Harry Potter El mejor susto de su vida. [Ron&Hermione]

El mejor susto de su vida ​

Abrió la puerta de su departamento y entró con pesadez. Encendió las luces y miró a su alrededor, había algo raro en el ambiente. Colgó su abrigo en el perchero y fue a la cocina por algo para tomar. Luego de un agotador día trabajando sin parar su hambre y su sed no habían hecho otra cosa más que crecer. Todo había sido muy aburrido, su novio y su mejor amigo no habían ido, y tuvo que aguantar a la tonta de Pansy Parkinson hablándole todo el día acerca de su nuevo novio. ¿Por qué tenía que trabajar justamente con ella en la oficina? Era una insoportable, y le parecía que era sorprendente que ella pudiese tener novio con lo hueca que era.


Cansada, se dirigió a su habitación para dormir un poco. A la noche tenía que ir a la Madriguera a ayudar al señor Weasley con su ensayo sobre las utilidades del patito de goma. Cuando hubo entrado a su habitación, las luces se prendieron sorpresivamente y Ron Weasley saltó sobre ella gritando:


—¡Sorpresa, Hermione!


Su corazón comenzó a latir con fuerza y sus ojos cerraron mientras caía hacia atrás. Se había desmayado del susto. Ron la observó asustado y se agachó a su lado, palmeándola la cara para ver si despertaba. Imposible, ¡había matado a su novia! Asustado por lo que le había hecho, la levantó suavemente y la llevó a su cama, dejándola tendida. Se recostó a su lado, observándola con cariño hasta que despertó. Los ojos de la chica se abrieron lentamente para encontrarse con el pelirrojo a su lado.


—Tú… ¡Por los calzones de merlín, casi me matas del susto! —Hermione se levantó bruscamente, fulminando con la mirada a Ron—. Podrías haber llamado, te enseñé bien a usar el teléfono…


—Es que quería hablar lo más pronto posible contigo. Estaba pensando que yo… bueno, eh…— Ron estaba nervioso, pues su orejas se tornaron rojas y comenzó a tartamudear.


—¿En que eres un tonto por asustarme de esa manera?


—¡Oye! Bueno… viéndolo desde cierto punto, sí, soy un tonto malhumorado; pero un tonto malhumorado que quiere casarse contigo—. Miró a los ojos a Hermione y notó que estaba totalmente sorprendida—. Estuve pensando que yo te amo, te amo demasiado, y nuestra relación ha durado mucho tiempo, así que creo que es hora del gran paso. ¿Quieres ser mi esposa, Hermione?


Ella se quedó viéndolo con una débil sonrisa en el rostro. No podía creer lo que oía, jamás pensó que ese día llegaría; ¡ella se casaría! Llorando de la emoción, asintió suavemente y se inclinó para besar a Ron. Ambos se abrazaron y luego se separaron. Conmocionada, Hermione se acurrucó al lado de su prometido y susurró:


—Eres un idiota, esta es la forma menos romántica de pedirle a alguien casamiento ¿sabes?


—Es que estaba desesperado por decírtelo. Seré un idiota, futura señora Weasley, pero usted me ama—. Y riendo volvió a besarla con pasión. Por fin estaría con la mujer que siempre había querido.