Los Simpsons El gran reto de nuestro homero[los simpson]

Pues se me ocurrió hacer un relato simple de ellos, divertido, no es muy profundo y es pequeño, pero que rayo. Esta hecho el doblaje latino.


Homero Simpson sabía que no debía rendirse, demasiado había pasado para llegar hasta este instante y era algo en lo que no podía fallar. Seguía moviendo sus extremidades lo más rápido que podía, jadeando por el intenso esfuerzo que ejercía en ese momento.

—Vaya, hay que reconocer que papá está haciendo todo lo posible esta vez, como el escritor Pablo Cohelo dice “lo imposible es posible” no hay mayor prueba de eso. —dijo Lisa con su acostumbrada elocuencia.

—Así es como lo veo yo a tu padre todos los días, Lisa—dijo Marge poniendo su mano en el hombro, con esa incondicional fidelidad que le mostraba siempre a su esposo.

—¡Vamos Homero, tu puedes!, ¡Ahora, cuando pregunten, no diré que eres un vagabundo con problemas mentales que cuidamos por caridad en nuestra casa! —exclamó Bart saltando encima de la gente.

—¡Bart baja de allí!—sentenció Marge.

Homero podía a ver a media ciudad de Sprinfield apoyando su esfuerzo, estaban sus amigos de la planta nuclear, las personas que conocía por sus hijos, todos coreando su nombre al mismo tiempo.

—Anda la osa, todos quien a Homero, incluso esta ese señor que me dice Bill, debo de seguir, espera, lo que dijo el muchacho, ¡pequeño demonio!, ya vera…—pensaba Homero.

Transpiraba más que nunca, estaba tan deshidratado que su piel estaba tan arrugada que parecía su padre Abe, jadeaba mientras su pecho ardía, se mareaba.

—¡Lo haré! —exclamó Homero—eso les enseñará a esas palomas que se ríen de mi mientras alucino.

Movió sus manos, tomo con decisión las dos salchichas que le restaban en el plato y las engulló en dos mordiscos, levantando sus manos triunfo. Del otro lado estaba Jeff el de vendedor de historietas, tirándose al piso dramáticamente en una combinación de un supervillano derrotado y una intoxicación estomacal.

—¡Homero Simpson ha comido 250 salchichas, es el ganador! —anunció un dependiente de Buzz cola.

—Eres bien chiplocludo pá—dijo Bart dando unas palmadas.

—Estamos orgullosos de ti papá—agregó Lisa sonriendo. —si pudieras empeñarte de esta manera en todas cosas de tu vida—murmuró.



Marge se acercó y lo abrazó mientras que Maggie con su chupete la imitaba.

—Me pregunto qué habrás ganado—dijo Marge.

—No lo sé, pero no creo que vuelva a comer tanto nunca más—respondió Homero dando un suspiro forzado jadeando.

—Ahora Buzz cola entrega su premio unas vacaciones pagadas y una dotación de parte de la compañía de salchichas ¡por todo un año!.

—Mmmm salchichas—concluyó Homero relamiéndose.