The Hunger Games Egoísta (Gale&Katniss unilateral)

Disclaimer: Los Juegos del Hambre pertenecen a Suzanne Collins, fanfiction escrito sin fines lucrativos.

Línea temporal: Final de Sinsajo. Alerta de spoilers.

EGOÍSTA

Capítulo Único​

La noticia no lo sobresaltó en ningún sentido, Gale simplemente dejó su trabajo de oficina y se marchó a casa. Él ya lo sabía, lo intuía desde los primeros Juegos del Hambre y lo sintió aún más cuando Katniss levantó esas bayas y los salvó a los dos.

Sí, él ya sabía que Katniss lo elegiría a él, a Peeta.

Ése había sido uno de los motivos por los cuales no había regresado al Distrito 12 y había aceptado aquel trabajo en el 2. La otra razón era diferente, aunque también la involucraba a ella y era un tanto menos egoísta que la anterior.

Gale estaba seguro de que Katniss ya no lo necesitaba a él, que aquella camaradería de amigos y cazadores en su bosque sagrado se había acabado y que no regresaría ya nunca más. Que aquello que Katniss y él mismo añoraban había desaparecido durante estos últimos años. Que el Capitolio los había cambiado y la guerra los había llevado a caminos que no volvería a cruzarse. Que habían cambiado y que ya no eran más aquella pareja de ensueño que sus antiguos vecinos en el Distrito 12 pregonaban que eran.

No. Nunca lo fueron y, si lo fueron, ya no lo eran ni volverían a serlo y Gale estaba bien con eso mientras Katniss estuviera bien también, una cosa que tenía descontada al ver que ella no lo llamaba ni le escribía desde hacía ya mucho tiempo. Además, ella tenía a Peeta y Peeta se estaba encargando de ella, pues Peeta era ahora todo lo que Katniss necesitaba; un bálsamo para ella, el agua que apagaría a La Chica en Llamas de la que ella ya se había cansado de interpretar y era quien le devolvería la estabilidad, no él.

Él no podía porque aún estaba resentido con el Capitolio, porque su bomba había matado a Prim y porque él le recordaría todo lo malo que había vivido y no merecía un vistazo atrás siquiera. Por eso Gale se mantenía alejado de ella, para darle tranquilidad y porque sabía que ella necesitaba medicina, no más heridas. Y para él Peeta representaba la medicina y él mismo encarnaba una lucha que nunca se acabaría de librar mientras estuviera vivo y los recuerdos y las cicatrices dejadas en él y en todos los habitantes de Panem no desaparecieran.

Era por eso que se mantenía alejado del Distrito 12 y de Katniss, para no sufrir él mismo y para que ella fuera, sino feliz, lo más cercano a ello que pudiera alcanzar.

Y eso lo hacía menos egoísta. Pensar en la seguridad de ella.