El lado oscuro de la amistad

El lado oscuro de la amistad

Ohayo… aquí se presentan Yeska (azula uchiha) y Yami (Gucci) con un fics creado y escrito por las dos…esperamos que les guste y que nos den consejos para mejorar
Sin más que decir aquí nuestro fics:

El lado oscuro de la amistad.​

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Capitulo1: La nueva.

La mañana estaba nublada, aquellas nubes grises amenazaban con dejar caer la lluvia en cualquier momento…Las calles estaban más deshabitadas que de costumbre, aunque faltaba muy poco para que eso cambie.
Una chica de cabello azabache muy lacio hasta la cintura con ojos de igual color y unos labios rosa con un brillo natural y de un buen cuerpo, caminaba por la acera en dirección al Colegio Central sin mirar a sus alrededores…

-Apresúrate o llegaremos tarde- Decía un chico de ojos azul marino y con el cabello completamente desordenado de un brilloso azul oscuro, con un pearsing en el labio inferior, dándole así un toque rebelde y extremadamente atractivo
-No será la primera vez Ryo- Le respondió una chica de cabello azabache alzado en un rodete con ojos de igual color y piel muy pálida y frágil, con unos labios rojos como si estuviesen pintados y de muy buena figura que caminaba a su lado.

La oji azabache se detuvo frente a un ancho edificio de 5 pisos el cual tenía un gran cartel que decía: “Colegio Central de Tokio”…Mientras caminaba por el patio del colegio observo un gran árbol muy fuerte e antiguo.

-Ese árbol se me hace familiar-Susurraba suavemente la de cabellos negros viendo intrigada el árbol ya que habían cosas de su pasado las cuales no recordaba ni entendía.
-Ya debes irte a tu clase…que te vaya bien princesita- Escucho decir desde los lejos a aquel joven de mirada azul
-Púdrete-Le respondió la joven que lo acompañaba… Aunque ella le hable de esa forma el es su único y mejor amigo ya que vivía sola porque sus padres murieron hace muchos años y su tutora solo estaba con ella por la gran fortuna que le habían dejado sus padres… Tristemente esa era la realidad

La joven de mirada negra entro al pasillo principal buscando su salón de clase y un poco más atrás iba la peli azabache, con su caminar lento y despreocupado.

-Ese debe de ser-Dijo para sí misma parándose en la puerta del salón- Ohayo…disculpe el retraso-
-Adelante… ¿Tú debes de ser Yeska-san?- Le dijo cortésmente la profesora Izune la cual tiene una mirada marrón penetrante
-Hai...esa soy yo- respondió Yeska entrando al salón.
-Por favor preséntate ante la clase- Siguió diciendo la sensei con una suave sonrisa a lo que la joven miro a todos los alumnos presentes y noto que ninguno tenía el cabello azabache, ella era la única con el cabello así, había de cada color marrones, rubios, rojos y quizás algún otro color fantasioso pero no negro como el de ella.
-Mi nombre es Yeska Ichiritokimo…Tengo 17 años y vengo de Funabashi (*)
-Ohayo-Decía con voz suave pero neutral otra azabache que entraba al salón
-Como siempre la señorita Yami Jigokuno llegando tarde- Siguió diciendo la profesora a lo que la chica pasó y se sentó en su pupitre que estaba junto a la ventana.

-“Al parecer no soy la única peli azabache”-pensó Yeska mirando a la recién llegada- Sensei… ¿Dónde me sentare?
-Ya que Jigokuno-san no tiene compañero te sentaras a su lado-Le respondió la mujer, la joven fue a sentarse sin mirar a su compañera y colocaba la mochila sobre la mesa.
-La revolución francesa…-Dictaba la sensei a lo que entro una suave brisa por la ventana de las peli azabaches asiendo que un mechón del cabello de Yeska se fuera hacia la cara de Yami a lo que ella lo sujeto diciendo:
-Que no moleste por favor-Refiriéndose al mechón y luego lo soltó a lo que Yeska hizo como si no hubiese escuchado nada

-Sensei- interrumpió Yami levantando la mano.
-¿Si?
-Puedo ir a la enfermería…tengo nauseas.
-Claro ve- le respondió la sensei a lo que joven salió pero no precisamente a la enfermería.
-Rayos-levanta la mano- Sensei.
-¿Si Yeska-san?- Decía la maestra mientras la miraba
-He olvidado mi cuaderno con mi hermano… ¿Puedo ir a buscarlo?- Preguntaba cortésmente
-Claro…Jarú-san debe de estar dando clase en el segundo pasillo.

Mientras en el patio del colegio, Yami estaba acostada en la raíz del gran árbol quedándose dormida…
-Te has vuelto a escapar de clases-Le decía un chico de hermoso cabellos rubios con muchos libros en manos
- Vete y déjame dormir-Le respondió la joven aun con sus ojos cerrados mientras el chico se iba.

-Yeska toma tu cuaderno y vete pronto para tu clase- le decía un hombre de apariencia muy joven con el cabello color chocolate con mucho brillo y muy bien cuidado con los ojos color esmeralda.
-Solo he venido por esto- le respondió fríamente agarrando el cuaderno y saliendo del salón pero en su trayectoria hizo un pequeño desvío al patio ya que quería ver de cerca el gran árbol, en donde la peli azabache de cabellos atados dormía plácidamente
Yeska se acerco al árbol mirando intrigada tratando de recordar algo pero le era casi imposible, omitiendo completamente a la joven que descansaba en sus raíces, camino lentamente, hasta que la noto, un poco tarde, había caído sobre ella…

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Aquí se presentan Yeska (azula uchiha) y Yami (Gucci) con la conti de nuestro fics… nos alegramos que les este gustando y sin más demora aquí la conti…

Capitulo 2: Débiles secretos

Había caído sobre la joven dormida, ahora que la veía más de cerca, aquella piel era extremadamente pálida, como si nunca hubiera sido tocada por el sol, muy al contrario a ella, ya que su piel era muchos más viva y tenía algo de color.
-Levántate- Ordeno la joven abriendo lentamente sus ojos negros –Ren- Susurro sorprendida, los ojos de la persona que estaba sobre ella, era idénticos a los de el nombrado, de aquel profundo negro pero con un hechizante brillo morado
-Gomen- Se disculpo la joven mientras se bajaba
-Um- Suspiro suavemente mientras ella también se levantaba y se acomoda el largo fleco que poseía
-Oye ¿Tu me has llamado Ren?- Pregunto con algo de curiosidad la peli negro
La joven se levanto por completo quitándose el pasto que se había pegado a su falda –No, no lo he hecho- Decía con su típica voz neutral mientras se marchaba de allí
-Tsk- La pelinegra la siguió con la mirada –Problemática- Susurro al viento
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Había llegado al patio trasero del colegio, la verdad era que no deseaba entrar en clases, no soportaría estar encerrado con todas esas molestias, especialmente una molestia rubia y de ojos verde oliva, Hinari. Aquella chiquilla tenía algo contra ella y solo por no aceptar ser parte de su secta de plásticas.
-Um- Volvió a suspirar últimamente lo hace mucho, busco en sus bolsillos una cajilla negra –Eres peor que una droga- Susurra mirando la cajilla y sacando de ella un cigarrillo.
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-Ha tardado mucho Yeska-san- Decía la profesa mientras la miraba
-Lo siento, mi hermano tenía cosas que hacer- Se excusaba la linda joven
-Está bien, siéntate- Decía la mujer mientras seguía escribiendo varias cosas en el pizarrón
-Disculpe profesora- Alzo la mano una joven de enrulados cabellos rubios
-¿Si Hinari-san?- le respondió la profesora.
-Yami-chan, aún no ha vuelto ¿Se sentirá bien? o ¿Acaso se ha escapado de nuevo?- Se preguntaba la joven con curiosidad falsa
-Es una buena pregunta Hinari-san- Decía la mujer de ojos marrones –Iré a ver-
-Etto- Decía de nuevo la pelinegra mientras levantaba su mano –Ella está en la enfermería, la he visto camino al salón.
-Ohh… Bueno- Sonría la mujer –Allí está tu respuesta Hinari-san-
Aquella rubia guío sus ojos verdes hasta la recién llegada pelinegra, ahora que lo notaba, era bastante bonita, quizás en el futuro se a una amenaza para ella. Sonrío arrogantemente,
-“esto será muy divertido”-pensó la rubia mirando a la chica.
-Um- Suspiro suavemente Yeska… no entienda porque defendía a esa chica de piel muy pálida, si hace una momento la creía tan problemática, además que le podría importar aquella chica, si la castigaban o no eso no era su problema- Um- volvió a suspirar la peli negra pero esta vez pesadamente- “ será un largo año”-pensó-
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Los pasillos del colegio estaban vacíos, era normal, todo el mundo estaba en clases menos ella, su cuerpo se sentía sumamente pesado y le faltaba el aire, demonios…de nuevo tenía que pasar por eso… se recostó por una de las paredes y fue cayendo lentamente hasta quedar sentada.
-Ryo- Susurro la joven, llamando a aquel joven de mirada azul -¿Dónde estás?- Preguntaba con pesar
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El timbre había sonado, todos pegaron un gran grito de alegría, bueno no todo, aquella joven de largos cabellos negro simplemente permaneció callada. Suspiro suavemente mientras salía sin apurarse del aula para dirigirse al viejo árbol del patio.
Mientras caminaba en dirección a ese gran árbol vio que un chico de hermosos ojos azules y con un genial cabello negro azulado llevaba cargada a Yami en sus brazos la cual estaba desmayada…

-Yami-chan- Suspira suavemente mientras llegaba al gran árbol de lugar donde las hojas servían de sombrillas y el fresco viento no dudaba en pasar por allí. La recostó con delicadeza y la miro, sus cabellos negro encuadraban ese perfecto rostro de porcelana… se fijo en la muñeca de la chica con dolor…aún lo traía, traía esas horribles cadenas…se fijó con más atención y ya que se podía ver una leve inflamación alrededor de dicha cadena.
-Oh- Decía Yeska mientras llegaba –Pensé que no había nadie- Se excusaba de manera neutral pero amable.
-Tranquila- Susurro el atractivo joven de mirada azul
-Ella… ¿Está bien?- Pregunto mientras miraba a la joven, demonios ¿Ahora se preocupaba por ella?
-Hai- Sonreía encantadoramente el joven mientras miraba a la recién llegada causando un tenue rubor rosa en la mejillas de la joven –Su cuerpo es débil, eso es todo-siguió diciendo el chico
-¿A qué te refieres?- Preguntaba la joven mientras se arrodillaba cerca de ellos
-A que su cuerpo es extremadamente débil –Decía en voz baja pero extremadamente atrayente –El sol la quema con facilidad, por eso tanta palidez, no puede realizar ejercicios de resistencia, como correr o jugar un simple partido-
-Ya veo-
- Por cierto…mi nombre es Ryo
-Yo soy Yeska- respondió la joven sin quitarle la mirada a la joven que esta aun desmayada…
Aquella joven empezó a abrir levemente sus ojos para encontrarse con ambos jóvenes -¿Ryo?- Susurro melódicamente
-Otra vez lo has hecho- Reprochaba el joven –Sabes que te hace daño y mucho-
-Claro que lo se- Decía mientras se levantaba – Pero… un poco de dolor no me hará más daño de lo que ya poseo- Susurraba mientras se alejaba de ellos…
El joven suspiro mientras la linda pelinegra la seguía con la mirada, parece que en realidad ellas dos no eran muy diferentes y eso al asustaba ligeramente…
-Es igual a…mi- susurro suavemente Yeska viendo como la joven se alejaba de ellos.
-¿A ti? – Pregunto Ryo viéndola fijamente- a decir verdad si se parecen mucho… poseen el mismo color de ojos y cabello y al parecer son igual de frías y orgullosas – continuo diciendo mientras sonreía suavemente.
-Um- suspiro al Yeska mirando los ojos azules de este joven…

Hasta aquí la dejamos por hoy y esperamos que les allá gustado y prometemos subir con ti pronto…

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Capitulo 3. Disgustos.

La oji negro Yami, caminaba lenta y pesadamente ya que aun sentía su cuerpo un poco débil… Se detuvo en ese amplio y silencioso salón en donde había un gran piano, no sabía porque iba a ese lugar, pero cada vez que discutía con su amigo Ryu terminaba hay.

Se acerco a aquel piano el cual rozo con sus manos cada tecla para luego sentarse y comenzar a tocar una dulce melodía que al mismo tiempo era un poco triste…
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Aun se encontraba sentada en aquel gran árbol, sus ojos negros con un leve pero profundo toque morado se veían distantes, como si trataran de recordar algo…Lentamente levanto su mirada hacia el cielo el cual aun estaba nublado pero no había caído ni la primera gota de lluvia.

-Rayos- dijo la peli negra sin quitar su mirada del cielo.
-¿Sucede algo? – le pregunto Ryu el cual aun seguía sentado a su lado.
-No es nada- respondió Yeska aun mirando al cielo.
-Como digas- le dijo el apuesto oji azul.
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Un joven de mirada esmeralda, con un hermoso cabello chocolate caminaba por los pasillos del colegio en dirección al patio cuando escucho levemente aquella dulce pero triste melodía la cual no sabía de dónde provenía ni de quien podría estar tocando de esa forma tan perfecta en como lo hacía… Conocía muy bien a todos los alumnos de ese colegio, ya que es uno de los profesores más apreciados de dicho lugar, y sabía muy bien que ningún estudiante de ese lugar toca de ese modo…
-“¿Quién podrá ser?”- pensaba mientras seguía caminando por los pasillos.
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Aun la oji negra seguía tocando…mientras lo hacía sentía como su cuerpo se relajaba con cada nota musical que hacía.
-Umm- Yami suspiro pensadamente aun tocando y de repente la ventana que se encontraba atrás de ella se abrió de golpe dejando entrar una ventisca un poco fuerte la cual soltó el gran rodete que llevaba en su cabello dejando suelto su largo y perfectamente alisado cabellos negro…
Eso siempre ocurría cada vez que ella tocaba esa melodía… No sabía porque pasaba, tal vez sea su madre ya que ella fue quien le enseño a tocarla y tal vez cuando la tocaba su madre de alguna forma se conectaba con ella.

Dejo de tocar, se levanto y volvió a peinar su cabello con sus manos con el mismo rodete que llevaba hace poco…
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-Ya me debo ir- decía el oji azul mientras se levantaba del árbol.
-Me ayudas- dijo Yeska extendiendo su mano y mirando los hermosos ojos azules que poseía el joven
-Claro- respondió Ryu agarrando las manos de la peli negra para luego levantarla sin ningún esfuerzo.
-Umm – suspiro suavemente la peli negra mientras se levantaba y no dejaba de mirar aquellos ojos azules que penetraban profundamente.
En ese mismo momento Yami salió de salón y camino un poco por el patio cuando giro su mirada hacia aquel viejo árbol en donde vio como su amigo Ryu sujetaba la mano de aquella chica lo cual le impresiono un poco ya que él nunca se mostraba amable con nadie, además el modo en como miraba a esa chica es el mismo en como el la mira a ella y solo a ella, o eso creía.
-No- susurro Yami para luego bajar la mirada y seguir caminando cabiz baja.
-Me debo ir- le decía Ryu a Yeska.
-Hai… ¿me devuelves mi mano?- le dijo Yeska mirando su mano la cual el aun sostenía.
-Lo siento- respondió mientras soltaba la mano de la peli negra y reía tontamente a lo que ella le sonríe de medio lado, esa era la única forma en cómo sonreía y muy poco lo hacía.
-Hmp- se escucho del oji esmeralda el cual estaba parado detrás de Ryu y miraba a Yeska un tanto enojado.
-Yo me voy- dijo el oji azul alejándose del lugar sin mirar al joven que tenia atrás.
-¿Qué hacías con ese?- le pregunto el oji esmeralda con autoridad.
-Eso que te importa- respondió con frialdad Yeska mientras caminaba, pero sintió como la sujetaron fuertemente del brazo.
-Yeska, soy tu guardián…no debes comportarte de esa forma conmigo- le decía el peli castaño sujetándola del brazo.
-Jarú ya yo no soy una niña, se me cuidar sola- respondió fríamente sacudiendo su brazo y se soltaba de aquel agarre.


Hasta aquí lo dejamos por hoy…bay hasta la próxima

 

Re: El lado oscuro de la amistad

La oji negra salió del lugar molesta, sus largos cabellos negros se movían con violencia acompañando ese paso rápido… suspiro pesadamente, estaba tremendamente enojado con aquel joven de mirada azul.
-Um- Suspiro una vez más y empezó a subir las escaleras de aquel viejo pero bonito edificio
-Llegas tarde- Apenas abrió las puertas de aquel amplio estudio
-Lo siento Mary-sama- Se disculpaba con suavidad
Aquella mujer madura fijo sus ojos grises en los negros de la joven –Ve a cambiarte solo tienes una hora y media- Decía con voz seca y áspera
Fue a los vestidores, alzo su largo y brillante cabello en una coleta alta y se vistió
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Había llegado a su casa, bueno, mejor dicho mansión, subió las escalera de reluciente granito blanco, ignorando por completo las quejas de aquel joven de mirada verde.
-Tonto Jarú y sus estúpidas reglas-refunfuño en susurro la peli negra.
Abrió la puerta de su habitación, tiro su mochila en el escritorio de pulida madera clara y se tiro a la cama.
Fijó sus ojos oscuros sobre la mesa de luz que había alado suyo, suspiro, desde hace tiempo que lo hacía muy de seguido.
-Yeska, prepárate hay que entrenar- Escucho decir a Jarú desde afuera
Demonios, ni siquiera había pasado 10 minutos desde que llego del colegio y este ya la molestaba con que tenía que entrenar.
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Se paró de puntas, mientras es tiraba los brazos elegantemente, cerraba sus ojos, en un costado aquella mujer la miraba analíticamente. La de mirada gris sonrío de lado, Yami tenía talento, hace años que no veía a alguien moverse con tanta gracia y libertad, borró la sonrisa, pero todo tenía una fin, vio como aquella joven empezaba a respirar con dificultad… de nuevo ya había llegado a su límite.

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Estaba sudada, Jarú de verdad se había pasado… bufó molesta mientras agarraba la botella de agua helado… debía de pensar como escaparse de aquel molesto joven.
-Iré al baño- Pensó rápidamente
-No tardes-
-Hai-
Entró a paso rápido mientras miraba a su alrededor, quizás aquel joven la estaba siguiendo… algunas veces podía ser tan paranoico pero igual lo quería mucho. Subió las escaleras y fue hasta la última habitación del largo pasillo del lugar, entro en ella, una gran pero polvorienta habitación la esperaba allí, abrió las ventanas que hace algunos años fueron de un brillante blanco ahora poco a poco se tornaban amarillas. Paso con agilidad, esa era una de las cosas que agradecía de entrenar tanto, era ágil. Subió a la rama que estaba pegada a la ventana y simplemente desapareció.

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La peli negra Yami llego a su apartamento, cerró la puerta detrás de ella y se dirigió a su habitación. Las paredes de ese lugar eran de un sublime blanco, las cortinas de ese mismo color transparentaban los tiernos rayos de la tarde que iban hacia la cama principesca de la cual de los pilares dorados colgaban las más hermosas telas, todo siempre a juego.
Abrió su armario, sacos sus ropas y se dirigió a ducharse, solo tenía media hora para llegar a trabajo.
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Se sentó en la banca del parque, con un delicioso helado de chocolate en manos mientras miraba a los niños jugar, sus ojos negros se fijaron en cada uno de ellos, tan diferentes entre ellos, había regordetes, rubios, castaños y pelirrojos, pero todos tenían algo en común, no muy lejos, en una de las verdes bancas del lugar, reposaban varias mujeres, charlaban y reían, sus madres… Bajo la mirada ligeramente ella había perdido a su madre a muy corta edad y su padre simplemente desapareció de la faz de la tierra, pero eso le importaba muy poco.
-¿Hola?- Escucho una voz muy varonil pero suave a su alrededor
-Ryo- Decía suavemente mientras se daba vuelta y se topaba con el atractivo joven de mirada azul y ahora que lo veía era mucho más de lo que aparentaba en el colegio, ya que normalmente iba muy desaliñado en la misma
-¿Qué haces por aquí Yeska?- Sonreía suavemente mientras se sentaba a lado de ella
-Solo paseaba- A la par que tomaba su helado -¿Y tú?-
-Iba al trabajo- Con un tono orgulloso
-¿Trabajo?-
-Hai- Mirando fijamente las orbes negras de la joven –En el Gothic Café ¿Lo conoces?-
-Iie- Negaba suavemente
-¿No?- Decía escandalizado –Si es el mejor lugar que existe- Con mucho ánimo
-¿En serio?-
-Hai- Decía risueño –Tienes los mejores capuchinos y sus pasteles de fresas son una delicia pero nada supera a las delicias de chocolate-
-Vaya, suena bien-
-¿Quieres ir?-
-Porque no- respondió con felicidad notable en su rostro aunque no reflejara sonrisa alguna…la adoraba escaparse de Jarú.

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Entro al lugar, de apariencia oscura pero elegante, el local se dividía en dos partes, la primera era la zona del café y la segunda, la parte de ropas y música todo con un elegante estilo gótico.
-Ohayo- Decía suavemente mientras entraba
-Yami-chan- La recibía una joven de mirada verdosa muy oscura –Que suerte que has llegado-
-¿En qué ayudo?- Preguntaba directamente
-Ayuda a aquella pareja a encontrar lo que busca- Ordenaba la joven rubia
-Hai-

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Se pasaron hablando todo el camino, era verdaderamente gratificante hablar con el joven de cabellos azulados, el era tan expresivo.
-Aquí es- Sonreía abiertamente
-Genial- Decía maravillada, nunca en su vida vio algo tan… tan… llamativo
-Ryo-kun- Se escucho una voz detrás de ella, una voz chillona y reprocharte –Llegas tarde- Decía con un tono muy parecido a las niñas pequeñas
Se dio vuelta, nunca había visto una joven tan tierna, su corto cabello rubio claro adornado con un pequeño sombrero rojo y negro a cuadro combinaba perfectamente con esa falda y los adornos de ese corset negro, ella era un perfecto prototipo de “lolita”
-¿Ella es tu novia?- Preguntaba curiosa la niña de mirada marrón
-No- Decía sonriendo el joven –Solo es una amiga Minako-chan-
-Más te vale- Sonriendo tiernamente -¿Te gusta?- Señalando su ropa –Yo lo diseñe, serán los nuevos uniformes femeninos-
-¿Yami-chan también tiene uno?-
-Claro, ella se ve tan kawaii- Sonriendo a la par que veía a la joven –Aunque tú también te vería así ¿No quieres ser mi modelo?- Preguntaba la joven directamente
Un una gota de sudor bajo por la nuca de Yeska, aparte de verse como cría se comportaba como una -No gracias-
-Nya- Lloraba – Que mal, tan kawaii que te verías-
-Ryo- Escucho una voz seria
-Emi-chan- Decía una tanto nervioso
-Llegas tarde-
-Um- Yeska fijo sus ojos en la recién llegada, su cabello y ficciones eran muy parecidas a la primera, de seguro hermana
-Emi, necesitamos ayuda en el café- Llegaba la tercera, Yami, su largo cabello negro lacio y brillante combinaba perfectamente con aquel corto vestido negro hacia el frente y largo hasta las rodillas atrás, con escote corazón dejando ver uno pechos deseable y con un complicado juego de lazos sobre el mismo, una medias negras translucidas y unas botas hasta las rodillas.
-Um- Nunca había pensado que aquella joven se podía llegar a ver como una verdadera muñeca de porcelana, sin ninguna imperfección, solo aquellos ojos vacíos, fijo sus ojos en el joven
-Yami-chan- Susurro sonrojado
-Esta es la última vez que accedo Minako-chan- Reprochaba
-Pero si eres tan kawaii- Sonreía –Además nadie quiere ser mi modelo, ya se lo ofrecí a la joven sexy-kawaii y no quiere-refiriéndose a Yeska
-Um- Alzó su mirada hacia Yeska para saludar con una leve reverencia y poder seguir su trabajo
-En cuanto a ti niño bonito- Decía la mayor de las rubias –Serás el mesero-
-No yo no quiero ser mesero-
-Es tu castigo por llegar tarde-
-Emi-chan eres mala- Lloriqueaba
-Ve a trabajar-
-Hai-
Yeska se quedo sorprendida aquel lugar realmente parecía otro mundo…

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Capitulo 5: ¿Celos?

Yeska Comía un poco de su pastel de chocolate, a la par que miraba al chico de mirada azul caminar de un lugar a otro, llevándole a cada mesa lo que le pedían…

-Umm-suspiro profundamente aun mirando al chico el cual al notar que ella lo miraba le sonrió dulcemente causando un leve sonrojo en las mejillas de la chica.
-te gusta ¿verdad?-escucho que le decía una voz chillona proveniente de aquella rubia que hace tan solo unos minutos le había pedido ser su modelo.
-¿El pastel? Si me gusta mucho-respondió mientras terminaba de comer su pastel.
- No me refiero a eso…si no a eso-mientras señalaba a Ryo el cual tomaba un pequeño descanso junto a la otra peli negra, Yami.
-¿Ryo? ¿Gustarme? Por supuesto que no- respondí con tranquilidad pero no puedo evitar mirar fijamente a Ryo el cual parecía disfrutar plenamente la conversación con la joven de cabellos negros.
-Si te gusta…pero te recomiendo que no te agás ilusiones, el solo tiene ojos para Yami-chan y ella es muy posesiva con sus cosas…créeme no te gustara enfrentarte a ella.
-No le temo a nadie…pero tampoco tengo intensiones de enfrentarme a esa chica- dijo mientras se levantaba y se dirija a donde estaba el de mirada azulina- Umm…Ryo regresare a casa- le dijo con suavidad al nombrado.
-¿regresaras? Pero…esperaba a que te quedaras aquí hasta que terminara mi turno y nos pudieras ir juntos- respondió mirando a la chica olvidando por completo que Yami estaba junto a él.
-No suena mala la idea pero…
-El me acompañara a mi apartamento- fue interrumpida por la peli negro Yami la cual la miraba fijamente con sus ojos oscuros y vacios y sujetaba el brazo de Ryo con algo de fuerza
-Yami-chan- se sorprendió el chico de mirada azul.
-Si es lo que quieres bien…ja ne Ryo, gracias por el paseo- se despidió cortésmente.
-Espera…Yeska-chan- se soltó del agarre que le tenía la joven de piel pálida y siguió a la chica de orbes azabaches.
-Umm – suspiro molesta al ver como su amigo Ryo seguía a esa chica…como podía dejarla por esa…esa que apenas conoce, y ella, que era su amiga de hacía muchos años la dejaba hay como si no le importara.
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-Yeska, espera- decía Ryo mientras la sujetaba suavemente por el brazo.
-¿Qué es lo que quieres?- le pregunto con un tono de frialdad pero algo molesta la joven.
-No te enojes por favor…Yami, ella solo…umm, solo no te vayas- dijo con suavidad pero con voz varonil y cautivadora, esas que hacen que aceptes lo que te pide.
-Creo que es mejor irme…además Jarú debe estar que le estalla la cabeza.
-suspiro fastidiado- Tienes razón…de igual forma nos veremos mañana en el colegio cierto-sonriendo dulcemente-
-Hai...hasta mañana en el cole-se despidió gentilmente a la par que se daba media vuelta para irse pero se regreso de nuevo besando ligeramente la mejilla del joven peli azul causándole y suave rubor a este-ja ne- dijo para luego seguir su camino.

El peli azulino se quede allí mirando a la peli negra alejarse en su caminar lento pero atrevido…hasta para caminar es sexy esa chica.
-Ryo- escucho con voz molesta a esa chica que solo unos minutos atrás había dejado sola.
-Yami-chan- dijo con un poco de nerviosismo.
-¿Te gusta esa chica?- pregunto con voz imponente a la par que posaba sus manos en su cintura.
- ehh…no, es solo una buena amiga- respondió mirando esa pose de niña caprichosa que tenia.
-Hmp- yéndose en dirección a donde Yeska lo había hecho y dejando un tanto preocupada al joven de mirada azul, conocía muy bien a la chica y sabia que cuando se molestaba no era nada agradable.
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Su caminar lento y despreocupado había cambiado a uno un poco mas apresurado y fuerte…estaba muy enojada con Ryo, ¿cómo rayos podía gustarle esa chica?…pero había algo que la preocupaba un poco más, ella nunca había actuado de esa forma, con ningún chico…tenía ese extraño sentimiento en su cuerpo la cual la hacía enojar con solo recordar el beso que la peli negra la había dado, aunque solo allá sido en el mejilla la molestaba sobre manera…Tal vez sea porque no conocía mucho a esa chica y no confiaba en ella, bueno casi no confiaba en nadie a execcion de Ryo.
-Umm-suspiro nuevamente, había llegado al parque…estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta en qué momento llego hay…siguió caminando muy distraída cuando…
-Tsk… ¿tú de nuevo?- había caído sobre Yeska de igual forma en cómo esta lo había hecho en el colegio, pero esta vez los papeles se habían cambiado, ella estaba sobre la peli negra y miro nuevamente esos ojos negros con ese pequeño toque morado que apareció solo unos segundos en sus ojos y luego se desvaneció volviendo a su típico color azabache.
-Levántate-ordeno la joven que estaba debajo de ella.
-Umm…lo siento-se disculpo Yami mientras sacudía el vestido que llevaba y miraba de reojo a la chica.
-¿Qué es lo que quieres?- le pregunto Yeska un poco molesta por la actitud de Yami.
-Deja a Ryo-ordeno directamente la oji negra.
-¿Qué?- Yeska no entendía a que se refería ella…ya le habían dicho que era posesiva pero no se esperaba que fuese de esa forma-¿porque tendría que hacerlo?

La oji negra quedo por unos segundos en shock buscando en sus pensamientos la respuesta a esa pregunta a la par que Yeska la miraba con seriedad…no quería hacer de cuenta que estaba celosa, espera ¿esta celosa? No claro que no, solo quería proteger a su amigo Ryo de una obvia decepción con esa chica.
-Responde… ¿Por qué tengo que alejarme de él?- dijo Yeska sacándola de sus pensamientos cruzándose de brazos ya un poco enojada a la par que sus ojos volvían a tomar ese brillo morado.
-Ren-susurro mirando los ojos de la peli negra para luego salir corriendo del lugar


Hasta aquí la dejamos por hoy y esperamos que les allá gustado…una pequeña aclaración por si tienen dudas, a Yami nos referimos como la oji negra y Yeska es la peli negra, aunque las dos tienen el mismo color de ojos y cabello, esto es solo para distinguirlas…
Bueno sin más que decir nos despedimos ja ne…

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Ohayo…nos alegra que les este gustando el fics y veo que tiene muchas incógnitas como ¿Quién es Ren? Pero por ahora los dejaremos con la duda xD sin más que decir aquí la conti…nuevamente doy esta pequeña aclaración, a Yami nos referimos como la oji negra y Yeska es la peli negra, aunque las dos poseen el mismo color de ojos y cabello…

Capitulo 6: Dulce infierno


Aquella ojinegra sí que era rara, se había ido corriendo como si nada, una verdadera molestia aunque no podía evitar sentir una gran curiosidad hacía ella, nunca había visto a nadie con la mirada tan vacía, fijo sus oscuros ojos al cielo, ya se estaba tornando de ese típico tono naranjazo que antecedía a la noche, suspiro y siguió caminando.
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La ojinegra cerró la puerta de su solitario apartamento en un sonoro golpe, estaba enfadada, realmente lo estaba, no con Ryo, no con la pelinegra intrusa, solo con ella misma, busco desesperadamente en su bolso de colegio, saco aquella cajilla de finos cigarros negros, se llevo uno a sus delicados labios de rubí y lo encendió, aquella bocanada de veneno era tan placentero, pero un punzante dolor era lo que se seguía, no le intereso, disfrutaría hasta lo último de su dulce infierno.
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Ryo, llegó a su casa aquella mujer de corto cabello rubio ceniza y brillante mirada azul lo recibía con extrema alegría
-Hijo ¿Quieres cenar?-Preguntaba amablemente la mujer
-No gracias madre, no tengo hambre- Sonrío forzadamente el joven de oscura mirada azul
-Ya veo-Sonreía de nuevo la mujer, su sonrisa era tan bella y tranquila, tan parecida a los de su amiga, cuando aún sonreía
-Iré a hacer la tarea-
-Claro-
Subió las escaleras de brillante caoba y fue hasta la última habitación del piso, abrió la puerta pintada de plata oscuro y se adentro a su pequeño mundo, suspiro pesadamente mientras se sacaba la tonta pero bonita remera que aquella pequeña rubia chillona le había obligado a usar, se tiró a la cama, fijo sus ojos al alto techo sobre él, estaba tan confundido, aquella joven recién llegada le gustaba de sobremanera, pero Yami, era simplemente su Yami, no podía estar lejos de ella por mucho tiempo… comparo a ambas, muy parecidas, demasiado quizás pero la primera, Yeska, tenía una sensualidad natural que la hacía simplemente irresistible, pero su amiga, Yami, tenía algo…uno no se qué, que la hacía tan adictiva.
Suspiro de nuevo, odiaba estar confundido.

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La pelinegra estaba harta de escuchar las quejas de aquel joven de brillante mirada verde, quien se suponía que era él para reclamarle el llegar tarde y para colmo ¡Ni siquiera era tarde!, se metió bajo el agua fría que caía sobre sus hombros, su vida era un vil pero dulce infierno, ya que su madre ya no estaba en este mundo, aquella tierna mujer de cariñosa mirada morado oscuro y sedosos cabello marrones, recordar eso la entristecía demasiado pero su persistente orgullo no le daba el lujo de emitir pena, no señor, era demasiado orgullosa para eso.
Enjabono su esbelto cuerpo, otra cosa que la dejaba inquieta era aquel joven de cabello azulados, como le gustaba, él era el chico perfecto, atractivo, amigable y encantador, pero tenía un defecto, aquella sombra, aquella muchachita de mirada negra le daba mucha más curiosidad que el propio chico y ella es bastante curiosa.

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La mañana llego… ese día Yami no fue a la escuela, estaba en el estudio, la estricta mujer de mirada gris la había dado una maravillosa noticia, la dejaría bailar sobre el escenario y lo mejor aún, ella sería la prima, una posición muy anhelada entre las bailarinas, sus ojos brillaron con un encantador toque de marrón solo por algunos segundo, no esperaba la hora de ver a su amigo de ojos azules y contarle la grandiosa noticia.
-Desde mañana empezaras a practicar con las otras bailarinas- Decía la voz seca de la mujer
-Claro- Decía sin emoción Yami, una simple costumbre ya que por dentro estaba sumamente ansiosa
-Puedes irte-
-Nos vemos-

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Yeska llevo la roja manzana a sus tiernos labios rosas, estaban en el receso, frente a ella aquel joven de azulados cabellos, lucía tan bien, bajo el tenue sol que se filtraba por las hojas del roble, le daba un aire místico y bello, más de lo que ya era.
-¿Pasa algo?- Pregunto con esa voz aterciopelada el joven
-No, nada- Dijo con una diminuta sonrisa Yeska
El joven suspiro, era tan agradable estar con esa jovencita, fijo sus ojos al frente topándose con unos brillante y molestos ojos verde esmeralda
-Allí viene tu “agradable” hermano- Decía con sarcasmo
Fijo su negra mirada al frente, a paso elegante y firme se acercaba aquel joven de envidiable cabello chocolate, perfectamente cuidado
-Tengo que hablar contigo- Decía con voz neutra Jarú
-No- Decía firme Yeska
-No te lo estoy pidiendo, es una orden Yeska- Tratando de sonar muy amenazador
-Vale, vale- Decía la joven mientras se levantaba –Nos vemos Ryo-
-Adiós- Se despedía el de mirada azul

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Esperaba la salida, estaba en la calle apoyada a una de la paredes, sus ojos cerrados como dormida pero irónicamente estaba al tanto de todo lo que pasaba a su alrededor. Escucho sonar el timbre de salida, abrió sus ojos azabaches
-¿Vamos juntos Yeska-chan?- Preguntaba lleno de ánimos Ryo
-Claro- Decía la pelinegra fijando su vista al frente, allí estaba ella, Yami, la miraba solamente a ella, ni siquiera al joven que lo acompañaba solamente a ella, su corazón se encogió, por fin esa mirada transmitía algo y le dolía en lo profundo de su alma, saber que ese sentimiento no era más que pura tristeza. Sin saber porque dolía y mucho, la joven la miro por última vez para luego perderse entre la multitud al parecer, la pequeña sombra de Ryo también tenía tu dulce infierno privado.


Hasta aquí lo dejamos por hoy…ja ne

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Capitulo 7: Acercamiento
La peli negra entro a su habitación, se quito el uniforme del colegio y luego se lanzo a su cama mirando al techo, suspiro con profundidad, lo que el oji esmeralda le había dicho en el colegio era algo muy importante para ella…

-“El campeonato juvenil comenzara el próximo mes”- recordaba las palabras de su guardián - “Pero, si te escapas de los entrenamientos no dejare que participes”- Ahora no podre darme el lujo de escaparme de Jarú como siempre- susurro para sí misma aun mirando al techo.
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La oji negra levanto la pierna con elegancia a la par que cerraba sus ojos, comenzaba a sentir esa punzada en su pecho, pero eso no la detuvo, siguió bailando con elegancia, ahora ella era la prima y debía practicar mucho sin importar nada ya que en dos días seria su presentación y quiere estar completamente preparada para ella.

-Umm- la de ojos grises la miraba fijamente, sabía que Yami estaba llegando a su límite- descansa- ordeno con su típica voz ronca y áspera.
-Iiee- negó con suavidad mientras hacia un perfecto movimiento de brazo y piernas al compas- Aun no estoy cansada- el dolor en su pecho se hizo más fuerte y su respiración comenzaba a volverse acelerada.
-Es una orden- con voz autoritaria a lo que la joven la miro con fijeza y paraba de bailar.
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La oji negra se paraba de cabeza apoyándose en sus manos sin ningún esfuerzo mientras que su hermano, como ella lo solía llamar, la miraba analíticamente, ahora que el campeonato está por comenzar ella debía prepararse aunque su mente se encontraba pensando en otras cosas como en un lindo peli azulado de mirada azul, suspiro, debía concentrarse en su entrenamiento si es que quería ganar la medalla de oro por tercer año consecutivo, además este año el campeonato parecía ser más rudo que los anteriores, suspiro de nuevo mientras se impulsaba con sus manos para dar un salto y quedar de pie.
-Ya he terminado por hoy- dijo Yeska a la par que agarraba la botella de agua helada y bebía un poco.
-¿Qué? Aun no has cumplido las 5 horas diarias de entrenamiento que acordamos- reprocho el de mirada esmeralda.
-Agrádese que esta vez no he escapado- entrando a la mansión.
-suspiro con fastidio- De que me preocupo, ella es buena…pero.
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La oji negra llego a su trabajo, aquellas rubias hermanas la esperaban con una cálida sonrisa, suspiro, estaba cansada y era algo muy notable aunque ella no lo quisiera admitir, sabe muy bien que su resistencia es débil pero ella no se consideraba ser débil, ella puede hacer cosas como ninguna otra joven de su edad lo hace, tal vez no era una gran deportista y no tiene una buena resistencia pero, es una excelente artista, como lo es dibujar a la perfección, cantar, bailar y tocar como los “dioses” como solía decirle su amigo Ryo…la llegada de dos personas la sacaron de su pensamientos, era Ryo junto a la peli negra intrusa, desde que ella llego ya casi no pasaba tiempo con su amigo.

-Ohayo Yami-chan- saludo el de mirada azul.
-Ohayo- respondió la de mirada negra sin siquiera mirar a la joven que lo acompañaba.
-Umm- Yeska la miro con fijeza, era obvio que estaba agotada- “Somos tan parecidas y a la vez tan diferentes”- pensó aun mirándola, aunque sus ojos, cabello, forma de actuar y quizás algo mas eran muy similares tenían una gran diferencia en lo que se refiere a resistencia, hobbies y fuerza, Yami prefiere el arte y la música, en cambio ella prefiere los deportes y todo lo referente a ese tema.
-Ryo-kun- dijo la oji negra- No olvides mi presentación.
-Ehh… hai lo sé- “por poco lo olvido, tendré que anotarlo para no olvidarlo de nuevo”-
-Bueno ya no te distraigo mas…regresare a casa- dijo Yeska.
-Demo…yo quería que te quedaras un poco mas- dijo con algo de tristeza el oji azul.
-Hmp- salió de la oji negra Yami- Es hora de trabajar- dando la espalda y yéndose.
-Yami-chan espera- da algunos pasos hacia la joven nombra y luego regresa- Adiós Yeska-chan- dándole un cortes beso en la mejilla para luego irse detrás de Yami.
-Suspiro con profundidad, era algo obvio que Ryo estaba indeciso-
-Te lo dije- escucho decir de la rubia menor- El no puede vivir sin Yami-chan así que olvida que se quedara contigo.
-Minako-chan ya te lo he dicho, Ryo no me gusta- una mentira piadosa.
-Claro…y a mí no me gusta obligar a Yami a usar ropa muy sexy- sarcasmo.
-Piensa lo que quieras- dándole la espalda- Ja ne Emi-chan y Minako-chan- se despidió suavemente.
-Adiós chica sexy-kawaii- se despido Minako, la rubia menor.
---
Jarú miraba el boleto que acababa de comprar, realmente quería asistir a ese baile, por primera vez vería a Yami bailar, aunque no será la primera vez ya que una vez la vio en el colegio por pura casualidad pero quedo realmente complacido con la hermosa y elegante forma de moverse de la joven…
-Espero que Yeska-chan no tenga problemas en que la deje sola por un par de horas- mientras entraba a la mansión-¿Umm?- mira a los lados- Esa niña aun no llega.
---
Los días pasaron rápido o tal vez las ansias eran tan grandes que eso fue lo que ella sintió, la oji negra preparo su mochila, estaba lista para irse y practicar un poco antes de la presentación, suspiro, estaba solo a unas cuantas horas de cumplir su deseo de bailar como la prima…
-Nya- susurro antes de salir de su departamento.
---

-¿Estás segura que estarás bien sin mi? Podría comprarte un boleto para que fueras conmigo- preguntaba desde el primer piso de la mansión el de mirada esmeralda.
- Ya te dije que no…ve tu solo, estaré bien sola no soy ninguna niña pequeña- respondió desde su habitación la peli negra.
-Vale vale… sabes que tienes prohibido salir mientras no esté.
-No tienes porque recordármelo- en tono de fastidio-
-Solo entrena un poco, come un poco de chocolate y relájate…regresare en un par de horas- mientras salía de la mansión.
-Al fin- en suspiro levantándose de su cama y asomándose hacia la ventana la cual daba la vista de un extenso bosque que quedaba a pocos metros de la mansión-¿Umm?- escucho sonar su teléfono, de seguro era Jarú recordándole alguna tonta regla- ¿Si?-respondió el móvil asombrándose con la voz que le respondió-Ryo.
-¿Nos podemos ver?- pregunto el de mirada azul desde su teléfono.
-No, mi hermano no está y tengo prohibido salir.
-Que mal- con tristeza, de verdad quería ver a la joven de cabellos negros.
-Ryo, ¿y porque tu no vienes a mi casa?- pregunto directamente la joven.
-¿Yo…ir a tu…casa?- en tartamudeo.
-Hai, claro si quieres.
-Claro que iré…demo, yo no sé dónde queda tu casa.
-Por eso no te preocupes, enviare a uno de mis mayordomos a que te busquen en el Gothic Café.
-¿Mayordomo? Pues está bien.
-De acuerdo- bajo al segundo piso e informo a uno de sus mayordomos lo que debían hacer
---
Miraba a todos los espectadores, eran muchos pero no estaba la persona que ella espera, quizás llegaría a mitad de la presentación-“Ryo siempre llega tarde a todo”- pensó esperanzada la joven, realmente quería que el asistiera, pues claro es su mejor amigo y como tal debía estar ahí con ella, nada podría ser más importante que ver a su mejor amiga cumplir uno de sus deseos más anhelados…unos ojos verdes, mejor dicho esmeraldas, la impresionaron un poco, nunca pensó que ese joven iría a verla y además estaba solo, no estaba con la pile negra intrusa, la verdad comenzaba a acostumbrarse a llamarla de ese modo…


Esperamos que les haya gustado… ja ne

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Aquí le traemos conti xD como ven Gucci-chan es una sin oficio que me obliga a pensar y escribir el fics (nooo es mentira) espero que les guste, hay una pequeña sorpresa muy sexy en este capi.

Capitulo 8: “Volviendo”
El oji azul subió a la elegante camioneta negra que lo esperaba…vagó sus ojos azules por adentro de ella, asiento de cuero azul marino, un aroma a pinos e impecablemente limpio, sin duda cualquiera desearía tener una igual… la camioneta empezó a andar de manera normal-rápida por la cuidad mientras se percataba de que entraba a uno de los barrios residenciales del lugar.
---

La música empezó una perfecta combinación de altos y bajos, ella salía a escena aquel traje negro con pequeñas alas negras representaban la oscuridad que había dentro del corazón de la princesa que interpretaba, cerraba sus ojos, estaba demasiado concentrada pero a la vez rogaba que su cuerpo no le falle. Dio un salto perfecto, sus movimiento eran precisos y extremadamente elegantes, aquella mujer de mirada gris no se había equivocado al elegir a su estrella principal.
---

La peli negra estaba ansiosa, sentaba en la espaciosa sala de su mansión, miraba vagamente la gran televisión que había frente a ella, lo miraba pero no le prestaba atención, solamente esperaba que la puerta de la entrada se abra y con ella llegué aquel apuesto joven de cabellos azulados.
-Por fin- Dentro de su cabeza estas palabras resonaron al ver entrar… su porte vago pero atractivo, sus ropas oscuras en su mayoría resaltaban con esa piel blanca ligeramente bronceada y suave al tacto, su cabello despeinado le quedaba estupendo mientras jugaba con la perforación que había en sus labios –Ohayo- Saludo
-Yeska-chan, ohayo- Sonreía el joven con dulzura-Bonita casa-
-Gracias- Decía mientras se levantaba –Gracias por traerlo Kurayo-san- Agradecía la joven al mayordomo al par que este se retiraba después de una reverencia –Siente como en tu casa-
-Gracias- Decía el joven mientras se acercaba a uno de los cómodos sofás de color arena
-¿Quieres comer algo?-
-No, gracias, Minako-chan estaba practicando en la cocina- Recordando a la menuda rubia
-¿Y qué tal?-
-¿Tengo que decírtelo?- Poniendo una cara de asco total –Ella sirve para la costura pero en la cocina es… pésima- Riendo
Riendo suavemente –Pobre de ti-
Suspiro por un buen rato –Si pobre de mí- En tono gracioso
La joven sonrío, algo bastante raro, ya que normalmente no lo hacía a menudo, pero este joven tenía un cierto encanto que hacía que sus sonrisas salgan involuntariamente
---


Estaba maravillado, su mirada esmeralda no perdía de vista a la pálida joven que bailaba de puntas, le encantaba la forma en que movía sus brazos o la manera en que de un momento a otro dejaba ver esos hermosos ojos negros con un brillo marrón, pero había algo que le llamaba la atención, aquella cadena que terminaba en un candando, una accesorio inusual y desde donde él estaba se notaba incomodo.
El final de la primera parte había llegado y él estaba ansioso que comience la segunda.
---

Yami estaba sentada en su camerino, respirando agitadamente mientras ponía una mano en su pecho, las punzadas eran dolorosas pero eso no rompería su felicidad, ya había pasado la primera mitad y había salido perfecto, detrás de ella la miraba a través de espejo aquella estricta mujer de mirada gris.
-¿Podrás seguir?-
-Hai-
-¿Segura?-
-Si- Mientras miraba a la mujer
-Bien-

---
Estaba secando su cabello negro azabache mientras miraba la ventana, las gotas de agua aún caían por ese atlético cuerpo de piel bronceada, sus manos sobre su cabeza agarrando la mediana toalla blanca aunque aún con ella algunas gotas rebeldes bajaban por su tonificada espalda para ser absorbidas por la tela de esos bóxers oscuros que resaltaba de su jean aún no abrochado, sus ojos de un negro profundo con un exótico brillo morado se fijaron en los copos de nieve que caían, en aquel país si que nevaba mucho, se fijo en su reflejo y especialmente fijo su mirada en el colgante que llevaba por su cuello, largo y que terminaban en una mediana llave con una “Y” grabada. Hacía ya 3 años desde que se fue, ya era momento de volver.
---

Se fijo en la joven que estaba frente a ella, realmente hermosa, de exquisitos cabellos negros que llegaba a su cintura, de ojos profundos y encantadores, de cuerpo esbelto y deseable, simplemente hermosa.
-¿Pasa algo?- Ligeramente sonrojada, odia que la personas la miren de manera tan analítica y especialmente si se trataba de ese joven
-No, nada solo eres muy bonita- Decía con tranquila sinceridad
-Gracias- Sonría mientras cambiaba los canales
-Déjalo allí- Pedía el joven
-¿Ballet?- Preguntaba la joven
-Oh…Demonios- Decía desesperado el joven
-¿Pasa algo?-
-Yami- Susurro mirando la hora –La he olvidado-
---

Sus ojos se volvieron a tonar de ese negro vacío, era el giro final, todos los reflectores se posaron sobre ella, cruzo sus brazos El no había venido, el escenario se torno ligeramente más oscuro Le dolía le pecho pero no de dolor físico se arrodillo con elegancia sobre el suelo Le dolía que no haya venido las demás bailarinas la rodearon Su corazón se rompía, todo se volvió tan brillante mientras una mezcla de luz, plumas negras y blancas bailaban en el aire, y ella estaba en el centro, sus ropajes de un blanco sublime, sus cabellos de una negro perfectamente enrulados, con la tiara de brillantes La princesa alegre angelical renació pero ella en su interior aún lloraba amargamente.

Sus ojos verdes no se apartaron de ella, era simplemente subrreal, pero había algo que no encajaba, la mirada, su mirada estaba muerta, el lugar se lleno de aplausos mientras el telón se cerraba pero el pudo ver como la joven se desplomaba en el lustroso suelo de madera.


les gusto? espero que si...de seguro se preguntaran quien es el sexy hombre de cabello negro azabache y piel bronceada, aunque le hemos dejado una pista de quien es...
hasta la proxima bay

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Aquí le traemos conti xD como ven Gucci-chan es una sin oficio que me obliga a pensar y escribir el fics (nooo es mentira) espero que les guste, hay una pequeña sorpresa muy sexy en este capi.

Capitulo 8: “Volviendo”
El oji azul subió a la elegante camioneta negra que lo esperaba…vagó sus ojos azules por adentro de ella, asiento de cuero azul marino, un aroma a pinos e impecablemente limpio, sin duda cualquiera desearía tener una igual… la camioneta empezó a andar de manera normal-rápida por la cuidad mientras se percataba de que entraba a uno de los barrios residenciales del lugar.
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La música empezó una perfecta combinación de altos y bajos, ella salía a escena aquel traje negro con pequeñas alas negras representaban la oscuridad que había dentro del corazón de la princesa que interpretaba, cerraba sus ojos, estaba demasiado concentrada pero a la vez rogaba que su cuerpo no le falle. Dio un salto perfecto, sus movimiento eran precisos y extremadamente elegantes, aquella mujer de mirada gris no se había equivocado al elegir a su estrella principal.
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La peli negra estaba ansiosa, sentaba en la espaciosa sala de su mansión, miraba vagamente la gran televisión que había frente a ella, lo miraba pero no le prestaba atención, solamente esperaba que la puerta de la entrada se abra y con ella llegué aquel apuesto joven de cabellos azulados.
-Por fin- Dentro de su cabeza estas palabras resonaron al ver entrar… su porte vago pero atractivo, sus ropas oscuras en su mayoría resaltaban con esa piel blanca ligeramente bronceada y suave al tacto, su cabello despeinado le quedaba estupendo mientras jugaba con la perforación que había en sus labios –Ohayo- Saludo
-Yeska-chan, ohayo- Sonreía el joven con dulzura-Bonita casa-
-Gracias- Decía mientras se levantaba –Gracias por traerlo Kurayo-san- Agradecía la joven al mayordomo al par que este se retiraba después de una reverencia –Siente como en tu casa-
-Gracias- Decía el joven mientras se acercaba a uno de los cómodos sofás de color arena
-¿Quieres comer algo?-
-No, gracias, Minako-chan estaba practicando en la cocina- Recordando a la menuda rubia
-¿Y qué tal?-
-¿Tengo que decírtelo?- Poniendo una cara de asco total –Ella sirve para la costura pero en la cocina es… pésima- Riendo
Riendo suavemente –Pobre de ti-
Suspiro por un buen rato –Si pobre de mí- En tono gracioso
La joven sonrío, algo bastante raro, ya que normalmente no lo hacía a menudo, pero este joven tenía un cierto encanto que hacía que sus sonrisas salgan involuntariamente
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Estaba maravillado, su mirada esmeralda no perdía de vista a la pálida joven que bailaba de puntas, le encantaba la forma en que movía sus brazos o la manera en que de un momento a otro dejaba ver esos hermosos ojos negros con un brillo marrón, pero había algo que le llamaba la atención, aquella cadena que terminaba en un candando, una accesorio inusual y desde donde él estaba se notaba incomodo.
El final de la primera parte había llegado y él estaba ansioso que comience la segunda.
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Yami estaba sentada en su camerino, respirando agitadamente mientras ponía una mano en su pecho, las punzadas eran dolorosas pero eso no rompería su felicidad, ya había pasado la primera mitad y había salido perfecto, detrás de ella la miraba a través de espejo aquella estricta mujer de mirada gris.
-¿Podrás seguir?-
-Hai-
-¿Segura?-
-Si- Mientras miraba a la mujer
-Bien-

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Estaba secando su cabello negro azabache mientras miraba la ventana... las gotas de agua aún caían por ese atlético cuerpo de piel bronceada, sus manos sobre su cabeza agarrando la mediana toalla blanca aunque aún con ella algunas gotas rebeldes bajaban por su tonificada espalda para ser absorbidas por la tela de esos bóxers oscuros que resaltaba de su jean aún no abrochado...sus ojos de un negro profundo con un exótico brillo morado se fijaron en los copos de nieve que caían, en aquel país si que nevaba mucho... se fijo en su reflejo y especialmente fijo su mirada en el colgante que llevaba por su cuello, largo y que terminaban en una mediana llave con una “Y” grabada. Hacía ya 3 años desde que se fue, ya era momento de volver.
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Se fijo en la joven que estaba frente a ella, realmente hermosa, de exquisitos cabellos negros que llegaba a su cintura, de ojos profundos y encantadores, de cuerpo esbelto y deseable, simplemente hermosa.
-¿Pasa algo?- Ligeramente sonrojada, odia que la personas la miren de manera tan analítica y especialmente si se trataba de ese joven
-No, nada solo eres muy bonita- Decía con tranquila sinceridad
-Gracias- Sonría mientras cambiaba los canales
-Déjalo allí- Pedía el joven
-¿Ballet?- Preguntaba la joven
-Oh…Demonios- Decía desesperado el joven
-¿Pasa algo?-
-Yami- Susurro mirando la hora –La he olvidado-
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Sus ojos se volvieron a tonar de ese negro vacío, era el giro final, todos los reflectores se posaron sobre ella, cruzo sus brazos El no había venido, el escenario se torno ligeramente más oscuro Le dolía le pecho pero no de dolor físico se arrodillo con elegancia sobre el suelo Le dolía que no haya venido las demás bailarinas la rodearon Su corazón se rompía, todo se volvió tan brillante mientras una mezcla de luz, plumas negras y blancas bailaban en el aire, y ella estaba en el centro, sus ropajes de un blanco sublime, sus cabellos de una negro perfectamente enrulados, con la tiara de brillantes La princesa alegre angelical renació pero ella en su interior aún lloraba amargamente.

Sus ojos verdes no se apartaron de ella, era simplemente subrreal, pero había algo que no encajaba, la mirada, su mirada estaba muerta, el lugar se lleno de aplausos mientras el telón se cerraba pero el pudo ver como la joven se desplomaba en el lustroso suelo de madera.


les gusto? espero que si...de seguro se preguntaran quien es el sexy hombre de cabello negro azabache y piel bronceada, aunque le hemos dejado una pista de quien es...
hasta la proxima bay

 

Re: El lado oscuro de la amistad

Capitulo 9: Curiosidades

El de mirada esmeralda intentaba poder colarse al camerino de Yami, había visto como la joven se desplomaba y quería saber si estaba bien…camino con suavidad esquivando los guardias de seguridad con mucha agilidad, miro varias puertas buscando la que perteneciera al camerino de la oji negra, entro a la que parecía ser la habitación de ella y efectivamente esa era, miro a la joven dormir sobre una camilla, se acerco a ella detallando su cuerpo muy bien formado, su piel pálida que resaltaba perfectamente con sus cabellos negros, sus labios rojos y delicados, pero había algo que desentonaba, esa cadena con un singular candado, levanto el brazo de la joven para mirar más de cerca aquella cadena, ya se notaba una inflamación en la muñeca de la chica, la miro con más detalle, al parecer llevaba mucho tiempo usando aquella cadena.
-Suéltame – ordenó la joven con suavidad mientras se despertaba y este obedecía- Sensei ¿Qué hace aquí?
-Vine a verte bailar- sonrió, poseía una sonrisa muy cálida y sincera- ¿te sientes bien?
-Hai- suspiro-
-Yami-san, deberías quitarte esa cadena al menos por unos días para que esa inflamación baje- aconsejo fijando sus ojos esmeralda en aquella cadena la cual esta cubrió con su otra mano.
-No puedo…la llave le pertenece a alguien más- respondió haciendo una pequeña mueca con sus labios y a la par que bajaba su mirada al suelo, el joven sabía lo que esa mueca significaba, ya la había visto en alguien más y significaba que no quería seguir hablando o escuchando sobre el tema.
-De acuerdo…como profesor respetare tu intimidad, y como amigo te pido que me dejes llevarte a tu casa- sonrió de nuevo y ella solo lo miro asintiendo levemente con la cabeza, ya entendía porque él era el profesor mas apreciado en el colegio, además de que era el más joven de sus maestros y el mas codiciado por las alumnas- Te esperare afuera- dijo para luego salir y dejar que la oji negra se cambiara.
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El de mirada azul corría con mucha velocidad, tal vez el acto había comenzado algo tarde y aun le daba tiempo de llegar al menos al final, se detuvo en una esquina a tomar un poco de aire, había pasado una tarde muy buena con Yeska, bueno todas las tardes con ella eran simplemente maravillosas pero esta vez su amiga lo necesitaba y él le había fallado, suspiro para luego seguir corriendo.
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Salió de la ducha con su largo cabello negro azabache goteando agua por donde caminaba, su fiel mayordomo Kuayo le había dejado una taza de helado de chocolate en su mesita de noche un minuto antes de que ella saliera, sonrió de lado, era realmente atento con ella, se sentó en su cama y tomo el helado, junto a este estaba una fotografía de de madre, su hermano y ella estaba en el medio de los dos, suspiro, la extrañaba- Oka-sama- susurro con suavidad mientras dejaba el helado a un lado y tomaba aquel retrato, miro los ojos de su madre y luego los de su hermano, realmente era algo hereditario las mirada hechizante en su familia.
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La oji negra termino de cambiarse, se despidió de las demás bailarinas para luego salir del lugar he irse con Jarú, fijo sus ojos oscuros en aquel auto último modelo color rojo sangre, el de mirada esmeralda le abrió la puerta del auto con caballerosidad y justo en ese momento Ryo llegaba al lugar, aun estaba lejos de ellos pero los veía claramente.
-¿Jarú?- susurro sorprendido al ver la esena.
-Umm- el de mirada esmeralda se subió al auto y comenzó a conducir- ¿Dónde está tu casa?
-Después del centro
-Vale- se detuvo en una luz roja y quedo mirando al espacio, estaba preocupado por Yeska, si a veces era algo paranoico pero solo porque le tenía mucho cariño.
-Verde- aviso la oji negra sacándolo de sus pensamientos - ¿En qué piensa sensei?
-acelera un poco- En Yeska-chan.
-Umm-suspiro profundo- ¿Le sucede algo?- “porque rayos me preocupa la Yeska-intrusa?”- Cruce a la derecha.
-No- haciendo lo pedido- Solo no me gusta dejarla sola.
-Entiendo-suspiro, quería preguntarle más sobre Yeska, realmente se estaba volviendo algo curiosa pero quería saber más- Tu…ustedes son hermanos, cierto.
-Umm…hai, ella es mi hermano- bajo la mirada un poco-
-Es este- mientras el auto se detenía frente al edificio- Gracias por traerme.
-No hay problema…nos vemos mañana en el colegio- sonriendo dulcemente-
-asiente levemente- Hasta mañana- bajándose del auto para luego entrar a su departamento.

Tiro su mochila al sofá a la par que ella se sentaba en este, miro su muñeca, realmente estaba inflamada por aquella cadena, suspiro, hacia tanto que no le veía, tres años para ser más específicos- Ren- susurro acurrucándose entre sus piernas-
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Entro a la mansión, dejo las llaves del auto en la mesa y subió con rapidez a la habitación de Yeska, se sorprendió al verla dormida en toalla y con la fotografía entre sus brazos, sonrió ligeramente, como podía haberse quedado dormida de esa forma, se acerco a ella y le quito con suavidad aquel retrato- Yuuki-sama- mirando a la mujer de ojos morados de la fotografía, aquella mujer que lo crio como un hijo y ahora él tenía que cuidar a Yeska como su hermana, justo como lo había prometido-Umm- acomodo en la cama a la peli negra, busco entre el armario de la joven y saco un vestido negro entre tantos que tiene, levanto un poco a Yeska y sin quitarle la toalla le puso el vestido luego solo jalo la toalla- Nunca cambiaras- mientras la arropaba con la sabana de ceda oscura para luego salir de la habitación de la joven.
---

Terminaba de hacer sus maletas, fijo sus ojos oscuros en la ventana que tenia al frente y estos se tornaron con un brillo morado…
-Apresúrate Ren…dentro de una hora sale nuestro vuelo- le aviso una joven de rebeldes cabellos castaños vestida con una blusa negra la cual tenía unas letras inscritas en rojo con bordes morados Black roses- Se supone que eres el que esta mas entusiasmado por estas vacaciones.
-Hai- cerrando su maleta- Tengo muchas ganas de regresar a Tokio- sonrió con suavidad- ¿Nos vamos?
-suspira- Hai…solo no te sientes junto a mí.
-ríe suavemente- Vale vale.



espero que les alla gustado est capi n.n