Edificio Principal

Contiene:
Planta Baja: Clase 1-2, Gimnasio, Enfermería, Cafetería
Primer Piso: Clase 2-2, Salón de Música
Segundo Piso: Clase 3-2, Biblioteca, Salón de Profesores, Salón del Consejo Estudiantil
Tercer Piso: Azotea
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El Edificio Principal que compone a la Secundaria Hanazawa.

En el pasillo principal del primer piso encontrarán el Tablón de Anuncios, donde se publican anuncios varios para el cuerpo estudiantil, así como también se publicarán las notas de los exámenes a lo largo del año.

Además de los múltiples pasillos, cuenta con escaleras que ascienden a los pisos superiores. Los alumnos de primer año cursan en la planta baja, los de segundo en el primer piso, y los de tercero en el segundo piso. No sólo hay salones de clases, sino que hay diferentes salones especiales para los diferentes clubes estudiantiles...

El edificio de la escuela en sí no era nada en especial. Era grande, sí, pero poseía un aire rural... no era tan grande u ostentoso como una secundaria de Tokyo, eso era seguro.

Contenido oculto

Contenido oculto: Music Theme de la Secundaria

 

El día siguiente llegó más rápido de lo que cualquiera hubiese pensado. Quizás habían sido lanzados en un mundo extraño y descubierto poderes sobrenaturales... pero seguían siendo estudiantes, y al llegar el día siguiente todos tuvieron que ir a la escuela como cualquier estudiante normal de secundaria.

Horas que parecieron eternas pasaron, pero eventualmente llegó el fin de clases. Habiendo terminado la última hora escolar del día, eran libres de pasar su tiempo como quisieran... de seguro todos tenían cosas que hacer. ¿Cómo pasarían su tiempo libre? ¿Lo aprovecharían al máximo? Esa era, también, su libre elección...

Contenido oculto

Han concluido las clases del día... sois libres de visitar el lugar del rol que más les plazca :)

En el día de hoy iré abriendo las distintas tiendas y lugares de interés en la ciudad. Podéis acudir a cualquiera de ellos para comprar ítems, equipamiento, accesorios, etc. Tendrán la posibilidad de trabajar medio-tiempo más adelante (eso lo explicaré cuando desbloqueen esta opción).

Además de las tiendas, también pueden pasar tiempo tratando de conseguir las Arcanas, o mejorar su rango, así como también pueden pasar tiempo entre ustedes para mejorar su relación y descubrir sus propias Arcanas; en resumen, la mejor opción que les recomiendo es explorar los distintos lugares que aparecen, solos o en grupo si quieren, y ver todo lo que Hanazawa tiene para ofrecer. ¡Buena suerte a todos!


PD: Dudas o preguntas no duden en consultarme :)
PD2: Para pasar de un lugar a otro no hace falta pasar por la calle principal/orilla del río/edificio principal primero... aunque si quieren hacer un post ahí para poner que pasan, siempre son libres de hacerlo, claro. Sin embargo, por hoy deben postear en este tema que terminan las clases del día sí o sí. Sólo por hoy (?

Balam Kuno Vizard GalladeLucario Hygge Yugen Chrollo Gigi Blanche Lucas Diamond No u Mori

 

Nagi Watanabe.

Watanabe se encontraba sentada en una de las bancas cercanas a la salida del establecimiento, no le había alcanzado a preguntar a Takagawa que planes tenía para ese día, o si podía acompañarla, y ahora no sabía donde estaba. Y no quería volver a casa, pues recordó que estaría sola al pensar en lo que le había avisado su madre al volver al colegio el día anterior: Desde ahora su madre trabajaría en la tarde y en horario nocturno, mientras que a Kazuki lo había logrado ingresar en una básica donde daban también clases por las tardes, por ende, le había recalcado su madre, ya no tendría que preocuparse de cuidar a Kazuki durante la semana, pues según su madre era crucial disfrutar los años de secundaría, por lo que con lo que habían echo ella tendría toda la tarde libre, aunque claro, nada era gratis y Nagi tendría que encargarse de las tareas del hogar, aparte de hacer los bento, a veces le sorprendía como su mamá fuera capaz de comer eso sin enfermarse del estomago.

Suspiró, mientras sostenía su cabeza con amabas manos. Claro que tenía muchas ganas de recorrer el pueblo, conocer sus calles y sobre todo identificar las tiendes especializadas en mangas y anime... si es que habían, pero le desanimaba pensar que ya no podría hacer eso junto a Haru y Natsu, y como estaba acostumbrada a caminar con ellas por las calles de Ikekuburo debía admitir que ahora temía caminar sola por las calles del pueblo.

Se pasó el antebrazo por sus ojos, eliminando pequeñas lagrimas, no podía desanimarse, pues claramente eso era algo que preocuparía a sus amigas si se enteraban, porque a Nagi tampoco le gustaría enterarse de que ellas lo pasaban mal en sus nuevos hogares, tenía que ser fuerte y acostumbrarse, pues a pesar de todo, eso era lo que quería su persona, ser capaz de disfrutar lo que la vida tenía para ella.

Así que se levantó, mirando hacía todos lados, ¿A dónde debería ir esta vez?... Rayos, ni siquiera sabía en que dirección quedaba el centro del pueblo.

 

Hiroki Usui

Como cabía esperar el día había sido una mierda para Usui. Odiaba las clases, los profesores, todo lo que tuviera que ver con lo académico le causaba dolor de cabeza. Se frotó la misma con pesadez mientras caminaba fuera del edificio al terminar las clases.

—Agh...

En Tokio ni siquiera iba al instituto, ¿por qué en Hanazawa sí? ¿Qué le pasaba? Lo único que quería hacer era llegar al destartalado apartamento al que llamaba hogar y sacar a pasear a Ike. Con su perro podría dar una vuelta por los alrededores y conocer la zona mejor.

No le interesaba especialmente pero como todo perro, tenía la necesidad imperiosa de conocer el que sería su nuevo territorio.

Já.

La verdad era que no había dormido demasiado esa noche. Se había pasado gran parte del tiempo en la cama, con las manos tras la cabeza observando el techo sucio y viejo, perdido en sus pensamientos. ¿Qué era ahora? ¿Una especie de superhéroe? Quién lo diría.

Él, que era un delincuente. Él, que era un asesino. Casi podía escuchar a Fenrir gruñirle dentro del cerebro.

"Yo soy tú y tú eres yo... No lo olvides Hiro..."

¿Por qué el destino había escogido a alguien como él? No destacaba precisamente por su buenas aptitudes. Era rudo, áspero, tosco y brusco en su trato a los demás. Un prófugo de la ley. Un delincuente.

Se echó las manos sobre los ojos y rio. Se carcajeó como un desquiciado durante unos segundos, con aquella voz ronca y áspera que lo caracterizaba.

Joder.

La vida tenía un sentido del humor muy bizarro. Probablemente la golpearía si pudiese.

 

Oreki Tojo

Las clases habían sido en su segundo día un ajetreo, pero todo fue llevadero después del almuerzo...claro, para Oreki todo puede cambiar con un tazón de ramen, al menos muchas cosas.

—Pero que locura—dijo deteniéndose al mirar el techo, recordando lo ocurrido el día anterior, muy en el fondo el sabia que Yuko supo la verdad...aunque aquel tragico dia, le dejo en la incertidumbre eterna, en su mente y su viejo movil aun existe aquel ultimo mensaje que le citaba en el parque.

Oreki solo dio un mordisco a su barra de chocolate mientras pensaba en Watatsumi aquel gran dragón parecia estudiarlo pero que aun asi sentia un fuerte y pleno vinculo con el...el no sabia que su destino le aguardaba algo tan extraño....

—mmmm...¿habra buenos restaurantes en la ciudad o un café manga?— medito ahora sentado en un banquillo, esperaba muy pronto reunirse con los de su grupo.

 

Yule Shirai

Yule soltó un amplio bostezo, que intentó contener con el dorso de su mano libre sin mucho éxito. Movido por la multitud de estudiantes, habiendo dado por finalizada la jornada de clases, no pudo evitar sentir sus párpados terriblemente pesados. El agotamiento emocional que había sufrido el día anterior le pesaba sobre sus hombros como una pila de losas, pero mientras frotaba sus ojos y alzaba la vista hacia el hermoso cielo azul, podía sentir que una gran parte de sí mismo lo agradecía.

"Las cosas ya no se ven de la misma forma cuando dejas de mirar hacia el suelo, ¿no es así, muchacho? ¿Es cosa mía o estás más alto?"

Yule no pudo evitar soltar una breve risa nasal, cargando su cartera sobre su hombro mientras dejaba atrás la institución. Aún le costaba asimilar todo lo sucedido el día anterior. Más bien le costaba asimilar... todo esto. Su nueva vida, sus nuevos compañeros. Su nuevo yo. Pero, de alguna forma, la vida le había dado una segunda oportunidad... o algo así.

Y él no era quién para desaprovecharla.

Por un instante sus pies se detuvieron en la salida, buscando con la mirada entre la multitud alguna figura conocida sin ser consciente de ello. Sintió su corazón acelerarse en su pecho, pues sabía que aunque encontrase a alguno de sus conocidos... ¿qué diría después? "Hola, no me apetece regresar a casa, ¿quieres dar una vuelta conmigo?". Se revolvió el cabello bicolor con frustración, negando con la cabeza.

No, siendo sinceros, creo que ni Boreas se creería que algo así había salido de su boca. Al menos, no de momento.

—Supongo que siempre queda la opción de explorar el pueblo por mi cuenta —se encogió de hombros, llevando su mano libre al bolsillo del pantalón, y comenzó a dejar que fueran sus pasos quienes le guiasen por una vez, sin un destino aparente.

Aunque se hubiese reconciliado consigo mismo, había cosas que nunca cambiaban.

 

Akiko Brooks

Cuando volví al día siguiente al instituto, lo hice con un humor ciertamente distinto. No es que estuviese encantada, a decir verdad; seguía teniendo predilección por los asientos traseros de las clases, seguía escondiéndome ligeramente de la gente y, en general, mi vida era más o menos como de costumbre. Pero había cambiado mucho una cosa: mi interior. El miedo que sentía, esa angustia tan grande, esa paranoia, estaba ahora algo más escondida dentro de mí. Por eso, aunque fue aburrido y aunque no estuve del todo cómoda, al menos no sentí la enorme presión que sentía siempre en mi pecho al estar en clase.

Cuando salí del instituto y miré la hora, me di cuenta de que él aún no regresaría a casa... era muy temprano. En otras circunstancias tendría que comer sola o esperarle, pero... p-pero por una vez eso podría ser diferente, ¿no?

Esta vez, quizá, tendría compañía. Por una vez, no tendría por qué pasar la mediodía sola, porque... tenía el valor para acercarme a ellas, por extraño que pareciese. ¿Es esta sensación fruto de Kaguya? ¿Este es el efecto de aceptar tu pasado...? Un... un poco de luz brilla en mi futuro, ¿eh?

Así pues, tan pronto como vi a Anna y a Diane a la salida, me acerqué a ellas, algo sonrojada, sí, pero... todo lo decidida que podía estar.

—A-Anna-chan, Diane-chan, hola —con las manos a mi espalda, algo dubitativa, desvié mi mirada. ¡V-Venga Akiko, no era tan difícil! Ellas dos eran buenas chicas. Lo habías comprobado, ¿no?—. Uhm. Había pensado en ir a ver el pueblo. Somos todas nuevas aquí, ¿no? Ehm, q-quería darme una vuelta y eso, y, no sé. ¿Tal vez os gustaría acompañarme...? Y podríamos comer o algo, no sé. ¡S-Si queréis, claro, no estoy diciendo que tengáis que venir!

Ugh, Akiko, vamos, tranquila. Que no es tan difícil, mujer.

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Gigi Blanche me gustaría que Anna y Akiko se fuesen juntitas a algún lugar >< Puedes elegir si quieres, idk. Lucas me ha dicho, sin embargo, que hasta la noche no podrá aparecer, pero que podemos rolear que Diane viene con nosotros e ir haciendo nuestros posts, que Diane ya luego se incorpora.
Supongo que no habría problema, ¿no, Kaito? Claro, haría Diane su post aquí y ya luego con nosotras, obvio

 

Sanji Allende

Todo este descubrimiento de que teníamos poderes y que éramos elegidos por el destino y yala yala no hizo más que tener un efecto negativo en el transcurrir de las horas escolares. Ahora, el mundo normal parecía más mundano y aburrido de lo habitual, y cada clase se volvía más densa que remar en miel. Cuando sonó la campana de fin de clases, sentí como mi alma era liberada completamente. Suspiré, mientras me cambiaba los zapatos a la salida del colegio. Nunca iba a entender esa costumbre tan rara que tenían aquí, la verdad.

Bueno, tenía todo el día por delante para disfrutar, la verdad. Lo bueno de Japón era que era infinitamente más seguro que mi país natal, así que podía salir a dar vueltas sin ningún temor. En especial teniendo en cuenta de que este era un pueblo. Y uno que era completamente nuevo para mí, a decir verdad. Todo un nuevo caserío por explorar. Esto podía ser emocionante. Bueno, lo mejor sería hacerlo acompañado. Tanto para no aburrirme tanto como también para frenar un poco mis impulsos de molestar al resto. No quería que mi cerebro terminara hecho un queso gruyere después de tantas punzadas y aguijoneadas de Huitaca. Así que tomando aire fresco, busqué a mi alrededor, para ver de encontrar a alguien conocido. Y había varios pero...bueno, a decir verdad, no sabía si era buena idea, ahora que me lo replanteaba.

Decidí buscar con la mirada a aquella muchacha de trenzas rosas, ¿cómo se había presentado? ¿Anna? Era la única que me había seguido el baile con tantas energías, además de que fue la única que pareció preocuparse de verdad por la catarata de sangre que el puñetazo de Hiroki había generado. La pude hallar rápidamente, a pesar de su estatura, pero parecía estar hablando con Akiko y la otra muchacha seria. Se comportaban como si estuvieran haciendo planes. Sonreí confiado. Podría sumarme y...

Una punzada en el cráneo me indicó que eso tal vez fuera mala idea. Oculté una mueca de dolor, mientras apretaba los dientes. Muy bien, ya entendí. Con eso el plan de hablar con Akiko también se había esfumado. Suspiré, y paseé mi mirada por los alrededores. Al parecer, el resto también o ya tenía planes o había decidido irse. Bueno, suponía que no quedaba más que explorar el lugar solo. De nuevo. Sinceramente, no tenía ganas de ver ahora a mi padre. Algo iba a encontrar para hacer en el camino.

Aunque estaba más que seguro que Huitaca iba a estar molestando si llegaba a realizar mi entretenimiento habitual, así que supuse que tenía que buscar como pasar el tiempo de manera distinta. Solté una sonrisa traviesa. Bien podía soportar una o dos punzadas en el camino.

Con el bolso al hombro y el ukulele en una mano, salí de allí, silbando bajito. Tenía todo un pueblo que explorar y gente a la que molest...a la que conocer.

 

Akiko Brooks

Sonrojada, no pude evitar que una ligera sonrisa se esbozase en mi rostro. Anna había aceptado, sonriente y aparentemente entusiasmada. Seguía opinando lo mismo sobre ella: esa chica tenía un aura especial, un aura que desprendía ternura y energía.

Así pues, algo nerviosa, empecé a juguetear con mi pelo.

—Oh, esto... he pensado que podríamos ir a la zona comercial, sí. N-No sé, podría estar bien ver las tiendas y tal. Igual hasta hay algo rico de comer.

Desvié la mirada hacia el suelo, para luego enfocarla tímidamente en los ojos de Anna. Solo por unos segundos, claro.

—¿N-Nos vamos, entonces?

Y me dispuse a marcharme a la zona comercial. B-Bueno, realmente la expresión correcta sería "nos marchamos". Uh... s-sonaba tan bien.

 

Diane Yamaguchi

Cuando los últimos chicos llegaron a Velvet Room, Igor por fin se dirigió a nosotros. Para mi sorpresa, nos dio la oportunidad de hacer tres preguntas y solo tres. Eran pocas para el número de incógnitas, pero de momento serían suficientes para calmar un poco los nervios que podían notarse en el ambiente. La primera pregunta fue lanzada al aire, sin previa consulta, lo cual pareció molestar algo a los demás. Las dos siguientes tuvieron, al menos, la aprobación de todos. Las respuestas fueron vagas, en cualquier caso, pero no podían exigir mucho más.

Cuando todo acabó, Igor le pidió a Alice que se quedara al cuidado de todos ellos, y sin más nos devolvieron a nuestro hogar. Aparecimos en la cama, ya por la noche. ¿Cómo habríamos llegado allí? ¿Y quién habría hecho la cena hoy en casa...?

A la mañana siguiente, al despertarme, preparé los desayunos como siempre. Me excusé por no haber venido en el día anterior, pero nadie parecía molesto por ello; al contrario, me hicieron ver que no habían tenido ningún problema. Después de todo, ya habían crecido, y aunque seguían siendo algo dependientes, podían sobrevivir un día sin mí, ¿no? Del mismo modo, me comentaron que ese día ninguno volvería a casa después de clase. Algunos amigos que habían hecho en el colegio les habían propuesto enseñarles cosas del pueblo, o ir a jugar al parque, con los padres de ellos. A decir verdad, me preocupaba un poco que tomasen tanta libertad, pero... Bueno, debía confiar en ellos y en que todo estaría bien. Este pueblo no parecía un sitio peligroso, y además así podría dedicar algo de tiempo a conocer yo también Hanazawa.

Las clases comenzaron a la misma hora que el día anterior. Ah, era maravilloso poder asistir a clase. Tuvimos una interesante lección de matemáticas, que me pareció de lo más interesante. Luego, diversas clases más se sucedieron hasta que el día terminó. Salí junto a Anna charlando, pues me resultaba muy agradable. En el trayecto a la salida del instituto me preguntó por los ejercicios de matemáticas que habían mandado. Le respondí, haciendo algo de memoria para acordarme.

Y antes de llegar a la calle, Akiko se cruzó con nosotras, llamando nuestra atención. Nos preguntó entonces si nos apetecía dar una vuelta y conocer más el pueblo. Lo cierto es que pensaba hacer eso por mi cuenta, pero no me importaba tampoco ir con ellas, después de todo. Es más, me pareció una idea estupenda.

—Claro, por mí bien. Vayamos a conocer un poco más este pueblo.

 

El día anterior había llegado a su final sin mayores eventos; luego de que se puso el sol, todos los estudiantes regresaron a sus casas y luego de cenar se fueron a la cama. Al día siguiente, las clases transcurrieron con normalidad. Todos tuvieron largas horas de clase, y al finalizar los estudios del día volvían a tener la tarde libre... o eso pensaban todos.

Al concluir la última clase, los 10 estudiantes repentinamente recibieron un mensaje de texto en sus teléfonos, de un número desconocido. El mensaje leía lo siguiente:

"¿Qué tal, Tricksters? ¿Disfrutando de su tiempo libre? Vaya grupo de héroes resultaron ser... ¿o al final decidieron no ser héroes? El Amo está impaciente por saber la opción que escogerán."

Luego de un par de minutos de recibir ese mensaje, todos recibieron un segundo mensaje de ese mismo número.

"No me gusta el papel que me ha tocado, pero órdenes son órdenes. Los esperaré en la Azotea el día de hoy... ¡más les vale no dejarme plantada ahí, o lo pagarán!"

No decía quién lo mandaba... pero no costaba mucho imaginarlo. De modo que, la Azotea, ¿no? Quizás deberían pasar por allí en algún momento del día... sonaba como que ir allí revelaría algo para ellos, ¿no?

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Yáahl Gigi Blanche No u Lucas Diamond Mori Hygge Yugen GalladeLucario Kuno Vizard Chrollo

¡Pasan al siguiente día! Hoy vuelven a tenerlo libre, pueden usarlo para explorar, juntarse con Arcanas, o comprar donde gusten... aunque les recomiendo pasar por la Azotea al menos en algún momento del día; no es obligatorio, claro, pero no consume tiempo y les ayudará en cierto punto (?

 

Akiko Brooks

Tras la velada de ayer, fui con otra cara al instituto. Eso sí, sentía que no encajaba del todo en mi clase... todas las personas con las que estuve ayer fueron menores, curiosamente. S-Ser llamada "senpai" por todos, la verdad, se sentía bastante bien...

Pero, aunque había hecho algo parecido a "amigos", quienes me acompaban durante las clases eran Hiroki, Monjiro y Sanji, además de, claro, Daisuke. No tenía mucha confianza con los tres primeros, y, de hecho, me daban un poco de miedo: Hiroki por la brusquedad de su carácter, Monjiro por ser tan tétrico y silencioso, y Sanji pues... por ser tan "molesto" y disfrutar tanto de molestar. Con todo, los tres eran parte del "grupo", ¿no? De ese grupo de diez chicos que habíamos experimentado los eventos con las sombras y la Velvet Room. Los diez portadores de Persona. S-Supongo que lo sensato sería tratar de llevarnos bien, más aún cuando nos unía algo tan extraño y de lo que sabíamos tan poco; estando unidos, supongo, sería más fácil para todos averiguar algo, entender algo de esto, pero...

... entre que no me era fácil y que ellos no colaboraban mucho, ugh. E-Echaba de menos a Anna para que mediase entre nosotros.

Sin embargo, al salir de clase, tan pronto como cruzaba la puerta del aula, mientras observaba mi teléfono, noté cómo un mensaje extraño llegó a él. Y sentí un escalofrío entonces recorrer mi cuerpo... e-ese mensaje...

¿Alice...?

Miré a ambos lados, como si quisiese asegurarme de que nadie me veía, como si los demás sospechasen que ahora tengo una suerte de poderes mágicos y quisiese ocultarlo. Con la mirada, encontré a Hiroki. Aunque desvié los ojos rápidamente, establecí contacto lo suficiente como para que me notase. ¿Habría recibido también él el mensaje? ¿Y... los demás?

Uh... la azotea, ¿eh? Tragando saliva, algo tensa, suspiré. Las escaleras me esperaban, pues. M-Me pregunto qué sucedería allí arriba.

 

Nagi Watanabe

¡Lo había intentado! Lo juraba por su mamá que no muriera por la aberraciones que cocinaba (esta vez fue huevo crudo), pero aún así había quedado dormida cuando el profe empezó a profundizar más en la materia ¿Lo peor? Es que el día anterior le había pasado lo mismo siendo que se había esforzado el doble en no verse derrotada ante el sueño... Tal vez su problema se arreglara si durmiera más temprano... sentía que lloraba por dentro, de seguro era Bak

Y nuevamente la despertó el sonido de que un mensaje había llegado a su celular, cosa que era muy rara, pues juraría que mientras duerme sus oídos parecieran cerrarse, pero casi pareciera que tal mensaje estaba hecho para despertarla "¡Levántate! ¡Tienes un deber que cumplir!" O algo así. Watanabe observó el mensaje que recibió ¿Juntarse en la azotea? Con todas las cosas raras que pasaban por ahí le extrañaba mucho que Takagawa no se percatara de nada. Miró el mensaje un rato más, la verdad todo lo que tuviera que ver con Igor le daba algo de bastante miedo, y al mismo tiempo tenía la necesidad imperiosa de ir... Se acordó de alguien que había conocido como correspondía hace unos días... Ella... ¿Sería capaz de ayudarle otra vez? Se sintió media avergonzada al pensar en ello... ¡Pero ella dijo que sería su mapa! Y Nagi ahora mismo necesitaba uno que le guiara de tal forma que le advirtiera de los peligros, cómo un mapa avanzado, pues Watanabe ya conocía la azotea, pero no sabía ir sin temblar al pensar en las posibilidades de encontrarse a solas con Alice... Aparte, si a ella le había llegado un mensaje de esos tipos, a su senpai de seguro también.

—Bu-buenas tardes... —dijo asomándose en la clase 2-2, un chico la atendió, medio agraciado de lo nerviosa que estaba. — ¿E-esta Kurosawa -senpai? ¿Podría lla... llamarle? Ne-ne-necesito hablar con ella... — Vaya, sentía que el piso cada día era más y más hermoso de admirar.

 

Hiroki Usui

Por algún motivo no había podido quitarse de la cabeza aquel momento de distensión en el parque. Watanabe. Kurosawa. Era usual para él estar más que distraído, aburrido en clase. La profesora había tenido que llamarle la atención un par de veces porque ponía los pies sobre la mesa en ademán indolente y se echaba en la silla como si estuviese en el sillón de su casa.

Con el gakuran desabrochado mostrando la camiseta de debajo. No debería llevar un pendiente en la oreja pero le daba igual.

¿Las reglas de clase? La eran indiferentes también.

Podía sentir como a la mayoría de sus compañeros de aula les daba miedo. Generaba respeto su intimidante presencia... aunque no era algo que Hiroki pretendía hacer. Era, simple y llanamente, su carácter el que impedía a la gente acercarse.

Era un muro que se había creado él mismo. Y Kurosawa... ah, Kurosawa supo saltarlo muy bien.

Se sobó la nuca y sonrió. Una sonrisa condescendiente, difícil de definir.

"¿Te refieres a Ike o a ti, senpai?"

Que tía tan rara.

***

Caminaba por los pasillos cuando recibió un mensaje al móvil. Ligeramente fastiado lo miró. No había número ni remitente pero no hacía falta ser un lince para saber de quién se trataba.

Esas formas hoscas tan parecidas a las suyas solo llevaban un nombre.

Alice.

Soltó un gruñido entre dientes. Él pensaba ir a la azotea y estar solo... pero parecía que tendría compañía. Y si todos lo habían recibido, probablemente también se reuniesen allí.

No le agradaba especialmente pero suponía que era una de las contraindicaciones de ser un jodido superhéroe ¿no? O algo así. Ni siquiera él mismo tenía muy claro lo que era.

Pero... ¿Trickters?

Sonaba de la ostia.

 

Oreki Tojo

Otro dia más de clase y la hora de salir llego finalmente y Oreki aún habia quedado con la curiosidad de conocer el restaurant en compañia de su extravagante amiga Anna claro lastimosamente el tiempo no apremio, tenia la esperanza de poder lograrlo este día.

Apenas el rubio daba un bocado a su barra de chocolate, un extraño sonido le detuvo en seco, habia recibido un mensaje.

— Agri...mmmm...¿Alice?— el comilon se habia atragantado con su barra con solo aquel mensaje de uno de los asistentes de Igor ¿seria algo grave? A saber...el chico centro su vista en el texto y tal parece que le exigia visitar la azotea.

Oreki rasco su nuca dudoso, el mensaje en si no le exigió inmediata presencia, pero si que en algun momento...todo era muy extraño casi olvido que ahora era una especie de "heroe" con poderes fuera de este mundo.

—Ok...supongo que al parecer no perdere el dia en ir...pues no habra problema— Sentencio con una sonrisa en su rostro...el chico iba a contestar el texto...pero tal vez sentira que solo daria molestia a su "cuidadora" ya de por si no parece estar feliz con su misión tal vez un dia puedan conocerce bien...un dia aguardaba y habian lugares que en su interior percibio era mejor conocer.

 

Diane Yamaguchi

Finalmente, el día acabó. Nos acercamos al hospital a preguntar por lo que pasaba, donde Akiko se encontró con un compañero de clase. Y luego, ella y yo nos dirigimos al puesto de ramen para comprar algo. Cuando llegamos, Akiko pidió un plato de udon, y yo... Decidí no comprar nada al final. No quería gastar mi dinero, después de todo; eran más caros de lo que esperaba y ya había comprado algo hoy. Es más, tendría probablemente muchas cosas en casa que podía cenar, y se pondrían malas si no. Y de todas formas tendría que hacer algo de cena para mis hermanos, así que no era la mejor idea.

Watanabe y Kurosawa también acabaron en el puesto de ramen, pero no pudieron pedir, ya que para cuando llegaron estaban cerrando. Una pena... Esperaba que al menos pudieran ir otro día.

Y así, llegó la noche y regresé a casa. Preparé todo lo necesario, y me fui a dormir.

A la mañana siguiente, volvimos a clase. Las lecciones fueron apasionantes, y las disfruté todas y cada una de ellas. Mi cuaderno cada vez estaba más completo, lleno de apuntes y anotaciones. Pronto, como si las clases hubieran sido cuestión de minutos, terminó el día escolar, y tocaba volver a casa, como de costumbre. Pero un mensaje en mi móvil captó mi atención. No tenía remitente, pero parecía claramente ser de Alice... En el mensaje, nos invitaba a acudir a la azotea del instituto. ¿Por qué la azotea...?

No lo dudé mucho, y decidí subir allí. Iba a esperar a mis compañeros, pero el mensaje robo toda mi atención. Quería subir a la azotea cuanto antes. Después de todo, era probable que ellos también lo hubieran recibido, así que nos encontraríamos allí.

 

Tras las aventuras en el otro mundo, el día había llegado a su final, y cada uno de los Tricksters había pasado la noche durmiendo, recuperando sus fuerzas. Y así, llegó un nuevo día...

Las clases del día transcurrieron con normalidad; y tras un tiempo finalmente sonó la campana que indicaba el fin de las clases del día. En su aula, cada uno de ellos se dispuso a ponerse de pie de sus pupitres... pero entonces, los nueve Tricksters recibieron al mismo tiempo un mismo mensaje de texto.

"No olvidéis que tenemos dos semanas para llegar al final del Parque de Diversiones. Tomense su tiempo y prepárense si lo necesitan, porque no será una batalla sencilla esta vez. Cuando estéis listos para ir a Arcadia, entonces me avisan... estaré esperando en la Azotea a partir de hoy. ¡Ya sabéis donde encontrarme, así que no me hagáis repetirlo, eh! -Alice"

Y así concluía el mensaje... bueno, al menos ya sabían donde encontrarla para acceder a Arcadia si lo requerían. Bueno, de todos modos tenían tiempo de sobra aún... no era necesario apresurarse, al fin y al cabo.

¿Qué harás el día de hoy?

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Gigi Blanche Kuno Vizard Yáahl Yugen Mori No u GalladeLucario Lucas Diamond

¡Comienzo de un nuevo día! Sois libres de rolear por donde os plazca el día de hoy :)