Fantasía El otro Esdras

Tema en 'Relatos' iniciado por Elliot, 17 Junio 2020.

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    Elliot

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    Escritor
    Título:
    El otro Esdras
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1035
    ¿Nunca escuchaste la comedia de Esdras El Escultor? Debes venir de muy lejos entonces, es muy conocido por aquí.

    Esdras era un judío tan admirado por su pueblo, tan fiel a las tradiciones, que muchos creían que solo era cuestión de tiempo para que Dios lo revelara como el Mesías guerrero que pelearía por su pueblo y los salvaría. Por eso, a nadie dejó indiferente su repentina partida.

    Aunque trataba de ocultárselo a la gente a su alrededor, Esdras estaba lleno de dudas sobre los actos de Dios, sobre que tan justos eran realmente.

    Una noche, preocupado por perder a su más fiel seguidor, Dios se manifestó ante Esdras para explicarle sus misteriosos caminos.

    —Esdras —Le dijo—, la humanidad es un montón de arcilla y barro sin valor de la que no has de preocuparte como lo haces. Entre toda esa suciedad se encuentran algunas piedras preciosas verdaderamente merecedoras de la justicia que tanto anhelas, solo ellos pueden conseguir la salvación.

    Y Esdras estalló en rabia al escuchar tales palabras.

    —¡¿Eso es lo que somos para usted, Padre?! ¡¿es así como ves a mi especie, como un montón de basura imposible de salvar?! No puedo seguir los designios de un creador que desprecia de tal manera a su creación. Puede que Tú, el ser con mayor poder, se haya dado por vencido, o quizás nunca lo hayas intentado realmente en primer lugar, ¡pero este mortal te demostrará que te equivocas! Tomaré a esa arcilla y barro al que no le vez valor y lo moldearé en bellas obras de arte cerámico tan o más dignas de tu admiración que la minoría privilegiada que has elegido!

    Partió sólo a su tarea auto impuesta, para no perjudicar más a sus seres queridos.

    Su tarea era de magnitud muy superior a sus capacidades, y en caso de fracasar su historia sería recordada como uno de los mayores casos hibris y usado para coaccionar a futuras generaciones de no cuestionar el criterio divino, todo lo contrario a lo que buscaba. Esdras estaba muy consciente de todo esto, por lo que no tuvo reparo en aceptar a su primer y más poderoso aliado, uno que se presentó en la forma de un misterioso extraño, pero que Esdras no tardó en identificar como el Diablo mismo.

    Críticas a su polémica alianza nunca le faltaron.

    Con la incansable búsqueda de la justicia de uno y el casi inigualable poder del otro, el dúo logró volver la tierra un lugar mejor. Realizaron milagros, por su puesto. Pero su objetivo iba más allá, y nunca lo hubieran alcanzado a base de milagros. "Dale un pez a un hombre y comerá por un día, enséñale a pescar y comerá siempre", siguiendo el mismo principio Esdras evitaba ser alabado como un profeta por sus milagros o como un héroe por sus hazañas, en su lugar enseñó a la gente a vivir con esperanza, no una esperanza en esperar pasivamente a un hombre que los salvara o en vivir eternamente feliz después de la muerte, sino una esperanza en activamente tratar de volver este mundo en uno ideal para el bienestar y alegría de todos por nosotros mismos, por más que nunca lleguemos a tener un paraíso terrenal.

    Ya muy anciano, con su imperativo habiendo llegado al corazón de incontables personas, hasta de países enteros, lo único que Esdras estaba esperando era que su amado enemigo rectificara y su odiado compañero lo traicionara. Ambas cosas, eventualmente, por supuesto que ocurrieron.

    Contra todo pronóstico, los logros de Esdras consiguieron algo único en la historia: Hacer reflexionar a Dios de sus propios errores, quien desde entonces ama a todos sus hijos por igual. Y como más se esperaba, el Diablo traicionó a su compañero mortal tras conseguir esto. Puede que ambos buscaran lo mismo en su gran viaje, hacer rectificar al Creador, pero sus motivos fueron desde el inicio muy, muy, distintos. Esdras quería salvar a su especie, el Diablo quería gozar de lograr que se propio padre, el ser a quien más odiaba y el único con un ego mayor que él, sintiera la frustración de haberse equivocado. Cuando el diablo vio que dios aceptó gustoso su error, decidió que para satisfacer sus ansias vengativas debía destruir lo que le ayudó a Esdras a construir. Por suerte, Esdras tomó muy en cuenta que la nefasta verdadera motivación de su compañero, por lo que nunca, ni siquiera en sus sueños, dejó de maquinar todo este tiempo planes para detener al Diablo cuando lo necesitara.

    Luego de corregir a Dios, Esdras engañó al Diablo.

    El rey de los avernos nunca había estado tan furioso desde que perdió su anterior guerra contra el Creador, y arrastró a Esdras a sus dominios buscando desquitarse. Dios no salvó al profeta, no por falta de capacidad o de intensión, sino porque supo que nada haría más feliz a ese peculiar mortal que reír triunfalmente por el resto de la eternidad en el propio reino de su derrotado adversario, enfureciendo a este último más que si estuviera descansando en los lejanos cielos.

    ...Irónico...

    En el más allá su risa sigue irritando a su otrora compañero. En el más acá, sus enseñanzas aún son aprendidas por la gente gracias a sus diarios personales y los escritos dejados por sus más fieles seguidores, detallando sus acciones y su forma de pensar.

    Así nació el esdraísmo.

    La idea para este relato fue principalmente inspirada en las menciones cortas que escuchaba en las conferencias de Antonio Piñero de un tal Esdras y su libro, de donde saqué la comparación de la humanidad con el barro y las gemas. No mentiré, no leí el libro de Esdras ni saqué nada más de su persona en este relato, el título "El otro Esdras" es porque el protagonista es la versión idealizada, y muy errónea, que me formé mentalmente del verdadero Esdras cuando escuché esa parte de su historia.
    Espero no haber ofendido a ningún creyente que leyera esto por mostrar a Dios de este modo, me disculpo de haber sido el caso, pero creo firmemente en la libertad de poder interpretarlo de distintas formas como hacemos con las deidades griegas y de otras religiones antiguas en este mismo sitio.
     

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