[Ikarishipping] El nuevo viaje comienza [1/3]

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Sartharion, 28 Febrero 2013.

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    Sartharion

    Sartharion Entusiasta

    Aries
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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    [Ikarishipping] El nuevo viaje comienza [1/3]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4172
    Después de ausentarme por un tiempo debido a estudios, juegos, y cosas que aburren a la gente fácilmente. Haciendo un trabajo de Castellano me hizo querer hacer un Fanfic de una de mis parejas favoritas aunque creo que es la que menos "Fans" tiene, pero igual andaba aburrido por algunos problemas y decidí hacer un pequeño fic de 3 capitulos (Ojala lo termine, jaja) Bueno aquí lo coloco:


    Ikarishipping
    El Nuevo viaje comienza
    Parte 1​
    [1/3]​
    Era un hermoso y resplandeciente día en el pueblo Hojas Gemelas en la Región Sinnoh, el clima estaba muy favorable para dar comienzo a una nueva aventura Pokémon, en todo el pueblo solo se oían los bellos cantos de los Pidgey´s y Starly´s los cuales se encontraban en los densos árboles del pequeño pueblo. No muy lejos de los nidos de éstos Pokémon se encontraba una hermosa casa, acogedora y con una vista ineludible del hermoso pueblo Hojas Gemelas. En ella se encontraba una joven quinceañera cabellera azulada, de piel blanca y sedosa y un delicado pero hermoso cuerpo observando por la ventana de su habitación el bello día su hermoso cabello se ondeaba con la brisa del viento, como apenas eran las nueve de la mañana ella se acababa de levantar ya que aún conservaba su pijama puesta y también el típico y pegajoso sueño de todas las mañanas así que optó por ir a tomar un té para comenzar por fin su nueva aventura la cual había dejado desde hace 3 años atrás cuando viajaba con sus 2 amigos viviendo todo tipo de aventuras y emociones por la región Sinnoh.
    Todo parecía ser perfecto para comenzar su aventura, el día era perfecto, había un viento perfecto y se oían los cantos de las aves en toda Hojas Gemelas, la joven ya había preparado todo y solo faltaba terminar su desayuno con su mamá.
    -Hija, ¡Come más lento o te ahogarás! –Expresó con una sonrisa la mamá de la peli-azul.
    La joven asiento con una sonrisa y al dar el último sorbido de su bebida se levantó de silla del comedor para salir velozmente hacia su mochila y meter dentro de ella solo dos Poké bolas se despidió de su madre. –Bueno mamá, ya es hora de que me vaya. –dijo mientras le daba un beso en la mejilla de despedida.
    -Cuídate mucho, y recuerda has buenos amigos como los que hiciste hace tiempo. –le comentó su mamá, Johanna a su hermosa hija, la cual salía de la casa a toda prisa por comenzar otra vez su aventura Pokémon. Mientras la veía alejarse cada vez más ella comenzó a recordar cuando ella era igual que su hija. –“Es igualita a mí, ¡Y como ha crecido! Recuerdo cuando comenzó por primera vez su aventura Pokémon, no era más que una niña de 10 años y mírenla ahora… Se ha vuelto toda una señorita”. –habló consigo misma en su mente mientras que de sus ojos salían lágrimas de felicidad.
    No muy lejos de allí en la Ciudad Rocavelo se encontraba un joven de cabellera morada, alto y de mirada fría y aspecto serio teniendo una batalla Pokémon contra un entrenador del lugar. –Torterra acabemos con esto de una vez, ¡Usa triturar! –Ordenó el entrenador con voz fría a su gigante Pokémon, éste obedeció y de un mordisco derrotó a un pequeño Croagunk. –Bien… regresa. –culminó la pelea con ese comentario y velozmente su Pokémon regresó a su Poké bola.
    El entrenador de cabello morado se retiró del jugar con rumbo al Centro Pokémon, donde allí se encontró con su hermano mayor cosa que no le gustó mucho. -¿Qué haces acá? –le preguntó con un tono frío y sin interés alguno.
    -¡Paul! Acabo de ver tú batalla, ¡estuvo muy buena! –Expresó su hermano mientras se acercaba a él. -¿Ya desiste que harás? –preguntó su hermano Reggie con un rostro de confusión.
    -Sí… Y como te dije ayer, comenzaré de nuevo la liga Pokémon. –respondió mientras recordaba la conversación que tuvo con su hermano el día anterior.
    --------------------------------------------------Flashback-----------------------------------------------
    Era una noche cualquiera en la Ciudad Rocavelo, en una de las residencias de la gran ciudad se encontraba un joven de 16 años de cabellera morada y ojos del mismo color teniendo una conversación con su hermano mayor, el cual solo se reía de todo lo que decía su hermanito. –¡Deja de estar riéndote como un inútil y préstame atención! –le exclamó fuertemente mientras miraba con enojo a su hermano mayor.
    -Lo siento Paul, pero me da risa el que quieras volver a participar en la liga Pokémon, aún cuando hace 3 años perdiste contra Ash Ketchum. Estuviste toda el mes triste y desilusionado y ahora al pasar tanto tiempo quieres volver a participar y solo para lograr superarme… Paul en serio eres único. –dijo Reggie en tono de broma mientras miraba a su hermano el cual estaba clavando su típica mirada fija en él.
    -El hecho de que quiera participar en la liga no significa que quiera superarte… Me di cuenta que tú naciste con suerte y yo no… Siempre has tenido todo y nunca te ha salido nada mal… Solo entraré por el hecho de que leí que participarán los mejores entrenadores de la región, mañana anunciarán en cual región será la liga. –dijo mientras se retiraba a su habitación.
    -Hay Paul… ¿Cuándo será el día en que dejes de ser así? –se preguntó para sí mismo Reggie.
    ---------------------------------------------fin del flashback---------------------------------------------
    -Así que será en Johto eh…? Bueno supongo que tendrás que irte ya si es que empieza la semana entrante. –dijo Reggie sosteniendo la típica tonalidad de voz y carácter que siempre tiene.
    -Hmm… Llevaré solo a Electivire y a Ursaring conmigo ¿Aun los tienes verdad? –preguntó Paul a su hermano mientras los dos salían del centro Pokémon.
    -Claro, no soy como tú que los libera a cada rato… Deberías llevarte también a Torterra, últimamente ha ganado todas las batallas que has tenido con él. –contestó observando a su hermano.
    -Tal vez tengas razón… -concluyó Paul mientras ambos llegaban a su hogar.
    -Oye Paul, ahora que recuerdo, se me olvidó ir a recoger un par de Bayas en el Supermercado, ¡Cielos, que descuidado soy! Jejeje. –dijo riéndose y con su mano rascándose la cabeza. –Espérame aquí iré por ellas, esas bayas te servirán en tú viaje. –Reggie regresó al centro de la Ciudad a buscar las Bayas en el Supermercado, las cuales sirven para algún problema de estado como Quemadura o Envenenamiento.
    Cerca de la Ciudad Rocavelo nuestra heroína de cabellera azulado se encontraba viendo su mapa buscando donde estaba el Centro Pokémon ya que necesitaba un poco de guía a donde ir. Al llegar, dio vueltas alrededor de la ciudad y nada que encontraba el Centro Pokémon, por otro lado se encontró con el Supermercado Pokémon, el cual decidió entrar a ver si le decían en donde se encontraba el Centro Pokémon, al entrar notó lo grande que era el lugar, lleno de víveres y personas con sus Pokémon, ella se acercó al mostrador para hablar con alguno de los trabajadores del local. Sin darse cuenta debido a que se encontraba pensando en otra cosa, chocó bruscamente con una pared, o mejor dicho contra alguien.
    -¡Auch! –gritó el joven de cabello negro que por la inercia del golpe se le cayeron las bayas.
    -¡Lo siento mucho! ¡No fue mi intención! –se disculpó tratando de ayudar al joven a levantar las bayas. –Lo siento mucho, no me fij… Oye, espera un momento, ¿Qué tú no eres Reggie? preguntó la peli-azul muy sorprendida al ver el parentesco del chico.
    -¿Eh? Sí, si soy él… ¿Nos conocemos? –preguntó un poco confundido debido a tal dilema.
    -¡Sí! ¡Soy Dawn! ¿Qué no me reconociste? Jeje –dijo entre risas y un poco apenada.
    -¿¡Dawn!? ¡Cielos que tiempo sin verte! –gritó muy sorprendido Reggie al reconocer a una vieja amiga.
    Dawn rió al ver la expresión de su amigo. –Sí, mucho tiempo sin vernos, ¿Cómo has estado? –le preguntó entre sonrisas.
    -¡Muy bien! Pero tengo que ir a llevar algo rápido a la casa, si no te molestaría venir conmigo, en el camino seguiremos platicando. –le preguntó Reggie a Dawn la cual aceptó. En el camino los dos platicaron y recordaron los tiempos en que la peli-azul comenzaba su aventura por primera vez.
    Por otra parte Paul estaba muy enojado ya que su hermano Reggie no aparecía por ningún lado y ya había pasado más de una hora y él tenía que irse o si no el barco lo dejaba y tendría que esperar el del otro día. El peli-morado se encontraba sentado en la sala de su casa, esperando y quejándose de su hermano… No pasó mucho tiempo hasta que llegara y sonará la puerta de su casa.
    -Al fin llegas… -dijo éste sin levantarse y de brazos cruzados.
    -Lo siento Paul, pero en el camino me encontré con alguien y nos quedamos conversando jejeje. –le contestó Reggie riéndose.
    Paul le iba a contestar pero antes de que dijera algo fue interrumpido por la joven peli-azul, que entró a la residencia detrás de Reggie, este se quedó un poco sorprendido de ver a la amiga de su rival después de tanto tiempo que pasó ella cambió mucho y se había convertido en toda una señorita, aunque solo tuviera 15 años su cuerpo y su rostro resplandecían como un Pokémon usando Destello, el joven quedó fijamente mirándola pero con discreción para no delatarse, para él y para su hermano pasaron horas pero para Dawn solo unos segundos ya que ella no se percató de eso e interrumpió el momento con un grito.
    -¡Paul!-gritó fuertemente. -¡Wow, has crecido mucho! –expresó con una bella y delicada sonrisa mientras veía fijamente al rival de su gran amigo.
    Dawn estaba en lo cierto, él había cambiado mucho, ya no era el niño de 11 años que conoció hace años cuando solo trataba de ganarle a Ash sin importar qué. Paul rápidamente se levantó del sofá ya que no quería delatar la impresión que causó la amiga de ese inútil en él, éste se volteó quedando de espaldas de los dos y con una voz fría le preguntó a su hermano. -¿Ya compraste lo que ibas a comprar?
    -Así es, de hecho ya está todo listo para tu viaje hacía Johto. –le respondió felizmente dándole las bayas y la mochila.
    Dawn al oír esto hizo que se sorprendiera y no le faltó tiempo para hablar y meterse en la conversación de los hermanos. -¿Paul irás a Johto también? -le preguntó sorprendida.
    Paul asintió fríamente mientras la mirada de reojo, Reggie notó el comportamiento que tuvo su hermanito por lo que quiso aprovecharse del momento y vengarse de todas las que le ha hecho. Con voz pícara y sonriendo le dijo a una Dawn sorprendida. -¿Dawn tú también irás allí cierto? Sé que habrá un Concurso Pokémon próximamente en Johto y cómo eres Coordinadora seguramente participarás allí ¿Cierto? ¿Si es así porque viajan los dos juntos? –Reggie sabía que su hermano odiaba la compañía y aún más, odiaba estar en los “momentos” de la vida.
    El joven peli-morado se sorprendió al oír tal “barbaridad” de parte de su hermano, tanto que iba a responder con furia ya que apretó fuertemente los puños, pero antes de hacerlo visualizó a la peli-azul la cual andaba un poco impresionada y a la vez confusa sin saber que decir o hacer, Paul se volteó y se calmó un poco, durante esos minutos ninguno de los tres habló ya que dos de ellos se encontraban mirándose seriamente, no pasó más tiempo hasta que Reggie rompiera el hielo. –Creo que fue un poco metido de mi parte sugerir eso… ¿Dawn quieres algo para tomar? –preguntó Reggie acomodando algunas cosas.
    Dawn se incorporó rápidamente y le contestó. –No, gracias Reggie pero igual tengo que irme a tomar el Barco hacia Johto, zarpará dentro de unas horas. –concluyó ella.
    Reggie sonrió al ver tal ironía y sin ningún pre ángulo volvió a “comentar”. –Pero si los dos van hacia el mismo lugar, insisto ¿Por qué no viajan juntos? Paul así la acompañas ya que ella es una chica y no hay que dejar que viaje sola ¿No crees? –le preguntó Reggie a su hermano el cual estaba callado desde un buen rato.
    Éste suspiró y le contestó sin ánimos. –No acostumbro a viajar con nadie y lo sabes… Pero como irá al mismo lugar que yo y sola, supongo que podrá ir conmigo. Siempre y cuando no estorbe. –esto último lo dijo fríamente pero Reggie sabía que en el fondo no era así y solo lo ocultaba para no parecer débil ante ella.
    No pasó más tiempo y ambos entrenadores se despidieron de Reggie el cual quedó observándolos aún cuando se comenzaba alejando del lugar. –Vaya, Paul… ¿Será qué algún día cambiarás? Ya estas grandecito como para vivir mortificándote… -dijo para sí mismo con una expresión de tristeza pero a la vez con esperanzas.
    En el camino iban los dos entrenadores sin decir nada, la chica llevaba a su Piplup en los brazos mientras en el peli-morado caminaba sin interés alguno. Pasaron varios minutos y la joven comenzaba a aburrirse pero aún así no se atrevía a hablar para no “molestar” a su nuevo acompañante. Paul se percató de que ella comenzaba a aburrirse y solo dio una leve sonrisa para romper el hielo. –Si estás aburrida debiste viajar sola. –comentó mientras seguían caminando.
    Ella lo miró y le contestó con enojo. -¿Qué no estás contento de viajar con alguien? Ash siempre tenía algo que decir y hacía emocionante viajar con él. –ese comentario hizo que Paul se enojara un poco y al quedarse en silencio por unos segundos le respondió.
    -Pero yo no soy él, si no mal recuerdo te dije hace años que no me gusta como es él… Aún así no lo odio. –dijo fríamente pero sereno.
    Dawn lo volvió a mirar y le preguntó con una sonrisa. -¿Aún recuerdas cuando nos conocimos? –esto hizo que recapitulara y se incomodara. -Digo, cuando todos nos conocimos… -ella se sonrojó levemente porque no solía hablar mucho con gente como Paul ya que ella era muy extrovertida.
    Paul notó el leve sonrojo que tuvo y prosiguió a responderle suavemente. –Recuerdo muchas cosas… En tal caso ¿Cómo te fue en tú aventura con tus amigos?
    Dawn algo extrañada por lo que él preguntó contesta algo confundida. -¿Por qué preguntas eso?
    -Hmm… No lo sé. –fue la respuesta de él, como siempre sin interés alguno.
    La peli-azul coloca la típica cara de ahí Dios… (-_-) -¿Porqué eres así Paul? –le pregunta ella algo curiosa. –Desde que te conozco siempre has sido así, muy frío y misterioso… Solo quiero saber él porq… -fue interrumpida por él, el cual se detuvo y la miró de reojo.
    -El que sea así o no, no debe ser de tu incumbencia ¿O sí? –la respuesta de Paul fue muy fría tanto que hasta él mismo se percató de ello y vio como ella se desilusionó o mejor dicho se “Asustó” de la respuesta que él le dio. Rápidamente borró lo que dijo y volviendo a caminar le dijo. –Lo siento… No debí hablarte así.
    Esto hizo que Dawn y Piplup se sorprendieran debido a que él se estaba disculpando. –Paul… tu hermano me contó que tú lo odias… ¿Por qué? –le preguntó con curiosidad, ya que Paul le da mucha curiosidad desde que lo conoció hace 3 años debido a lo misterioso y serio que es.
    -No lo odio… Es solo que desde siempre a él lo han querido más, incluso la vida lo quiere más que a mí… Cuando mi madre murió apenas yo era un niño mi padre nos cuidó hasta que tuve edad para estar consciente de lo que pasaba a mí alrededor. Fue entonces cuando nos abandonó y Reggie se encargó de cuidarme… Pero él a pesar de tener que cuidarme fue un entrenador Pokémon y como tal estuvo en todas las ligas y yo tuve que quedarme solo, cuidarme solo, alimentarme solo, al principio estaba bien porque no quería ser un estorbo para él… Hasta que crecí y tuve la edad para volverme un entrenador Pokémon sin embargo a pesar de todos los años en que me dejó solo se atrevió a abandonar su carrera y ahora sí venir a “cuidarme” cuando yo ya no lo necesitaba… -Paul estuvo relatándole a Dawn todo lo que había vivido lo cual hizo que esta se entristeciera y viera todo lo que ha pasado él.
    -Paul… Lo siento. –ella y Piplup se sentían apenadas y triste por la historia de su vida, el siguió contándole y tanto que el camino y la hora se pasó volando rápidamente y no se percataron la hora que era, al llegar al puerto notaron que ya no había nadie lo cual hizo que se enojaran y decepcionaran. –Cielos, llegamos tarde Paul… Parece que el Barco Zarpó. –dijo Dawn triste.
    -No importa, mañana volverá a zarpar otro barco rumbo a Johto, nos tocará ir en él. –dijo seriamente al observar todo el lugar. –Ya se está haciendo de noche, hay que ir a un Centro Pokémon para pasar la noche… -sugirió.
    -Sí, tienes razón, habrá que ir a un Centro Pokémon… ¿Conoces alguno por acá cerca? –preguntó riendo un poco.
    -Está justo detrás del puerto, vamos. –finalizó para que los dos caminaran hacia el centro, desde el puerto al centro era un poco apartado por lo que caminaron un buen rato en silencio hasta llegar al centro Pokémon, un Centro Pokémon un poco más grande que el de la Ciudad.
    Ambos entraron y vieron que había mucha gente en él lo cual fue un poco malo ya que existía la posibilidad de que no hubiera habitaciones, Paul se acercó a la enfermera Joy la cual lo recibió amablemente. -¡Buenas noches! Soy la Enfermera Joy ¿En qué puedo ayudarles? –les preguntó cortésmente.
    -Buenas noches… ¿Quisiera saber si tiene dos habitaciones disponibles solo por hoy? –dijo Paul con su carácter frío pero amable.
    La enfermera Joy revisó el computador a ver si quedaban habitaciones disponibles, pero para su “suerte”… -Lo siento, solo nos queda una y es algo pequeña. Estos días hemos tenido muchas visitas de entrenadores y coordinares que quieren ir hacia Johto debido a la liga y al gran concurso Pokémon. –concluyó la enfermera Joy dejando a los dos jóvenes un poco desilusionados.
    -Hmm… Bueno, deme la habitación que le queda. –dijo Paul mirando de reojo a Dawn la cual estaba un poco apartada de él.
    La enfermera Joy le dio la llave de la habitación y despidiéndose de él, Paul se acercó hacia la peli-azul diciéndole suevamente pero a la vez seriamente. –Ten, supongo que tendré que dormir afuera. –le dijo Paul dándole las llaves a la peli-azul, la cual estuvo en Shock al oír tal “barbaridad”
    -¿Cómo qué dormirás afuera? ¿Estás loco o qué te pasa? –le preguntó con enojo y molesta.
    -No tienes que hacer un escándalo… Tú no me dices que hacer, ve a la habitación y duérmete que ya es algo tarde y mañana hay que seguir. –dijo mientras la miraba fijamente.
    - ¡No! No dormirás a fuera ni que nada… -de pronto se sonroja y baja su cabeza para que no la vea y le afirma que. –Dormiremos en la misma habitación. –Por su parte Paul se incomodó por lo que dijo, pero en cierto punto ella tenía razón, él en el fondo no quería dormir afuera así que no comentó nada y asintió con la cabeza.
    Los dos se dirigieron hacia la habitación, la cual estaba un poco lejos de las demás y para acabar que al verla en verdad era un poco pequeña y el baño se veía que también era pequeño por lo que eso incomodó a los dos. –Bueno, será mejor que nos acomodemos porque mañana hay que levantarnos temprano ¿No? – preguntó Dawn un poco sarcástica.
    Paul volvió a asentir y sin pre ángulos, ambos entraron a la pequeña habitación, cada uno se turnó para ir al baño hacer sus necesidades y vestirse. Cuando ya tenían sus Pijamas o decir que Dawn tenía su Pijama ya que Paul solo vestía con un pantalón negro y una franela del mismo color del pantalón, con los brazos desnudos dejó a Dawn un poco sonrojada debido a la ironía de tal cosa. Ella se acostó en la pequeña cama que solo era para una persona y al ver que Paul iba a dormir en el frío suelo ella lo interrumpió regañándolo. –Oye, tú no dormirás en el suelo ¿Ok? Tú dormirás acá en la cama. –esto último lo dijo en un tono de voz bajo y sonrojada se arrimó hacía la pared dejando un poco de espacio en la pequeña cama. El peli-morado no tenía nada que decir ya que estaba completamente incomodo y fastidiado por la escena, así que sin cuestionar nada se acostó al lado de ella, pero simplemente le dio la espalda y se acostó de medio lado con los brazos cruzados. Por otra parte Dawn estaba completamente sonrojada ya que es primera vez que comparte la cama con alguien, y mucho más con él. Ella se arropó debido al inmenso momento en que se encontraba, por parte de Paul solo cerró el momento diciéndole fríamente pero dulce. –Buenas noches…
    Fin de la primera parte.


    Comentario:
    Quiero mandarle saludos a los que conocí en ésta gran página, uno de ellos es Heros o como sea que te llames ahora. ¡Saludos a todos!
    Nota: hace tiempo que no hacía un Fanfic así que no lo vean como la gran cosa. xD Saludos.
     
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