Two-Shot de Pokémon - El Comienzo de un Gran Amor. Ash&Dawn.

Título: El Comienzo de un Gran Amor.
Estado OnGoing.
Resumen: El amor aveces se encuentra cuando menos te lo esperas y esta vez no sera lo contrario.
Tipo: Two-Shot.
Pareja: Ash&Dawn.
Clasificación: K.
Advertencias: Un poco de OoC (al menos eso creo).
Género: Aventura, Romance.
No. de palabras:1500 (Por el Momento).

Es mi primer escrito acerca de Pokémon, espero y les guste.

Capítulo 1: Un entrenador misterioso.


Hoy es un día especial para nuestra amiga Dawn ya que hoy iniciaría su viaje Pokemon, junto a ella estaría su Piplup, un pokemon que tenía una apariencia muy semejante a la de un pequeño pingüino azul, con el cual pasaría mucho tiempo.

— Mamá ya me voy — se despide Dawn mientras abraza a su mamá.

— Cuídate hija, espero que tengas una aventura llena de emoción como la que yo una vez tuve — le contesta su mama con una voz dulce.

— Si claro que lo hare, vamos Piplup despídete que ya nos vamos — le dice a su pequeño pokemon azul.

— ¡Piplup! — se acerca y es abrazado por la mamá de Dawn.

Dawn agarra su mochila y se pone su gorro favorito, revisa que todo esté en orden y que no le falte ninguna cosa, ya que se dio cuenta de que no le faltaba nada se dirigió a la puerta y la abrió, cuando dio el primer paso afuera su mamá la interrumpió.

— Hija espera, tengo dos cosas que darte — le menciona mientras le muestra una bolsa y una caja.

—Son unos Running Shoes y 6 pokébolas, también hay una nota en la cual te indican cómo usar los Running Shoes — le explica mientras regresa a la cocina.

Dawn guarda las pokébolas en su mochila y se cambia sus botas por los Running Shoes.

Después de despedirse de su mamá salió del Pueblo Hojaverde, ya estaba ansiosa por volverse la mejor coordinadora pokemon e incluso mejor que su mamá.

— ¡Vamos Piplup, comencemos nuestra gran aventura! — le dijo la chica de cabello azul a su fiel compañero.

— ¡Piplup! — le responde mientras trata de caminar un poco más rápido para alcanzar a Dawn y ponerse a su lado.

— Me pregunto ¿ahora adonde me dirigiré? — se pregunta a sí misma la bella joven, ya que se le había olvidado pensar en eso antes de salir a toda prisa de su casa.

— Hay es que estoy tan emocionada que no puedo ni pensar — menciono alegremente mientras seguía caminando por un bosque plagado de plantas con bayas y algunos pokémon.

Ya se estaba haciendo noche así que Dawn decidió que los más conveniente era que hiciera una pequeña fogata y abriera su sleeping bag. Y así lo hizo, fue a los arbustos más cercanos y arranco unas cuantas hojas y con ayuda de Piplup arranco unas ramas de los árboles, luego coloco las ramas y las hojas en un sitio que ella considero apropiado, con ayuda de su cerillo prendió una pequeña fogata para calentarse durante la noche. Después de haber hecho esto abrió su sleeping bag y se acostó, Piplup se metió también y su entrenadora lo rodeo con sus brazos.

Ya iba amaneciendo, la pequeña Dawn abrió lentamente sus ojos, se salió de su sleeping bag y lo guardo, la fogata ya se había extinto así que la dejo como estaba, despertó a su compañero y siguió su camino.

— Aaa… Piplup tengo mucha hambre — le comenta mientras ponía una cara de hambre.

— Piplup — le contesto el pequeño pokemon azul.

— Lo sé… debí haber traído comida o por lo menos un mapa, pero es que estaba tan emocionada
que se me olvidaron — le dice mientras pone cara de angustia — Pero dejando eso a un lado, creo que ya me perdí Piplup y ahora que haremos ya que no tenemos ni mapa ni comida y para acabarla no tengo idea de donde estamos — le explica mientras trata de ver si hay algún tipo de letrero que indicara el camino, pero sus intentos fueron en vano ya que no había ninguno.
Se escuchan unos gritos un poco cerca de la joven de cabello azul, parecía que le estaban robando.

— ¡Vamos Piplup alguien necesita ayuda! — le dice mientras corren en dirección del grito.

Al acercarse se esconde y observa la situación, ante ella se encontraba un niño con su pokemon Ratata y un chico de cómo 18 años que llevaba puesto un traje muy raro que tenía una gran “G” amarilla en su pecho, su cabello era de color turquesa y tenía forma de hongo (o al menos de esa forma lo había visto Dawn).

La joven se inclino más a la derecha para tener una mejor vista y escondió a su Piplup debajo de un arbusto.

— ¡Nunca te daré a mi Pokémon! — le grita el niño al misterioso joven.

— Niño idiota, si te lo estoy pidiendo por las buenas es porque no me gusta usar fuerza contra novatos como tú — le contesta y enseguida saca una pokébola de su bolsillo.

— ¡Ve Dusknoir! — le ordena, y sale un pokemon negro que era muchas veces más grande que el Ratata del niño.

— ¡Ratata usa embestida! — le ordena y su pokémon se dirige con una gran velocidad a su contrincante, pero bueno un Dusknoir es tipo fantasma así es que los ataques normales como embestida no le afectan y simplemente traspaso el inútil ataque del Ratata.

— ¡Dusknoir ataca con Lanzallamas! — ordenado esto el entrenador, el pokémon junta sus manos y se empieza a formar una bola roja con motas de color amarillo e inmediatamente esta salió disparada a una gran velocidad con intención de derrotar a su oponente de un golpe, mientras iba avanzando se iba alargando justamente como una llamarada.

Ratata fue golpeado por el ataque de Dusknoir, pero claro era su primera pelea así es que fue noqueado casi instantáneamente.

— ¡No Ratata! — exclamo el pequeño entrenador mientras corría para recoger a su pokémon, pero el Dusknoir lo recogió antes y se lo llevo al joven misterioso.

— ¡Hey ratero, devuélveme a mi Ratata! — le ordena mientras corre hacia el joven, pero al llegar su oponente le da una bofetada y se cae al piso el niño.

— Dusknoir regresa a tu pokébola — le ordena su entrenador y este regresa.

— Niño, ¿Qué no vas a entender? — Le pregunta — El Equipo Galaxia necesita cuantos más pokémons pueda conseguir así es que tomare el tuyo, te guste o no te guste — le comenta mientras ya empezaba a retirarse, el niño empieza a llorar.

— ¡Piplup usa Rayo Burbuja ¡ — le ordena Dawn a su pequeño pokemon azul.

El Rayo burbuja le da en el brazo al joven del Equipo Galaxia y provoca que a este se le caiga el Ratata del niño, en ese momento Dawn corre y agarra el pokémon del niño y se lo devuelve.

— ¡Vete niño, corre! — le ordena Dawn al niño, el cual sin pensarlo dos veces sale corriendo de la escena con el pokémon cargado en sus brazos.

— Hey tu niñita, ¿sabes lo que acabas de hacer? — Le pregunta con un tono sarcástico a la joven entrenadora — Bien, tendré que llevarme el tuyo — le comenta mientras de nuevo saca a su Dusknoir.

— ¡Piplup usa Rayo Burbuja! — le ordena a su pokémon y este enseguida saca un Rayo Burbuja de su pico, este logra aterrizar en la cara del Dusknoir pero al parecer no le había afectado ni un poquito.

— Que patético, osas enfrentarme a mí con un pokémon tan débil — le menciona esbozando una sonrisa — Ya no importa, acabare con tu pokémon y me lo llevare — le explica a la joven.

Dawn tenía el miedo impregnado en su hermoso rostro, era su primera vez qué combatía contra otro entrenador y lo peor de todo era que este le iba a robar su pokémon y ella no podría hacer nada ya que no tenía la suficiente experiencia para poder ganarle a este poderoso pokémon.

— Dusknoir acabalo con Bola Sombra — le dice a su pokémon y este saca una bola negra con motas moradas, y enseguida se la lanza a su contrincante, el cual, al igual que el Ratata del niño, cae noqueado de un solo golpe.

Al caer noqueado Piplup cayó cerca de su entrenadora la cual lo abraza y le dice al miembro del Equipo Galaxia que nunca se lo llevara. Si se lo llevaban los sueños de Dawn serian aplastados y eso ella no lo quería.

— Bien, ya estoy arto así que Dusknoir utiliza Bola Sombra y también ataca a esa inútil entrenadora — le ordena con cierto enojo a su pokémon.

Este le hace caso y ataca a la joven entrenadora, esta sale despedida junto a su pokémon varios metros atrás y se golpea la cabeza con un árbol. Ya que el golpe fue algo fuerte ella empieza a perder la conciencia, lamentándose no haber podido defenderse, y maldiciendo el hecho de que su mejor amigo y compañero iba a ser robado y jamás lo volvería a ver, y esto le causaba más dolor que el golpe que se acababa de meter.

Antes de perder la conciencia por completo observo a otro entrenador diferente parado entre ella y el miembro del Equipo Plasma, este tenía un Pikachu que se veía bastante fuerte, paro ya no puedo ver más Dawn y quedo inconsciente.

¿Quién será ese entrenador?, ¿Sera amigo o enemigo? Y ¿Qué le pasara a mi Piplup? Fueron las últimas preguntas que pudo procesar la chica de cabello azul mientras estaba consciente.

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Capítulo 2: El chico de cabello negro, mi primer amor.

— ¿Y ahora tu qué?, ¿acaso crees que derrotaras a mi Dusknoir con tu débil y patético Pikachu? — le pregunta al chico de cabello negro con un tono molesto, ya que era la segunda interrupción que no le permitía llevar a cabo su plan.

— Claro que te derrotare, está mal que utilices tus pokémon para llevar a cabo tus sucios planes — le responde el chico con un tono completamente molesto ya que si algo realmente le molestara era que usaran los pokémons como objeto para realizar cosas como estas.

— Además está muy mal que hagas que los pokémons peleen contra humanos — añade el chico mientras observa a Dawn inconsciente.

— ¡Basta!, ¡Dusknoir Bola Sombra ahora! — le ordena a su Dusknoir.

— ¡Pikachu esquiva y usa impactrueno! — le ordena a su Pikachu y este enseguida empieza a correr, logra esquivar el feroz ataque de Dusknoir y contraataca con impactrueno.

El miembro del Equipo Galaxia se queda sorprendido al ver que el ataque si le afecto a su pokémon, cosa que le extrañaba mucho ya que su Dusknoir era un pokémon en etapa de evolución final y Pikachu era la primera evolución de Pichu.

— ¡Bien hecho Pikachu! — se emociona el chico al ver que su Pikachu lo había logrado.

— ¡Pika pika! — le responde con entusiasmo.

— Hmpf, si crees que me derrotaras con eso ¡estas equivocado! — le dice molesto el miembro del Equipo Galaxia.

— Bien, puesto que no tengo tiempo para desperdiciar con críos como tú, acabemos esto de una vez, ¡Dusknoir utiliza Lanzallamas! — le ordena a su pokémon.

Dusknoir ataca ferozmente al pequeño Pikachu con una gran llamarada, este al no poder evitarlo sale un poco herido pero se vuelve a parar y saca unas cuantas chispas de sus mejillas.

— ¡¿Pikachu estas bien?! — le pregunta preocupado el entrenador al ver a su pokémon, no mejor dicho a su mejor amigo herido.

— Pi…ka — le contesta difícilmente.

— Bien, ¡Pikachu tienes que ganar con este ataque, ¡Dale con Tacleada de Voltios! — le ordena al observar que él tenía las fuerzas necesarias para este último ataque.

Pikachu rodeo todo su cuerpo con una increíble cantidad de electricidad, luego corriendo a alta velocidad tacleo con toda su fuerza a Dusknoir, en el momento del impacto se genero una gran explosión y no se podía ver quién era el último pokémon en pie.

Una vez que se empezó a disipar el humo, se pudo ver que Dusknoir estaba noqueado y el Pikachu estaba a cuatro patas, pero por la herida y el cansancio le hizo perder la conciencia, esto era evidentemente un empate.

—… — el miembro del Equipo Galaxia no sabía que decir ya que esto no se lo esperaba — Te… Te arrepentirás — le advirtió mientras recogió a su Dusknoir y se retiro corriendo de la escena.

— ¡Pikachu! — grito mientras se acercaba para ver el estado de su amigo, una vez que se percato que estaba bien, que solo estaba agotado lo cargo y lo acomodo en su mochila ya que no lo podría tener en sus brazos porque tenía que llevar a la chica peli-azul en sus brazos hasta el centro pokémon.

La tomo suavemente en sus brazos, ¿Recuerdan esas películas de princesas donde al final salen cargadas en los brazos de su príncipe? Pues así la estaba cargando, y empezó a caminar a la salida del bosque, después de aproximadamente unos 30 minutos de caminata llego a Ciudad Jubileo.

Entro rápidamente al Centro Pokémon y la enfermera Joy se acerco a él para ayudarlo.

— ¡Enfermera Joy, necesito una cama para que pueda descansar ella! — le dice un poco de prisa.

— Si con mucho gusto, pero ¿qué le paso? — pregunto con curiosidad mientras observaba a la joven que él iba cargando en sus brazos.

El entrenador le conto lo que había pasado hace unos momentos, desde que el vio como dejaban inconsciente a la chica de cabello azul hasta cuando llego a donde él se encontraba, el Centro Pokémon, mientras llevaban a la joven entrenadora a un cuarto, y luego la acostaron en la cama.

— ¡Ah!, ya veo, vaya que ese Equipo Galaxia ha estado dando muchos problemas, últimamente han llegado varios entrenadores heridos diciendo que les robaron sus pokémons — le conto al joven entrenador el cual sostenía a su Pikachu, ya que este no tenía nada grave solo necesitaba descansar.

— Bueno dejando eso a un lado, ¿Cree que ella esté bien? — le pregunta mientras se sienta en la silla que estaba al lado.

— Claro, a más tardar mañana por la mañana debería estar despierta — le afirma la enfermera.

— Gracias, entonces me quedare esperando hasta que despierte — le menciona el joven entrenador.

— Como gustes — le respondió la enfermera mientras se sale del cuarto y se dirige a donde la encontró el peli-negro.

Entonces el chico peli-negro estuvo esperando a que despertara, pero como vio que esto iba para largo, acostó a su compañero en la esquina de la cama de la chica e intento dormirse en la silla, después de una hora y unos cuantos minutos el joven cayó en un profundo sueño.

Ya era de mañana y los rayos de sol alcanzaron la ventana del cuarto donde se encontraba el entrenador y la coordinadora pokémon. Esta poco a poco fue abriendo sus ojos hasta despertar completamente.

— ¡Piplup! — dijo exaltada mientras buscaba la pokébola en la cual se encontraba Piplup, una vez que la encontró se calmo.

— ¿Pero dónde estoy? — se pregunto mientras miraba a su alrededor.

— Vaya, veo que has despertado — le dice el peli-negro a la chica.

— ¿Y tú quien eres? — le pregunta la chica a el entrenador.

— ¡Oh! Lo siento, me llamo Ash Ketchum, soy un entrenador y ese de ahí es mi Pikachu — se presenta mientras señala a su Pikachu, el cual ya estaba despierto.

— ¡Pika! — se presenta también.

— Hola Ash, mucho gusto, yo soy Dawn y soy una coordinadora pokémon — se presenta alegremente.

— Ash, ¿tú me podrías decir dónde estoy? — le pregunta Dawn ya que logro recordar lo que paso el día anterior.

Entonces Ash le conto todo lo que había pasado, explicando cada detalle.

— ¡Wow!, no puedo creer que eso haya pasado, gracias Ash por haberme salvado y a mi Piplup también — le agradece con una gran sonrisa en la cara.

— No es na… — fue interrumpido ya que Dawn lo abrazo — da — termino de formular la palabra.

— ¡Oh!, perdón es que me… me deje llevar por el momento — se disculpo Dawn y al mismo tiempo se sonrojo.

— N… no…. Te preocupes — le respondió y él también se sonrojo.

Pasaron unos minutos sin que pudieran articular una sola palabra. *Vaya este chido es apuesto* pensó Dawn mientras lo observaba.

— Oye Dawn, como los dos vamos a viajar por toda Sinnoh, ¿Por qué no viajamos juntos?, claro si no te incomoda — la invito Ash mientras se paraba de la silla.

— ¡Claro!, así ninguno de los dos tendrá que viajar solo — le responde Dawn con un tono entusiasta.

Los dos jóvenes salieron del Centro Pokémon, claro no antes de darle las gracias a la enfermera Joy, y se encaminaron hacia la siguiente ciudad.

— Sabes Ash, presiento que tendremos una aventura muy emocionante — le comenta Dawn con alegría al saber que no estaría sola, si no estaría a lado de alguien como él.

— ¡Eso tenlo por seguro!, hahaha — se rio mientras se imaginaba cuan divertida serían las aventuras que les deparaba el futuro.

Y ahí fue donde empezó la aventura de dos jóvenes que perseguían sus metas, Ash tuvo peleas muy difíciles contra los líderes de gimnasio, Dawn tuvo dificultades en los concursos, pero juntos lograron vencer a lo que se les interponía en sus metas e incluso detuvieron al Equipo Galaxia y al Equipo Plasma de que completaran sus planes malignos.

Dawn se fue dando cuenta poco a poco que lo que sentía hacía Ash no era solo un sentimiento de compañerismo o amistad, era amor y solo amor.

Ash en lo contrario nunca antes había tenido alguna relación, así que bueno, el no sabía lo que sentía hacia ella, solo sabía que le gustaba estar con ella y que no quisiera ni pensar el día en que se tuvieran de alejar el uno del otro.

Y siguió pasando el tiempo, sus aventuras continuaron, conocieron a pokémons misteriosos, personas amables y también personas que ni bueno era preguntarles la hora, hicieron varios amigos en el camino pero al mismo tiempo enemigos.

Pero claro hasta la mejor aventura tiene que tener un final, Ash logro conseguir todas las medallas para ir a la Liga Pokémon, enfrentar a la Elite 4 y una vez derrotados ir a por la campeona, y así fue derroto a todos. Dawn logro ser la mejor coordinadora e incluso mejor que su mamá, cosa que a esta la hizo sentir muy orgullosa.

Una vez cumplidas sus metas decidieron tomar un breve descanso y se dirigieron al bosque donde se conocieron, donde su aventura había dado su génesis.

— Ash, ¿quieres saber algo? — le pregunto tiernamente mientras se volteo a mirarlo a los ojos.

— Si, ¿Qué cosa?, anda dime — le pregunto lleno de curiosidad.

— Te amo — le susurro al oído, luego de esto le dio un breve beso ya que sabía que ella debía tomar la iniciativa ya que al hombre que ella amaba era un tonto hablando de relaciones amorosas.

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¿Qué tal les pareció mi primer escrito acerca de Pokémon? Espero y les haya gustado, ya después de un poco de tiempo volveré a publicar en esta sección así es que espérenme ansiosamente ;D.