El amor muerde [+17]

Advertencia: Contiene descripciones de "encuentros" implícitos. No apto para menores de 17 años ni para personas de mente inmadura.
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen al anime Inuyasha que es propiedad de Rumiko Takahashi, yo sólo escribo con ellos por pura satisfacción (?)

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Ten cuidado con lo que deseas porque no siempre es lo que necesitas.​

-1.68 m de estatura, hermosos ojos chocolate, esbelta y perfecta silueta, destellante melena azabache y una voz tan melodiosa, sí… aquella perfecta chica era mi “amiga”, mi fiel prima y amiga Kagome- pensó mientras veía a lo lejos a su prima quien se encontraba rodeada de sus amigas.

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Cuando un simple pensamiento se llena de lujuria…​

Escuchó su andar subiendo los escalones lentamente, no pudo evitar imaginar que el meneo de su caminar alzaba su pequeña falda escolar.
-¿Quisieras emparedados?- cuestionó postrándose al pie de las escaleras, mientras ella subía lenta y sensual los peldaños faltantes mostrando sus pantis con un tierno estampado infantil, giró su cabeza de un lado al otro intentando apartar aquella excitante imagen de su mente.

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De la lujuria a la fantasía…​

-Sólo un beso…tan sólo uno- fantaseó –Deja de pensar en ella así, ES TÚ PRIMA, ¡IDIOTA!- estampó su puño contra su escritorio mientras aquellas bragas lo volvían a torturar.

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No dejes que tus fantasías se conviertan en tu obsesión.​

-¿Kagome?- musitó por los vestidores intentando hacerle llegar a su prima la muda de ropa que necesitaba para cambiarse. Abrió la puerta de un vestidor y miró como su prima se despojaba de su uniforme. Sus pantis ya no tenía conejitos ni ositos, mucho menos infantiles moñitos rosados, ahora sus bragas eran extremadamente pequeñas y con sensuales encajes bordados.

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De fantasía a obsesión…​

-Sólo unos días más…- tachó en su calendario un recuadro más, dejando solamente dos casillas en blanco antes del recuadro encerrado en rojo que tenía escrito: Cumpleaños 18 de Kagome –Será toda una mujer- pensó mientras se colocaba entre sus cobijas y se disponía a dormir lo cual implicaba soñar con la chica casi mayor de edad en provocadoras situaciones.

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Aferrándose a la obsesión…​

-Kagome…ya somos universitarios, todo cambiará radicalmente, ¿no lo crees…?- decía el chico eufórico mientras intentaba imaginar la cantidad de chicas con las podría lograr tener relaciones sexuales y así poder por fin terminar con el calvario que era ser un universitario virgen.
-Sí, será excitante- como era de esperarse malinterpretó el contexto de las palabras de su prima y su orgulloso “amigo” reaccionó al pensar que podría lograr algo más con su prima.

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Defendiendo lo que piensas es tuyo pero no lo es.​

-¿No lo crees Kagome?- cuestionó sin darse cuenta que la chica no le prestaba ni la más mínima atención – ¿¡Kagome!?- alzó la voz logrando así que los ojos de la chica se apartaran del peliblanco que besaba a su novia.
-No, tengo clase, lo siento- respondió sin siquiera saber que le hablaba su primo y se fue del lugar.

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Intentando hacer realidad tus fantasías…​

-No Kag…te quedarás aquí- susurró en su oído acorralándola contra la esquina de la pared, dejándola aparentemente acorralada.
-Está bien…seré tu niña buena- contestó seductoramente mientras pegaba más su cuerpo al de su primo.

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De la obsesión al ¿amor?...​

-Vamos Kag…no llores yo estoy aquí para ayudarte- la abrazó protectoramente limpiando las salinas gotas que brotaban de los ojos de su prima. Intentó no mostrar el desconcierto que sintió ver a la chica llorar, siempre pensó que la obsesión con Kagome era tan sólo exceso de testosterona pero aquellas conmovedoras lágrimas lo hicieron darse cuenta que en realidad su obsesión iba más allá de lo carnal…se había enamorado de su propia prima.

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Cuando las fantasías se vuelven realidad…​

-No debería estar aquí, éste es el dormitorio de mujeres- masculló nervioso mientras su prima se cambiaba de ropa para salir a bailar. La chica jamás le contestó, el sólo pensaba lo hermosa que ella podría verse con ropa para salir, fantaseó un momento pero después de reincorporó.
-¡Lista!- exclamó, logrando que Koga se girara para verle. El joven quedó noqueado al ver el tan traslucido y provocativo baby doll que la chica usaba.
-Ka-kagome… ¿n-no se supone qu-que saldríamos?- su nerviosismo era tal que tartamudeaba al hablar. Kagome no le respondió y se lanzó sobre sus labios.

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Pero no olvides que aunque las fantasías se hagan realidad nunca dejaran de ser lo que son… ​

-¿Entonces por qué lo hiciste Kagome? ¿Me amas?- tenía miedo de que la respuesta que pedía no era la que quería, la zarandeó por los hombros mientras los oprimía con su palma -¡Contéstame!- exigió.
-Me lastimas- comenzó a llorar y Koga la dejó. Sintió culpa por lastimarla y temor de que su, ya prohibida, relación terminara prefirió dejarlo todo así, la abrazó cariñosamente y la besó.

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…fantasía.​

Cayó exhausto y satisfecho sobre el pecho de ella. Rodó sobre su costado y se recostó a su lado.
-Te amo- esperó una respuesta pero nunca llegó, la miró y se dio cuenta que estaba dormida. La abrazó atrayéndola hacía él pero ella se giró dándole la espalda -¡Qué descanses mi amor!- resignado sonrió, la acobijó tiernamente para después dormirse.
Abrió sus ojos al sentir que su compañero dormía, fijó su triste mirar en la luna menguante que se apreciaba desde su ventana mientras suspiraba con resignación.
-Inuyasha…- masculló y se quedó dormida.

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Ten cuidado porque…​

El amor muerde.​

Próximamente… ​

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NA: Hola a quien lo lea .__. Bueno, como verán ésta es una idea algo perver de mi mente, ya la tenía escrita desde hace tiempo pero como aún desconosco todo lo relacionado a las reglas sobre los fanfics y sus condiciones no me había arriesgado a publicarla pero Jeile me hizo el favor de aclararlo... Gracias Nena ^^ ​

Espero que les guste, sólo es el trailer de la historia así que si veo que le gusta a alguien continuaré con él. Gracias por leer.​