Canción de Fuego y Hielo El regreso del heredero perdido. [Canción de Hielo y Fuego]

Advertencia: Por favor, si no quieres spoilers de Festín de Cuervos y Danza de Dragones, no leas este fanfic.

El regreso del heredero perdido

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Grif el Grande se sentó frente al enano y observó por encima de su hombro. Divisó al pequeño pero astuto príncipe, que entre risas y regaños practicaba la doctrina de la fe con la septa Lemore, sentados ambos en la cubierta. Él era tan parecido a su padre: alto, esbelto y atractivo; con el genio de un heredero, la bondad de la princesa Elia y la astucia y valentía de su progenitor sería un gran rey. Todavía le quedaba mucho que aprender, demasiado por conseguir y un futuro prometedor por delante. Esperaba que sus conocimientos fueran suficientes para afrontar la guerra que se avecinaba.

Aegon Targaryen desvió la vista hacia él, y le sonrió. Lord Connington, apodado Grif, le devolvió la sonrisa y pensó... ¿Qué sería de ellos cuando todo acabara?, ¿qué pasaría cuando regresaran a Poniente? El príncipe dejaría de ser un heredero perdido entre pescadores, se convertiría en el hombre que controlaría la gran tierra del oeste, aquel que se sentaría en el Trono de Hierro, con Daenerys de la Tormenta a su derecha y los dragones surcando los cielos de la tierra que los vio nacer, impartiendo sabiamente la justicia a sus súbditos. Todo eso sucedería si las cosas salían de acuerdo al plan.

Debían confiar, debía tener fe. Su tierra, la tierra de su familia y la de su rey corría peligro, y necesitaba de alguien que pusiera orden en ese lugar descarriado. El heredero de los Targaryen estaba en camino hacia su hogar.