El loto de Hoenn

3-Decisiones y regalos


El polvo que había levantado el combate se disipa junto con la presencia de aquel muchacho misterioso que atacó sin previo aviso a Ren y a Emi, dejándonos con una escena digna de cualquier historia de drama; ambos, arrodillados en el piso con rostros que reflejan fielmente cada pensamiento que punza en sus mentes. El silencio se vuelve incomodo, Ren logra salir de su estupor y entiende que debería hablar con Emi, pero se contiene de hacerlo al no tener la menor idea de que decir en esta situación, hoy, aquella niña que solía sonreír siempre, se muestra triste, confusa y perturbada por lo que pasó en esta batalla, pero en un instante, de la nada, se levanta y dice:
―Ok, ¡supongo que tengo que mejorar!―dice sonriendo― Hey Ren, ¿que te pasa? ¿Te sientes bien, por que esa cara? Pareciera que haz visto a un gengar jajaja.
―E-e-e estoy bien, y tu ¿Cómo estas?― dice nuestro amigo sorprendido por ese curioso cambio de actitud.
―Me encuentro excelente, aunque mi treecko no tanto, lo llevaré a casa a descansar un poco y luego partiré, creo que deberías hacer lo mismo, tu torchic se ve muy agotado a pesar de ser un pokémon muy valiente.
―Sabes, yo siento mucho que el no me halla obedecido, si lo hubiera hecho tal vez treecko no estaría…
―No te preocupes―lo interrumpe― después de todo fue el primer combate para ellos dos, y ese muchacho parecía tener mas experiencia que nosotros, estoy segura que nos volveremos fuertes con este viaje, después de todo, es el camino que elegimos y no podemos retirarnos solo por fallar a la primera.
Es increíble, incluso la chica que parecía tan perturbada por lo que ocurrió hace un momento, ahora se muestra decidida y dispuesta a seguir avanzando.
Ren mira a su pokémon levantándose por su propia cuenta y piensa en el mismo como alguien patético, lo hace volver a su pokeball, y se dispone a volver a su casa para darle un descanso a torchic y pensar con claridad si es apropiado iniciar su viaje, luego de que Emi lo despidiera con una gran sonrisa sosteniendo en brazos a su pokémon debilitado.
Al regresar a casa se encuentra solo con su hermano, ya que su madre, Loren, había salido a hacer compras para su viaje. Asahi se encuentra en el patio de su casa entrenando con su blaziken y su gallade, se acerca a Ren al verlo llegar, con la intención de enterarse como le fue:
― ¿Quién demonios se cree ese mocoso para hacer tal cosa? ¿Acaso piensa que el tener más conocimientos le da derecho de hacer eso? De cualquier modo, creo que se de quien se trata, si es quien pienso su nombre es Ryusei, aspirante a ser miembro de el Loto de Verano, lo se porque estuvo asistiendo a clases para cadete, las mismas en las que doy algunas lecciones.
―Pues a mi no me calló nada bien, nos tomó por sorpresa a Emi y a mi― murmura Ren
―No le des tanta importancia, tómalo como una lección mas, si lo piensas, situaciones como estas son las que forjan el carácter de un gran entrenador… Y cambiando de tema, ¿recuerdas que te dije que te daría algo? Pues aquí lo tengo…
Pareciera que todas y cada una de las dudas que rondaban en la fértil mente de Ren se aquietan al observar lo que su hermano sostiene, frota sus ojos para descartar la idea de que esto solo fuera un sueño o una ilusión generada por su cansancio mental, ¿el le esta dando semejante regalo? ¿El es el mismo hermano al que por tanto tiempo creyó malvado? Es increíble para el, no puede salir de su asombro, ¡Es un huevo pokémon!
―Lo se soy genial ¿no?, anda ¿lo quieres o no?―le dice con picardía
―Claro que si, gracias, no se que decir, ¿pero crees que estoy listo para esta responsabilidad?, es decir, recién empiezo a entrenar y ya tengo que criar a un huevo, además no soy para nada fuert…
―No seas idiota munchi―dice poniendo su mano en la cabeza de Ren― si no lo estas ahora, pronto lo estarás, este huevo es de uno de mis campeones, pero no te diré de cuál, averígualo por ti mismo.
Lo único que se le ocurre hacer a Ren es abrazarlo, no importa de que pokémon sea, es un gran regalo que viene de el y se compromete interiormente a dar su mayor esfuerzo para cuidarlo y entrenarlo. De pronto, en esta escena cargada de agradecimiento y cariño, reflejada en un abrazo entre hermanos, se escucha el sonido de una cámara fotográfica:
― ¿Pero que…?
―Oww se ven tan tiernos así abrazados―dice su madre sosteniendo su cámara de fotos
― ¡Mamá dame esa cámara!―se abalanza Asahi sobre ella pero logra esquivarlo
―Vamos, vamos, no se la mostraré a nadie, será un recuerdo solo para mi―afirma guiñando un ojo― Ren, ya compré lo necesario para tu viaje, en el refrigerador están las viandas preparadas para ti, iré a buscarlas.
―Ok muchacho, aquí esta tu mochila, lleva el huevo con cuidado y no te vallas a caer sobre el, con tu peso es seguro que lo romperías jajaja
―No te preocupes, lo cuidaré bien―sonríe de oreja a oreja
―Muy bien Ren aquí esta tu vianda y algo más, en lo posible trata de pasar la noche en centros pokémon o cabañas para entrenadores jóvenes, evita pasarla en el bosque, algunos suelen ser peligrosos―dice Loren al borde del llanto.
― ¡Mamá no llores! su pokémon está con el, y parece ser fuerte a pesar de ser algo desobediente… A, lo olvidaba, este es mi portamedallas, úsalo y tal vez te de suerte, deberías ir al gimnasio de ciudad Férrica primero, ahí esta Petra.
―Recuerda que esperamos tus llamados siempre― dice Loren llorando
―G-g-gracias hermano, gracias mamá, ―se compunge al ver a su madre en tal estado ― intentaré llamar cada vez que tenga oportunidad, ¡hasta la vista!
Y así es como inicia su viaje, mochila, un futuro nuevo pokémon y su torchic un tanto bastante renuente. Ren no tiene idea de lo que verá más adelante, pero por el momento no piensa dejar que sus miedos lo detengan, al menos, con ese pensamiento quiere mantenerse.

 

4- ¿Mi primera captura?

Un nuevo escenario aparece para nuestro pequeño amigo, esperó por esto casi desde el momento en que supo que era un pokémon. Las hojas de los arboles se mueven al ritmo aleatorio que la brisa de primavera les marca, los sonidos de la maravillosa fauna pokémon se perciben en cada copa de árbol y en variados arbustos que sirven de cobijo a especies tímidas.
Ren camina por este bosque aferrado al huevo que recibió y a su compañero Torchic que lo sigue por detrás, mientras que su curiosidad distintiva empieza a manifestarse sobre el resto de sus cualidades:
―Me pregunto que pokémon estará dentro de este huevo, según recuerdo el equipo campeón de Hoen de mi hermano es Blaziken, Salamence, Lucario, Metagroos, Gallade y Absol, este último le costó la cicatriz de su pecho el capturarlo, ¿sabes, Torchic? es la captura que más relata con orgullo. Su equipo siempre llamó la atención, porque tanto Lucario como Gallade no son comunes por esta región, a Lucario lo encontró abandonado siendo un Riolu en uno de sus viajes a Sinoh, y Gallade fue un Ralts que atrapó en el bosque al que nos acercamos. Pienso que seria genial tener un Riolu o un Bagon en el equipo, o quizás un Beldum que luego se convertirá en un Metagros pateatraseros. Pero tendremos que esperar un poco más para saber de que pokémon se trata. Por cierto, tu no te preocupes, se que no confías mucho en mi, pero te juro que entrenaremos duro para ganar cualquier combate que se nos ponga enfrente.
Torchic lo sigue por detrás, esta vez escucha lo que dice su entrenador, las personalidades pokémon pueden llegar a ser incluso más complejas que las humanas, parece haberse recuperado de los magullones que se ganó en el encuentro con el Mudkip de Ryousei pero en cambio, lo que parece no haberse curado es su orgullo al no poder ponerse al nivel en esa ocasión.
―Aa, creo que es un buen lugar para comer algo, ¿no crees Torchic?― este mira para otro lado―Emm Torchic, aún no acordamos ponerte un mote, estaba pensando en algunos geniales que te quedarían de perlas, pero que tal si…
De pronto, se dan cuenta de que la comida se empieza a mover por si sola, eso es raro, la comida no se mueve sola, ooh esperen, ¡ya entiendo!
―Torchic, ¡es un ralts! Está usando psiquico para robarse la comida, ¡Atrapémoslo!
Torchic se levanta con entusiasmo de donde se había acomodado, dispuesto a reivindicarse como pokémon rudo.
―Torchic ¡usa ascuas en Ralts!
Este lo obedece, pero Ralts usa teletransportación y aparece justo sobre torchic esquivando su ataque, y al caer lo golpea en la cabeza, lo cuál cabrea a nuestro amigo emplumado, Ren vuelve a pedirle a torchic que ataque, esta vez usando picotazo, Ralts intenta esquivarlo pero Torchic se anticipa y logra golpearlo, quedando él también confundido por el ataque.
―Es fabuloso ¡Se debilitó! ¡Ya tengo un Ralts!
Busca en la mochila desesperadamente una pokeball, vuelve a buscar, se desespera buscando, pero ahora lo recuerda, nunca le pidió pokeballs al profesor Abedul, Ralts se vuelve a levantar como quien aprovecha un tumulto de gente para evitar pagar el boleto, y huye teletransportandose, Torchic sale de su confusión solo para darse cuenta del error de su entrenador, y así clavarle la mirada más fría que cualquier persona o pokémon podría haberle clavado a nuestro amigo en sus cortos años de vida.

 

5- Destino de loto- Parte I

Mientras nuestro joven amigo busca una forma de salir de su predicamento, un combate feroz se desata en las cercanías de ciudad Férrica... Se revela un héroe de cabello alocado y semblante presumido, que intenta detener a un malhechor junto a su fiel compañero pokémon:

― ¡Eevee cola de acero!
― ¡Drapion esquiva y usa tijera x! - ordena a su pokémon el maleante.

El pequeño pero decidido Eevee intenta golpear a ese siniestro pokémon pero este lo toma por el cuello con su aguijón, teniéndolo cerca, Drapion lo golpea con su poderoso Tijera x, Eevee no puede eludir el ataque y es arrojado hasta los pies de su entrenador el cuál levanta la vos contra su contrincante:

― ¡Desgraciado! Te conviene entregarte y devolver lo que robaste, los oficiales no tardan en llegar, terminarás encerrado elijas lo que elijas.
― ¿Entregarme? ¿Tú me estás exigiendo eso? Mira a tu pokémon, solo estas en condiciones de pedir piedad según lo que veo. Además, mi fidelidad con el Equipo Zodiaco me demanda cumplir con mi misión.
― ¡Jah! ¡Maldito! No me importa la forma que deba usar, de aquí no pasas, Exeggutor, Arcanine, Alakazam, ¡ayúdenme a atrapar a este sujeto!

Sus pokémon son llevados al combate mostrando una fiereza pocas veces vista en esta región, pero de pronto, frente a estos aparece un pokémon que a sido admirado por unos pocos ojos privilegiados en todo el mundo, se ve amenazante, y dispuesto a limpiar del camino a nuestro héroe y su equipo. Pero ¿que significa esto? ¿Como puede ser posible que tal ser, sinónimo de pureza y de todo lo que es bueno se encuentre luchando a favor de malvivientes?

―El, ee-s- ¡es un Latios! ¿Que quiere decir esto? ―balbucea nuestro campeón
― Es exactamente lo que ves, es mi aliado― dice una nueva voz, haciéndose visible en el aire― vamos, ataca primero, no es mucha ventaja pero al menos es algo.
― Hey Gemini deja de bromear, ya es hora de que volvamos
―Por favor Escorpio, tu siempre tienes toda la diversión, solo déjame hacer un movimiento...
― Nada de eso, ¡Drapión vuelve! Ya estás metiendo la pata al hacer visible a Latios, te dije que me levantes en el aire con el, así daría un aire de misterio. Pero ahora arruinaste nuestra salida de película, ¡cerebro de Slowpoke! Déjame subir y larguémonos que ya me dio hambre.

― ¡No será así! Alakazam psíquico, Exeggutor hojamágica, Arcanine velocidad extrema.

La onda psíquica de Alakazam toma a Latios directamente, aturdiéndolo hasta el punto de no poder percatarse de la embestida proporcionada por Arcanine. Las hojas mágicas impactan en Latios como un viento recio que amenaza con derribar arboles de macizas raíces. Nuestro héroe muestra una leve sonrisa de satisfacción al tener el presentimiento que tantos ataques consecutivos fueron más que suficiente para acabar con aquel pokémon, pero su expresión cambia en un instante al alcanzar ver, luego de que se dispersa el polvo del combate y las hojas del movimiento de su compañero, que no solo Latios sigue en pie, sino que no parece haber recibido un solo ataque.
En medio de su estupefacción y sorpresa, solo atina a abrazar con firmeza a su Eevee que permanece debilitado en sus brazos. Gemini decide su movimiento:

―Latios, ¡enfado!....

 

6- Destino de Loto- Parte II

Las historias épicas relatan combates reñidos por héroes armados con determinación, valentía y fiereza saliendo siempre victoriosos por su fuerza o inteligencia, sin duda los relatos aún más épicos cuentan como estos mismos héroes, al no ser capaces de pasar un desafío, encuentran la forma de hacerlo frente a cualquier adversidad u obstáculo.
Hoy nuestro campeón se encuentra en una situación similar, frente a un rival no esperado preparando uno de los movimientos más temibles dentro de los tipo dragón.

―Latios, enfado...
―No creí que fuera necesario, pero esta vez necesitaré tu ayuda, Charizard, ¡Yo te elijo! ―dice lanzando la pokebola

La pokebola es lanzada hacia el campo de batalla cortando a su paso el aire tenso que casi se puede palpar en estos momentos.
Charizard es llamado al campo y hace su aparición lanzando un rugído que logra oirse hasta un bosque cercano. Latios se avalanza sobre Charizard, embravecido por el efecto de tan letal movimiento, Charizard apenas puede detenerlo con sus brazos forcejea con este un momento:

―Ooh parece que tu pokémon tiene potencial, ¡mira que detener un movimiento así de mi Latios! Nada mal para un pokémon que no es tipo dragón...
― ¿Con quien crees que te enfrentas? Soy el mejor entrenador pokémon de la región de Kanto, solo hay un entrenador que puede compararseme, ¡no tienes idea de la mala suerte que tienes! Charizard demostremosle que aprendiste en el monte plateado, ¡Usa garra dragón!

Charizard hace retroceder a Latios y levanta vuelo para preparar su movimiento, pero el furioso dragón lo persigue hasta el aire.
Sus garras comienzan a resplandecer con un color azul intenso, caracteristico de ese movimiento, lo curioso parece ser que sus alas también resplandecen en este color, algo no propio de garra dragón, Latios no parece estar preocupado por el movimiento que su oponente le tiene preparado y se aproxima con gran velocidad hasta él para embestirlo.
Ambos ataques chocan estrepitósamante enviando una onda expansiva hasta los lejanos suelos donde sus entrenadores se encuentran. Es increíble, pero ninguno de los fieros oponentes lucen afectados.

― ¿Que demonios es ese pokémon? Charizard esquiva como sea cada una de sus embestidas, ¡mantente lejos de él! ―Indica nuestro héroe

Latios sigue bajo el efecto de enfado, y no parece caer en confusión (efecto secundario de este movimiento).

―Bien Latios hazte invisible y ve por él― Ordena Gemini
― Charizard usa lanzallamas ¡impide que desaparezca!

El pokémon desaparece, esquivando el lanzallamas, unos segundos transcurren hasta que la verdadera intención de Gemini se revela junto con Latios, busca atacar a Green, nuestro héroe. Lo último que alcanza a ver es a un pokémon que se dirige a gran velocidad hasta el, momentos después es golpeado de lleno por la furia de este pokémon y arrojado hasta unos arbustos frondosos de un bosque cercano. El resto del equipo de Green, menos Charizard e Eevee, son capturados por Escorpio con redes de acero que generan una corriente eléctrica y paralizan a estos pokémon hasta debilitarlos. Charizard se arroja en picada al ver tal situación pero es detenido por una embestida de Latios y cae desplomado al suelo.

― ¿Que dices? ¿A este también nos llevamos? ―Pregunta Escorpio.
―No tenemos mucho tiempo con estos bastará usa las pokebolas de secuestro en ellos y vayámonos, el resto de El Loto de Fuego no tarda en llegar.
―Hey Gemini, ¿No crees que se te fue la mano?
― Si es tan rudo como se cree ser, probablemente no... Latios ¡Vámonos!

Nuestro héroe fué arrojado junto con su Eevee en brazos hasta unos arbustos, y Charizard se encuentra debilitado en el suelo, los malhechores logran escapar con un gran botín entre sus tramposas manos.
¿Cuál será el estado de Green? ¿Por qué los refuerzos no llegaron para evitar esto? ¿Que logró robar el Team Zodiaco? Y más importante aún ¿Quienes son y que buscan?



Bueno emm, acá esta la segunda parte de este combate, si es que la esperaban, con total libertad díganme lo que les parece.