Duendes, Orcos, Dragones y Elfos contra los ejércitos modernos. Esta será la premisa de varias historias cortas en los capítulos siguientes para ver si no me bloqueo en esta historia. 1 La batalla de Los Ángeles 15 de mayo de 2055 Aquel día supe que era un muy mal día. ¿Mi nombre? Podría decirse que es Luke, supongo que mi padre es algo fanático de la Guerra de las Galaxias, aunque hubiera preferido un nombre más serio, aunque eso es irrelevante ahora, desde hace mucho simplemente he adoptado el nombre sargento, que ahora solo me llaman así, como pueden darse cuenta soy un típico soldado de infantería americano, siendo transportado por un típico helicóptero en una típica operación militar, pero hasta aquí llega lo típico…” Varios días atrás comenzaron a haber ciertos incidentes involucrando a los así llamados, inadaptados, algunos pensaban que eran adictos, otros que se trataba de sectas satánicas, incluso hubo quien dijo que se trataba de fanáticos islamistas, pero la verdad era otra. Nuestros comandantes se negaron a explicarnos la situación exactamente, tal vez temían que ¿no les creyéramos, se suponía que deberíamos parar una revuelta de pandillas latinas y árabes que se habían tomado toda la zona de Puente Hills, un antiguo relleno sanitario que había cerrado hacia unos 30 años, sin embargo, la situación era evidentemente diferente de lo que nos decían, pues desde el cielo se podía ver como los Ángeles ardía en llamas”. — Yo creo que es un apocalipsis zombi. Eso dijo uno de mis compañeros de escuadrón, su nombre era Ricardo, pero todos lo llamábamos Rico, era experto en demolición y armamento pesado, le gustaban las películas de Rambo, aunque la verdad no se había visto las versiones antiguas con Stallone y las ametralladoras pesadas. — Ya veremos. Contesté de manera lacónica, éramos los dos únicos sobrevivientes de nuestro escuadrón, estábamos sobrevolando con unos reclutas a quienes a penas habíamos tenido tiempo de entrenar y sin un capitán comisionado al mando, nos habían desplegado muy rápido, demasiado rápido y sin información táctica relevante. Cuando aterrizamos en un parque local nos dimos cuenta que en efecto bien podía ser la imagen de un apocalipsis zombi, las calles desoladas estaban salpicadas de sangre y el hedos de las vísceras, lo que fuera que había atacado a los civiles los había dejado allí, con los cuerpos mutilados a medio comer. — Bloqueo de comunicaciones de todo tipo. Esas eran las palabras de Down, nuestro nuevo operador de radio. — Señor, esto no me gusta nada. — ¡Calma! Nuestro objetivo es analizar la situación, tomen muestras de los cuerpos y después nos dirigiremos al punto de contacto para reunirnos con los acorazados, es una suerte que hubiera unos viejos M1 cerca. En eso pudimos escuchar unos gritos desde los edificios, pero no humanos, eran como llantos o chirridos de murciélago, pero que se hacían más guturales. — Viene de allá. Dijo Rico, todos nos miramos y decidí dar la orden de avanzar. Ingresamos al edificio más alto, y allí pudimos ver que la cantidad de cadáveres mutilados era mucho más alta, hombres, mujeres y niños. Uno de los reclutas no aguantó más que tres pasos allí hasta que salió como pudo del lugar a vomitar. — Avancen. Esas fueron mis palabras, nos distribuimos tácticamente nivel por nivel, a medida que el hedor a muerte se hacía más intenso, hasta que llegamos al quinto nivel, allí en una de las habitaciones pudimos ver algo asqueroso y espantoso. — ¡Demonio! Repuso Richardson, un sujeto obsesionado con Cristo y que daba sermones sobre salvación todo el tiempo. La verdad cuando lo vi yo también pensé que era un demonio, su forma, era horrenda, podría decirse que lo más semejante eran los orcos y duendes de las viejas películas de Peter Jackson sobre el Señor de los Anillos, si, supongo que duende sería el nombre más adecuado. Sin embargo, este duende era diferente, de la región de su entrepierna salía un tallo largo con una textura semejante a la madera que se ramificaba como una raíz maligna en los cadáveres de muchas personas, el resto del cuerpo del duende estaba estirado como si estuviera crucificado, de su piel salían ramificaciones pequeñas y un hedor pestilente que aturdía los sentidos. Cuando me di cuenta que estaba perdiendo el uso de mis sentidos di la orden. — Salid todos de aquí, Rico encárgate de demoler esta mugre. Nadie protestó y salimos del lugar, cuando el explosivo detonó un sinnúmero de murmullos se hicieron un pulular de gritos roncos que venían de calles al norte, y entonces los vimos. En efecto tenían la forma de duendes tolkinianos, aunque avanzaban desnudos, aunque así podía notarse claramente que no tenían órganos reproductores, cuando se iban aproximando tuve un mal presentimiento, así que tomé mi rifle de francotirador, así que apunté al pecho del que parecía liderar la tropa, y al disparar pude notar que el impacto, aunque fue positivo no lo afectó. Después de varios tiros me di cuenta porqué la ciudad era un bacanal de sangre, porqué la policía y los civiles armados habían sido insuficientes. — ¡Corran bastardos! Corrimos por las calles como locos a medida que aquellas criaturas salían de las ventanas colgándose como monos chillando y riéndose. A media que corríamos les dije que nuestro armamento era probablemente inefectivo, pero cuando dos de aquellas bestias endemoniadas nos salieron al paso Rico las intercepto con su ametralladora, el rugido de aquella arma hizo eco en aquellas calles, pero para aquellas criaturas los impactos no eran muy diferentes de rocas que impactaban sus pieles. Al final solo una de ellas terminó descarnado, aunque no muerto mientras que el otro se lanzó al cuello de Rico como si fuera un perro. Allí terminó mi amigo, decapitado de dos dentelladas mientras que todos abrimos fuego, la bestia se cubrió la cara mientras que su carne solo recibía el impacto de los proyectiles como si se tratara de cuero de rinoceronte impactado con unas pedradas. Cuando se nos acabaron las balas la bestia se lanzó sobre mí, la verdad no sé qué fue lo que me llevó a sacar mi cuchillo táctico y enterrárselo en el pecho mientras que con la otra mano sostenía su cara. Cuando estuve en el piso pude sentir un líquido frio y negro manchar mui uniforme, era frio en verdad, tanto que empezó a quemarme la piel. El quemón fue momentáneo, me quedaría cicatriz, pero no era suficiente como para inhabilitarme. — Señor ¿está bien? Preguntó el recluta Anderson. — Los podemos matar con esto al menos. Usen los rifles como bayonetas, cuando nos encontremos a uno de esos desgraciados quiero que Anderson y Richardson den fuego de cobertura, mientras que Down y yo los atravesaremos con las bayonetas. Dicho esto, acoplamos los cuchillos a la punta de nuestros rifles. Nos dirigimos al punto de encuentro y en el camino matamos a tres de aquellas criaturas. Hasta que nos encontramos al escuadrón con los M1 Ahbrams. Todos nos miramos sin dar explicaciones, pues aparentemente todos nos habíamos encontrado con los duendes. Los del tanque nos explicaron que, si bien las criaturas parecían invulnerables a los rifles de infantería, las ametralladoras pesadas del tanque y el cañón aun eran operacionales, pero después de un encuentro con una tropa de duendes calles arriba estaban cortos de municiones, nuestra única alternativa real era llegar a la base y reabastecernos. Yo les dije que las armas blancas eran funcionales, pero estábamos en desventaja numérica y táctica. La verdad era que caballeros armados con lanzas y espadas podrían hacer más que nosotros en aquel instante. —¡Compañía! Dijeron unos del M1, cuando vimos calles arriba se trataba de una tropa de duendes, pero era grande, llenaban toda la calle como si se tratara de una turba en una manifestación feminista, y adelante avanzaba alguien con aspecto humano, pero cuando use el visor de mi rifle pude notar algo diferente, a primera vista parecía uno de esos tontos cosplayers, con una peluca blanca y mucha base blanca en la piel, pero a medida que se acercaba me di cuenta que no era un hombre, especialmente cuando le di justo en la frente y lo único que hice fue hacer que su cabeza se girara levemente hacia atrás, sin que el proyectil le atravesara el cráneo. Los M1 comenzaron a disparar con sus grandes cañones creando una masacre que esperábamos que los dispersara, pero entonces el sujeto del cabello blanco extendió sus manos y frente a sus manos extendidas apareció un circulo brillante con motivos geométricos complejos, como los que formaba Doctor Strange en las viejas películas de Marvel, luego, de en medio de aquel circulo espectral emergió un haz de luz semejante al proyectil trazador de un cañón que atravesó de tajo la torreta del Abrahams, el impacto fue seco y al principio pensé que solo era un hoyo, pero luego pude ver que el torso del oficial del tanque había desaparecido, y además se había iniciado un incendio en el interior. El segundo tanque que quedó activo intentó dispararle al sujeto, pero erraron el disparo, por lo que tuvieron que recibir uno de él, esta vez el impacto chocó directamente contra el blindaje y rebotó para explotar frente a una edificación lateral, por lo que los del tanque tuvieron una ronda más, o eso pensábamos, mientras estuvimos ocupados en el duelo de artillería las criaturas nos flanquearon desde todas partes, todos mis muchachos cayeron, mientras que yo terminé en el suelo sin morir, hasta que aquel hombre llegó. — Escribe lo que viste hoy. Cuando lo vi, me di cuenta que era semejante a los elfos de fantasía, su rostro era perfecto, un ovalo con facciones proporcionadas, labios delgados y ojos grandes de un intenso color verde, su cabello blanco y orejas largas solo me permitían darle un nombre. —Orcos, elfos… ¿no están un poco pasados de moda? —Solo somos armas… Esas fueron sus palabras, luego dio una orden con un gesto y se retiraron, yo quedé vivo para narrar esto en mi diario, ahora que he terminado mi última palabra el elfo oscuro se encuentra frente a mi nuevamente, supongo que mi destino era morir al lado de mis hermanos después de todo. A mi hermano Albert solo le pido que proteja a nuestra madre, y papá, perdóname por lo que te dije antes de partir.
Hola, Joseleg, he empezado a leer esta historia, y como me pareció interesante, he decidido comentarla. Tengo que decir que este capítulo sirvió mucho como una introducción a lo que será el resto de la historia: criaturas mágicas han atacado el mundo moderno y los ejércitos tendrán que pelear contra ellos portando sus armas militares actuales. No soy un gran fan de una mezcla como esa, pero aun así la historia me ha parecido bien. Creo que Luke morirá (si es que no lo mataron), y que será Albert o algún otro personaje el encargado de continuar. Me pregunto de que será lo que Luke está arrepentido al final, pero supongo que ya lo descubriré, aunque tengo el presentimiento de que se refiere a su nombre. Pasaré a comentar algunas cosas que me han llamado la atención: Allí inicia un signo de pregunta y luego cierran comillas, algo que es incorrecto; además de usar mucho las comas. La forma de escribirlo correctamente sería: Tal vez temían que no les creyéramos. Se suponía que deberíamos parar una revuelta de pandillas latinas y árabes que habían tomado toda la zona de Puente Hills, un antiguo relleno sanitario que se había cerrado hacía (va con tilde porque deriva de hacer) unos 30 años. Sin embargo, la situación era evidentemente diferente de lo que nos decían, pues desde el cielo se podía ver cómo Los Ángeles ardía en llamas. Imagino que quisiste poner “hedor”. El “dijo Rico” debería ir junto al diálogo, ya que una parte de narración puede acompañar lo que dice el personaje. Además se repite en todo el capítulo. así que tomé mi rifle de francotirador, así que apunté al pecho del que parecía liderar la tropa Repetiste “así que” cuando pudiste poner una y o simplemente no poner nada y colocar “apunté al pecho…” directamente. Cuando se nos acabaron las balas la bestia se lanzó sobre mí, la verdad no sé qué fue lo que me llevó a sacar mi cuchillo táctico y enterrárselo en el pecho mientras que con la otra mano sostenía su cara. Cuando estuve en el piso pude sentir un líquido frio y negro manchar mui uniforme, era frio en verdad, tanto que empezó a quemarme la piel. El quemón fue momentáneo, me quedaría cicatriz, pero no era suficiente como para inhabilitarme. Allí solo habías mencionado que le atravesó el pecho a la criatura, pero no se menciona que murió sino hasta más adelante, lo cual es confuso. Y como las criaturas sobreviven a las balas, el lector asume (o al menos yo) que también puede sobrevivir a un arma blanca, y que la criatura sigue con vida. Por el momento eso es todo. Luego seguiré leyendo y veré que tal avanza la historia. Creo que este primer capítulo ha estado bien. Saludos.