El gato Por: H.Lima. Me abraze a Brian, estaba muy agitada y mi corazón latia sin control. Pero no Podia gritar ni soltar en llanto, pues aquel asesino seguramente nos escucharía. El crujir del piso de madera y el caer de algunas cosas, que presumo eran platos rotos, me recordó que el estaba ahí afuera buscándonos. Brian apretó su mano contra mi boca y me abrazo muy fuerte, en sus brazos me sentía mas segura, aunque lo que nos separara de la muerte solo fuera la delgada puerta de este armario. Cuando vi por primera vez la casa de campo de Brian, me pareció que era un caseron siniestro que en cualquier momento se caería abajo, su arquitectura victoriana de grandes ventanales me recordaba a las viejas películas de terror que mi padre veía los domingos. Todos hicieron burlas, de lo viejo que era nuestro hospedaje de fin de semana. P ero luego al entrar quedamos maravillados de lo bien cuidado que estaba todo adentro, desde los antiguos muebles, hasta los pisos y paredes de madera relucían aquella vieja elegancia de quien estima una casa , era claro que la limpieza se hacia muy seguido .No se podía esperar menos de la familia de Brian Lionel. Luego de superada la impresión inicial, nuestro grupo de doce, sin incluir a nuestra tutora. Se tomo la casa e instalo en ella, el lago cercano tambien fue tomado por nosotros, posiblemente yo era la única nerviosa cuando, Brian sonreía diciendo : -sientanse como en su casa-. Pues me imaginaba que el se refería a nuestra casa . Una casa para Brian y yo. Me sentía muy tonta al pensar eso. La pequeña chimenea ardia y uno a uno el cansancio nos llevo a los dormitorios, algunos chicos intentaron escabullirse en los cuartos de las chicas, pero el crujir de sus paso en la vieja madera de los pisos los delato, y la tutora los atrapo. Yo cai en un profundo sueño fruto de jugar toda la tarde en el lago. No recuerdo bien como, pero un grito ahogado me saco de mi placentero sueño. Al despertar me vi sola en el cuarto que compartía con tres chicas mas. Sali al pasillo esperando que todo esto fuera un juego, para asustarme. Dije no sin miedo: -chicos no es gracioso-, no caere en su broma -.Pero no escuche en toda esa oscuridad mas que el susurro del viento, que avisaba a su manera que una tormenta se acerca . Una figura apareció del fondo del pasillo oscuro corriendo hacia mi, tomo mi muñeca arrastrándome sin decir una palabra. Luche para liberarme, pero era muy fuerte , me empujo contra una pared y con un destellar de algún rayo lejano pude ver que era Brian. -el esta ahí, aun no nos ha visto -.Dijo Brian agitado, y con una exprecion de terror en su rostro. No comprendía bien lo que ocurria, cuando un frio liquido se topo con mis pies descalsos,agache la mirada y pude ver que salía de debajo de una de las puertas donde dormían mis compañeros; el rayo lejano ilumino una vez mas y su escarlata color salía de todos los dormitorios. La tormenta rujio toda la noche, y los ruidos que venían de afuera nos recordaban que el seguía ahí buscándonos para terminar su labor. En algún momento pensé en salir juntos, encontrar algún cuchillo y escapar. Pero la casa de campo de Brian estaba a varios kilómetros de la ciudad mas cercana, y sabiendo que el bus que nos trajo solo regresaría de mañana, nuestra mejor opción era solo esperar que el se fuera al no encontrarnos. En la oscuridad del armario, recordé en silencio el primer dia que vi a Brian en el instituto, recuerdo que me encanto su sonrisa y su amabilidad. Pero siempre pensé que estaba solo, aunque era muy popular con todos. Creo que era muy evidente mi enamoramiento, tanto que mis amigas siempre nos dejaban a solas en los trabajos de grupo, pero nunca tuve el valor para decírselo. La tormenta cedio un poco y el crujir del piso se escuchaba mas cercano, y el caer de mesas y sillas nos indico que el estaba en el pasillo, cuanto mas cerca se le escuchaba se podía sentir que apenas tenia peso y solia saltar para caer muy suavemente luego de dejar caer algo. Nuestros corazones latian muy fuerte y Brian extendió su mano hacia una escoba que tenia cerca. Yo era muy débil pero si nos encontraba me las arreglaría para ayudarlo y escapar juntos. la madera crujió cada vez mas cerca y con nuestros corazones a punto de estallar por la angustia, escuchamos como unos rasguños frotaban contra la delgada madera de la puerta, no sin algo de miedo Brian empujo la puerta con su pie y un gato negro muy grande entro a nuestro armario. Ambos suspiramos de alivio, ¿acaso aquel asesino se fue ya hace mucho?, pense viendo la luz blanca del amanecer que se escurría por la puerta, rasgando la oscuridad como se rasga la tela negra con una tijera afilada. Gire mi mirada hacia Brian, buscando su sonrisa calida y timida. Ahí comprendi que el terror no habia terminado, con sus manos llenas de sangre y su vacio mirar iluminado por la franja de luz que entraba por la puerta casi abierta, Brian me tomo del cuello y apretó para terminar su labor, no podía comprender el, ¿Por qué?. Pero me sentí alegre de que fueran sus manos las que me quitaran la vida y no otras . El gato se froto contra mi colgante mano, buscando una caricia en mis manos casi sin vida. Fin