Haikyuu!! El deseo de no dejar ir los buenos momentos. [Drabble]

Contenido oculto: Antes de leer~

Advertencias:

Este escrito participa en la Actividad- 12 Deseos.

Ds: Los personajes de HQ!! no me pertenecen, todos los derechos reservados para Furudate-sensei. El escrito es totalmente mío y por ahora solo se encuentra publicado aquí.

Nota: Este tipo de escritos carecen de una trama concreta. Son solo situaciones sueltas.
También estuvo inspirado en un gif que vi, derechos a su autor y de nuevo a Furudate-sensei.

Advertencias: leve insinuación de Shonen-Ai.

Deseo N° 9 -No dejar ir buenos momentos.

Oikawa Tooru e Iwaizumi Hajime fueron amigos desde que tenían uso de razón; en primaria Hajime siguió a Tooru a su misma escuela porque tenía miedo que los chicos más grandes se aprovecharan del pequeño nerd que era (aunque aquí entre nos, eso era ridículo), porque Oikawa siempre tuvo el encanto en su personalidad y la fortaleza para no dejarse intimidar de nadie.

En la secundaria fue idea de ambos chicos estudiar juntos, porque se llevaban bien, porque Iwaizumi se aguantaba las largas charlas que le daba Oikawa sobre extraterrestres y porque Oikawa siempre estaba ahí para Iwaizumi.

En la preparatoria Oikawa siguió a Iwaizumi a la misma escuela, aunque tenía mejores opciones, aunque podría desarrollarse mejor en otro lugar, a él no le importó. Porque no necesitaba eso. Necesitaba la calidez de sus amigos y el orgullo de pasar junto a su Iwa-chan todo el tiempo que fuese posible.

Y así estaban, siempre juntos, por decisión propia y porque se seguían el uno al otro.

Así era.

—Me ha llegado una solicitud para una universidad en Tokio —habló Oikawa con una sonrisa baja, triste, mientras tenía a un sorprendido Iwaizumi delante de él —Pero yo… lo he pensado, ¿sabes? Y no quiero…

— ¿Qué esperas para aceptarla, Kusokawa? —Habló Iwaizumi sobre la voz de Oikawa, cortándolo y sorprendiéndole al instante.

—Pero Iwa-chan… yo no quiero, ¿sabes? Perder esto… nosotros, tú… No puedo dejarte atrás —susurró mirando sus manos. Dolía, porque una raya invisible estaba separando a su más grande sueño y su persona más querida; y no sabía hacia qué lado cruzar.

—No me perderás, Oikawa idiota. Nuestros recuerdos, lo nuestro, siempre vivirá, ¿sabes? La distancia no va a detener que tú seas un idiota y que yo siempre esté ahí para bajar tus engreídos sumos —sonrió con arrogancia mientras veía a Tooru hacer un puchero —. Lo que quiero decir es, ve Tooru, yo te estaré esperando.

Y Oikawa sonrió. Porque no quería dejar los buenos momentos y no lo haría. Porque se dio cuenta de que irse no significaba dejar de amar, dejar de recordar. Solo significaba crecer y que cuando volviese, las memorias e Iwaizumi estarían ahí, amándolo y rodeándolo nuevamente.