Microrrelato El aniversario

Como cada noche, Ángela y Hugo se habian ido a dormir a las 9. Hugo que estaba más cansado, logró conciliar el sueño rápidamente, sin embargo Ángela no pudo dormirse. Al cabo de 5 minutos, empezó a escuchar arañados en la puerta y lo primero que hizo al escuchar sonidos que no podía definir fue pensar que había un ladrón.

Despertó a su marido sin encender la luz y le pidió que escuchara y mirara a ver si había entrado alguien. Hugo se despertó y escuchó.

—Son arañazos, seguro que es el perro—dijo medio dormido. Ángela encandió la luz y observaron al perro dormido al pie de la cama. Él no había sido. Volvieron a apagar la luz y empezaron otra vez los arañazos.

—Será algún ratón, he oído que los ratones al ver la luz se quedan momentaneamente quietos—le dijo Hugo a Ángela en voz baja. Ella volvió a encender la luz pero allí no había nada. Decidieron despertar al perro, pero este al despertarse se puso nervioso.

Volvieron a hacer la prueba y cada vez que apagaban la luz empezaban los arañazos. Hugo encender la luz e ir a ver que era lo que había, y, con bastante miedo, se acercó a la puerta, la abrió y miró a ambos lados. No había nada. Se dirigió junto a Ángela hacia la cocina lo más sigilosamente posible para no despertar a sus hijos.

Al llegar a la cocina Ángela tuvo un palpito.

—¿Qué día es hoy Hugo?

—¡El aniversario de la muerte de mi madre!—exclamó él. Ángela encendió una vela, rezó, y le prometió que le haría una misa especial por aquel olvido, y en toda la noche no se volvió a escuchar ningúna arañazo.