Mini-rol Emily in Wonderland [???]

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Había una vez una dulce y hermosa niña,
de sonrisa radiante y mirada enternecida.
Sus padres la querían mucho, sus amigos también,
ella siempre acudiría a todos en un santiamén.
Pero un día, la dulce y hermosa niña desapareció,
y en un oscuro y extraño lugar despertó.
¡Pobre y desafortunada niña! Tan dulce, tan hermosa y tan perdida.
¿Adónde irá ahora en esta tierra desconocida?

​

La pobre y desafortunada niña abre los ojos y se encuentra de pie, en medio de una habitación. No recuerda cómo llegó ahí ni por dónde. Frente a ella sobreviven las llamas de unas pocas velas, el único rastro de luz a su alrededor, dispuestas en una cómoda de madera. Asume que sobre su cabeza hay un techo y detrás de su espalda una pared, pues la oscuridad es tan negra, tan densa, que no consigue ver nada.

¿Quién es? ¿Cómo se llama? El miedo la acecha al notar que no consigue responder esas preguntas. Se acerca a la mesa, donde encuentra presentados varios objetos. Recoge un pequeño espejo, circular, de mango y marco dorado, y del pequeño espejo recibe su reflejo. Encuentra un cabello negro como el ébano, largo y liso, y un par de ojos morados. Piensa en las amatistas pero no logra recordar su nombre, y la niña, frustrada, regresa el espejo a su lugar; no nota que los ojos morados la siguen con la mirada.

¿Qué más? ¿Qué más hay? Las velas oscilan y la pobre y desafortunada niña inspecciona los frascos. Los hay de varias formas y tamaños, sus tapones de corcho, y contienen líquidos de diversos colores. Ninguno le da buena espina. Finalmente encuentra un perfume y un cepillo para el cabello. Ambos lucen elegantes y ostentosos, y de forma inexplicable una voz suave susurra en su mente.

Pobre y desafortunada niña, ¿cuál elegirás?​

>>Ponerse perfume.
>>Cepillarse el cabello.

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¿Pensaste que sólo íbamos a abrirte un tema con audiecitos? JA. Amane no preguntes, no pienses, sólo disfruta la experiencia :D

¡Sorpresa, sorpresa, bebi! Come and join us uwu

Lelouch *lo jala de la ropa*

 

Abrí los ojos, y me obligué a repetir el gesto, pues la oscuridad que me envolvió fue tan densa que me hizo dudar de haberlo hecho correctamente en primera instancia. Había abierto los ojos, sí, pero seguía sin ser capaz de distinguir nada a mi alrededor; suponía que estaba en alguna clase de habitación, aunque no tenía idea alguna de cómo habría llegado a la misma. Me forcé a buscar algo que me otorgase alguna pista de dónde me encontraba, pero lo único que logré distinguir fue la tenue luz de unas velas un par de pasos más allá de mi posición.

Me acerqué con cuidado, guiada por aquel pequeño faro en el océano de oscuridad, y descubrí entonces que las velas estaban sobre una cómoda, junto a un espejo que no dudé en alcanzar con mi mano. El cristal me devolvió el reflejo sin mayor problema; el pelo negro, los ojos violeta y... la expresión de pura confusión. Era... yo, claro. ¿Pero quién era yo exactamente? No lograba recordar mi nombre, ni qué hacía ahí, ni cómo había llegado... Fruncí el ceño, molesta ante mi incapacidad para recordar cualquier mínimo detalle de mi existencia más allá de ese instante, y dejé el espejo de vuelta sobre la cómoda.

Seguí deslizando mi mirada por los diferentes frascos que había en el mueble, procurando ignorar la sensación de incomodidad que se había extendido por todo mi cuerpo, y solo paré el recorrido al sentirme atraída por dos objetos en cuestión: un perfume y un cepillo para el cabello. Se veían extremadamente elegantes y, de alguna extraña manera, una voz me hizo querer elegir entre una de las dos piezas. No me cuestioné la existencia de la voz, abstraída como estaba ante la belleza de los objetos, y ni siquiera lo pensé demasiado cuando mi mano volvió a extenderse para hacerse con el frasco de perfume, del que me eché sin dudarlo un segundo.

>>Ponerse perfume.

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omgggg, this is so exciting, aaaa *rueda all over the place*

 

La pobre y desafortunada niña se siente atraída hacia el frasco de perfume y lo recoge entre sus manos con cuidado. El líquido se mece bajo la luz tenue de las velas en un tono violáceo y repasa la superficie del vidrio, esmerilado, con la yema del pulgar. Luego toma el atomizador entre sus dedos y lo presiona, liberando una nube de frescor dulce sobre su cuello. El aroma la embriaga brevemente y sobre sus párpados cerrados se dibujan imágenes extrañas, repentinas. Una luz intensa parpadeante, una sonrisa ajena, el espesor de una vegetación multicolor.

Al abrir los ojos, la niña capta un resplandor de soslayo. Sobre la pared a su izquierda comienzan a escribirse símbolos desordenadas en un trazo fluido y fosforescente. El cartel queda incompleto pero, gracias a él, nota que debajo hay una puerta. Una puerta que es... demasiado pequeña. ¿Cómo se supone que pase por ella? Se acerca a inspeccionarla, sus zapatos hacen eco, y se pregunta si antes emitieron el mismo sonido. Son negros, de charol, y por algún motivo... le resultan extraños.

La puerta es de madera, su marco dorado, y gira el diminuto pomo apenas entre dos dedos; por la abertura se cuela una luz inmensa y repara en el diseño monocromático, romboide, del suelo. El ángulo no le permite ver nada, pero escucha el piar de ciertas aves y una brisa floral acaricia su nariz. Debe ser la salida, claro, aunque... ¿cómo hará para utilizarla? En ese momento, la voz de antes vuelve a irrumpir en su mente.

Pobre y desafortunada niña, ¿cuál elegirás?​

La niña voltea hacia la cómoda llena de objetos. ¿Qué... se supone que haga?

>>Volver a ponerse perfume.
>>Cepillarse el cabello.

 

El aroma del perfume me rodeó al instante de pulverizarlo, haciéndome notar las notas dulzonas entre el frescor primario de la fragancia al alcanzarme la piel; la sensación fue tan satisfactoria que tuve que cerrar los ojos para poder disfrutarla por completo. Aquel gesto tan inocente, sin embargo, hizo que una serie de imágenes extrañas se reprodujeran contra mis párpados, sorprendiéndome de tal manera que no pude evitar volver a abrirlos con fuerza, algo asustada.

Por fortuna, mi atención se vio atraída por un nuevo resplandor en la oscura habitación, haciéndome girar la cabeza en dicha dirección sin dudarlo un segundo. Nada tenía sentido, no entendía porqué de repente aparecían letras iluminadas sobre la pared, y aun así, no me quedó más remedio que acercarme a la puerta que súbitamente descubrí gracias a aquel mismo fenómeno. La puerta era demasiado pequeña como para pasar por ella, aunque al menos pude mirar un poco a través de la apertura que conseguí al tirar del pequeño pomo entre mis dedos. No estaba segura cómo lo conseguiría, pero debía haber una manera de atravesar aquella salida. Quería decir... aquello debía ser la salida, ¿cierto?

La voz que había escuchado antes volvió a reproducirse en mi cabeza, incitándome a dirigir mi atención hacia la cómoda una vez más. No tenía muchas más opciones presentes, ¿verdad? Y aquella voz, a la que estaba intentando no darle demasiadas vueltas porque todo era raro de por sí, me estaba invitando a elegir de nuevo. Solo podía elegir entre el perfume y el cepillo, realmente, y aunque no entendía de qué manera podría ayudarme ninguna de las dos cosas... al final cedí, escogiendo cepillarme el cabello en aquella ocasión.

>>Cepillarse el cabello.

 

Era algo difícil de explicar, pero la ansiedad que había estado sintiendo por toda aquella situación tan extraña fue diluyéndose poco a poco gracias al movimiento mecánico que mi mano empezó a hacer al cepillarme el pelo. Poco a poco me fui sintiendo más tranquila, más cómoda, y ni siquiera me cuestioné la presencia que empecé a sentir a mi espalda. ¿Por qué debería? Era una presencia reconfortante.

Y una canción que me hacía sentir cálida una vez más.

Pasó un buen rato, o al menos a mí me lo pareció, hasta que me di cuenta del nuevo haz de luz en la habitación, y al girar la cabeza en dirección al cartel, me di cuenta de que el mismo repentinamente tenía sentido. Leí el mensaje, frunciendo apenas el ceño al reconocer vagamente el nombre escrito como el mío, y, tras tener que parpadear de nuevo, me percaté de que la puerta había adquirido un tamaño que me iba a permitir atravesarla. ¿O quizás había sido yo la que había cambiado de tamaño? Preferí no darle mayor importancia al detalle, pues lo que realmente importaba era que iba a poder salir de ahí de una vez... ¿cierto?

Dejé el cepillo sobre la cómoda y me dirigí hacia la puerta sin titubear, haciendo lo posible por ignorar la voz, las voces, que se arremolinaron en mi oído, pidiéndome ayuda de manera casi desesperada. ¿Yo? ¿Ayudarles? ¿Cómo podría yo ayudar a nadie en un mundo que no conocía?

...

La luz me engulló y, para cuando finalmente fui capaz de enfocar lo que me rodeaba, el piar de los pájaros ya me habían dado una idea de que, al menos, había conseguido alcanzar el exterior. Me llevé la mano a la frente, a modo de visera, buscando bloquear los rayos de sol lo suficiente como para permitirme entender mejor dónde me encontraba. A mi espalda no había rastro de puerta alguna, en su lugar distinguí el océano algo alejado de mi posición, y más adelante lo único que había era un camino enmarcado por arcos de hiedra. Suponía que lo lógico sería caminar hacia delante, pero la realidad era que seguía sin saber qué era aquel lugar y absolutamente nada me indicaba que la salida estuviese en esa dirección; el océano se veía lindo, por otro lado.

Al final me fue imposible reprimir las ganas de acercarme a la costa.

>>Regresar a investigar la costa.

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it's all so pretty, im cryiiiing *chef's kiss*

 

Emily regresó sobre sus pasos y abandonó el camino hasta alcanzar la playa. Era una pequeña porción de arena bordeada por el bosque, a ambos lados, y la rompiente de las olas, al frente, en su vaivén constante. Sus zapatos se hundieron conforme caminaba y se detuvo en el límite entre la tierra y el mar. Las aves, el sol tibio, el aroma salado. Todo era tan... pacífico. A su izquierda divisó algunas embarcaciones derruidas, encalladas en la arena. Eran pequeñas, de madera, y el paso del tiempo había causado estragos en ellas. Ahora sólo eran parte del paisaje.

¿Qué habría más allá del horizonte? ¿Y dónde se suponía que estaba? Las dudas se arremolinaban en su mente cuando un murmullo melódico la distrajo, una suerte de canción entonada con un acento que le recordó a los... ¿marineros, quizá? Ni siquiera supo por qué la imagen apareció en su mente. Miró sobre su hombro, hacia la procedencia del sonido, y encontró a un muchacho caminando en su dirección. No pareció llevarle el apunte, siquiera le echó un vistazo, y se detuvo a unos cuantos metros de su posición de cara al mar. Emily lo detalló, quizá, por ser la primera... ¿persona? con la que topaba desde que empezó esta sucesión de eventos tan extraña.

Su cabello era de un tono grisáceo muy claro, similar a la plata, y brillaba con intensidad bajo el sol. Sus ropajes eran elegantes, aunque atípicos: estaban salpicados en negro, blanco y azul oscuro, el pantalón poseía un ribete complejo en las costuras y las solapas del saco presentaban patrones anárquicos. Del botón central y hacia el bolsillo pendía una cadena, también plateada, y al entrelazar las manos a la espalda, Emily notó que las llevaba enguantadas y que... la tela acababa en garras, o al menos uñas afiladas.

Aquel detalle la distrajo lo suficiente para dar un respingo al notar que el chico la estaba mirando. ¿En qué momento había...? Sus ojos destellaban en un aguamarina muy intenso y la sonrisa que le dedicó, en cierta forma, le resultó... felina.

—Es un lugar muy relajante, ¿verdad? —Su voz, masculina, cargó una sedosidad particular, y suspiró al regresar la vista al mar—. Es una pena... Ya casi nadie viene por aquí, no en estos tiempos que corren.

La reflexión quedó suspendida en el aire durante algunos segundos hasta que volvió a mirar a Emily.

—Pero tú sí. —Sus ojos se afilaron y ladeó la cabeza—. ¿Qué haces aquí, pequeña?

No hay opciones específicas de diálogo.

 

Había procurado no darle demasiadas vueltas a las mil preguntas que seguían formándose en mi cabeza, intentando convencerme de que no conseguiría llegar a ningún sitio si solo me estancaba en las dudas y no en buscar algún tipo de solución; aun así, era bastante difícil ignorar la ansiedad que toda aquella situación me estaba causando. Al volver sobre mis pasos para dirigirme a la playa, sentí una extraña mezcla de sentimientos, pues las dudas seguían arremolinándose en mi cerebro, pero la imagen del mar extendiéndose infinitamente hacia el horizonte tenía una efecto calmante que pocas otras cosas podían lograr.

Lo que realmente logró distraerme del tumulto de mis pensamientos fue la suave melodía que empezó a escucharse por la playa. Giré mi cabeza en dirección a la canción, logrando dar fácilmente con el origen de la misma al notar que el muchacho que la estaba cantando se estaba acercando a mi posición. Siendo que aquella era la primera persona que veía en mucho tiempo, no pude evitar que la curiosidad fuera más grande que cualquier otro posible sentimiento negativo al respecto, y por ello mismo fue que no pude controlar que mi mirada se quedara clavada en la extraña forma de sus guantes. ¿No parecían haber sido creadas para alguien con... garras? No, un segundo, eso era imposible.

Para cuando me quise dar cuenta de que me había quedado mirándolo como toda una maleducada, el chico ya había centrado su vista en mí y, bueno, el sonrojo de mis mejillas fue inevitable. Para mi sorpresa, sin embargo, él no me regañó por aquel gesto de mi parte, y en su lugar me habló... como si nada. El tiempo que tardó en formular sus pensamientos me sirvió para relajar mis nervios, pero eso no evitó que diera un pequeño respingo de nada cuando volvió a fijarse en mí tras un rato en silencio.

—¿Yo? Oh, eh... estoy intentando volver a casa.

Era eso lo que estaba haciendo, ¿cierto?

>>Disculpa, has dicho que ya no viene gente por los tiempo que corren. ¿A qué te refieres? ¿Es peligroso estar aquí...?

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okay, IM BACK BITCHES

 

El muchacho del cabello de plata y los ojos aguamarina mantuvo su mirada sobre Emily todo el rato, de una forma ambigua e indescifrable. La pequeña sonrisa inmutable plantada en sus labios no permitía discernir ningún cambio de expresión. La escuchó sin cuestionarla hasta recibir las preguntas de la niña. Alzó apenas las cejas, pestañeó con lentitud y regresó la vista al mar.

—Depende lo que tú creas peligroso —murmuró, sereno—. Puede ser peligroso tropezar y doblarse un tobillo, o resbalarse en la costa y que una gran ola te arrastre al océano. Puede ser peligroso decir lo inapropiado en el momento incorrecto, entregarle tu confianza a una persona engañosa, o incluso... —La miró de soslayo, risueño—, sólo tener mala suerte~

Su sonrisa se ensanchó, le estrechó los ojos y Emily alcanzó a oír el sonido de una risa sutil proviniendo del muchacho; aunque, si debía ser honesta, se le había asemejado más a un... ronroneo.

—Volver a casa, dices —prosiguió, soltando el aire de golpe—. No haré preguntas innecesarias, no ahora por lo menos, así que toma este consejo: no vagues estas tierras sola, pequeña.

En el instante que su voz se disolvió, Emily oyó que alguien más venía muy apresurado desde el camino. Sus pasos rebotaban y, al darse la vuelta, identificó a una muchacha de cabello oscuro.

—¡Kenneth! ¡Espera, Kenneth, no te atrevas a-!

Se calló de repente al reparar en Emily, la miró sumamente extrañada y al instante dio un respingo, devolviendo su atención al chico... o al lugar que había ocupado, pues ya no había nadie. La muchacha resopló, hastiada, y avanzó hasta posicionarse junto a Emily con los brazos en jarra. Llevaba un moño anaranjado encima de la cabeza y su ropa, aunque conservaba rasgos estándar, también lucía... algo extraña. Era una especie de vestido a juego con el moño y mangas abullonadas, doble línea de botones negros y acabados blancos. La prenda se mantenía en la línea de sus hombros unida a un cuello, monocromático, por una redecilla negra, casi transparente. El accesorio recordaba al cuello de una camisa y de él pendía un pequeño colgante de pica.

—Ese chico es la cosa más escurridiza de todo Wonderland, y yo que sólo quería hacerle una pregunta —se quejó en voz baja y volteó hacia Emily de repente. Frunció el ceño, la escaneó de arriba abajo y relajó el semblante, sonriéndole con suavidad—. ¿Y tú quién eres? Es la primera vez que te veo por aquí. Yo soy Anna, por cierto. Encantada~

Sus ojos eran grandes y rosados, casi cristalinos, y al moverse, en su oreja tintineó el destello plateado de un arete. También era de pica.

>>Preguntar por Kenneth.
>>Preguntar por ella.
>>Preguntar por Wonderland.
>>Limitarse a responder.

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NPC desbloqueado: Kenneth, el Vagabundo.

Acompañante desbloqueado: Anna, la Súbdita.



A partir de ahora, rolearé como Anna y te guiaré a lo largo de esta travesía. ¡Buenaventura, Emily!

 

El muchacho me prestó toda su atención a medida que hablaba, algo que por regla general no debería haberme intimidado tanto como lo estaba haciendo en esos momentos. ¿Tenía motivos para desconfiar de él? Era cierto que no lo conocía de nada, pero también lo era que me encontraba en una situación en la que no me podía permitir estar completamente sola. O eso creía, al menos, porque la realidad era que todavía no tenía ni idea de dónde estaba, cómo había llegado ahí o cómo podría volver a casa.

Aun así, no pude evitar mirarlo con obvia confusión cuando empezó a enumerar las posibles cosas que podían considerarse peligrosas, y acentué todavía más la expresión cuando me confirmó que no me haría más preguntas de las necesarias (de momento) y me recomendó no vagar por ahí sola. Sí, claro, era fácil decirlo, ¿pero quién se suponía que me iba a acompañar...? El hilo de aquel pensamiento se cortó a medio camino, pues una tercera voz se nos acercó repentinamente.

...y quien dice tercera, dice nueva segunda, porque en lo que tardé en girar la cabeza en dirección a aquella voz desconocida, el muchacho albino desapareció sin dejar ningún rastro; como si nunca hubiera estado ahí, realmente. Miré a mí alrededor con preocupación, pero después de un rato no me quedó más que centrar mi atención en la chica que me estaba haciendo compañía en esos momentos, ya que también me habló para confirmarme que el chico (aparentemente llamado Kenneth) era así de escurridizo siempre.

—O-oh... —murmuré, sin poder evitar dar un pequeño respingo (una vez más) al recibir las palabras de la muchacha—. Ah, me llamo Emily, encantada —me presenté finalmente, siendo capaz de formar una sonrisa amable a pesar de seguir sintiéndome bastante confundida al respecto de... todo—. Anna, ¿verdad? Es... creo que es la primera vez que estoy aquí, ni siquiera sé muy bien cómo he llegado... ¿Dices que estamos en Wonderland? ¿Eso dónde queda, exactamente? No creo haber escuchado de ningún país que se llamase así antes...

>>Limitarse a responder
>>Preguntar por Wonderland

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¿puede annita pasar a ser mi súbdita? 7u7 (?)

 

La respuesta de la chica no fue demasiado reveladora, aunque al menos pude sacar en claro una cosa de todo lo que me dijo: me encontraba en una isla. ¿Cómo rayos había acabado en una isla que no recordaba o conocía en lo más mínimo? Era consciente de que iba a tener que dejar de darle tantas vueltas a aquella incógnita, sobre todo si quería enfocar mis energías en salir de ahí, que era lo que realmente importaba; aun así, no era tarea sencilla.

Anna me pidió que la siguiera, pues me llevaría a un lugar seguro, y si bien era cierto que en un principio dudé si hacerle caso era una buena idea o no, al final no me quedó más remedio que seguir sus pasos. Había conocido a dos personas en el tiempo que llevaba ahí y ella era la única que se había ofrecido a ayudarme de alguna manera; o que no se había esfumado a secas, vaya.

La muchacha me guió a través de los arcos de hiedra, su paso siendo bastante más ligero y cómodo que el mío, aunque debía admitir que yo misma sentí cómo me relajaba un poco gracias a su despreocupación general y los suaves tarareos que dejó salir a lo largo de nuestro paseo. Parte de la tensión inicial volvió cuando cambiamos de paisaje, claro, especialmente al ser el mismo tan... oscuro y húmedo, de repente. Una parte de mí quería seguir preguntándole a Anna cualquiera de las mil dudas que seguían rondándome la cabeza, mientras que otra parte estaba demasiado ocupada intentan entender todo lo que pasaba a mi alrededor.

—Sí, estoy bien —le contesté a la chica, fabricando una sonrisa ligera, a pesar de que... bueno, me era difícil definir cómo de cierta era esa respuesta.

Sea como fuere, no tuve tiempo para darle demasiadas vueltas al asunto, porque de repente nos encontramos con un grupo de... ¿¡monstruos!? No estaba del todo segura si eran monstruos, pero desde luego no eran humanos ni animales que conociera. Había al menos una persona en todo aquel grupo, eso sí, y supuse que él sería el tal Ian que Anna había llamado; parecía que se conocían, y el chico parecía estar en verdadero peligro, además.

>>¿Cómo vamos a ayudarlo? ¿¡Has visto a esos bichos!? ¡Nos van a matar! —exclamé, aunque tampoco tuve más opción que seguir a la muchacha directamente hacia el peligro.

Para cuando vi que el tal Ian sacaba fuego de su mano, yo creía que ya lo había visto todo en aquel mundo... nada más lejos de la realidad, por supuesto. Uno de los monstruos lo atacó, pero entonces él apareció a nuestras espaldas, lo que obviamente me sacó un respingo más que notable. El chico empezó a decir muchas cosas que no entendía, en algún punto mencionó una fragancia mágica que me recordó a la habitación oscura del principio, y para cuando me quise dar cuenta, el mismo me empujó hacia delante mientras decía que me quedaba a cargo.

>>¿Cómo? P-pero yo no entiendo nada... ¿Qué se supone que tengo que hacer?

Formaciones:
—INS/OBS/CAS
—FUL/OBS/FUL
—SAN/PRO/CAS

Emily: Bravura + Prisa + Focus (Ian)
Anna: Antibravura+ + Antife+
Ian: Golpe rápido x5 (Amoonguss)

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EMILY: Luz
Salud: 625/625
Resistencia: 20
Entereza: 70/70

INSPIRADOR:
-Bravura (Otorga Bravura por 3 turnos: el afectado golpeará con 1,5 más de fuerza en sus ataques físicos) (1)
-Fe (Otorga Fe por 3 turnos: el afectado golpeará con 1,5 más de fuerza en sus ataques físicos) (1)
-Coraza (el objetivo recibe la mitad de daño físico; dura 4 turnos) (2)
-Escudo (el objetivo recibe la mitad de daño especial; dura 4 turnos) (2)
-Antioscuridad (Otorga Antioscuridad por 3 turnos) (1)
-Prisa (Otorga prisa por 3 turnos: la capacidad del afectado sube en 1) (2)
-Focus: Otorga focus por 3 turnos (1)
-Don de la luz (Otorga don de la luz por 4 turnos a un aliado) (3)


ANNA: Fuego
Salud: 700/700
Resistencia: 40
Entereza: 30/30

OBSTRUCTOR:
-Mutis (Causa mudez por 3 turnos) (2) [Algunos enemigos son inmunes]
-Antife (causa antife por 3 turnos) (1)
-Antibravura+ (causa Antibravura a todos los enemigos por 3 turnos) (2)
-Antife+ (causa Antife a todos los enemigos por 3 turnos) (2)
-Antifocus: los ataques del objetivo no bajarán entereza por 3 turnos. (2)


IAN: Oscuridad [MOF 1/2] [BRA 1/3] [PRI 1/3] [FOC 1/3]
Salud: 650/650
Resistencia: 30
Entereza: 45/45

CASTIGADOR:
-Atacar: 35 Potencia, -1 Entereza (1)
-Golpe Rápido: 25 Potencia, sin bajada de entereza, golpea dos veces (1)
-Lance Horizontal (30 Potencia, -1 entereza, usado mientras el rival está aturdido, prolonga en 1 el número de turnos que pasa así) (1)
-Bomba Oscura: 35 Potencia, -1 Entereza, Oscuridad, ataque físico, golpea a todos (2)

 

Anna arrastró a Emily sin atender sus muy elocuentes preguntas, vaya a saber uno la razón; quizás estuviera demasiado ocupada maldiciendo mentalmente al muchacho o quizá, otra vez, todo aquello fuese materia frecuente en aquel lugar tan extraño. Se detuvieron a una distancia prudente, sin embargo, y desde allí atestiguaron el teatro que Ian se estaba montando. Anna suspiró de forma muy audible y no se inmutó cuando el monstruo del garrote alzó su arma en el aire, listo para estampar al pobre chico como una hojita contra la tierra.

Evidentemente, tampoco se sobresaltó por la repentina mano sobre su hombro. Ya había soltado la muñeca de Emily para ese entonces, bajó la mirada a aquello que la tocaba y se giró hasta Ian con una ceja enarcada. Escuchó su monólogo de tonterías sin cambiar su expresión, y al oírlo mencionar la "fragancia mágica" de la recién llegada frunció el ceño, confundida. Se coló en el espacio de Emily, aún seria, y acercó el rostro a la curvatura de su cuello para olfatearla. Vaya, era verdad, ¿cómo no la había sentido antes?

—Contigo hablaré luego —sentenció hacia Ian, y suavizó el semblante al dirigirse a Emily—. No le hagas caso al idiota, no tienes por qué saber hacer nada... pero también es cierto que no tenemos mucho tiempo.

Aquello lo completó mientras hundía la mano en uno de los bolsillos de su vestido y de allí extraía un pequeño reloj, plateado y muy ornamentado. Presionó el botón del costado, la tapa se levantó y Emily alcanzó a oír el sutil correr de las manecillas. Fue apenas un vistazo el que le dedicó la chica, de un movimiento de muñeca lo cerró y regresó a su lugar.

—¿Viste el fuego que invocó Ian? Tú puedes ayudarlo, intenta concentrarte en él. Yo, por mi parte, puedo echar una mano jodiendo a los pequeñines.

¿Pequeñines? ¿Aquellos monstruos intimidantes? Oh, bueno... Con ligereza, Anna viró su atención al frente y alzó una mano, extendiendo los dedos. De su palma brotó un resplandor anaranjado y sus ojos centellearon en una tonalidad similar, como si sus pupilas se hubieran transformado en... ¿mariposas? La idea apareció en la mente de Emily y se materializó sobre la mano de Anna, ya que decenas de mariposas revolotearon hacia los enemigos y los rodearon, desprendiendo un polen que... Bueno, no estaba muy segura qué hacía, pero intuía que los debilitaría.

Fue un instante, sus ojos regresaron a la normalidad y le guiñó a la chica. Las mariposas habían desaparecido en el polvo que generaron.

—Ya ve a jugar al héroe —soltó al aire, cruzándose de brazos. Claramente le hablaba a Ian, ¿verdad?

 

La mención a la famosa fragancia también hizo despertar la curiosidad de Anna, quien no tuvo ningún reparo en invadir mi espacio para acercar a nariz a mi cuello. El gesto me pilló completamente desprevenida, por lo que no tuve demasiado tiempo para controlar mis reacciones y el sonrojo que me acabó subiendo a las mejillas fue estúpidamente evidente; balbuceé algún intento de queja, también, pero al final todo eso se quedó en nada. Por suerte, la chica se distrajo con el tal Ian lo suficiente como para permitir recomponerme, y cuando volvieron a centrarse en mí, pude prestarle toda mi atención a sus palabras.

Anna me estaba diciendo que intentara concentrarme en el chico para ayudarle, aunque me seguía pareciendo que era mucho más fácil decirlo que hacerlo. Ella, por su parte, parecía ser capaz de invocar una especie de mariposas anaranjadas que rodearon a los enemigos y dejaron caer un montón de polen sobre ellos, supuse que consiguiendo debilitarlos de alguna manera con el mismo. ¿Se suponía que yo también podía hacer algo por el estilo? ¿Y todo gracias al perfume que me había echado? Bueno, si ellos lo decían, debía ser cierto... ¿verdad?

Cerré los ojos un par de segundos, tomando aire a consciencia para después dejarlo salir muy lentamente, y cuando volví a abrirlos, fijé la vista en el chico. No sabía muy bien cómo funcionaba todo aquello, pero centré todos mis pensamientos en querer hacer más fuerte al muchacho, hasta que una repentina sensación de calidez me rodeó y, de alguna manera, percibí que lo había conseguido. El chico atacó con su baraja a uno de aquellos monstruos, haciéndome sonreír al pensar que había podido ayudar con algo, pero justo en ese instante los bichos contraatacaron, provocando que mi expresión cambiase drásticamente.

—¿Estáis bien? —exclamé, acercándome a ambos para poder comprobar sus estados—. ¡V-voy a intentar hacer algo contra ellos!

Dije aquello sin estar demasiado convencida de ser capar de hacer algo, a decir verdad, pero al menos sabía que no iba a dejar de intentarlo. Volví a cerrar los ojos, obligándome así a centrar todos mis sentidos hacia un solo punto, y después transporté esa misma concentración hacia el grupo de enemigos. Fue un poco más difícil de lograr que lo de antes, pero finalmente sentí un golpe de energía saliendo de mi cuerpo en dirección al objetivo. El ataque que conseguí invocar fueron un montón de haces de luz, que un poquito después descubrí que eran en realidad flores, saliendo del suelo para rodear el cuerpo de los enemigos; las flores les apretaron cada vez con más fuerza, hasta que los pétalos explotaron en un chispazo de luz que seguramente hicieron algo de daño.

>>¿E-eso lo he hecho yo?

Formaciones:
—INS/OBS/CAS
—FUL/OBS/FUL
—SAN/PRO/CAS

Emily: Fe (Ian) + Cambio (FUL/OBS/FUL) + Sacro+
Anna: Antifocus (Grimmsnarl)
Ian: Piro+ + Cometa (Scolipede)

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EMILY: Luz
Salud: 625/625
Resistencia: 20
Entereza: 70/70

FULMINADOR:
-Sacro: 20 Potencia, Luz, -5 Entereza (1)
-Flora: 20 Potencia, Hierba, -5 Entereza (1)
-Electro: 20 Potencia, Rayo, -5 Entereza (1)
-Sacro+: 20 Potencia, Luz, -5 Entereza, golpea a todos (2)
-Flora+: 20 Potencia, Hierba, -5 Entereza, golpea a todos (2)
-Electro+: 20 Potencia, Luz, -5 Entereza, golpea a todos (2)


ANNA: Fuego [FREN 1/3]
Salud: 700/700
Resistencia: 40
Entereza: 20/30

OBSTRUCTOR:
-Mutis (Causa mudez por 3 turnos) (2) [Algunos enemigos son inmunes]
-Antife (causa antife por 3 turnos) (1)
-Antibravura+ (causa Antibravura a todos los enemigos por 3 turnos) (2)
-Antife+ (causa Antife a todos los enemigos por 3 turnos) (2)
-Antifocus: los ataques del objetivo no bajarán entereza por 3 turnos. (2)


IAN: Oscuridad [MOF 2/2] [BRA 2/3] [PRI 2/3] [FOC 2/3] [ANTIESC 1/3] [FE 1/3]
Salud: 650/650
Resistencia: 30
Entereza: 45/45

FULMINADOR:
-Piro: 20 Potencia, -5 Entereza, Fuego (1)
-Piro +: 20 Potencia, -5 Entereza, Fuego, afecta a todos (2)
-Sombra: 20 Potencia, -5 Entereza, Oscuridad (1)
-Sombra+: 20 Potencia, -5 Entereza, Oscuridad, afecta a todos (2)
-Cometa (25 Potencia, -3 Entereza, golpea 3 veces, no elemental) (3)

 

Gracias al esfuerzo conjunto de los tres, uno de los enemigos acabó cayendo como peso muerto, mientras que otro empezó a moverse como si estuviera aturdido... y eso debían ser buenas noticias para nosotros, ¿cierto? Si me paraba a pensarlo un poco más de la cuenta, seguramente me daría algo de pena estar haciéndole aquello a los pobres monstruos, pero parecía que era la única opción que nos quedaba... y además, era un poco divertido.

Toda la situación me estaba ayudando a no seguir dándole vueltas a todas aquellas dudas de mi cabeza, también.

—Oye, ¿es normal esto por aquí? ¿Lo de pelear con... seres del bosque que dan tanto miedo?

Formaciones:
—INS/OBS/CAS
—FUL/OBS/FUL
—SAN/PRO/CAS

Emily: Flora x2 (Scolipede) + Cambio (SAN/PRO/CAS) + Astra (Anna)
Anna: ---
Ian: Golpe rápido x5 (Scolipede)

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EMILY: Luz [VEN 1/3]
Salud: 562/625
Resistencia: 20
Entereza: 70/70

-Cura (Restaura hasta 30 PS del objetivo) (1)
-Cura+ (Restaura hasta 30 PS de todos los del grupo) (2)
-Astra (Sube hasta 15 puntos la Entereza, si esta no es 0) (1)
-Salud: (+20 PS y +10 entereza) (1)
-Esna (Cura el estado alterado negativo más reciente) (2)
-Lázaro (Revive a un aliado caído con la mitad de sus PS y de su entereza) (3)


ANNA: Fuego [FREN 2/3] [MOF 1/3] [VEN 1/3]
Salud: 630/700
Resistencia: 40
Entereza: 30/30

PROTECTOR:
-Provocación (Atrae la atención de ataques rivales por 3 turnos) (1)
-Guardia: Reduce en 1/3 la potencia de ataques recibidos en el turno inmediato a su uso (2)
-Guardia Mágica (reduce en 1/2 la entereza perdida por los movimientos rivales en el turno inmediato a su uso) (1)
-Espinas ardientes: Otorga a un aliado Espinas de elemento fuego, de 50 Potencia, -5 Entereza, por tres turnos. (3)
-Custodio (Recibe en todo el daño que recibiría un compañero hasta el turno siguiente) (2)
-Contraataque (Devuelve los tres ataques que reciba hasta el turno siguiente con un golpe de 30 potencia, -3 Entereza) (3)


IAN: Oscuridad [BRA 3/3] [PRI 3/3] [FOC 3/3] [ANTIESC 2/3] [FE 2/3] [VEN 1/3]
Salud: 585/650
Resistencia: 30
Entereza: 45/45

CASTIGADOR:
-Atacar: 35 Potencia, -1 Entereza (1)
-Golpe Rápido: 25 Potencia, sin bajada de entereza, golpea dos veces (1)
-Lance Horizontal (30 Potencia, -1 entereza, usado mientras el rival está aturdido, prolonga en 1 el número de turnos que pasa así) (1)
-Bomba Oscura: 35 Potencia, -1 Entereza, Oscuridad, ataque físico, golpea a todos (2)

 

La respuesta del chico fue... me pareció que se estaba burlando de mí, francamente. Claro que si me paraba a considerar la situación en la que estábamos y todas las cosas raras que ya había escuchado hasta entonces... quizás estuviera siendo sincero y aquello no fuera lo normal. ¿La reina roja, había dicho? Así que... estaban gobernados por una reina... ¿que mandaba enemigos de ese estilo cuando estaba molesta? Eso no parecía sano...

De todos modos, no pude dedicarle demasiado pensamiento a todo aquel asunto, porque el que parecía haber sido el jefe del grupillo fue el único que quedaba en pie y decidió vengarse lanzándome un ataque oscuro que me hizo bastante daño. Me mordisqueé el labio inferior, con intención de no dejar ver lo mucho que me había afectado, pero al mismo tiempo no pude evitar mirar a Anna con una ligera mueca de dolor por ello.

Formaciones:
—INS/OBS/CAS
—FUL/OBS/FUL
—SAN/PRO/CAS

Emily: Esna x2 (Anna)
Anna: Provocación + Guardia
Ian: Golpe rápido x4

Contenido oculto

EMILY: Luz [VEN 2/3]
Salud: 499/625
Resistencia: 20
Entereza: 70/70

-Cura (Restaura hasta 30 PS del objetivo) (1)
-Cura+ (Restaura hasta 30 PS de todos los del grupo) (2)
-Astra (Sube hasta 15 puntos la Entereza, si esta no es 0) (1)
-Salud: (+20 PS y +10 entereza) (1)
-Esna (Cura el estado alterado negativo más reciente) (2)
-Lázaro (Revive a un aliado caído con la mitad de sus PS y de su entereza) (3)


ANNA: Fuego [FREN 3/3] [PRO 1/3]
Salud: 560/700
Resistencia: 40
Entereza: 30/30

PROTECTOR:
-Provocación (Atrae la atención de ataques rivales por 3 turnos) (1)
-Guardia: Reduce en 1/3 la potencia de ataques recibidos en el turno inmediato a su uso (2)
-Guardia Mágica (reduce en 1/2 la entereza perdida por los movimientos rivales en el turno inmediato a su uso) (1)
-Espinas ardientes: Otorga a un aliado Espinas de elemento fuego, de 50 Potencia, -5 Entereza, por tres turnos. (3)
-Custodio (Recibe en todo el daño que recibiría un compañero hasta el turno siguiente) (2)
-Contraataque (Devuelve los tres ataques que reciba hasta el turno siguiente con un golpe de 30 potencia, -3 Entereza) (3)


IAN: Oscuridad [ANTIESC 3/3] [FE 3/3] [VEN 2/3]
Salud: 520/650
Resistencia: 30
Entereza: 45/45

CASTIGADOR:
-Atacar: 35 Potencia, -1 Entereza (1)
-Golpe Rápido: 25 Potencia, sin bajada de entereza, golpea dos veces (1)
-Lance Horizontal (30 Potencia, -1 entereza, usado mientras el rival está aturdido, prolonga en 1 el número de turnos que pasa así) (1)
-Bomba Oscura: 35 Potencia, -1 Entereza, Oscuridad, ataque físico, golpea a todos (2)