El oficio de la muerte Su amado había salido a trabajar una vez más. Cuando había decidido emprender aquel romance con él, sabía qué le esperaba. Tenía la certeza de que iba a pasar largos ratos esperando a que viniese. Su trabajo no le desagradaba, lo admiraba por eso, pero aquella noche era diferente. Aquella noche había visto partir a su esposo con un semblante sombrío y triste, ¿Qué le apenaría? Él destacaba por su impasibilidad, era alguien a quien no le importaba ver sufrir a los demás, solamente tenía en la cabeza hacer su trabajo bien y acabar lo antes posible. Se había casado con un caballero de la muerte y aquello no le importaba, era algo admirable para ella. Siempre había sentido sincera fascinación por el hilo que unía a los humanos con la vida y por aquellos que eran capaces de cortarlo. No sentía admiración por asesinos, no, sentía admiración por los caballeros de la muerte, por todos esos seres encapuchados que se dirigían a aquellos que le había llegado la hora. Había conocido a su esposo en el peor día de su vida, el día que su leucemia casi se la lleva a la tumba. Nunca llegó a comprender si en realidad fueron los médicos los que la salvaron o si él le había perdonado la vida, pues después de eso se sucedió su romance. Aunque en realidad, suponía que era parte del trabajo de él respetar siempre la lista, la lista en la que aparecían los nombres de a quién debería llevar al reino de los muertos. Cuando escuchó la inmensa puerta de su lúgubre castillo cerrarse, supo que su amado había llegado. Había vuelto inusualmente pronto, pero eso le daba igual, no por ello iba a disfrutar menos de la compañía. Al verlo, corrió hasta él, le abrazó y notó como sus huesudos brazos le rodearon y le transmitieron aquella extraña calidez que solamente él manaba. —Has vuelto muy pronto, ¿poco trabajo hoy por la zona? Su esposo solo se limitó a negar con la cabeza. —¿Entonces? ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué estás aquí tan pronto? —Quise dimitir, pero mi contrato está sellado con sangre y no puedo hacerlo. Desde el primer momento en el que fui creado para esto supe que sería mi condena, algo que nunca me haría feliz… La chica se dedicó a mirar a su esposo, el cual le estaba contando algo que ella no llegaba a entender. —Les dije que tenía principios y se rieron a carcajadas de mí. Se rieron de mí por vacilar, por amedrentarme ante un trabajo, por sentir amor… —No te preocupes esposo mío, sea lo que sea que tengas que hacer, no debes preocuparte, es algo de lo que nadie puede escapar. La huesuda mano de su amado se posó sobre el rostro de ella. —Eres tan bella y tan… efímera. Sabes que desde el momento que te conocí comencé a amarte, un ser mortal tan hermoso, era inevitable que alguien como yo cayese en tus redes, pero ese fue mi mayor error. La chica notó con horror como la otra mano de su amado le perforaba el pecho, para irremediablemente hacer añicos su corazón. —Hoy está escrito que tu corazón sufrirá un infarto, así que, que sepas, que te he amado y he intentado salvarte, he trabajado duro para investigar sobre cómo podías burlar a la muerte, pero qué vamos a hacerle, ¿Hay manera de que burles a la muerte si duermes todos los días con ella? La muerte abrazó ya el cuerpo inerte de su amada y posó su huesuda mejilla con una de sus todavía sonrosadas y calentitas mejillas. —No soy malo por naturaleza, soy muerte por ella y la muerte no alberga ni bondad ni maldad, solo eso, muerte.
owo una historia de amor entre una mortal y la muerte... fue tierno... pero si ella se muere, no se puede convertir en una cabellera de la muerte o algo?? :p bueno... te concedo el beneficio de la duda (? Pregunta... Haces solo One Shots o también haces Long-Fics?? Iré por otra historia... me siento acosadora /u\ Meow :3