El Peor Castigo. Esto...hola, había escrito otros fics inconclusos, no los terminaba por cuestiones personales, pero ahora traigo uno que...la considero una de mis mejores obras. Espero les guste, es larga pero actualizaré sin falta esta vez... El peor castigo. Capítulo 1: Lucius Morket. Iban en un carro no muy lujoso, pero tampoco era lo que se llama una basura, era simplemente, un automóvil. La carretera estaba limpia, con piedras a ambos lados, era una zona desértica. El auto avanzaba con rumbo fijo; México. -Resulta increíble que me hayas convencido de venir –decía la esposa, Carlota. -Tranquila Carlota, ya te dije que tomes esto como unas vacaciones –respondió el marido, Harolt. -¡Pero en Estados Unidos hay muchos lugares a donde ir! ¿Por qué México? -No te lo he contado aún, pero… Sus palabras se detuvieron más rápido que un rayo, sus ojos se quedaron clavados en el parabrisas, Carlota volteó y entendió por qué había frenado el auto; una tormenta se avecinaba increíblemente rápido. El cielo azul se fue y llegaron nubes grises, los relámpagos no tardaron, ahora estaban en medio de una tormenta y no se veía nada. -¿Qué hacemos, Harolt? –gritó Carlota. -¡No lo sé! ¡No lo sé! Estaban desesperados, los relámpagos asustan a cualquiera, y el agua no paraba, parecía como si estuvieran exactamente debajo de un grifo gigante que los estuviera apuntando y tirado toneladas de agua. Pero de repente, Harolt vio algo. -¡Mira hacia allá! –gritó, apuntando con un dedo. -¿Eh? ¡Yo no veo nada! -¡Observa bien! –gritaban, de otra forma sus voces quedaban en silencio con todo el ruido exterior. -Es… ¡¿Es una casa?! -¡Eso parece! -¿Qué demonios hace una casa en medio de la carretera? -Ni idea –gritó Harolt-, pero como sea es un refugio. El auto arrancó, iba veloz hacia la casa. Dicha casa se veía en el horizonte, era un borde gris. Cuando llegaron se dieron cuenta que era una casa quemada, sin nadie viviendo, tal vez le había pertenecido a alguien cientos de años atrás, su aspecto era rústico. Había cerca un techo de madera, como si en el pasado hubiese sido usado para caballos, Harolt estacionó ahí el auto. Ya estaban a salvo; pero el aburrimiento los consumía ahora. -Lindas vacaciones las mías -reprochó Calota. -Supongo que no me dejarás en paz hasta que te cuente el por qué quiero ir a México. -Sé que ahí naciste ¿Es eso? -No. -¿Por qué no me cuentas de una vez? -En mi secundaria, me sucedió algo increíble que es por lo que necesito regresar, es una incógnita que, no puedo morir sin resolverla. -¿Qué es? -Es…suena idiota, pero fue un…experimento de secundaria, el profesor nos pidió que hiciéramos algo. -¿Qué profesor¿ ¿Qué les pidió? -¿Quieres saber el nombre de mi profesor? -Si, y también toda la historia. -Es el hombre más excéntrico que he conocido jamás. -¿Cómo se llama? - Lucius Morket. Ése era su nombre.
Re: El Peor Castigo. Capítulo 2: Prueba, el peor castigo. -¿Lucius? ¿Ése es un nombre mexicano? -Ni idea, solo sé eso de él. -¿Y qué hizo para que tengas tantas ansias de verlo en persona? -Cuando estaba en primero de secundaria, nos hizo un examen particular, nos dijo “El que pase correctamente esta prueba, pasará automáticamente a tercero de secundaria, de eso me encargo yo”. -¿Pasaste directamente a tercero, Harolt? -No, nadie lo hizo. -¿Cu…cuál era esa prueba tan difícil? -Era, en sus propias palabras; “El peor castigo que le pueden dar a un ser humano”. -¿Y nadie supo responder eso? -No, al día siguiente él mismo dijo: “El peor castigo que le pueden hacer a un humano no lleva látigos. Ustedes son cuarenta alumnos, de esos cuarenta, treinta y cinco han usado la palabra “látigo” en su ensayo. Otros tres han usado “cárcel” y dos últimos han usado “muerte”. ¡Patéticos, todos ustedes son patéticos!” Por más que insistimos en que nos dijera cuál era ése castigo…jamás le sacamos una sola palabra. -Entonces… ¿tu gran incógnita es saber ése castigo? -Así es, Lucius era un maestro de muy alta categoría, tal vez su respuesta esté llena de sabiduría. De igual forma, no puedo morir sin saber qué consideraba como peor castigo una persona como él. -¡Eres un idiota! ¿Sólo por eso? -Lo mismo diría Lucius…já, hasta se parecen. -¡Vete al diablo! Carlota se salió del auto, ya había salido nuevamente el sol mientras platicaban. -¡Tengo reservaciones para un hotel de cinco estrellas! Carlota no pudo contra eso y regresó al auto ¿Dirección? México, por su puesto. Relatar el viaje sería muy agotador, así que pasemos a cuando llegaron a Ciudad Juárez, Chihuahua. Harolt sabía donde vivía Lucius, y no tardaron en encontrar su casa. Pero había un problema; estaba vacía. Había sido deshabitada años antes. -Pero… ¿El viaje había sido en vano? Posiblemente.
Re: El Peor Castigo. Pues hasta ahora sólo plantea un objetivo: saber cuál es el peor de los castigos para el maestro. No sé por qué pero pienso que eso no sólo una tiene respuesta y creo que va a terminar por decirle eso de una manera "poética". A pesar de esto, te sigo leyendo por obvias razones *perverso* Por cierto, repites muchas veces la palabra"casa" en un mismo párrafo xD Saludos.