Self-insert En una tarde lluviosa [¿Cuál es tu soundtrack?]

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No sabía que género ponerle lol
Bueno, esto no ha pasado, es ficticio, pero es la clase de sensación que me deja la canción así que~

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En una tarde lluviosa​

Las gotas golpeaban la ventana con insistencia. Parecían querer llamar mi atención, aunque ya lo habían conseguido hace tiempo, pues me encontraba observando con la mirada perdida el paisaje.

No sabía exactamente por qué pero sentí las irremediables ganas de salir, sin paraguas, sin chubasquero, sin protección antes las gotas. Salir, tal cual, y disfrutar del agua en mi propia piel.

Y así lo hice. Con unos simples vaqueros y una sudadera, me encaminé hacia la calle.

No me alejé mucho de mi piso, no hacía falta. Nada más pisar el exterior sentí las traviesas gotas tocando mi rostro, refrescándome y haciéndome sentir distinta.

Miré a mí alrededor. Todo era tan… gris en este mundo. Los edificios iguales, las calles iguales… todos con sus paraguas, resguardándose, mirándome como si fuese una psicópata por estar parada debajo de la lluvia. Eran todos tan predecibles, adultos que solo se preocupaban por aparentar y ocultar sus miles de problemas, adolescentes que no querían crecer, niños inocentes… todo igual.

¿Y yo? ¿Era yo igual a todos ellos? ¿Quería crecer? ¿Fui alguna vez inocente? ¿Me preocupo por aparentar? ¿Eran todos los días iguales para mí?

No quería que lo fuesen, eso desde luego. Ponía todo mi esfuerzo en cambiar las cosas, en ser diferente, en disfrutar a mí manera… ¿estaba consiguiendo algo?

Suspiré, extendiendo mi mano para sentir las lágrimas celestiales impactando en mi palma. Hasta el cielo era gris, estando en sintonía con el mundo.

Me quedé ahí parada, mirando el techo astral, incluso cuando las nubes se disiparon y dejaron ver un cielo despejado y brillante.

Después de la tormenta viene la calma.

Después de un día gris, viene uno brillante.

Cada persona tiene su propia alegría, su propia diferencia que lo hace única. Igual que la lluvia deja tras de sí un cielo cálido y alegre, tras un cara triste y gris puede haber mil historias felices que contar.

Con ese pensamiento, decidí volver a entrar en mi casa.