientras me tomaba más fuertemente del brazo, tomaba mi mano, la besaba y la volvía a colocar en su lugar.
― “Italianos…” ― dije para mí misma ― “siempre son tan caballerosos y tan atentos, pero este tiene algo que me intriga, me pregunto ¿qué será?” ― y sin darme paso a pensar en nada más, me presento a una señora que apenas le hube comentado de mi interés por crear la escuela acepto gustosa, una vez hechos los arreglos y acuerdos para vernos al día siguiente, nos retiramos, no tardamos ni 10 minutos y ya tenía un auspiciador en el saco.
― Va una, faltan 9 ― dijo y me sonrió mientras miraba alrededor en busca de algo o alguien, volvió a mirarme ― allí tenemos nuestra segunda víctima preciosa ― y me dirigió hacia otro grupo de personas.
No tarde ni 1 hora y ya tenía a los 10 auspiciadores que estaba buscando
― Increíble… ― le dije ― ¿cómo sabia donde teníamos que ir y con quienes hablar? ― pregunte sorprendida, él me sonrió.
― Este es mi mundo preciosa ― me dijo ― sé muy bien que palancas mover para conseguir lo que quiero.
― ¿En serio? ― lo mire desafiante ― ¿y que es lo que quieres? ― pregunte dudosa.
― Bailar más de una pieza contigo ― dijo y me guio hacia otro lado, no pude acotar nada mas pues me presento a otro grupo de personas que por increíble que parezca estaban encantados con la idea, y así paso mucho rato consiguiendo en total 17 auspiciadores. Emocionadísima me dirigí hacia mi director para informarle lo que conseguí.
― Antes de seguir preciosa, mientras tu informas de tus novedades a tus amigos, yo tengo algo que hacer, espérame un momento que ya regreso ― y dicho esto desapareció entre el montón de gente que había allí. Me sentí un poco triste al verlo alejarse, pero otra voz me saco de mis cavilaciones.
― ¡Mel! ― me llamo el director ― ¡¿cómo te fue?!
― ¡De maravilla!! ― le dije. Mientras cómo podía me acercaba a ellos ― conseguí 17 auspiciadores y ¡¡todo gracias a Kay!! ― dije emocionadísima.
― ¿Kay? ― preguntaron los chicos al unísono ― ¿tan rápido y ya te olvidaste de Ian?
― ¡Oh ya cállate Rafa! ― le grite molesta ― lo que pasa es que estas celoso, porque yo conseguí mas auspiciadores que tu.
― Bueno la verdad es que Rafa no consiguió nada, se quedó cortejando a una modelo, que al final le termino echando su bebida en la cara.
― Te lo dije Rafa – me rie – cuida tu boca.
― Oh ya cállate Mel.
― Bueno ya después discutirán de eso, dime Mel quienes son los que conseguiste ― me urgió el director.
― Son estos director ― y le mostré la lista que había armado con direcciones y demás.
― Todos estos son gente sumamente rica e importante, ¿como conseguiste estos auspiciadores pequeña?
― Gracias a Kay ― le dije sonriendo.
Iba a acotar algo mas pero el ambiente cambio por completo, una música suave de fondo y una orquesta cerca llamaron mi atención, y cuando me acercaba a ver quién tocaba la música, sentí unos fuertes brazos a espalda mía que me tomaban de la cintura y me llevaba más cerca de la orquesta.
― Cumplí mi parte del trato bella dama ― dijo mientras me acercaba mas a la orquesta ― es hora de que cumpla con su parte del trato ― era Kay que me había tomado por sorpresa y me llevaba a la pista, le sonreí divertida.
Me tomo por la cintura mientras tomaba mi mano derecha entre las suyas y comenzamos a bailar un vals lento… suave pero muy bonito, yo me sentía sumamente relajada, divertida, pero Kay tenía algo que me intrigaba demasiado, bailamos seguidas 4 piezas, yo solo giraba y giraba, estaba mareada, pero no paraba de reír, Kay solo me miraba, como si recordara… como si su mente estuviera ausente. Sin darme cuenta nos detuvimos, parados en medio de otras parejas que también se habían animado a bailar.
― Eres realmente hermosa, ¿lo sabías? ― me dijo mirándome fijamente, cabe decir que me ruborice hasta las orejas.
― Eh… gracias… ― respondí bajando la mirada avergonzada.
― No… ― dijo el tomándome el mentón obligándome a mirarlo directamente ― nunca bajes la mirada, mira arriba, siempre arriba, altiva… nunca abajo… ― lo mire extrañada pero agradecida, y nos pusimos a caminar sin rumbo fijo.
― Gracias… ― volví a sonreír ― has hecho mucho por mi esta noche.
― No… no he hecho nada que tu no lo habrías hecho por ti misma.
― Ooohh gracias por la confianza ― sonreí ― pero solo gracias a ti los conseguí rápido ― asegure, y me percaté de que ya no se oía la música de la fiesta, pero no le tome mucha importancia, seguíamos caminando sin rumbo.
― Puedes contar conmigo mas si así lo deseas…
― ¿En serio? ― pregunte divertida.
― Si… es mas…. ― dijo acercándome a una banca del jardín (en qué momento habríamos llegado allí, no me lo pregunten que ni yo lo se)
― ¿Si?
― Pídeme lo que quieras y te lo daré .
― ¡Estás loco! ― Sonreí divertida ― estos son asuntos serios señor.
― Kay…― me corto ― mi nombre es Kay.
― Kay… ― dije divertida siguiendo el juego ― pero necesito auspiciadores verídicos, no playboys como tú ― Él me sonrió ― que ayudando a chicas indefensas quieren conseguir todo.
― Si me lo pides… ― aseguro ― hare lo que quieras, solo… tienes que aceptar mis condiciones… ― dijo mirándome las manos.
― ¿Condiciones? – pregunte.
― Si.
― ¿Cuáles?
― Quédate conmigo.
― ¿Qué? ― pregunte sorprendida – ¿a que te refieres? ¿Cuáles son tus condiciones?
― Quédate… Lo único que quiero eres tú…
― ¿Cómo? ― pregunte… no me estaba gustando el tono que estaba tomando esa conversación.
― Te quiero a ti… y solo a ti…
Y como la película de un cine recordé esas palabras, recordé al sujeto que me había atacado dos días atrás, ese sujeto era el mismo que este sujeto que tenía justo delante mío, arrodillado, tomándome la mano con mirada suplicante.
―“te quiero a ti…” ― sus palabras resonaron en mi cabeza.
Y esta vez sí lo mire detenidamente mientras desaparecía el color de mi rostro… ojos verdes cual bosque, piel blanca cual nieve, cabello castaño oscuro cual tronco de árbol viejo y antiguo… y allí, escondido bajo su barbilla un leve tono morado amarillento, producto de un golpe en el mentón, y allí todo se aclaró…. Este… era el mismo sujeto de esa vez…

Continuara…​

 

Y aquí estoy de vuelta, con otro cap mas, que tal vez les llene de algunas dudillas mas​

​

Cap6 : Atrapada​

— Tu… — dije alejándome de el
— Por favor no… — me miro suplicante sin soltarme la mano — perdón por lo que te hice, no fue mi intención realmente… perdón — decía sin soltarme la mano sujetándola con fuerza en su rostro.
— No… — fue lo único que pude decir, levantándome de inmediato intentando escapar, pero apenas me di vuelta, me di cuenta de que no tenía idea de donde estaba, todo lo que veía era verde… un jardín… como demonios llegue ahí??‼.
— ¡Espera! ¡No te vayas! — dijo y me abrazo por la espalda, inmovilizándome, estaba estática, quieta, atrapada por el miedo, no podía reaccionar como lo hice 2 días atrás — perdóname… pero… no puedo dejar de pensar en ti… desde el momento en el que vi tu foto… luego cuando nos vimos por primera vez… la forma en la que hablaste… como te enojaste…— sonrió — nunca conocí a nadie tan cambiante como tu… llámame masoquista si quieres pero desde ese día no puedo dejar de pensar en ti, al comienzo fue solo un juego, un pasatiempo, pero en un tiempo tan inmensamente corto, te has convertido en mi obsesión.
— Suel…
— Shhh… no…—dijo y me abrazo aun con más fuerza hundiendo su rostro entre el espacio vacío de mi cuello y mi hombro paseando su nariz lentamente por ellos, causándome un escalofríos de muerte, quería huir, correr, escapar, pero el pánico de ese momento me mantenía estática en ese lugar… ¿qué tan lejos podría llegar corriendo con la ropa que estaba? ¿Qué tan lejos estaba? ¿Dónde estaba?... pero el continuó hablando sin notar siquiera el temblor que recorría por todo mi cuerpo — ese día… — dijo — cuando te vi probándote este mismo vestido, casi enloquezco… quería correr, abrazarte, cubrirte de besos y allí mismo tomarte.
— “Era el…”
— Pero no podía hacerlo, el simple hecho de verte allí, de observarte me bastaba… pero cuando ese bastardo se atrevió a acercarse a ti y tocarte… quería matarlo y destrozar todos sus huesos… ¡convertirlos en polvo y arrojarlos al rio! — rugió furioso apretándome más contra él.
— “ ¡Este tipo esta demente!… ¿qué hago?”
— Pero después… — hundió su rostro en mi cabello — ¡suerte la mía!... — dijo mientras su respiración me hacía cosquillas en la nuca, poniéndome la piel de gallina — …el sujeto ese se fue sin que te dieras cuenta y pediste ayuda para quitarte el vestido, sin notar que era yo el que estaba allí… que invitación más atrayente… — decía mientras su mano vagaba por mis hombros hasta mi cintura, paseando su mano por mi vientre volviendo a mi rostro — no sabes todo el esfuerzo que tuve que hacer para controlarme… realmente me vuelves loco… — dijo girándome completamente en torno a él y mirándome el rostro con una mezcla de lujuria, dulzura y timidez — pero no quiero tomarte a la fuerza, quiero que seas mía en cuerpo y alma… quiero tenerte para mí, solo para mí, quiero que seas mía sin tener que obligarte… quiero que me regales esa sonrisa que me regalaste hoy cuando no sabías quien era…
— “Dios… ¿qué hago?”
— Quiero que seas mía… — dijo mientras me abrazaba posesivamente — quiero ser tu dueño — decía con fiereza mientras sus manos tomaban mi rostro — quiero que tus labios… pronuncien solo mi nombre… y el de nadie más… — decía mientras paseaba uno de sus dedos por mis labios — quiero que seas mía… — dijo y me beso.
Intente soltarme pero pareció que eso solo lo incito más, y me beso con más fuerza, un beso urgente, un beso ansioso, un beso al cual yo no podía responder, intente liberarme pero no me soltaba, entonces en un momento de descuido pude levantar la rodilla y darle un rodillazo en su entrepierna, logrando así que me soltara.
Una vez libre, eche a correr sin rumbo ni dirección, solo quería alejarme de él, pero no encontraba la salida, parecía un laberinto todo era verde… igual que sus ojos… me sentía atrapada.
— ¡¡¡MEL‼‼ — grito furioso, eso solo me aterro más.
— “Debo salir de aquí, o voy a morir… ¿pero por donde debo ir?” — Corría sin rumbo ni dirección — “¿cómo no lo reconocí antes?” — Me recriminaba a mí misma —¡¡¡AUXILIO‼! ¡¡¡AYÚDENME‼! — grite al final desesperada, mientras seguía corriendo por esos pasadizos sin fin llegando a uno sin salida, caí de rodillas desesperada — ¡¡¡AYUDA‼!
— Es inútil que grites amor… — dijo una voz a mi espalda — nadie vendrá…
— ¡¿Qué quieres de mí?— le grite
— ¿No fui lo suficientemente claro amor…? — dijo mientras se acercaba y me miraba dulcemente… (si es que eso puede ser posible) — te quiero a ti completa, no luches amor… yo sé que tú también me quieres.
— ¿Que tonterías estás hablando?
— ¿No me quieres? — pregunto poniendo cara de niño lastimado
— ¡Estas demente!
— Hoy en la fiesta… ¿me engañaste entonces? — Pregunto molesto — pues no importa… me querrás… ya lo veras Rosaly… me querrás…
— ¡¿Rosaly? — Pregunte sorprendida — “¡me está confundiendo!”, ¡Yo no soy Rosaly! — grite en un vano intento por hacerlo entrar en razón.
— Lo sé amor, y no importa — decía y seguía acercándose a mi.
— “¡Dios!, ¡Este sujeto está loco!!” — Mire a mi alrededor — “¡debo salir de aquí!” — y mirando a mi derecha pude ver un pequeño pasadizo, uno pequeño por el cual podía pasar si me agachaba, sin pensarlo dos veces me lance a el.
— ¡NO! — escuche como gritaba, pero tarde fue, me lance directamente hacia aquella pequeña entrada, sin percatarme siquiera hacia donde me dirigiría ese desesperado acto mío por intentar salvarme el pellejo.
Lo único que recuerdo es que caí a lo que parecía un rio, porque pude sentir como el agua llenaba mis pulmones y la corriente no me dejaba avanzar enredando mi vestido en las piernas imposibilitándome cualquier movimiento.
— “No puedo respirar…grandioso” — sonreí ante tal ironía — “No quise morir en sus manos, pero de todas formas voy a morir…” — me resigne — “¡No aun no!” — me grite a mí misma — “no moriré sin intentarlo al menos” —luché contra la corriente, pero parecía que mientras más peleaba, peor se ponía la cosa, estaba completamente enredada en el vestido… una cascada, parecía una cascada porque sentí que la corriente me empujaba cada vez más al fondo, ya debía estar como 2 minutos bajo el agua sin respirar — “solo uno más y moriré” — pensaba.
Nunca pude aguantar la respiración por más de 3 minutos, pero mis esperanzas quedaron reducidas a nada, cuando la corriente me empujó hacia las rocas. Sentí un golpe fuerte y duro en la cabeza, pero antes de perder la conciencia pude ver claramente una sombra acercándose hacia mí.
Sentía que impulsaban aire a mis pulmones, sentí mi cuerpo nuevamente llenarse de aire… llenarse de vida y escuchaba vagamente a alguien murmurando.
— No me vas a dejar… ¡esta vez no te dejare ir! — rugía alguien furioso mientras nuevamente me impulsaba aire a los pulmones dejando una sensación cálida en mis labios.
— “Respiración artificial” — pensé —“… alguien trata de reanimarme”.
— ¡Con un demonio!, ¡RESPIRA! — gritaba desesperado — ¡Vamos!, No me decepciones Mel… vamos… ¡RESPIRA! — volvió a gritar desesperado.
Inconscientemente comencé a toser escupiendo toda el agua que ingreso a mis pulmones.
— Gracias a Dios — decía aliviado mientras me inclinaba a un costado para que pudiera botar el agua y no ahogarme.
Logre enderezarme a duras penas para ver quién era aquel que tan fieramente había luchado por salvarme… ¿alguien habría escuchado mis gritos de auxilio?
Pero al mirar el rostro de mi salvador quede helada en el mismo lugar, nadie había venido en mi ayuda, tal y como él lo había dicho, estaba solo el… y por irónico que parezca, él me había salvado.
— Estas viva… — me abrazo, sus brazos temblaban y me apretaban con fuerza como temiendo dejarme ir, no sentía miedo, no tenía pánico, ya no le temía… ¿que significaba eso? El calor de su cuerpo era… reconfortante… ¿qué me sucedía? ¿El estar cerca de la muerte me revolvió los sesos? — Gracias a Dios… — seguía repitiendo
Me separo de su cuerpo para ver mi rostro, pero yo no pude ver más… una nube roja cubrió mi visión y perdí la conciencia.

Continuara...​

Bueno, espero que les haya gustado la conti...
y muchisimas gracias por sus comentarios, son alentadores e inspiradores
gracias...