¿Te atreverías a internarte en un hospital...el día de Halloween? Uno no sabe lo que puede pasar, Halloween es una noche en la que los espíritus aprovechan para salir de sus tumbas a embrujas lugares y espantar a las personas...es muy peligroso tener una operacion en la noche de brujas, y a Larina la operaran del corazon...pero para ella sera algo mucho peor...
Wow que interesante!!!!!! Me encantooooooo tu especia de sinopsis jajajaja, me la imagino como en trailer ! uuuuu..... Avisame cuando ya la hagas quiero leerla
Me llama demasiado la atención, y es cierto ¡Uno nunca sabe que puede pasar en esas fechas! Espero con ansias que subas el primer capítulo Un saludo enormus <3
Bueno, dy aviso, al igual q mi otro fic "La Alineacion", Shiori se encargara d publicar los capitulos, yo ahora vy a seguir escribiendo mi fic y los capitulos q voy terminando se los vy a pasar a mi prima. Y saben q cualqier duda q tngan, preguntenle a Shiori :)
Capitulo 1: -Mamá, no quiero que me internen- decía Larina sollozándole a sus padres. -Hija, todo pasara rápido, ya lo veras- decía su padre mientras la enfermera ayudaba a Larina a subirse a la cama del cuarto del hospital. -Yo quiero irme ahora papá- decía ella -Ya lo sabemos hija, pero ahora papá y yo debemos irnos, ojala tengas lindos sueños- le decía su mamá, ellos se fueron y a las 10:00 pm ella se quedo dormida. Pero un rato después Larina se despertó sobresaltada y noto que la puerta del cuarto estaba abierta, en el umbral había una niña que la miraba, sus ojos azules cual agua penetraban el alma de Larina como si fueran espadas, su piel era muy blanca, más de lo normal y sus cabellos negros le llegaban hasta la cintura, la niña llevaba un vestido largo hasta los tobillos y unas medias sucias con tierra y con agujeros, sus zapatitos negros se hallaban desgastados en las punta, de repente la niña empezó a caminar y Larina la siguió, el pasillo del hospital estaba muy oscuro, solo estaba alumbrado por la luz que entraba por los vidrios de las ventanas que se allaba del lado opuesto del pasillo al que la niña fantasma se encontraba, de repente la niña desapareció entre la niebla, Larina corro tras ella pero no pudo encontrarla, frustrada volvió a su cuarto para intentar volver a dormir, pero al llegar encontró escrito con sangre en la ventana “Ten mucho cuidado”. Al ver esto Larina volvió a salir al pasillo para buscar a la niña, recorrió el pasillo ida y vuelta, en las habitaciones se podía ver que las personas dentro estaban dormidas, aunque en realidad parecía que estaban muertas en vez de dormidas, al no encontrarla Larina volvió a su cuarto a dormir. Para la mañana siguiente las palabras escritas en la ventana habían desaparecido, Larina salió al pasillo, todo estaba muy iluminado y las puertas de las habitaciones estaban cerradas. -Buenos días Larina, ¿Qué tal si vuelves a tu cuarto y yo te saco una muestra de sangre?- dijo una enfermera. -Claro, pero ¿Me dolerá?- pregunto Larina -Claro que no, no sentirás nada- respondió la enfermera -Yo conozco a los doctores, te dicen que no dolerá pero en realidad duele mucho y ellos lo saben bien- dijo Larina entrando a su cuarto. -Pero ¿Por qué preguntas entonces?- pregunto la enfermera -Porque me divierto haciendo que la gente gaste saliva solo para después decirles que ya se como es- explico Larina -Eres una niña verdaderamente lista- dijo la enfermera sonriéndole, y acercándose a la cama. -Anoche vi a una niña de ojos azules y cabellos largos y negros, me miraba desde el umbral de la puerta, yo la seguí y de repente desapareció entre la niebla, como si hubiera atravesado la pared que esta al final del pasillo- le conto la enfermera a Larina. -A mi me parece que estabas soñando, pero si quieres consultarlo con una vidente, en el cuarto del frente se interna una, pero no le digas a nadie que yo te dije, solo a ella, el hospital tiene una estricta política de confidencialidad- dijo la enfermera. -Muchas gracias- le dio Larina a la enfermera que se iba con la muestra de sangre ya extraída. Larina salió de la cama para ir a visitar a la vidente, al salir del cuarto se posiciono frente a la puerta y antes de que pudiera golpear la puerta, vio a la niña, la misma niña que había visto la noche anterior. -¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Qué quieres de mi?!- le pregunto a gritos la niña. -Sígueme- la dijo la niña con una voz temblorosa y seca. -¿A dónde me quieres llevar?- pregunto Larina. -Ven- le respondió la niña extendiéndole la mano. -¡Yo no voy a ningún lado con fantasmas que no dicen lo que quieren!- dijo Larina. -Ven y lo sabrás- respondió el fantasma, Larina se voltio para tocar la puerta pero noto que estaba parada en medio de la nada, todo era blanco y vacio. -Está bien, iré contigo solo porque no sé donde estoy y tengo miedo- dijo Larina tomando la mano del fantasma, una vez Larina tomo la mano de la niña ambas empezaron a caminar. -¿Qué necesitas de mi? ¿Cómo moriste?- pregunto Larina. -No puedo decirte como morí, algo me lo impide, lo que necesito es que averigües lo que me paso, necesito que me ayudes para que yo vuelva a vivir, al terminar de decir esto la niña se desvaneció, y Larina volvió a encontrarse en el hospital frente a la puerta de la vidente, rápido golpeo la puerta. -Adelante- respondió la vidente, Larina abrió la puerta-¿En que te puedo ayudar?-pregunto esta, esbozando una sonrisa al ver a su inesperada visita. -Hola si, yo me llamo Larina y estoy internada en la habitación del frente, una enfermera me dijo que tu me podrías ayudar- explico Larina, al entrar ella pudo ver que la vidente era una mujer de unos 30 años, cabello color rojo cual fuego y ojos grandes y verdes. -Hola Larina, yo soy Kishori Kanoreo, ¿Cuál es tu problema?- pregunto la mujer señalando un banquillo cerca de su cama, Larina se sentó en él y empezó a contarle todo lo sucedido con la niña fantasmal, al terminar la mujer dijo: -A veces los espíritus de los muertos no pueden irse del lugar en el cual perecieron porque tienen una misión que cumplir o necesitan un favor. -¿Qué favor pueden necesitar? -Pues, ella te pidió que averigües lo que le paso, así que puede ser ese favor el que necesita. -¿Por qué estas aquí? -Me van a operar de las amígdalas en tres días, precisamente en Halloween ¿Y tu?- explico la mujer. -Me operaran del corazón la noche de brujas, me harán un by pass, tengo la pared de una de las arterias deteriorada- explico Larina. -¿Qué eso no les pasa solo a los adultos? -Yo nací con ese problema, no sé cómo, pero me dijeron que nací así- dijo Larina. -Que misterios trae la vida -Si, que raro lo de que nos operen la misma noche -Coincidencia- dijo una enfermera que estaba entrando-Larina, si no es mucha molestia, ¿Podrías ir a tu cuarto? -Claro, no hay problema- respondió la niña levantándose y yéndose a su habitación, antes de cerrar la puerta Larina escucho a Kishori decir: “-No existen las coincidencias y tú lo sabes bien Daleshio”. Larina corrió a su cuarto, al ver que el picaporte de la puerta estaba siendo girado, se acostó y enseguida al enfermera abrió la puerta y fue con su carrito al cuarto de Larina. -Bueno, me temo que debo sacarte otra muestra de sangre, es una cada media hora- explico la enfermera. -¿No les parece algo innecesario?- pregunto Larina -Pues, tu caso es algo que no se ve todos los días y el medicó quiere verificar que todo esté bien y no te hallas enfermado de nada, ni el hospital es tan higiénico, siempre se corre el riesgo- contesto la enfermera. -Bueno si el doctor lo dice es porque debe saber- dijo Larina, mientras la enfermera retiraba la aguja cargada de sangre. -Bueno Larina ya está, por ahora esto bastara, nos vemos en media hora- dijo la enfermera abriendo la puerta para irse. -¿Tu te llamas Daleshio? -Larina, como me haces reír, claro que no, yo me llamo Leshiodo- dijo la enfermera, yéndose del cuarto, tras ella se cerró la puerta. Pero al instante se volvió a abrir y entro el fantasma de la niña, que rápidamente se acercó a la cama de Larina y le dijo: -¡NO HABLES MAS CON KISHORI KANOREO! ¡NO DEBES HABLAR MAS CON ELLA, NO VAS POR BUEN CAMINO, HABLAR CON ELLA NO TE SERVIRÁ DE NADA, NO TE LE ACERQUES, ARRUINARA TODO!- dijo la niña gritando y de repente…