El camino de la oscuridad...

Bueno... e aqui mi primera historia en este foro, supongo que es raro empezar por una hisotoria original, o tal vez no importa y por cierto, este fic es tambien "Accion/Aventura" (Dehecho mas que el propio romance jeje)

Siempre se me a dicho (Por mis amigos o aquellos que leen mis historias) que soy un estupendo escritor, quiza exageran, quiza no... eso juzguenlo ustedes que seran mis lectores, espero ver algunos comentarios e incluso algunas criticas, no estarian de mas jeje.
E recibido excelentes criticas sobre este trabajo, es una historia en la que me e empeñado en darlo todo de mi y espero que a ustedes les guste (Son tan buenas mis criticas que incluso fui amenazado varias veses para que lo continuara jajaja)

Este capitulo es el prologo, no me parecio aburrido, o al menos no lo hice asi, pero si tendra un poco de "Politica" al principio (Para que se puedan dar cuenta de la situacion dentro de la historia que en realidad, es mas importante de lo que parece...) Ah, y una cosa... no todo es lo que parece en esta historia, pero debo advertirles que no soy de los que hacen: "Sucede tal cosa sin razon", siempre habra una razon para todo... recuerdenlo.

Sin mas preambulos les presento esta historia que es de mi autoria (Al menos que haya vivido engañado los ultimos 7 meses escribiendola ¬¬u)


Prologo: "El asesino"

Años de tranquilidad se viven en el continente de Elibe, las guerras han arrasado con los países e imperios de menor poder que aquel enorme continente abarcaba… después de tantos años de guerra solo han sobrevivido cinco grandes países que son: Rausten, Frelia, Jenna, Ilia y Sacae.

Frelia, dirigido por el rey Hayden “El sabio”, es un país prospero y de suelo rico y fértil, de los cinco países es el más abundante en riquezas naturales… dividido en marquesados la paz se mantiene gracias a la ayuda de nobles y plebeyos por igual.

El reino de Jenna, dirigido por la hermosa Ismaire “Reina de dunas blancas”, reino de pocos recursos naturales, su suelo es en su gran mayoría desértico… siguiendo los deseos de su difunto marido Ismaire ha mantenido el orden en el reino, este reino es famoso por sus poderosos mercenarios… el hijo de Ismaire el príncipe escapo hace alrededor de siete años abandonando el país.

La teocracia de Rausten, gobernada por Mancel “El pontífice”, país con un alto grado de creencia religiosa y un gran ejército dedicado a mantener el orden, famoso por la división del ejército “Los jinetes de Rausten”.

Ilia, el segundo más grande de los países solo superado por Jenna y gobernada por un consejo de ancianos… al igual que Jenna es de pocos recursos naturales debido a un clima invernal que sufre todo el tiempo, el hielo abarca cada zona de este país pero es famoso por ser el único país capaz de producir “Jinetes Pegaso”.

Sacae, El tercero más grande y dividido en zonas y aldeas con alcaldes… no es un país con mucha organización pero es el segundo con más recursos naturales y es famoso por sus temibles espadachines, jinetes arqueros y guerreros nómadas.

Estos cinco países se reparten las tierras de Elibe y mantienen un estatus de paz, sin embargo… nadie sabe cuánto durara esto, todos los países desean más poder, la pregunta seria ¿Quién atacara primero?

Mientras tanto, en el país de Frelia, más exactamente en los campos de las afueras del marquesado de Fortrash se ve a una joven de cabellos azules sumamente oscuros que de noche podría confundirse por negros, de ojos azules muy claros como si de dos brillantes zafiros se trataran, combinado con una tez clara y de estatura media, bella figura… era sin duda una joven muy hermosa además de que no parecía superar los diecinueve años de edad.

Corría por el campo junto a un joven rubio de ojos verdes que parecía ligeramente mayor que ella, su armadura aunque algo ligera delataba que era un soldado y si se encontraba vigilando a esa joven, solo podía significar que ella pertenecía a la casa noble del Márquez.

En efecto, ella era perteneciente a la casa del Márquez de Fortrash, su nombre era Midori Kuramoto, hermana del Márquez de Fortrash, Yamato Kuramoto.

Su hermano era el Márquez debido a la muerte de sus padres, ambos muertos durante un ataque de bandidos aprovechando la guerra hace cerca de seis meses, era un hombre sabio de veinticinco años de edad y el mismo color de ojos y cabello que su hermana, era un espadachín temible y reconocido por años de servicio al ejercito de Frelia tiempo antes de la muerte de sus padres.

Ella por su parte, en realidad no conocía nada de armas, guerras ni nada de campos de batalla, nunca tuvo que aprender a manejar una espada, siempre protegida por su hermano.

A su lado se encontraba un zorro de considerable tamaño aunque no parecía viejo, estaba en los comienzos de su vida adulta, su nombre era Natsu y fue un regalo de cumpleaños de parte de su hermano cuando ella cumplió los quince años, sus padres protestaron pero Natsu demostró ser sumamente obediente y leal a su nueva ama.

-“Creo que ya es hora de regresar ¿no cree lady Midori?, su hermano se preocupara si llega tarde, además no es muy seguro quedarse más tiempo, está empezando a oscurecer”- Le pidió el caballero rubio mientras se acercaba a ella y obtenía su atención.

-“Es verdad, mi hermano se enfado mucho la última vez que llegue tarde”- Recordó ella con gracia, la ultima vez se había llevado un fuerte regaño de su hermano… pero su compañero no le hayo tanta gracia.

-“No me lo recuerde…”- Pidió el rubio, el también se había llevado unas cuantas palabras del Márquez por habérselo permitido.

-“Jejeje”- Rio ella con elegancia y gracia, ella y aquel caballero solían estar juntos mucho tiempo ya que ella salía todo el tiempo fuera de las paredes de la casa del Márquez- “Por cierto Arthur, ¿No has visto a mi hermano un poco diferente?”- Pregunto con duda a su acompañante.

-“¿Diferente?... Mm, es difícil decirlo… lo que le puedo decir es que ha estado perdiendo el sueño últimamente y ciertamente a veces parece distante”- Le respondió pensativo el rubio, tales palabras preocuparon a la chica y el de inmediato lo noto- “No se preocupe, ha de estar estresado con su trabajo, después de todo es el Márquez… no es fácil mantener en orden a una población”- Le comento con una sonrisa que la tranquilizo un poco.

-“Tienes razón, debe ser eso, mi hermano siempre trabaja demasiado”- Confirmo ella sonriendo.

Los dos regresaron a la ciudad, el camino le pareció más largo a el que a ella… tal vez porque ella se paraba en tienda tras tienda que veía y seguro han de adivinar a quien le toco hacer de mula y cargar todo… si, al pobre caballero que ninguna culpa tenia.

-“¿Por qué a mí?”- Se pregunto mentalmente mientras era prácticamente obligado a cargar una cantidad ridículamente grande de cajas y bolsas.

-“Vamos, ¡Por aquí!”- Le grito desde lo lejos la chica de ojos azules.

-“Esto es ridículo… ¿Porque siempre me hace esto?”- Le reclamo mentalmente… si esto era algo parecido a tener novia… él se declaraba gay en ese instante.

Después de cerca de una hora más de compras y una cantidad no humanamente posible de bolsas, objetos y cajas por cargar por una sola persona… se pusieron en marcha hacia la casa del Márquez, ella aburrida de no poder comprar más cosas y el prácticamente empezó a creer en los milagros de ya no tener que cargar con más cosas… si había un dios en el cielo, esto era lo más cercano a un milagro en lo que a él respecta.

Llegaron y entraron con normalidad, todo parecía estar en su lugar aunque parecía algo silenciosa a comparación de cómo ella estaba acostumbrada, normalmente era una casa muy ruidosa con todo el trabajo que se hacía allí, quizá por ser ya tarde, pensó ella… entraron y Arthur dejo las bolsas en el primer lugar apropiado que pudo ver… sus brazos no volverían a ser los mismos, si había una razón válida para temerle a las tiendas… obviamente él la había sufrido.

Ella avanzo un poco y observo que no había nadie, es posible que su hermano le diera la noche libre a la servidumbre, no sería la primera vez.

Supuso que su hermano estaría despierto, siempre se desvelaba con su trabajo… tendría que sugerirle unas vacaciones tarde o temprano, fue a verlo, siempre le deseaba una buena noche y le daba un beso en la mejilla, no es que lo necesitara pero sabía de sobra que eso tranquilizaba mucho a su hermano.

Avanzo un poco y dirigió su paso al estudio de su hermano, no le fue difícil llegar, pese a que era una cosa muy grande se la sabia de memoria… llego, abrió la puerta y…

-“¡Hermano!”- De sus labios salió un gran grito de dolor y terror, sus ojos ya amenazaban con tirar lágrimas y sus piernas le estaban fallando.

Tal grito alerto de inmediato a Arthur y Natsu que en cuanto escucharon el grito salieron corriendo en dirección de la chica, Arthur desenvaino su espada preparado para cualquier cosa y Natsu mostraba sus poderosos colmillos dispuesto a acabar con la vida de quien se atreviera a tocar a su ama.

Llegaron en un instante y lo que vieron dejo helado al rubio… el cuerpo del Márquez recargado en una de las paredes de la habitación… sin vida, una herida que atravesaba su cuerpo donde debería estar su corazón dejaba claro eso… una figura vestida por completo de negro y cuyo rostro era cubierto por una capucha sostenía una espada cuyo filo estaba lleno de sangre… sangre que sin duda pertenecía a Yamato… él era su asesino.

-“¡Maldito!”- Grito Arthur mientras se abalanzaba directo sobre aquella figura negra con su espada en mano y lanzado una estocada al pecho del asesino.

Pero esta nunca llego a su destino, aquella figura apenas tuvo que moverse para evitar su ataque y colocarse detrás aprovechando el propio impulso que tenia rubio… después solamente golpeo su nuca fácilmente desde esa posición para dejarlo inconsciente en el suelo.

Natsu reacciono al ver una distracción de aquel hombre vestido de negro y por su espalda se abalanzo con sus fauces.

Aquella figura no esquivo el ataque del zorro, ni siquiera lo intento… recibió la feroz mordida en su brazo izquierdo mientras se escuchaban crujir algunos huesos de su brazo.

No intento deshacerse de la mordida, en vez de eso se arrodillo a la altura del zorro de tal manera que solo él pudiera ver a través de su vestidura negra… parecía mirarle directo a los ojos y así se quedaron unos segundos hasta que fue el propio zorro quien soltó su mordida y para sorpresa de su ama, empezó a lamer con tristeza la herida que el mismo provoco… como si hubiera hecho algo malo.

Ella no se pregunto por qué lo hacía, no le importaba en ese momento… frente a ella se encontraban el cuerpo de su hermano y su asesino… su hermano había muerto, ahora estaba sola… ya no tenía quien la protegiera, ya no tenía quien la quisiera.

La figura negra se levanto con tranquilidad y empezó acercarse a la chica que seguía sin reaccionar, no podía, sus piernas no respondían, quería correr, quería salir de ahí pero no podía.

El se coloco frente a ella y se arrodillo para su sorpresa… pero más fue su sorpresa cuando él empezó a revelar su rostro.

Debajo de esa capucha se encontraba un joven de unos veintidós, su cabello era negro como la noche un poco largo y desordenado, sus ojos al igual que su cabello eran negros que le daban una apariencia amenazante aunque atrayente, era alto y de tez clara.

-“Lo lamento”- Se disculpo el aunque sus ojos no mostraban arrepentimiento- “No deseaba que estuvieras presente… se que tu hermano tampoco”- Explico con tranquilidad y sin ningún cambio en sus voz.

Volvió a ponerse su capucha y se levanto empezando a retirarse con tranquilidad por la puerta de en frente pero antes de dar curva en el pasillo que daba hacia la salida se detuvo.

-“Si deseas vengarte por lo que le he hecho a tu hermano… te esperare”- Dijo sin ninguna preocupación, sin ningún sentimiento de culpa en su voz.

Esas palabras hicieron reaccionar a la chica de ojos azules que hasta ese segundo no había podido hacer nada… venganza… sí, eso es lo que ella deseaba más que nada en ese momento, quería matarlo… pero no podía, ella no sabía sujetar correctamente una espada, mucho menos usarla… el dijo que la esperaría… tomaría tiempo, pero ella se vengaría.

-“¿Cuál es tu nombre?”- Pregunto ella con una gran furia contenida.

-“¿Qué importancia tiene?”- Contesto su pregunta con otra, aunque no parecía importarle demasiado.

-“… Deseo saber a quién debo matar…”- Explico ella dándose la vuelta para verlo pero el aun estaba dándole la espalda.

-“… Seth”- Respondió para después irse.

Ella se quedo sola… su hermano había muerto al igual que sus padres, ya no tenía a nadie… solo le quedaba el deseo de venganza, el deseo de vengar a su hermano… el deseo de matar a aquel joven de nombre Seth.

Continuara……