[LF] (Advanceshipping): El nuevo reto comienza

Capitulo 1.- Pensamientos

Luego de haber terminado la liga Sinnoh y haber sido declarado como campeón de la liga pokemon de esa región, Ash, después de despedirse de sus amigos, caminaba por las orillas de un muelle, bajo un clima lluvioso, dirigiéndose hacia el Ferry que lo llevaría rumbo a la región Kanto, teniendo como objetivo visitar al Prof. Oak y a su madre.

— Que ganas de ver al profesor y a mamá, además quiero contarles todas nuestras aventuras en la región Sinnoh, verdad Pikachu — comentaba el joven entrenador muy entusiasmado a su pokemon, situado en su hombro.

— ¡Pika pi! — asintió el pokemon al oír lo dicho por el entrenador.

Durante el camino hacia el Ferry, Ash no paraba de recordar todas sus vivencias en Sinnoh, hasta que cierto recuerdo pasó por su mente — La Copa Wallace — sin embargo, no pensaba solamente en ese concurso, también en una chica castaña que había participado en esa copa y había estado a punto de ganarla.

— Jeje que recuerdos — pensaba el entrenador con un tono algo nostálgico — me pregunto, ¿qué estarás haciendo en este momento? — se preguntaba el azabache mientras miraba perdidamente el mar.

Mientras tanto en la región Hoenn, en una casa de apariencia lujosa, dentro de una recamara bastante grande, una joven abría sus grandes ojos zafiros. En esa habitación, había una cama muy amplia sobre la que yacía la chica, un enorme guarda ropa que abarcaba mucho espacio de la recamara, un escritorio con muchos objetos sobre él y muy desordenados, además de una pequeña mesita de noche al costado de la cama, a decir verdad, era una habitación algo humilde a comparación de las demás.

— Mmm que bien dormí anoche — se decía la coordinadora, regodeándose entre las sabanas de su cama, tratando de extender sus horas de descanso — ¿qué hora será? — murmuraba la castaña, parpadeando y frotando sus ojos para poder retirar la pesadez en ellos, mientras volteaba en dirección a un reloj que se encontraba en su mesa de noche, sin embargo, su vista capto cierto objeto partido por la mitad que estaba en esa mesa, y un pensamiento invadió su mente — desde la Copa Wallace que nos vemos — se decía la coordinadora, mientras su vista se perdía en ese objeto tan distintivo — ahora que lo pienso, ya ha terminado la liga Sinnoh, ¿cuál será tu plan ahora? — se preguntaba la castaña, haciéndose notar una gran sonrisa en su rostro.

Una vez que la joven había despertado completamente, se dispuso a arreglarse de la mejor manera posible: se levantó aun con un poco de somnolencia, camino torpemente rumbo al baño, entró, se ducho, comenzó a vestirse con su ropa característica y después a peinarse. Justo cuando estaba por recoger sus pertenencias para salir, la puerta de su recamara se abrió repentinamente, revelando la imagen de una mujer esbelta y de una edad mediana.

— Hija ¿te diriges a algún lugar en especial? — cuestionaba la mujer, desde afuera de la habitación.

— Por el momento no mamá, ¿se te ofrecía algo? — contestaba la joven coordinadora amablemente a la pregunta de su madre.

— Pues… vine para preguntarte si podrías ir a comprar unas cosas que necesito para la casa, al centro de la ciudad — explicaba la madre, observando como su hija caminaba en dirección a su escritorio, en el cual había diversidad de objetos.

— Seguro, solamente déjame tomar mis cosas y salgo para allá — respondía May, tomando una riñonera y guardando algunas pertenencias en ésta.

— Bien, te espero abajo May — apartándose de la puerta y caminando en dirección a la cocina.

Un poco después que su madre, la coordinadora se dirigió a la cocina, no sin antes tomar el medio listón que se encontraba en la mesa de noche. Camino a la cocina, May seguía recordando algunos momentos junto a su gran compañero y amigo, que le había enseñado lo maravilloso del mundo de los pokemon.

— Creo que sería buena idea ir a visitarte — se decía la castaña — después de todo, eres un gran amigo para mí, gracias a ti, ahora me gustan los pokemon — pensaba la joven con cara de felicidad y levemente sonrojada, mientras tomaba su medio listón entre sus manos y lo guardaba en su persona.

Finalmente la coordinadora llegó a la cocina, era una cocina bastante grande, parecía ser para una gran familia, tenía un gran comedor, un refrigerador enorme, además de otros muebles característicos de todas las cocinas. En ese lugar se encontraban tanto su madre como su hermano.

— Bien mamá, ¿qué es lo que necesitas? — preguntaba la chica, dirigiendo su mirada hacia su madre que se encontraba de espaldas lavando unos cubiertos.

— Solo necesito esto — volteándose y sacando una lista de su mandil, entregándosela en la mano a May.

— Bien, creo que todo lo encontrare en el centro — asentía la coordinadora — no tardo — concluía la joven, saliendo apresuradamente de la cocina y dirigiéndose hacia la salida de su casa.

— Aguarda May — exclamaba Caroline — Cuando regreses, puede que yo no me encuentre en casa, necesito ir a hacer un par de cosas en ciudad Malvalona, pero ocupo que lleves a Max a con el profesor Birch, le darán un curso para aprender más acerca de la naturaleza de los pokemon — explicaba y pedía su madre a la castaña.

— ¡SI!, quiero aprender todo lo que pueda sobre los pokemon — decía bastante entusiasmado el pequeño — regresa temprano, quiero llegar rápido al laboratorio del profesor — finalizó el chico.

— Está bien, tratare de regresar pronto — saliendo finalmente por la puerta de entrada de a su casa.

Con un gran entusiasmo, la coordinadora caminaba en dirección al centro de la ciudad, las calles de esa ciudad eran organizadas, limpias y bastante seguras gracias a la oficial Jenny de ese lugar, quien era considerada la mejor de Hoenn. En cierto momento volvió a recordar a un joven entrenador pokemon.

— Ash, espero que estés bien, en unos cuantos días más estaré contigo — pensaba la castaña, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras cruzaba una calle lentamente.

Posteriormente, llego al centro de la gran ciudad de Petalia, el centro de esa ciudad es muy grande, muchos turistas llegan día con día a conocerlo, pero por el momento, a May solo le interesaba ir a comprar lo que le encargaron. Después de unas horas de búsqueda y compras, May se dispuso a volver hacia su hogar, sin embargo, cuando volvía, una persona bajaba de un pokemon volador a unos cuantos metros de ella; al principio no le tomó importancia ya que no estaba prestando mucha atención, pero al voltear en esa dirección se quedó helada al reconocer a esa persona.

— ¡¿Qué haces tú en esta ciudad?! — cuestionaba la castaña muy sorprendida, con un tono frio además de estar un poco alterada y asustada al ver a esa persona.

Continuará...

Bueno, este es mi primer fic, así que disculpen los errores que pueda tener, de igual manera cualquier crítica es bienvenida ya que me ayudarán a mejorar =D. Tengo una pequeña duda, ¿hasta que punto puedo llegar a escribir en un lenguaje grosero?

 

Recapitulando:
—¡¿Qué haces tú en esta ciudad?!— cuestionaba la castaña muy sorprendida, con un tono frio además de estar un poco alterada y asustada al ver a esa persona.
Capítulo 2.- Encuentro

—Ooo vamos, no seas así— reclamaba el chico —he venido a visitarte de buena fe— decía un tanto molesto, bajando completamente del pokemon y situándose enfrente de May.


—No sé lo que tramas en este momento, pero estoy bastante ocupada, así que no tengo tiempo para visitas— se hacía presente en su voz un poco de miedo hacia el joven.



Tras esto, May trato de continuar su camino, rodeó al joven y a su pokemon, sin siquiera voltear a verlo, situación que al joven no le gustó nada e hizo que se enfadara.



—Oye tú, quien te crees que eres para despreciarme— reclamaba muy molesto he venido para verte; desde el Gran Festival de Johto que no tenía la oportunidad de estar junto a ti, y ¿así me recibes?— cuestionaba el muchacho al ver la actitud de May, quien, aunque tenía ciertas razones para ser así, parecía estar muy insegura de cómo comportarse ante el muchacho.


—Disculpa si te trato así Drew— decía sarcásticamente, tratando de burlarse del coordinador —pero no te hagas el loco— comenzaba a sentirse enojada —tú sabes porque te trato de esta manera — en su mirada se notaba todo ese frenesí de emociones que estaban presentes en su interior —después de todo lo que me hiciste— de sus ojos empezaron a brotar lágrimas que bañaban sus mejillas.



///////////////////////////////////////////////////////////////////////// FLASHBACK/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////



"En la región Johto, a las afueras de un hotel 5 estrellas exclusivo para los coordinadores que habían participado en el gran festival, un poco después de finalizar el evento de esa región".



—Oye May, ya que terminó todo en esta región— hablaba con inseguridad el peli verde— pues… me preguntaba… si… tu…— muy nervioso y tartamudeando —¿quisieras… i… ir… co… co… conmigo a la región… Isshu?— concluía la frase, mientras que en su cara se podía observar un leve sonrojo.


—Pues… — tratando de no decepcionar a Drew —lo siento, no es por despreciarte, pero, yo pensaba en intentar una vez más entrar al Gran festival de Hoenn— contestaba apenada la castaña pues, acababa de rechazar la invitación del coordinador —perdón— concluía.


—Demonios, yo quería que viajara conmigo— pensaba el chico, entristeciéndose mucho e incluso derramando algunas lágrimas —es…está bien May— decía, haciéndose notar su desilusión ya que poso su mirada en el suelo —solo quería que pasáramos tiempo juntos y viajar por una nueva región, eso era todo— al decir esto, volteo su mirada en dirección opuesta, para que May no se diera cuenta de su sufrimiento.



Después de lo dicho por el coordinador, May poso su mirada en el chico sorprendida pero a la vez apenada, sin embargo, el joven comenzó a caminar en dirección contraria a la castaña, sin despedirse. Él solo quería dejar atrás lo que le hacía daño y atormentaba en sus pensamientos.



—Vamos Drew, no te pongas así— murmuraba la castaña, sintiéndose culpable del estado en que se encontraba su compañero —tú siempre serás alguien muy especial para mí— decía la coordinadora, tratando de levantarle el ánimo al muchacho.


—No lo puedo creer, pensé que no le gustaba, pero ya veo que si— pensaba el peli verde mientras se detenía, mal interpretando lo dicho por la joven.



Drew regreso al lado de la coordinadora, la vio directamente a los ojos pero se quedó sin habla al ver esos ojos zafiros.



—Oye Drew… ¿te ocurre algo?— viendo como Drew se perdía en su propio mundo y divagaba con la vista sobre ella.


—May…tengo que decirte algo… algo que… he guardado durante mucho tiempo, y creo que… que ya es…hora de que lo sepas— diciendo esto último muy sonrojado.


—Te escucho— incitando sin saber al muchacho, al no deducir lo que estaba a punto de decir.


—May… tu… me…tu…me… gustas mucho…— diciendo esto último en voz demasiado baja, tanto como para que May no la escuchara.


—¿Yo que Drew?— un poco curiosa y sintiendo la necesidad de saber qué era lo que le quería decir.



El chico se armó de valor, cerró sus ojos y casi gritando dijo…



—¡MAY TU ME GUS…!— siendo interrumpido por el pokenav que guardaba May en su riñonera.


—O lo siento Drew— se disculpaba, sacando el pokenav de uno de los bolsillos de la riñonera —espero que sea importante… ¡OOO ES ASH! — decía con entusiasmo y una enorme sonrisa la castaña.


—¿Emm?— Miraba a la coordinadora confundido y algo frustrado por lo ocurrido —May lo que te quiero decir es muy urgente— recriminaba en un tono algo molesto.


—Aguarda Drew, sí es Ash debe ser algo importante— explicaba la chica, sin saber lo que pensaba decirle Drew.



May se retiró un poco del lugar para hablar con más privacidad, desde el lugar de Drew se escuchaban risas y murmullos por parte de la joven, quien después de un rato regresó.



—Bien ya regrese— muy alegre volvía la coordinadora —bien… que me decías Drew— sin darse cuenta que nunca termino la llamada con Ash, quien estaba observando todo con detalle atreves del pokenav desde la mano de May.


—Ay May, olvidaste cortar la llamada jeje— pensaba el entrenador; cuando estaba a punto de cortar la llamada, pudo visualizar a Drew y prefirió escuchar su plática.


—Oye que quería ese mocoso— decía algo enojado el chico —interrumpió algo importante y ni siquiera le importa — volteando su mirada muy indignado.


—Drew no hables así de Ash— reclamaba, molesta por la actitud del joven —él es un gran chico, y un excelente amigo— trataba de defender a su gran amigo —no quiero que te expreses así de él por favor, además él no sabía que interrumpía algo— comenzó a tranquilizarse —pero bueno ya estoy aquí ¿qué me querías decir?— preguntaba más calmada.


—No puedo creer que defiendas a ese inepto— exclamaba el muchacho, más molesto aún —ese chico lo único que sabe es pelear como un cavernícola — mostrándose muy engreído.



Las palabras del coordinador sorprendieron a May, ella tenía otra imagen del joven, pero se dio cuenta que era solo eso, una simple “imagen”.



—Lo que yo no puedo creer es que estés así porque me llame un buen amigo—mirando muy enojada a Drew —y si quieres saber de qué hablamos, solamente me saludo, y me dijo que me extrañaba, claro, como toda buena amistad hace— reclamándole a Drew su actitud.


—Me enferma tu forma de ver las cosas May— decía muy soberbio —algún día veras las cosas como yo, pero espero que no sea muy tarde, ¡MOCOSA BOBA Y ESTÚPIDA! —diciendo esto último con más enfado— yo creí que ya habías madurado, pero veo que eres igual que ese remedo de entrenador— al borde de golpear a May.



Después de lo último dicho por Drew, May, al verse en esta situación, soltó el pokenav que cayó al suelo, vio directamente a los ojos a Drew y le gritó.



—¡¡¡DREW YO TE....!!!

Continuara...

Gracias a los lectores, y pues, lo de siempre, cualquier crítica es bienvenida =D

 

Advertencia: En esta ocasión, hay algunas partes un poquito fuertes (violentas y palabras un poco subidas de tono), no creo que sea para tanto, pero por si acaso, si crees que puedes sentirte ofendido por ciertas palabras no sigas leyendo =D.



Recapitulando:
—¡¡¡DREW YO TE....!!!

Capítulo 3.- Confesiones


(Continuación del flashback)


—¡¡¡DREW YO TE....ODIO!!!— Gritaba la castaña, reclamándole a Drew —eres la persona más engreída, antipática, envidiosa, compulsiva, egocéntrica y desconsiderada que he conocido en mi vida— exclamaba la castaña, derramando lágrimas del enojo provocado por esta situación, en su rostro se hacía claro que no quería volver a ver a Drew.


—Maldita mocosa— soltando una bofetada muy fuerte a la castaña —tú no eres nadie para decirme esas cosas— diciendo esto perdido en su propia furia —cómo fui a creer que estaba enamorado de ti.



May estaba tumbada en el suelo por la cachetada que le había propinado Drew, pero al escuchar le dicho por este, se quedó sin habla, él le había confesado estar enamorado de ella, tras esto, solo pudo decirle una cosa al chico.



—Drew— un poco más calmada, pero dolida por el golpe— tal vez recién que te conocí sentí algo hacia ti— un poco sonrojada pero con una mirada desafiante y a la ves con un miedo tremendo —pero ahora que te conozco tal y como eres en realidad, veo que nunca podría estar con alguien como tú— finalizó May, un poco ruborizada pero con lágrimas en los ojos y con su mano sobre la herida que le provoco Drew.



Drew quedó paralizado al escuchar que por su manera de ser, había perdido lo poco que May sentía por él, algo que, lejos de calmarlo, solo lo hizo enfurecerse más.



—Te voy a enseñar a respetarme…— sujetando a May del brazo y apunto de darle un fuerte golpe.



////////////////////////////////////////FIN DEL FLASHBACK////////////////////////////////////////////////////

—Drew, desde ese día, nunca quise volver a saber nada que tuviera algo que ver contigo— ella se encontraba muy alterada y a la vez un poco asustada por la reacción que podría tener el coordinador —no soy rencorosa y por eso te dirijo la palabra, pero no pienso entablar una vez más amistad contigo, así que déjame en paz— marchándose a paso rápido de ahí.


—¡Ven acá maldita zorra!— sujetándola del brazo evitando su huida, y cerrando el puño para golpear fuertemente en el rostro a la joven —creí que habías aprendido la lección —reclamando a la castaña— aunque esta ocasión, él no podrá salvarte— murmuraba muy confiando en sí mismo.



Al ver acercarse el puño a su rostro, May recuerda como terminó lo ocurrido en Johto.



//////////////////////////////////////////////////FLASHBACK//////////////////////////////////////////////////////



—Te voy a enseñar a respetarme…— sujetando a May del brazo y apunto de darle un fuerte golpe.



En ese justo momento, del pokenav que se encontraba en el suelo, se escuchó una voz bastante enojada.



—Drew, ¿por qué no te metes con un hombre? Maldito aprovechado— decía con una voz tremendamente enojada, y con la suficiente furia para hacer sentir todo el odio que emanaba de esa voz.




—¿Qué…?— Extrañado por la voz ya que no sabía de dónde provenía —¿quién dijo eso?— preguntaba muy alterado.




—Yo ¿que ya te olvidaste de mí?— Recriminaba un joven de cabello azabache desde la pantalla del pokenav, quien observaba aún cómo Drew sujetaba a la castaña por el brazo —¡ya te he dicho que la sueltes!— con voz amenazante —créeme que si no es porque yo estoy en otra región, iría de inmediato para ponerte en tu lugar desgraciado— decía el entrenador, tratando de intimidar a Drew.



—Así que eres tú— sonreía, volteando a ver el pokenav que se encontraba en el suelo después de haber caído de la mano de la castaña —no sabía que esta mocosa te importara tanto— tomando a May por el cuello con su mano derecha, y apretándolo poco a poco, asfixiándola.


—¡Ya te dije que la sueltes!— gritaba con una voz ronca, de sus ojos comenzaban a emanar lagrimas por estar tan enojado y de la impotencia que sentía al no poder estar ahí —me las pagaras— pensaba con sed de venganza.


—Y sino ¿qué me harás Ash Ketchum?— cuestionando con una gran confianza en sí mismo.


—Ya lo veras— decía con una gran sonrisa algo tenebrosa, pero aún se notaba dolor en sus ojos.



Al voltear la mirada el coordinador, se dio cuenta de que cierto pokemon volador se acercaba a toda velocidad al lugar desde el horizonte.



—¡¡¡CHARIZARD USA ATAQUE DE ALA!!!— daba la orden el azabache, que más bien parecía sólo un grito al pokemon volador.


—¡¿QUE!?— sorprendido y asustado al ver al pokemon — ¿cómo es posible que ese tonto dragón se encuentre en este lugar? — se preguntaba extrañado, observando como el pokemon se acercaba a él rápidamente.



Charizard bajó en picada desde el cielo y finalmente llegó con el coordinador, golpeándolo con su ala, y logrando que éste soltase a May.



—Ahora Charizard, toma a May y huye lejos de ese lugar— ordenaba el entrenador, muy preocupado pensando que en cualquier momento podría incorporarse el peli verde y hacerle daño a la castaña —llévala al primer edificio que encuentres, por favor amigo, asegúrate que llegue a salvo— pedía, un poco más calmado, aunque aún se notaba algo de frustración en su rostro.



El pokemon trato de hacer que la coordinadora subiera a su lomo, pero May estaba inmóvil y no parecía reaccionar a nada, por lo tanto, Charizard tomo entre sus garras a la castaña y huyo de lugar. Drew quedo noqueado con el ataque de ala de Charizard, despertando unas horas más tarde, pero para entonces tanto May como Charizard ya no se encontraban en el lugar.



—Me las pagarás algún día May— decía el coordinador, calmado pero a la vez amenazante, mirando el horizonte.



Finalmente Charizard logro llegar a un Centro Pokemon donde bajo a May, y al haber terminado con las órdenes de su entrenador, volvió al Valle Charizifico.Por su parte May reaccionó unas horas más tarde, y llamó a Ash en cuanto pudo…

///////////////////////////////////// FIN DEL FLASHBACK///////////////////////////////////////////////////


—¡Ven acá maldita zorra!—


—¡¡¡NOOO!!!— llorando, sabiendo que pronto recibiría ese fuerte golpe, que el coordinador deseaba plantar en su cara.



De repente desde lejos se escucha una voz de una persona conocida por May pero no por Drew.



—¡¡¡DENTENTE!!!— ordenaba esa persona misteriosa, que se encontraba un poco alejado de ellos, pero lo suficientemente cerca para que May lo reconociera.



Tanto May como Drew observaron con cierta sorpresa al personaje que se encontraba a lo lejos.



—Me alegra verte— decía la joven sufriendo un desmayo por el estrés que le provoco la situación en la que se encontraba.



Continuara…


Bien he aquí la continuación, espero que continúen teniendo interés en este fic, y pues ya saben que son libres de decirme lo que quieran, sobretodo quisiera que me dijeran que les gusta y que no.


IMPORTANTE: sé que a varios se les hizo raro lo de Charizard, pero “todo a su tiempo”.

 

Recapitulando:

—Me alegra verte— decía la joven sufriendo un desmayo por el estrés que le provoco la situación en la que se encontraba.

Capítulo 4.- Salvación

Horas antes de lo que ocurría en Hoenn, en Kanto, el joven entrenador azabache, había llegado ya al puerto Carmín y descendido del Ferry, tomó un autobús directo al Pueblo Paleta. Mientras en Hoenn…

—¿Emmm?— Confundido —¿quién eres tú y porque te metes en lo que no te importa?— interrogaba el coordinador, algo temeroso ya que no sabia con quien estaba hablando.

—Mi nombre es Gary Oak— presentándose de manera muy imponente ante el joven coordinador —Y ya te he dicho que sueltes a May—.

—Ok… “Gary” — diciéndolo en un tono burlón —¿qué tienes que ver tú en esto? — Volteando a ver a May— ¿lo conoces?... oye…reacciona— decía el coordinador, agitando a la chica y sorprendiéndose al darse cuenta que la castaña estaba desmayada.

—Tú no me conoces, y— mirando a la joven coordinadora —creo que May solo un poco, pero ese no es el punto— sacando una pokebola de su bolsillo —deja a May en paz—diciendo esto con una pose retadora, como para tener una batalla.

—Así que quieres una batalla— cuestionaba al investigador —bien, pero espero que estés preparado para perder— burlándose de él.

—¿Quién dijo algo de una batalla?— lanzando la pokebola al aire —sal Arcanine.

El pokemon salió de su pokebola justo entre Gary y Drew, se puso en posición de ataque hacia el coordinador, y esperaba la orden del investigador.

—Arcanine quita a Drew del camino y trae a May— decía Gary, tratando de auxiliar a May.

—Flygon vuela— ordenó Drew al pokemon sobre el que llegó al lugar, mientras se sujetaba de él para esquivar a Arcanine, y a su vez soltaba a May, quien caía al suelo estando inconsciente —creí que pelearías como hombre— reclamaba algo molesto el peli verde.

—Yo no tengo motivos para pelear contigo, solo le hago un favor a un amigo—explicaba el investigador —Arcanine trae a May—.

El pokemon levanto a la coordinadora y la puso en su lomo, después regreso al lado de Gary, quien subió a su pokemon y después huyo usando la velocidad extrema de Arcanine.

—Ash me debes una— pensaba el investigador, viendo a May que yacía inconsciente en el lomo de Arcanine —veo que esta chica es una gran “amiga” tuya.

Después de estar lejos de Drew y de haber llegado al Centro Pokemon, Gary bajo de su pokemon, y delicadamente cargo entre sus brazos a May bajándola del lomo de Arcanine, a quien guardo en su pokebola, pero en ese instante…

—Bien ya estamos en el centro pokemon— decía Gary en un tanto feliz por haber salido de esa situación —… ¿May?— viendo que la castaña comenzaba a reaccionar, casi en la entrada del centro pokemon.

—Mmmm— despertaba la chica, abriendo sus ojos zafiros.

—¿Estas bien May?— preguntaba Gary con un tono preocupado a la castaña.

—Si… gracias— respondía agradecida la joven, mientras se bajaba de los brazos del investigador y se incorporaba —Oye… Gary… ¿qué fue lo que me pasó?— preguntaba la coordinadora al investigador, ya que no recordaba mucho de lo que pasó, aunque estando inconsciente pudo escuchar muchas cosas.

—Pues en cierto momento te desmayaste, aunque no estoy seguro del porqué— concluía el investigador.

—Ya veo— asentía la castaña con una cara seria, comprendiendo lo dicho por el joven —Gary, no me lo tomes a mal pero, me puedes decir ¿qué haces en Hoenn?, creí que estabas investigando en Sinnoh— preguntaba la coordinadora muy curiosa al respecto.

—A decir verdad— respondía el chico —sigo con mis investigaciones allá, pero necesitaba venir aquí, a hablar personalmente con el Profesor Birch de unos asuntos pendientes— concluía el entrenador con una voz seria.

—Con que eso era— contestaba la coordinadora —oye, otra pregunta, aún desmayada, creí escuchar algo sobre que le hacías un favor a un amigo, ¿puedo saber de quién se trata y de qué favor hablabas?— preguntaba, que aunque sospechaba de alguien cercano a ella, nunca lo mencionó.

—Seguro, a quien me refería era a Ash— respondía Gary —pero primero, hay que entrar al centro pokemon, ahí te explicare con mas detalle— decía tratando de tranquilizar a la castaña.

Entraron al centro pokemon, Gary pidió que revisaran a May, y al parecer solo fue un desmayo por la demasiada presión a la que fue sometida. Después ambos se quedaron platicando en una de las mesas que se encontraba por el lugar. Mientras en Kanto…

—¡¡ASH!!— grito su madre alegremente, corriendo hacia él, abrazándolo con todas sus fuerzas.

—Jeje hola— saludaba un poco avergonzado —me da gusto verte mamá, pero antes de ir a casa, quiero ir al laboratorio del Profesor Oak, ¿te importa?—preguntando a su madre.

—Claro que no Ash pero espero que tengas tiempo para venir a casa— concluía un poco triste, sabiendo que aún no era el momento de reencontrarse con su hijo.

—No te preocupes mamá, volveré pronto— sonriéndole y tomando el camino rumbo al laboratorio —No me tardo— despidiéndose de su madre.

—Bien Ash, te estaré esperando con tu platillo favorito para cenar— decía felizmente Delia agitando su mano en señal de despedirse.

Mientras el entrenador caminaba hacia con el Profesor Oak, reflexionaba acerca de la llamada que hizo antes de llegar a Kanto.

////////////////////////////////////////////////////FLASHBACK/////////////////////////////////////////////

“Ash se encuentra en el centro pokemon de la Ciudad Carmín, se dirige hacia el teléfono y marca el número de uno de sus mejores amigos”

—Veamos— marcando el teléfono de su amigo, quien finalmente contestaba.

—¿Hola?... vaya eres tu Ash— decía su amigo— hace tiempo que no nos vemos —comentaba el joven a través del teléfono, en su voz se notaba algo de nostalgia.

—Lo se Gary jeje— decía sonriente— bueno, la razón por que te marco es para saludarte y para
preguntarte, ¿Qué harás ahora que terminó la liga Sinnoh?—preguntaba el entrenador muy intrigado.

—Pues a diferencia de ti, yo aún no termino mis investigaciones en esta región Ash— explicaba Gary —Así que creo que me quedare a investigar en Sinnoh— contestaba el investigador —de hecho, tengo que ir a la región Hoenn para hablar de unos asuntos con el profesor Birch y después volveré a Sinnoh— finalizaba su explicación, diciendo todo un poco agobiado, al mencionar todo lo que tenía que hacer.

—Con que te quedaras a investigar allá— respondía el entrenador —yo aún no se bien que hare, pero ya se me ocurrirá algo— comentaba el joven azabache sonriendo, mientras se el ocurría una idea —oye Gary te puedo pedir algo ya que vas rumbo a Hoenn.

—Dime— decía Gary un poco curioso.

—Podrías ir a Ciudad Petalia y ver si May se encuentra bien— comentaba Ash un poco sonrojado ya que sospechaba que Gary se burlaría.

Ash tenía cierto presentimiento sobre su amiga de ojos zafiros, no sabía exactamente de que se trataba, de todas maneras, no pasaría nada si averiguaba algo.

—Mmmm claro…— respondía un poco extrañado a la petición de su amigo— pero, no entiendo, ¿por qué no simplemente le llamas por teléfono?— preguntaba al joven entrenador.

—Pensé primero en hablarle— decía Ash —pero no quiero preocuparla con mis presentimientos— contestaba el entrenador con una cara seria y una voz firme— de todas maneras en unas semanas pienso ir a Hoenn, escuche de una competencia llamada “LA COPA ELITE”, al parecer se elegirá a la próxima elite 4 para la región Hoenn.

—¿Y piensas participar?— preguntaba intrigado, después de escuchar lo dicho por Ash.

—Pienso asistir— respondía el entrenador —pero no como participante —finalizaba con una sonrisa de oreja a oreja.

—Jeje ¿qué estás tramando Ash Ketchum? —preguntaba y le regresaba la sonrisa al chico.

—Ya lo veras— más sonriente aún —bueno ya tengo que irme, te lo encargo Gary—.

—Cuenta con ello— contestaba, pero a la vez le intrigó algo —aguarda, con que excusa llego a casa de May.

—Mmmm no lo sé, ya pensarás en algo— respondía con una sonrisa nerviosa —lo siento ya me tengo que ir, no quiero llegar tarde al laboratorio del Profesor Oak— levantándose de la silla y colgando.

—¡¡¡OYE ASH ESPERA!!! — Cortándose la llamada —siempre serás el mismo Ash jeje— pensaba el investigador.

//////////////////////////////////////////////// FIN DE FLASHBACK ///////////////////////////////////////////////

—Me pregunto, ¿cómo te habrá ido Gary?— mirando al cielo, sonriendo y siguiendo su camino hacia el laboratorio.

En la región Hoenn, dentro del centro pokemon de ciudad Petalia, 2 jóvenes platicaban…

—Bien, dime ¿Qué favor le hacías a Ash?— preguntaba una vez más a Gary la castaña.

—Mmmm, creo que mejor llamas a Ash y le preguntas ¿no crees?— contestaba el investigador, evitándose responder.

—Creo que tienes razón— levantándose hacia un teléfono que se encontraba cerca—veamos...—.

Continuara…

Aquí está la continuación. Espero que esta continuación no sea complicada de comprender =D, y mmmm, pues ya saben el resto xD, perdon si está corta la continuacion pero ya tenía escrito este capítulo.

¿Creen que abuso del flashback?

 

Recapitulando:

—Creo que tienes razón— levantándose hacia un teléfono que se encontraba cerca —veamos—.

Capítulo 5. – Explicaciones y más explicaciones.

En la región Hoenn, una chica castaña se encontraba dentro de un centro pokemon, sentada frente al teléfono, indecisa de marcar el número de cierto entrenador.

—Rayos, no creí que fuera tan difícil marcar un simple número, ¿y… sí no me quiere ver?, ¿y sí… ya se olvidó de mí?, no…, tengo que ser positiva— pensaba May, comenzando a marcar el número temerosamente —vamos contesta Ash…— esperando que el joven azabache atendiera la llamada.


— ¿Hola?— preguntaba un entrenador desde su pokenav — ¡MAY!... Que alegría hablar contigo de nuevo, hace mucho que no te veía— decía el joven, emocionado de volver a ver a una vieja amiga.


—Ho…hola Ash— contestaba un tanto nerviosa la coordinadora —ta… también me da… — quedándose sin palabras, observando bobamente al entrenador.


—Mmmm, ¿Pasa algo?— preguntaba preocupado el chico al ver como May sólo lo miraba sin emitir palabra alguna — ¡MAY! —.


— ¿Qué?... o si… Hola, lo siento no sé qué me pasó— levemente sonrojada —y ¿por qué la llamada Ash? — sonriendo nerviosamente.


—Mmmm pues… no lo sé…— tratando de hacerle ver cuál era el pequeño problema —tú fuiste la que me llamaste May— explicaba el entrenador con una sonrisa, un poco extrañado del comportamiento de la castaña.


—O es cierto, lo siento Ash— en su rostro se notaba estar avergonzada y sonrojada a más no poder —veras la llamada es… porque me encontré con un amigo tuyo— mientras se hacía a un lado, para que a través de la cámara, Ash pudiera ver a que persona se refería, quien se encontraba sentado en una mesa del centro pokemon sin saber de la situación —y pues, después de algunos incidentes… me dijo que tú le pediste un favor, quisiera saber a qué favor se refieren— terminando la coordinadora.


—Bueno, le pedí de favor que fuera a ver cómo te encontrabas— explicaba un poco nervioso — Gary creo que se te olvidó que no quería preocupar a May, no debiste decirle— pensaba el entrenador.


— ¿Por qué simplemente no me llamaste para preguntarme?— cuestionaba la coordinadora, confundida por las acciones que había tomado Ash.


—Es que… no quería asustarte con mis presentimientos— respondía el entrenador mirando al suelo.


—Ay Ash… — ilusionada al ver que Ash se preocupaba por ella —Oye ¿cómo supiste que algo malo me iba a pasar?— volvía a cuestionar al entrenador.


—No sabía sólo te… aguarda, ¿te pasó algo malo?— interrogaba a la joven con un gesto de sorpresa.


—Emmmm, pues…



Después de una larga charla, la joven le platico al entrenador lo que sucedió con Drew y, a su vez, Ash le contó la llamada que tuvo con Gary.



—Ya veo, así que ese presumido de Drew te hizo eso— se notaba la cara de tristeza en Ash, al saber que el mismo no pudo ayudar a su amiga.


—Si— triste —bueno gracias por preocuparte por mi Ash… demonios, lo siento Ash, ya es hora de que me vaya— decía muy angustiada —salí de mi casa solo al centro de la ciudad y ya ha pasado mucho tiempo, deben estar preocupados por mí— más triste aún.


—Bien— al igual que la castaña, decía esto un poco triste —May lo siento— comenzando a derramar unas lágrimas de coraje —a pesar de que nos separamos para viajar por diferentes regiones, sigo manteniendo la promesa que le hice a tu padre y no la pude cumplir— sintiéndose avergonzado de sí mismo.


—¿De qué promesa hablas?— preguntaba la coordinadora muy preocupada al ver el estado del joven —y sea lo que sea, tranquilo, no tienes la culpa de nada— tratando de tranquilizar al azabache.


—No puedo May— se podía ver su cara de frustración —yo no merezco ser tu amigo, no pude protegerte— diciendo esto último con bastante decepción hacia su persona.


—Tranquilo Ash— sonrojada al ver la preocupación en los ojos de Ash pero a la vez triste por el sufrimiento del entrenador —dime ¿cuál es esa promesa que le hiciste a mi padre? —.


—Veras— tranquilizándose poco a poco —antes de que comenzáramos nuestro viaje por Hoenn, yo le prometí a tu padre que cuidaría tanto de ti como de Max— confesaba Ash.


—Así que es por eso que le pediste a Gary que viniera— expresaba decepcionada al creer que fue sólo por la promesa, el hecho de que Ash la quisiera proteger.


—Por eso, y porque… May, tu eres una amiga muy especial para mí, y no soportaría que algo malo te sucediera— confesaba a la coordinadora.



La chica de ojos azules se quedó sin palabras al oír decir eso de la boca de su amigo, de repente su rostro comenzó a tomar un tono rojo hasta el punto en el que parecía un tomate.



—Bueno May, me voy, quiero llegar al laboratorio del Profesor Oak lo más pronto posible —decía el entrenador, con una leve sonrisa.


—De acuerdo Ash— asentía la castaña —o es cierto… oye, quiero ir a visitarte a Kanto, ¿te importaría si voy?— preguntaba, viendo directamente a los ojos al entrenador decididamente.


—Mmmm de hecho si— comentaba el entrenador, con una cara seria.


—O… bueno…— con lágrimas apunto de brotar de sus ojos y con su mirada perdida.


—Sólo bromeo, claro que puedes venir May, tendría que ser un tonto si rechazo tu compañía— decía alegremente el entrenador.


—Ash, ya eres un tonto— roja y sonriendo después de lo dicho por el joven.


—Nos vemos después May— esperando a que May cortara la llamada


—Nos vemos luego Ash, en 4 días mejor dicho —riendo la coordinadora y cortando la llamada.



Después de esto, Ash continúo su camino hacia el laboratorio del Profesor Oak, mientras May regresaba con Gary.



—¿Ya te quedó clara la promesa?— preguntaba Gary a la castaña.


—Si, gracias por lo que hiciste Gary— decía la castaña muy agradecida.


—No te apures— sonreía nerviosamente —May, me quisieras contar cuales son los problemas que tienes con Drew— interrogaba el investigador —se me hace extraño que se tengan tanto rencor— concluía su pregunta.



—Está bien, lo que pasa es…—





Durante un rato, May le contó lo ocurrido con Drew en la región Jhoto y cómo Ash la salvo. Gary se encontraba un poco sorprendido.



—Y cómo fue posible que Charizard llegara al lugar— preguntaba el investigador.


—Por lo que me contó, Ash se quedó escuchando nuestra conversación, y al ver a Drew tan agresivo llamó al valle Charizific lo más pronto que pudo, ya que era el lugar que quedaba más cercano a donde nos encontrábamos— explicaba la castaña.


—O ya veo, otra cosa— cambiaba su gesto por uno serio.


—Dime— contestaba la gran coordinadora.


—May escucha— decía seriamente el investigador —por lo que me cuentas que te hizo, no tiene nada que ver a como era Drew cuando recién viajaban por Hoenn— aún con tono serio.


—Exacto, desde que viajamos por Jhoto cambio mucho su manera de ser— explicaba la coordinadora mirando el techo del centro pokemon.


—Dime algo, ¿Drew de casualidad viajaba con alguien en Johto?— preguntaba algo preocupado y con una mirada firme.


—Pues, participó en los mismos concursos que yo, pero nunca viajamos juntos y creo que él nunca viajo con alguien a su lado— decía la castaña, con un poco de curiosidad.


—Y el posee algún Roselia— interrogaba una vez más.


—De hecho si, bueno, ya no es un Roselia, hace tiempo que evoluciono en Roserade. Gary me estas preocupando, ¿pasa algo malo?— May se encontraba un tanto asustada por las preguntas de Gary.


—Pon atención May— en tono serio —hace unos años, hubo un Budew salvaje que vivía en Hoenn, es extraño ya que aún no eran conocidos por esta región. Este pokemon era diferente a los demás, no era muy fuerte, pero la gente decía que tenía ciertos poderes especiales que podían controlar a los pokemon. Sin embargo, al no tener entrenador se la pasaba haciendo travesuras por toda la región. Mi abuelo me dijo que muchos entrenadores trataron de capturarlo por la rareza que tenía en su interior, pero todos fracasaron. Sólo un entrenador logro capturarlo usando una bola maestra, pero, este entrenador lo uso para objetivos perversos, volviendo a ese Budew extremadamente agresivo e impulsivo.


— ¿Que tiene que ver eso con el comportamiento de Drew?— preguntaba la castaña con un rostro de angustia.


—Veras, se dice que este entrenador perdió el control sobre ese Budew cuando este evoluciono a Roselia, desgraciadamente escapó y nunca volvieron a saber de ese pokemon. Sin embargo, hace algunas semanas, se encontró a ese Roselia convertido en un Roserade, aunque no estaba solo, tenían alrededor de 5 Budews y varios Rosealias, sin embargo durante todo este tiempo ese Roserade pudo haber tenido más crias.


— ¿O sea que Drew puede tener una de esas crias?— cuestionaba la coordinadora con un rostro angustiado.


—Eso creo yo, pero bueno, cuando se encontraron a esos Budews, se investigaron para saber si habían heredado el carácter del Roserade, y según las investigaciones, resulto ser, que no sólo heredaron ese carácter, si no que al estar en contacto con otros pokemon, los vuelven agresivos también— finalizaba Gary con su mirada muy seria y viendo la mesa del centro pokemon.


—Pero no entiendo, ¿Por qué Drew se volvió agresivo tan de repente sí ya tenía desde antes a ese Roselia?— May estaba a punto de quebrarse emocionalmente, se daba cuenta que no era culpa de Drew estar así.


—Por el simple hecho de que Drew no es un pokemon si no un humano, pero, tendríamos que hacer pruebas, ya que no estamos seguros si le puede afectar a él en su salud, eso es lo que venía a hablar con el Profesor Birch, los efectos en los humanos, tal parece que tiene nuevos hallazgos sobre el asunto— concluía Gary.


—Pero como podemos ayudarlo— exclamaba la castaña temerosa de lo que pudiera suceder.


—No te alarmes, seguramente no pasara nada con su salud, hasta el momento no ha pasado nada con los otros Budews— trataba de tranquilizar a la coordinadora ya que vio su preocupación —lo que más me preocupa, es de lo que es capaz de hacer en este estado, desgraciadamente su agresividad aumentara si no hacemos nada— volvía a preocupar a May sin querer, y él, al darse cuenta de lo que hizo, se sintió culpable —lo siento May, lo que menos quiero es preocuparlos sin razón, ese era el motivo porque no quería decirles nada hasta no estar seguro—.


—Y ¿crees que si lo investigan puedan curarlo?— preguntaba la castaña, que aunque parecía estar mejor, por dentro la carcomía la conciencia.


—De eso no estoy seguro, pero lo mejor es que venga conmigo a Sinnoh para ver que se puede hacer por él— explicaba el investigador.



En ese momento, un niño entro al centro pokemon preocupadamente, mirando hacia todos los rincones, al parecer buscando algo o a alguien.



—Ahí estás— exclamo el niño fijando su mirada y acercándose a la castaña.


—O lo siento Gary, sucede que salí de mi casa solo para hacer compras, creo que me tarde demasiado— decía muy avergonzada pero con un gesto aún de preocupación.


—May, se supone que me llevarías con el Profesor Birch— reclamaba el pequeño niño, con un gesto muy simpático.


—Lo siento Max, es solo que tuve un contratiempo— se excusaba la coordinadora con una risa nerviosa.


—¿Un contratiempo de más de 4 horas? — reclamaba el niño, que aún no sabía del estado delicado en el que estaba May.


—¿Les molesta si los acompaño al laboratorio del profesor? — preguntaba el investigador seriamente.


En ese momento lo que quedaba de conciencia en la mente de May, al recordar lo que pasó con Drew, estalló, quebrándola emocionalmente. La coordinadora comenzó a llorar y salió corriendo del centro pokemon esta vez en lugar de huir del peli verde, corría para estar con él.


— ¡MAY!— gritaba el investigador.


— ¡HERMANA!— exclamo el pequeño.


“Tengo que arreglar las cosas con él”, fue lo que único que alcanzó a decir la castaña antes de salir del centro pokemon. El pequeño quiso correr tras ella, pero Gary lo tomó por el brazo y con un simple gesto lo detuvo.


—Suéltame, ¿no viste que estaba llorando?, algo debe de estar mal— cuestionaba muy angustiado el pequeño, en sus ojos se reflejaba la preocupación que sentía en ese momento.


—Tranquilo, ella sabe lo que hace, ¿por qué mejor no vamos con el Profesor Birch? — decía el investigador, sonriéndole al pequeño.



Tanto Gary como Max salieron del centro pokemon, el investigador sacó a su Arcanine de su pokebola, ambos subieron al lomo del pokemon y se disponían a ir rumbo al laboratorio del Profesor Birch. Gary, antes de comenzar su camino, libero a un Pidgey de su pokebola.



—…Ya sabes que hacer— le decía el investigador al pokemon volador, quien alzo vuelo y se fue.



Gary y Max se fueron del lugar sobre Arcanine. En otro punto de la ciudad, una castaña seguía corriendo por las calles, buscaba al chico peli-verde pero sin éxito alguno. Después de un rato, la coordinadora llegó al punto donde se separó de Drew, pero desgraciadamente no lo encontró, rindiéndose.



— ¿Dónde estarás? — se preguntaba la chica, caminando hacía un pequeño lago que estaba en la ciudad.



May llegó al lago, era un lago muy hermoso, pero eso no le importo a la chica, se sentía mal consigo misma, debido a que había tratado pesimamente a Drew, mientras que él no tenía la culpa de nada. Mientras pensaba con cara de preocupación, pudo visualizar a cierto joven coordinador de ojos esmeralda, que estaba sentado en la orilla al lago sin hacer nada. May se acercó lentamente, a pesar de que se sentía mal, seguía teniendo temor de que Drew, al verla, tuviera un arranque de furia.




—Drew… — decía temerosamente la castaña, pero perdió el temor cuando se dio cuenta que el joven estaba llorando y con su mirada perdida en el suelo.




—Aléjate de mí May— respondía con un nudo en la garganta el coordinador —no quiero hacerte nada otra vez— al decir esto, comenzó a llorar más aún.



La castaña se acercó más aún, hasta el punto de pararse justo enfrente de él. La chica comenzó a acariciar el cabello del coordinador, esperando consolarlo.



—Drew, te pido perdón, te he juzgado mal— murmuraba la chica.


—May, yo no sé qué demonios me pasa, yo no quería hacerte daño, pero…— no termino de decir nada porque recibió un abrazo por parte de May.


—Tranquilo, yo sé lo que te pasa— decía la joven —sé que tienes impulsos de agresividad sin razón aparente— May trataba de tranquilizar al joven.


—Yo… no sé lo que me pasa, y no es sólo contigo, también con mis propios pokemon, con la poca gente que conozco, a la menor provocación, pierdo la razón y es como si el enojo me nublara la mente— expresaba el coordinador, muy dolido por los actos que hizo —May, creo que me estoy volviendo loco— comenzaba a llorar profundamente desde su corazón.


—Escucha Drew…—



May le conto lo dicho por Gary, y también le pidió disculpas por tratarlo de esa manera.



—May, ¿estas segura que es por eso que estoy así?— preguntaba el peli verde, ilusionado por tener una respuesta.


—Lo siento Drew, pero no estoy del todo segura, para eso te tienen que hacer algunas pruebas— explicaba la castaña con una cara apenada por no poder complacer al coordinador.


—Creo que lo mejor será ir con Gary, pero antes de eso…May, perdón por todo lo que te he hecho, no te diré que cuando te hice eso no estaba enojado, pero yo nunca me atrevería… a golpearte, May…yo... te….amo— decía el peli verde muy sonrojado pero con ojos de angustia que veían directamente a los de la chica.


—Drew… yo… perdoname, pero yo no siento…— fue interrumpida, en su rostro se notaba estar apenada.


—Lo sé May, también sé quién es esa persona de quien tu estas enamorada, sólo te lo confesé para que supieras eso que nunca te pude decir aquella ocasión en Jhoto— no podía estar más desilusionado.


—Yo no siento amor por ti Drew, pero, podemos ser grandes amigos si tú quieres— decía mirando el cielo.


—Claro que si May, eso me alegra…— de repente la mirada de Drew cambio a una algo tenebrosa —Demonios mi cabeza…huye de aquí May— ordenaba el coordinador, sujetando su cabeza ya que sentía un enorme dolor.


May se encontraba paralizada, sabía que el chico iba a sufrir un impulso agresivo, si ella no huía del lugar, Drew podría dañarla…

Continuara…

 

Recapitulando:
—Claro que si May, eso me alegra…— de repente la mirada de Drew cambio a una algo tenebrosa —Demonios mi cabeza…huye de aquí May— ordenaba el coordinador, sujetando su cabeza ya que sentía un enorme dolor.


Capitulo 6.- ¡Hasta pronto y Hola!


Drew seguía tratando de controlarse para evitar dañar a May, quien no supo como reaccionar ante esa situación, desgraciadamente llegó el punto en el que Drew no pudo más.

— ¿Cómo pudiste cambiarme por ese niño?— cuestionaba el peli verde, con esa cara de furia muy conocida por la joven coordinadora.
—Tranquilízate por favor Drew— ordenaba la castaña retrocediendo sin darse cuenta hacía el lago, mientras veía como el chico se acercaba a ella lentamente.
—Yo te trate de la mejor manera posible, te apoye durante el viaje en Johto, te cuide de los que te querían deñar, y así me pagas ¡ERES DESPRECIABLE!— el chico se encontraba casi enfrente de May, la miraba con mucho desprecio, pero May sabía que no era culpa del joven.

La castaña se encontró en una situación muy difícil, por una parte quería apoyar a Drew por su problema, pero por otro, le temía por la agresividad que lo poseía. Por tanto, solo se le ocurrió una cosa que hacer… corrió a los brazos del coordinador y lo abrazo con todas sus fuerzas para tratar de hacerlo reaccionar.

— ¿Qué demonios estas haciendo?— preguntaba el joven, mirando a la chica aferrada a su cuerpo
—Drew por favor cálmate— se notaba en su cara el sufrimiento que sentía.
— ¡SUELTAME!— ordeno el coordinador, tratando de sacarse a la castaña, quien batallaba para no soltarse, aunque fue casi imposible.

En un solo movimiento, Drew se quitó a May de encima tirándola al suelo, la chica estaba desesperada, no tenía salida, el peli verde había perdido el control. Justo cuando se acercaba el joven para desquitar su enojo con la chica, apareció un hombre alto y de edad mediana enfrente de la coordinadora, evitando que el chico siguiera avanzando.

— ¡Papá! — exclamo la chica al ver a ese hombre que la defendió.
—Drew, como te atreves a tratar de golpear a una chica y más a mi hija… poco hombre— decía Norman, con un tono desafiante y con la mirada firme ante el chico.

El joven estaba segado por el enojo, al ver que Norman lo retó, se abalanzó sobre el para tratar de derribarlo, pero, obviamente no le pudo hacer frente al líder de gimnasio que tenía mayor fuerza física. Viendo que no se detendría y que comenzaba a atacarlo, Norman se preparaba para ponerlo en su lugar, pero sintió cómo unos brazos trataban de detenerlo por la espalda.

—Por favor papá, no le hagas daño, no es su culpa estar así— pedía la castaña con lágrimas en los ojos y una voz quebradiza, estaba abrazando a su padre por la espalda.
—Hija…— la miraba con duda, Drew estaba apunto de atacarla, y aún así lo estaba defendiendo.

Al ver la reacción de su hija, decidió dejar a Drew. Soltó al coordinador, volteándose para consolar a la chica, sin embargo, cometió el error de darle a Drew la espalda estando este tan enojado. El chico, al ver que con su simple fuerza no podría hacer nada, sacó a Flygon de su pokebola.

—Flygon usa hiperrayo sobre él, ahora— ordenó gritando el coordinador, quien aún seguía estando furioso. Su pokemon titubeo un poco, no era muy normal en el coordinador ordenar esa clase de cosas, pero finalmente lo hizo, atacó a Norman. Nadie se esperó que el coordinador hiciera eso.

May se dio cuenta que se acercaba el hiperrayo. Teniendo a Norman enfrente de ella, lo empujo a un lado, recibiendo ella el hiperrayo directamente en su pecho. El peli verde observo que había fallado, de repente desapareció toda su furia, cayendo en una enorme desesperación… había dañado a uno de sus seres más preciados en la vida.

— ¡MAY! — exclamo el hombre, viendo como su hija se desplomaba al suelo después de recibir el ataque.

Norman corrió a auxiliar a su hija, ahora el que estaba furioso era el líder de gimnasio, veía con sorprendente odio a Drew, quien se encontraba arrodillado viendo el suelo y llorando crudamente. Sorprendentemente, la chica comenzó a abrir los ojos, parecía imposible, pero había sobrevivido al hiperrayo de Flygon.

— ¿Cómo?... — se decía Norman, observando que la chica no había recibido el ataque, en su ropa no se notaba algún rastro del hiperrayo, todo gracias a un Pidgey, que se cruzo en el camino justo antes de que impactara contra la castaña, haciendo que ella solamente cayera al suelo, desgraciadamente el Pidgey estaba muy herido, yacía flotando en el lago, al parecer salió volando con el ataque, era una imagen muy triste.

Drew seguía lamentándose, aún lloraba muy angustiado. La joven se puso de pie y caminó rumbo al peli verde, Norman trato de evitarlo sujetándola del brazo, pero la chica se soltó evadiendo a su padre y continúo su camino. Cuando llegó a donde Drew, se arrodillo para estar a su nivel, y con una gran sonrisa y calidez le dijo.

—Drew, ven conmigo, yo te ayudare…—

El chico, la observo detenidamente, y sólo atinó a abrazarla, pero aún con un llanto tremendo. Norman recogió al Pidgey del lago, tal parecía que solo estaba herido. Finalmente todos fueron al Centro pokemon. May estaba feliz ya que había arreglado las cosas con Drew pero un poco consternada por lo sucedido, el coordinador estaba muy confundido, caminaba sin emitir ninguna palabra, estando su mirada fija en el suelo y Norman cargaba en brazos al Pidgey debilitado.
En el centro pokemon, Norman dejó al Pidgey, Drew parecía haberse tranquilizado ya que a pesar de no actuar cómo era él, ya no lloraba. Unas horas mas tarde llegaron tanto Gary como Max al centro pokemon, quienes esperaban encontrar a May.

— ¿Hermana estas bien? — decía el pequeño, muy preocupado por su hermana.
—Claro que si Max— con una sonrisa que irradiaba mucha felicidad lo cual tranquilizo a todos los presentes.
—Que bueno, me preocupé por nada… ¿papá que haces aquí? — sorprendido por ver a su padre en el centro pokemon, pero a la ves feliz, cómo todo niño al ver a su padre.
—Verán…

Durante un largo rato se quedaron platicando en el centro pokemon, Gary le platicó a Drew sobre los hallazgos que encontró el profesor Birch sobre lo de su problema con la agresividad, al parecer no afecta en su salud, pero descubrieron que no sólo lo hace enfurecerse, sino que ademas tiene aleatoriamente mucho cambios de emocionales, como si fuera bipolaridad, desgraciadamente aumentaría si no se trataba, al igual que en su Roserade, por lo tanto decidió irse a Sinnoh con Gary para que lo analizaran, no sin antes tener una última platica con la castaña. May y Drew salieron del centro pokemon para platicar a solas. Se acercaron a una banca que se encontraba por el lugar, y ambos se sentaron.

—May, estoy avergonzado de mis actos…— decía el coordinador, con la mirada perdida.
—No te preocupes Drew, ahora sabes cual es el motivo de tu comportamiento, deberías de alegrarte un poco, ya que no te estas volviendo loco— comentaba la castaña con una gran sonrisa, la chica trataba de tranquilizar el ambiente.
—Tienes razón, sólo una cosa May… tal vez somos amigos, pero... ambos somos coordinadores, así que ten en cuenta que la próxima vez que nos veamos, probablemente sea para competir, y... no pienso perder— sonreía ligeramente, pero con gran optimismo e ilusión.
—Yo tampoco pienso perder Drew, daremos lo mejor de nosotros…— levantándose de su asiento, y extendiendo su mano para que el peli verde la estrechara.
—Seguro…— incorporándose y estrechando la mano de la castaña.

Un poco mas alejado del lugar, la voz de un chico se escucho llamando a alguien.

—Drew ya tenemos que irnos— exclamó Gary, tal parecía que ya era hora de que se fueran a Sinnoh.
—Esta bien… Hasta pronto May…— dándose la vuelta caminando rumbo a con el investigador.
—Hasta luego Drew…— pensaba la castaña, mirando cómo se marchaba el coordinador.


Ambos se despidieron de todos, después caminaron rumbo al puerto para irse a Sinnoh. Justo en ese momento, una enfermera Joy salió del centro pokemon con Pidgey en sus brazos.

—Sr. Normas, aquí esta el Pidgey, es fascinante, nunca había visto uno de este color tan extraño— amablemente trataba de entregarlo al líder de gimnasio.
—O lo siento enfermera, pero ese Pidgey no es…— fue interrumpido ya que el Pidgey era regresado en una pokebola por parte de Max.
— ¿Qué?... Max, ¿ese Pidgey es tuyo? — preguntaban muy asombrados tanto May cómo Norman.
—Si, es un regalo de Gary, el fue quien mando a este Pidgey a cuidarte May, después de mandarlo me dio la pokebola y…—



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—Max ten esta pokebola— pedía el investigador al pequeño.
— ¿Para que me das esta pokebola Gary?— preguntaba el niño, con un gesto de confusión, el sabía que aún no tenía la edad para tener un pokemon.
—Ash me platicó que te prometió tener una batalla con él, así que te servirá entrenar con un pokemon antes que la batalla llegue, por cierto, esta pokebola es de un Pidgey, lo reconocerás porque es de un color diferente a los demás, a decir verdad, esa clase de pokemon son algo raros de encontrar— sonreía el joven, para Max fue un gesto muy noble de su parte.
—Gary pero yo no tengo edad para tener un pokemon— explicaba con un poco de pena Max.
—A mi parecer, la edad no importa, siempre y cuando quieras y cuides a tu pokemon— entregaba finalmente la pokebola en la mano al chico.
—Gracias…— decía el pequeño, guardando la pokebola en su bolsillo.

//////////////////////////////////////////////FLASHBACK////////////////////////////////////////////////////////////


—Que gran gesto por parte de Gary, espero que trates bien a ese Pidgey Max— comentaba Norman a su hijo.
—Lo hare— murmuraba entusiasmado.
—Creo que lo mejor es volver a casa, han sido muchas emociones por hoy ¿no creen? — cuestionaba la castaña, ahora más feliz porque recordó lo que ocurriría en 4 días mas.
—Si volvamos…— comenzando a caminar.

Los 4 días pasaron rápidamente para la chica. El tercer día les pidió a sus padres permiso para ir a Kanto, a lo que ninguno de los dos se negó. La mañana del día 4, era una mañana despejada, había buen clima para viajar. La castaña se despertó y apresuradamente se arregló para salir, tan rápido como nunca, ahora cambio su vestimenta un poco, básicamente era el mismo estilo de ropa, sólo que ahora tanto su pañoleta y su blusa eran de color azul. Tomó sus pertenencias y su riñonera, bajó apresuradamente para desayunar, se despidió de sus padres y salió casi corriendo de su hogar. Ella ansiaba ir a visitar al joven azabache. Después de un rato de caminar, llegó al puerto donde tomaría posteriormente, el Ferry a la región de su gran “amigo”.


Por su parte el entrenador, que ya había terminado sus asuntos en pueblo paleta, despertaba lentamente en la cama de su habitación, se cambió con su ropa característica, y decidió ir a desayunar. Su madre ya lo esperaba en la cocina, le preparo un delicioso almuerzo, que gustosamente disfrutó el azabache.

—Vaya mamá, lo que mas extrañé de ti, fue tu deliciosa comida— comentó, antes de devorar otro poco de su almuerzo, a lo que Delia solo contesto con una sonrisa.
— ¿Ash, ya decidiste que vas a hacer ahora que terminaste en Sinnoh?— preguntaba, muy curiosa Delia.
— Por el momento no, pero en unos días más iré a Hoenn para una competencia, mmm ahora que lo dices, hoy vendrá May a visitarnos— decía el azabache, que sorprendentemente ya había terminado su comida.
—Dirás a visitarte, no creo que venga a verme a mi— sonreía pícaramente al entrenador, este solo sonrió levemente y se dispuso a ir a recibir a la castaña al puerto de Carmín.
—Nos vemos luego mamá voy a ir a Ciudad Carmín a esperar a May— explicaba el entrenador, apunto de salir de su hogar.
—De acuerdo, los estaré esperando con una deliciosa comida— decía Delia con una gran sonrisa cómo siempre.

El entrenador salió y caminó para tomar un autobús que lo llevara lo más pronto posible a Ciudad Carmín para encontrarse con su amiga de Hoenn.

Continuará…

Bueno, aquí esta la continuación, creo que ya no tendre problemas con Drew =D. Estaré muy ocupado esta semana para hacer la continuación que sigue, así que probablemente la conti la tenga dentro de unos 3 o 4 dias. Gracias Iron Maiden por explicarme que es OoC, sin cambiar sus personalidades creo que sera un gran reto juntar a May y a Ash, lo cual me agrada, hara más interesante escribir el fanfic =D.