El espíritu de un asunto pendiente

El espíritu de un asunto pendiente

¡Hola, yo otra vez! jeje, bueno ahora les vengo a traer un ff, que tambien va a ser RyoxSaku, pero sera algo... como decirlo... fuera de la realidad, a lo largo de la historia se daran cuenta a lo que me refiero, bueno, en este primer capitulo, a los cuales no les pondre nombre, si no que seran capitulos enumerados, bueno como iba diciendo... ¿Qué estaba diciendo? ahh.. si, en el primer capitulo apareceran solo algunos personajes, para ser exacta tres, con forme pase la historia, seguirán apareciendo.. Bueno, mejor ya no hablo mas y empiezo a escribir, jeje.

Capitulo 1: introducción

Introducción.

Se podía sentir una atmósfera bastante cargada en esa habitación. Dos niños, de entre ocho y diez años, permanecían en aquel lugar, acompañados de un adulto, mientras observaban el cuerpo sin vida de una mujer de no tan avanzada edad.
Uno de los niños desprendía un llanto desgarrador, a un costado de la cama, mientras el otro miraba sin expresión alguna, a aquella mujer.

- Vamos. -Dijo, el padre de las dos criaturas, algo cansado y dolido por la reciente muerte.- Despídanse de su madre.-Continuó, finalizando la oración, mientras llevaba a los niños de la mano.-
- ¡Papá!...-Dijo el niño con lagrimas en los ojos, y aferrándose, con un fuerte abrazo, a la cintura de su padre.-
- Ya hijo... todo pasará muy pronto...-Consoló al niño, mientras le acariciaba su sedoso cabello.-

Los dos niños y el padre salieron de aquella habitación, dejando al cuerpo sin vida de su querida madre y esposa (respectivamente).

Uno de los niños parecía no tener consuelo, mientras que el otro mantenía una mirada fría sin sentimiento o dolor alguno, el reciente viudo, se cuestionaba porque era que no derramaba ni una lágrima, si veía que su primogénito que lloraba desconsoladamente. Entonces porque él menor no podía. ¿Acaso no le dolía la trágica muerte de su madre? Por más que se preguntase el padre de los niños, no encontraba respuesta alguna, llegando a la conclusión de que su hijo era demasiado pequeño como para entender la magnitud del caso.


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3 años más tarde

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Un devastador temporal amenazaba a la cuidad de Londres, se veía como la gente se apresuraba a llegar a sus hogares, una que otra persona llevaba consigo un paraguas para prevenirse del agua que podría caer en cualquier momento, sin previo aviso. Mientras un joven de unos once años permanecía mirando todo sin importancia alguna desde un auto negro azulado, tratando de hacer caso omiso a las molestas, para él, palabras de su hermano mayor, mirando por la ventana como la gente comenzaba a correr tras el inicio de una leve llovizna.

- ¡Ryoma!- Lo llamó su hermano, haciendo que este regrese de sus pensares.-
- ¿Que quieres?-Contestó fastidiado Ryoma.-
- Te estaba preguntado, que era lo que pensabas de nuestra nueva casa.-Dijo serio.-
- No te importa.- Dijo en susurro cortante.-

Realmente, al mayor de estos hermanos le importaba mucho su futuro en aquella casa, ya que se mudaban a otra residencia y sabia que Ryoma le molestaba este radical cambio, ya que desde la muerte de su madre vivían en su vieja casa.
Por otro lado, al joven de once años, Ryoma, aunque no lo aparentara estaba dolido, porque se enteró que su padre vendió, ahora, su antigua casa, y con ella todos los recuerdos de los momentos vividos con su madre en esa casa. Por una parte él pensaba que ese cambio iba a ser positivo, debido a que todo en aquella le causa un profundo dolor al recordar la muerte de su madre.
Cansado de tanta insistencia por parte de su hermano, el menor decidió bajarse del vehículo.

- Chofer, por favor, detenga el auto, me bajo aquí.
- ¡Ryoma, vuelve!-Dijo al ver que su hermano había abandonado el vehículo.- ¡Ryoma, por favor!- Dijo insistentemente, mientras que el auto avanzaba al mismo tiempo del caminar de Ryoma.-
- ¡Déjame en paz Ryoga! ¡Déjame!
- Vamos Ryoma, no la hagas mas difícil.- Ryoga, al ver que su hermano no accedía a su incesante petición, decidió bajar del auto.- ¡Ryoma!- Mirandolo fijamente y sujetandolo de los hombros, haciendo que este baje la mirada.-Se lo mucho que te duele esta mudanza, por yo tambien siento lo mismo.- Le explicó a su hermano con algunas lágrimas en los ojos, las cuales no querían salir.- Ryoma, ¡YO TAMBIEN LA EXTRAÑO! No eres el único.- supo decir algo desesperado, o tal vez impotente.-
-¡Maldición!- Fué lo único que dijo, Ryoma, golpeando con poca fuerza a su hermano, que solo atinó a abrazarlo.-
- Vamos ya, nos estamos mojando mucho.- Ryoma, solo asistió con la cabeza.-

Ryoga, dos años mayor que su hermano, sabía que a él le costaba demaciado abrirse a los demás, ahora que lo pensaba, tan sólo tenía dos amigos, o tal vez menos, imaginaba lo que debía ser para él esa mudanza, dejaría atrás todo lo relacionado con su difunta madre, pero debía dejar de vivír en el pasado, cosa que le era difícil de lograr al menor.

Emmm... les gusto?, espero que si, si no, bueno tan solo dejo de escribirlo... jeje, un beso!! hasta la proxima!

 

Re: El espíritu de un asunto pendiente

Capitulo 2

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5 años después
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Ya instalados en la residencia, en la que llevaban unos cinco años los pequeños, Ryoga y Ryoma, ya tenían 16 y 18 años, respectivamente. Eran excelentes muchachos, Ryoga, un joven de ojos color miel, cautivantes, con cabello corto color negro con reflejos verdes. Figura esbelta, cuerpo bien formado para su edad. Con una personalidad amigable, sociable con todo el mundo, muy diferente a Ryoma.

Ryoma, por su parte, era muy parecido a su hermano, en cuanto a rasgos, este tenía ojos color ámbar, iguales a los de un gato, su figura esbelta, igual a la de su hermano, pero con el pelo mas largo, con una tonalidad negra. En cambio la personalidad era totalmente contraria, Ryoma era reservado, tal vez un poco arrogante y desatento, pero no mal educado, algo orgulloso, lo cual unas pocas veces le causaba problemas...

Un año más, un aniversario más, un nuevo día sin ella. Se cumplía un año más de la muerte de, Rynko, la madre de los Ryoga y Ryoma.

Esa mañana, ninguno de los tres se había querido levantar, pero a pesar de todo, solo dos de ellos lo hicieron, el tercero ni siquiera había bajado a desayunar.

El joven dueño de los orbes ámbar, como no usualmente hacía, se levanto muy temprano, pero si querer levantarse de aquella confortable cama. Tampoco tenía planeado asistir a clases, quedándose en su cama sumergido en sus pensamientos.

-Toc-Toc.- Se escucho en la puerta.
- Pase.- Contestó desde su lecho.
- Ryoma, ¿no piensas ir a clases?- Cuestionó preocupado su padre.
- No tengo ganas.- Afirmo dándole la espalda.
- Esta bien, pero no vallas a faltar mañana.- Le dijo el mayor haciendo que asistiera con la cabeza.

Luego de que su padre abandonara su cuarto, se dio vuelta en su cama, quedando boca arriba mirando el techo. Quedo sumergido en aquellos recuerdos que amaba; las caricias, dibujos que el le hacia a ella, enseñanzas, anécdotas, cosuelos, consejos, y mas recuerdos que este joven añoraba. Como la extrañaba, cada momento, todos los días, cada cosa que hacia le recordaba a su amada madre. Recordando, se quedo "superficialmente", por así decirlo, dormido, pero a los pocos minutos algo lo exalto.

- ¡Auch!- Se escucho un quejido, como si alguien se hubiese caído.
- ¿Qué?- Cuestionó en susurro, pero al ver que no había nadie, ni nada, se volvió a acostar, quedándose dormido.

Se durmió pensando, pero sin darle la menor atención al quejido que escucho, o le pareció escuchar. ¿Por cuanto habrá dormido? una, dos, tres horas, no era exacto, pero se levanto nuevamente, por culpa, se podría decir, de un sollozo, ¿un sollozo? ¿Pero si en la habitación solo estaba él? ¿O no? No entendía nada, así que se levantó a averiguar de donde provenía ese peculiar sonido, que podría ser un llanto.

Al ver que ese llanto provenía de un rincón de la habitación, se acercó con cautela, lo único que logró divisar era una joven de por lo menos quince o dieciséis años mas no, una sola pregunta se le cruzó por la cabeza y la dijo en voz alta, sin querer hacerlo.

segundo capitulo, espero que les haya gustado, jeje, gracias x los port :) cuidense
feliz navidad y propero año nuevo ;)

 

Re: El espíritu de un asunto pendiente

hola!! Sara, me alegro que te guste la historia, con respecto a tu pregunta, en esa parte se refiere al padre de Ryoma, si, ahora que lo veo se pueden confundir facilmente eso, si no te queda claro algo mas, decimelo ^^, un beso!

 

Re: El espíritu de un asunto pendiente

Capitulo 3

- ¿Quién eres?- Le preguntó inclinándose a la altura de la joven, ya que estaba en el piso.
- ¿Q-qué? ¿Me habla a mi?- Preguntó extrañada la niña, señalándose y mirando a los costados para poder visualizar a otra persona la cual no vio.
- Si, te hablo a ti, no veo a otra persona en esta habitación.-Reprocho fríamente.
- ¿P-puede verme?- volvió a interrogar extrañada.
- Claro que te puedo ver, si no, no te estaría hablando.- Reprochó algo molesto.- Dime, ¿Qué haces en mi cuarto?
- Oh… p-pues… yo…vivo aquí…- Dijo temerosa.
- ¡Eso es imposible!-Ya totalmente enojado.- Yo vivo aquí hace más de cinco años.
- L-lo siento…-Dijo cabizbaja.- pero n-no soy quien usted piensa.
- ¿A que te refieres con eso?
- Es que… yo…-No lograba articular palabra alguna.
- ¡Habla, dime que haces en mi casa!- Le gritó presionándola.
- ¡Soy un muerto! -Gritó sin darse cuenta al ser presionada.- L-lo siento…-Se disculpó por su tono de voz.
- Haber…-Mientras se sentaba en una silla que estaba cerca de allí.- Esto es ilógico, TÚ -Remarcando la palabra.- no puedes ser un muerto, y YO, si eso es verdad, no tendría porque verte.
- P-pero señor.- Intentó explicar fallidamente la joven.
- ¡Silencio!- Le ordenó groseramente a la misma, haciendo que ella se vuelva a sentar en el piso y se ponga a llorara, al ver que su acción que había hecho estaba mal, Ryoma intento disculparse.- Discúlpame… no fue mi intención gritarte.- Le dijo mientras volvía a ponerse a su altura.
- N-no importa, si no me cree, mejor me lo dejo…- Dijo mientras se levantaba de suelo.- Fue un gusto señor.- Mientras se despedía atravesaba una pared del cuarto dejando a Ryoma atónito.-
- ¡Espera!-Gritó para detenerla
- Si señor.
- Te creo “Será ¿posible?”
- Gracias señor.
- No me digas señor, dime Ryoma.
- C-claro. - Acepto con un sonrojo notorio
- Dime, ¿Cómo te llamas?
- ¿Mi nombre?, no lo recuerdo.
- ¿Y tu apellido? -Interrogó dándole la espalda.
- Lo siento, tampoco recuerdo.- Contestó apenada.
- Está bien.- Contesto sin muchas ganas.- ¿Me harías un favor?
- S-si claro.- Aceptó un poco dubitativa
- Me dejas… ¿dibujarte?- Pidió indiferente para no mostrar su interés.
- ¿D-dibujarme?
- Si. Siéntate en esa silla y ponte de perfil.- Indicó seguro, mientras la joven asistía con la cabeza.

Ryoma tan solo agarró un lapiz y una hoja de dibujo bastante grande. Comenzo a dibujarla, empezo por su pelo, a simple vista era sedoso, agarrado con dos trenzas, dejando caer algunos mechones por su cara, haciendolos confundir con sus arqueadas pestañas que acompañaban a sus ojos color carmín casi del mismo color que llevaba en sus pomulos, debido al tenue maquillaje, haciendolo confundir con un leve sonrojo. La siguió dibujando con la forma de su cara, era angelical, parecia una niña, pero su cuerpo era de una adolescente.
Una `regunta surgió de todo este silencio, un tanto incomodo para la joven.

- ¿Cuantos años tienes?
- Eh… bueno, cuando morí tenía… dieciséis.- Tratando de recordar le respondió.

La conversación no siguió, Ryoma, estaba muy concentrado en lo que dibujaba. Estaba terminando su dibujo, hasta que se dio cuenta de cómo venía vestida, era un vestido bastante viejo para la época, era color rosado viejo con detalles en bordado de unas flores al termino de vestido. Era un traje de “alta sociedad”, si se basaban en otra época, si no, no estaría vestida así, aparte su delicadeza que se observaba a simple vista igual que sus modales, eran de toda una dama, aunque se dio cuenta que a esta no le importaba mucho eso…

aca la conti :), me alegro que les haya gustado, me hace muy feliz :) gracias a todos los que pasan :), emmm... se puede saber porque me llamo TEMAN? jaja cuidense