El día en que todo cambio

Como podrán notar cerraron mis fics, y eso se debe a que una vez empezados no tenía idea de cómo continuarlos ni tenía ganas de hacerlo, así que espero que este salga mejor que los demás y pueda terminarlo, bueno espero lo disfruten.


Capitulo 1


La chica apunta la espada hacia el cielo cerrando los ojos, se enfoca en el sentido auditivo dejando los otro cuatro atrás, empieza a oír el aleteo de las mariposas, el sudor de su frente caer al suelo y finalmente a la presa acercándose a gran velocidad.


-¡Ahí! -exclama dando media vuelta dando la cara a unos arbustos, de donde sale una rayo y luego una gran máquina del tamaño de un coche que está a punto de caer encima de la chica, que, por la impresión no puede mover sus piernas y la espada se le ha resbalado de las manos dejándola sin protección y expuesta a la muerte, sin embargo, el conductor de la maquina nota su presencia justo a tiempo para dar un brusco giro a la izquierda y abrir la ventana del lado que estaba a punto de sacar volando a la chica, pero ahora simplemente cae dentro del extraño aparato, dejándola inconsciente.



Unas horas antes...


-¡Shiro! ¡Baja a desayunar, llegarás tarde al colegio! -exclama una voz femenina desde la planta baja.


Shiro, un chico de dieciséis años de edad, abre los ojos lentamente mirando la pared, esta noche tuvo un extraño sueño que no logra recordar, por lo que simplemente se levanta y comienza a vestirse.


Unos pantalones verde obscuro, una corbata del mismo color y una playera blanca de cuello es lo que forman su uniforme, sin contar una terriblemente horrible sudadera con el escudo de la escuela bordado en la parte de atrás, que hace que nadie quiera usarla ni con el mas frío invierno, por lo que los dejan asistir sin ella. Una vez listo, baja las escaleras tapándose la boca mientras deja salir un bostezo.


Al llegar a la cocina ve a su madre revolviendo lo que parece ser la comida de este día, al verlo simplemente le apunta con la mirada, en la que tiene una gran sonrisa, el desayuno que está en el centro de la mesa, lo que al verlo de cerca parecen ser dos huevos estrellados con tocino.


-Hey, ma -. Le dice mientras se sienta en la silla más cercana y comienza a comer.

-¿Qué pasa? -Todavía voltea a verlo con una sonrisa en el rostro, lo que causa que el chico sonría, aunque sea un poco.

-Tuve un sueño, -dice metiéndose otro cacho de huevo a la boca y masticándolo lentamente.

-¿Y de que fue tu sueño?

-No lo recuerdo...

-¿Entonces cual es el maldito tema?


Ríe, su madre tiene la costumbre de no poder hablar sin decir alguna mala palabra, por lo que los vecinos y las personas la toman como una mala persona, pero en realidad, es la persona mas linda y dulce que él conoce, y no lo dice por ser su hijo, si no por lo amable que es con la gente que suele confundir su forma de hablar con su verdadera personalidad.


-Veras, -le dice el chico tragando el último pedazo del desayuno y parándose para llevar sus cosas al fregadero. -Tengo la terrible sensación de que el sueño no fue agradable, y que se aproxima algo malo. Lo sé, suena loco.

-No. -Voltea a ver a su madre que ha cambiado su sonrisa por una cara terriblemente seria. -Hijo, los sueños no los tenemos simplemente para entretenimiento en la noche, suelen significar algo, pocas veces sabemos qué, pero, -lo voltea a ver con los ojos rojos, y volviendo a poner su sonrisa y cerrando los ojos dijo la última frase que escucharía de ella:- ¡Quiero que encuentres lo que buscas!


Salió de casa después de esa charla que no llego a entender al cien por ciento, pero él sabía que su madre nunca hablaba si no era necesario, por lo pensó ella debía haber tenido una circunstancia parecida.


A la mitad del camino se encontró con lo habitual, a una chica de cabello castaño hasta el hombro recargada en un poste donde estaba esperándolo, que al verlo corrió hacia el agitando la mano y gritando su nombre.


-¡Shiroooo! -Saltó hacia él y le dio un tierno beso que el devolvió cerrando los ojos y abrazando a la chica.


Al separarse los dos se dedicaron una sonrisa y caminaron uno del lado del otro hacia la escuela.

¿Quién es la chica? Lucy. Es la persona que ha salido con Shiro desde hace dos semanas, no tienen una relación aún, ya que al chico le gusta tomar las cosas con calma para no terminar arruinándolo todo tan pronto, pero los besos, los abrazos y mensajes casi todas las mañanas se deben a que Lucy es demasiado cariñosa y le gusta que las cosas pasen de una vez por todas, aunque también se debe a que está saliendo con un chico popular y quiere alejar a cualquier entrometida.


Al entrar al salón se sientan juntos en la fila de hasta atrás en los lugares mas próximos a la ventana como cuando se conocieron. Empieza la primera clase y Shiro mira a la ventana imaginando historias o viendo a la gente de afuera, cierra los ojos unos segundos pensando en la plática con su madre en la mañana, y al abrirlos deseo no haberlo hecho; en un momento las calles se incendiaban, la gente corría asustada y algunos caían muertos por los disparos, en su salón de clases todos están atemorizados y salen lo mas rápido que pueden para evitar, que al igual que los de la calle, tengan la mala suerte de ser acecinados o torturados.

Simplemente ver todo eso en un par de segundos lo deja perplejo y quieto en su asiento sin saber qué hacer, sin saber que lo apuntan.


Suena un disparo que rompe la ventana que está a su lado, pero alguien fue muy ágil al aventarse sobre él para a penas esquivarlo.


-¡Shiro! ¡Tenemos que irnos! -Su salvación es nada mas y nada menos que Lucy, que lo mira asustada y desesperada jalando le el brazo para que se levante. -¡Shiro! ¡Reacciona por Dios!


En ese momento el chico se levanta y sale corriendo siendo jalado del brazo por su amiga, por todas partes hay cadáveres, gente herida y llorando, en algunos momentos tropiezan, pero siguen corriendo como si fuera el infierno lo que les espera.


-¡Lucy! ¿¡Qué pasa?! -Le grita mientras bajan las escaleras llenas de sangre.

-¡¿Cómo voy a saberlo?! -Brincan unos cuerpos y corren por el pasillo más cercano a la salida. -Parpadee y todo el mundo cambio a lo que estamos viendo, solo espero que no sean los zombies los que nos invaden, para eso no estoy lista.


Después de unos minutos de no poder encontrar la salida por la cantidad de lugares bloqueados ven asomado de un salón a su profesor de ciencias, Luis, un señor de unos treinta y tantos, de pelo blanco con una bata puesta. Les hizo señas para que entraran, y ya que no había tiempo de pensar lo hicieron rápidamente y cerraron la puerta a sus espaldas.


-Shiro, ayúdame. -Le dijo el profesor acercándose al chico. -Soñé esto, y tú estabas aquí, llegando a la escuela me di cuenta de que era cierto e intente buscarla, pero ya era tarde, ahora me doy cuenta de que el único capaz de ayudarme eres tú...

-¡Espera! -le gritó confundido apartándolo de un empujón. -¡¿De qué rayos hablas?! Estoy confundido.

-Hace seis meses más o menos, creé dos brazalete que eran capaz de hacer que viajaras en el tiempo, y alguien los tomo y uso uno para mandar a una estudiante al pasado, y el culpable (que no sé quien sea), ha tomado el segundo brazalete y lo ha usado para viajar a la misma época, hacer algo maligno que afectara la actual y hacer que termináramos así.

-Y… ¿Por qué yo?

-He soñado lo mismo muchas veces, pero no lo lograba recordar, pero gracias a una maquina que cree he sido capaz de ver mi sueño, hoy cuando regrese a buscar los brazaletes no estaban, y había oído rumores sobre una chica que había desaparecido, y el único rostro que aparece ahí, es el tuyo. Necesito que me ayudes a solucionar esto, creo que fue una señal, o de otra manera todo seguirá con su estado actual y podrán dominar el mundo. –Dicho esto fue hacia un bulto cubierto por una tela blanca y la aparto dejando al descubierto un artefacto del tamaño de un carro pequeño, que tenia de todo: ruedas, armas, comida, ropa, volante, una manta y…

-Asientos de cuero. –Termino el señor acariciando la parte de la maquina.

Lo pensaron un momento, si era la única forma de salvar su mundo podría ser la respuesta, pero que quería que hiciera, ¿Matar al malo? ¿Buscar pistas? O quizá… ¿viajar en el tiempo

-Entonces… ¿Qué tengo qué hacer? –Pregunto el chico acariciando el asiento decidido.
-¡Alto! –Lucy se puso entre los dos y empezó a hablar después de haberlo oído todo. -No puedes simplemente aceptar, piénsalo, un chiflado te esta diciendo que es culpa suya y quiere que tu -apunto al pecho de Shiro -resuelvas su problema, arriesgando tu vida cuando no tienes ninguna experiencia.
-¡¿Pero entonces quién Lucy?! -La chica retrocedió unos pasos por el grito. -Tengo el presentimiento de que también lo había soñado, y si esta tan loco como dices, menos podrá hacerlo...
-¡No quiero que mueras! -Lucy lo abrazó fuertemente de la cintura y comenzó a llorar. -No quiero que mueras.

Shiro la toma gentilmente de la barbilla y le da un beso, luego la mira y es suficiente para que sepa que sepa que es la única salvación.

-¿Entonces?
- Solo debes encontrar a la chica, traerla de vuelta, pero no sin antes detener al ladrón de brazaletes. -Le dice apuntándolo con el dedo.
-Bien, ¿algo que tengamos que hacer antes?

-Sacar a esta belleza a la calle, si no no es posible hacer el viaje.

Empezaron a empujarla fuera del salón, por suerte estaban en el último piso y no fue necesario hacer nada extraño, también lograron encontrar la salida, y justo antes de salir se encontraron algo peor: A la gente siendo acorralada por uno robots del tamaño doble a un humano; sostenían armas y a cualquiera que intentara huir le disparaban.

-Lucy -.Shiro se dio la vuelta, tomo por los hombros a la chica y le dijo -, quiero que te vayas ahora, llévate a tu familia y a toda la gente que encuentres a tu casa de verano, intentare acabar esto rápido, y con un poco de suerte no los encontraran y volverá todo a la normalidad antes de que te des cuenta. ¿Ok?
-Si pero...
-Lucy vete ya.
-Pero...
-¡Vete!

La chica le dio un último abrazo y se metió a la escuela para ir a la salida de la parte de atrás y así lograr escapar, hecho eso Shiro se dio la vuelta y vio entre la multitud a la última persona que querría ver atrapada en esto.
Su madre.

-¡Mamá! -Le gritó saliendo del colegio agitando los brazos como un idiota. -¡Mamá!

Su madre lo volteo a ver intentando moverse entre la gente, también le gritaba, pero el no lograba oírla.
En ese momento luis, lo agarro por el brazo y empezó a jalar lo hacia la máquina, sabia que si seguía gritando solo conseguiría que los mataran a los dos.

-¡Espera Luis! ¡Mi madre esta allá! -Luchaba por sacarse, pero incluso su mamá le hacia señales para que se fuera, pero ¿quién seria capaz de abandonar a su madre?

Luis lo metió como pudo a la maquina que tenia una forma esférica y cerró la puerta para después agarrar un control remoto y hacer que la máquina comenzara a avanzar sin hacer caso a los golpes en la ventana del chico.
Se podía ver como los robots habían notado su presencia e iban hacia ellos, justo en ese momento Shiro logro ver a su mamá por última vez y saber lo que decía:

Bus-ca-la.

Luego se oyó un disparo, su madre calló al suelo y apareció un rayo frente a el, empezó a viajar en el tiempo.

Duró cinco segundos volteando a todos lados, se encontraba en medio de un remolino de un color inexplicable y después solo vio a una chica frente a el dejando caer una espada, estaba a punto de matarla cuando dio vuelta al volante y abrió la ventana de su lado izquierda que era del tamaño de una persona, lo que hizo que en vez de golpear a esta, simplemente cayera desmayada dentro de la maquina antes de chocar bruscamente contra un árbol, dejando a ambos inconscientes.


Espero les haya gustado n.n​