One-shot Dulce Inocencia [Pokemon Rol Championship - Niza]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Reual Nathan Onyrian, 20 Septiembre 2019.

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    Reual Nathan Onyrian

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    Título:
    Dulce Inocencia [Pokemon Rol Championship - Niza]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1548
    Esto es lo más cercano a un explícito que tendrán con estos dos, al menos de mi parte. Así que...disfruten (?

    Dulce Inocencia

    Nikolah estaba nervioso, eso era obvio. Cualquiera que lo viera se daría cuenta de este hecho. El pobre muchacho estaba temblando como una hoja. Sin embargo, no había nadie para verlo en aquel cuarto. Se encontraba solo, sentado en el borde de la cama, frente al televisor. Un televisor apagado. Sus dedos tamborileaban sobre sus rodillas desnudas, de forma frenética, intentando contener los espasmos que cada tanto asaltaban su cuerpo.

    Miraba hacia todos lados, sin saber qué hacer. Temblaba, pero no de frío. Y también sudaba. ¿Acaso debería abrir la ventana? Seguramente entraba un aire fresquito a la noche. No, no. Mejor no. Que la ventana quedara cerrada. ¿Tenía sed, debía buscar algo para tomar? No, tampoco. Lo mejor era quedarse allí, sentadito. Vaya, todo estaba muy silencioso; tanto, que podía escuchar los latidos acelerados de su corazón. Seguramente con el sonido de la tele podría llenar el vacío que había allí. No, no, mejor no. Tal vez los ruidos iban a molestar. Mejor...mejor se quedaba tal como estaba. Quietito, sentado en la cama.

    Sin embargo, no paraba de temblar. ¿Debería ponerse algo de ropa? Tampoco, tampoco. No entendía por qué debía estar simplemente vestido con un bóxer, pero su hermano Alpha le había dicho que tenía que estar así, para esta ocasión. Dijo que era muy importante. Nikolah no entendía por qué, ni porqué estaba tan nervioso, pero, a fin de cuentas, decidió confiar en su palabra. Miró hacia la puerta del baño. Esperaba que al menos ella estuviera un poco mejor.

    La persona que estaba dentro del baño no estaba mejor. Liza se apoyó en la bacha, expirando e inspirando para calmarse. Cada tanto se miraba al espejo, y apartaba rápidamente la mirada. Al igual que el muchacho en la habitación de al lado, estaba temblando como una hoja. Varias veces había encarado hacia la puerta, para luego volver sobre sus pasos y enfrentarse de nuevo al espejo.

    Y al igual que Nikolah, la castaña sentía frío y calor al mismo tiempo. ¿Se habría enfiebrado? No, ya se había tomado la temperatura. Estaba perfectamente bien. Bueno, lo que podía considerarse como bien, obviamente. ¿Se debía lavar la cara, para espabilarse? No, no. Mejor no. No sabía lo que pensaría la persona que la esperaba si la viera con toda la cara mojada. Tal vez pensaría que había estado llorando, y él se pondría mal, y ella se pondría mal también, y todo sería un desastre. Mejor...se quedaba como estaba.

    ¿Debería maquillarse? Excepto para cubrir sus ojeras de vez en cuando, Liza no se maquillaba. Y no iba a perder tiempo haciéndolo. Se miró una vez más al espejo, notando sus mejillas completamente rojas. No sabía si le causaba más vergüenza la situación en la cual se encontraba, o lo que llevaba puesto.

    Liza agitó la cabeza, contrariada. ¿De verdad que esto era lo que se usaba en estas ocasiones? Emily le había dicho que sí, y ella confiaba en su palabra. Y en su experiencia. Sin embargo, una parte de ella seguía diciendo que su atuendo era ridículo, aunque había ido a comprarlo con la morocha misma. ¿Una salida de cama de satén, en serio? El color cyan que tenía era precioso, ¿pero no era algo corto? ¡Si apenas le llegaba a la mitad del muslo! Sin embargo, lo que más la contrariaba era lo que llevaba puesto bajo la salida de cama. Era ropa interior común y corriente, sí. Pero…¿con encaje? ¿De verdad era necesario? Incluso había lugares en la tela en la que esta se transparentaba. Arceus, de verdad que era incómodo. Al menos simplemente era blanca y no de un color chillón o demasiado “sensual”. Emily había acertado en eso, por lo menos.

    Liza soltó un último suspiro, y se miró una última vez al espejo, decidida. Conocía bien a su novio, hacía tres años ya que estaban juntos, y sabía que el niño probablemente estaba allí, sin hacer absolutamente nada, más asustado incluso que ella. Bueno, uno de ellos dos debía ser el valiente que diera el primer paso. E iba a tener que ser ella. Nikolah podía ser muy valiente para otras cosas, pero no para esto. No era más que un Torchic mojado cuando se trataba de temas de pareja. La castaña se permitió una mínima sonrisa cálida. Seguía siendo un niño, después de todo. Seguía siendo su niño. Y como tal, tenía que ocuparse ahora de él. Así se alisó el pelo, desarrugó la salida de cama, y se dirigió hacia la puerta, abriéndola lentamente.

    La espalda de Nikolah se tensó en cuanto sintió como la perilla de la puerta del baño se movía. Dirigió toda su atención a la figura que salía de allí, caminando hacia él con pasos dubitativos y temblorosos, la mirada dirigida hacia el suelo, las manos entrelazadas en la espalda. El rubio abrió la boca y la volvió a cerrar, sin saber qué hacer. ¿Tenía que complimentarla? Liza estaba hermosa; como siempre lo estaba, a decir verdad. ¿O era mejor quedarse callado? ¿Tenía que decir algo él en absoluto?

    Sin embargo, todo se fue a pique cuando la castaña, mordiéndose el labio inferior, seguramente por nerviosismo antes que sensualidad, y mirándolo directamente a los ojos, se desembarazó lentamente de la salida de cama, dejando que cayera a sus pies, y revelando la ropa interior que llevaba puesta. La cara de Nikolah adquirió el color del amanecer, completamente rojo. Se podía sentir vapor saliendo de sus orejas. Su cerebro hizo cortocircuito, y después, nada. Su mente había quedado igual que la televisión que tenía enfrente. Completamente apagada.

    Toda la valentía que Liza había logrado reunir se esfumó en cuanto salió del baño. Una cosa era hablar y darse ánimos a sí misma sola frente a un espejo, y otra muy distinta era estar en un cuarto de hotel junto con su novio, ambos semidesnudos, en una situación completamente vergonzosa. La muchacha clavó la mirada en el suelo, para evitar observar su rostro. ¿Qué estaría pensando? Que se veía ridícula, seguramente. Quien la mandaba a vestirse así. Emily, Emily lo hacía.

    Se acercó un par de pasos, completamente insegura, las manos en la espalda, retorciéndose nerviosas. Al final, suspiró, y levantó la mirada, para concentrarse en sus ojos azules, esos ojos que siempre se encontraban llenos de felicidad y alegría, y en donde le encantaba perderse. Y, mordiéndose el labio (¿era así como se hacía una cara sensual?) e intentando contener los temblores, comenzó a desatar la cinta de su bata, y la dejó caer al suelo, agarrándose el brazo derecho, con timidez. Podía sentir como todo el calor de su cuerpo subía a sus mejillas.

    Sin embargo, su expresión cambió de una de tímida sensualidad a una de abierta preocupación al ver como un ojo de Nikolah parecía titilar, y el muchacho comenzaba a sufrir un par de espasmos, y luego quedaba con su mirada en blanco, como si su mente se hubiera apagado. Comenzó a acercarse lentamente, preguntando al rubio si se sentía bien. De pronto, soltó un gritito ahogado de pánico, al ver que el rostro del joven se estrellaba contra el suelo, su cuerpo seguramente cediendo ante el peso de su cabeza.

    Liza agitó las manos, nerviosa, sin saber que hacer por unos segundos. Respiró para calmarse, y se dirigió hacia su novio desmayado. Con esfuerzo, levantó su torso y lo acostó sobre la cama, y su expresión pasó de preocupación a pánico cuando vio que Nikolah estaba sangrando profusamente por la nariz, seguramente por el porrazo que se había dado. Corrió hacia el baño, levantando la salida de cama en el camino y poniéndosela raudamente, y buscó el botiquín de emergencias. Volvió a la cama, y, abrió el botiquín y sacó el algodón y el agua oxigenada, con dedos temblorosos. Arrancó un pedazo de algodón, lo bañó con agua, y se lo puso en la nariz, frenando la hemorragia. Sin embargo, el algodón prontamente se tiñó de color carmesí, y Liza tuvo que cambiarlo por otro. Repitió la operación un par de veces, hasta que el flujo de sangre comenzó a disminuir.

    Solo en ese momento la castaña pudo suspirar aliviada, y comenzó a limpiarle la boca y el mentón, que habían quedado manchadas con costras secas. Mientras Liza terminaba de acomodar a Nikolah en la cama, se permitió sonreír. Vaya, en qué desastre había terminado todo. De verdad eran un lío. Cuando hubo terminado, guardó las cosas en el botiquín y dejó este en su lugar, para acostarse luego junto con Nikolah. Este pareció volver en sí, y se puso de costado, para verla a la cara. Ambos le dedicaron una sonrisa al otro y el rubio acarició el rostro de su novia. Liza se acercó a él y ambos se dieron un rápido pero significativo beso, y con las frentes bien juntas y las manos agarradas, se dedicaron a dormir.

    No era el momento. Aún no. Todavía tenían toda una vida por delante, y cada uno sabía que el otro estaría a su lado siempre, sin importar cuan larga, o corta, pudiera ser esta. No tenía sentido apresurarse.
     
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    Ay, estos niños míos, como los quiero. Son tan tiernos <3

    Like always, me emociona mucho que nombréis a mi niña en vuestros escritos porque pues, significa que tiene importancia en el canon del rol y no sé, eso siempre me emociona mucho. Por otro lado, veo super canónico que intente ayudar a Liza en una situación como esta y que incluso la ayude eligiendo el conjunto de ropa interior, y que organice prácticamente todo bc ella casamentera(?) Y Alpha, jajajaja, yo es que ya lo digo, estos dos serían buenísimos siendo sexólogos de sus amigos, pls (?

    Anyhow, no hay nadie mejor que vosotros mismos para saber como actuarían vuestros personajes en x situaciones, pero desde mi punto de vista externo, los veo super bien representados. Well, sinceramente, no me parece imposible que hagan el amor, solo que no veo necesidad de toda esta organización y esfuerzo, creo que lo harían pero de forma natural (o eso intentaré hace en mi escrito cuando lo haga allá por 2020(?).

    Como sea, me ha gustado mucho, el toque cómico del final es super Nikolah y el final así bien tierno pues como ellos mismos, obvi <3

    llevo como 4 días con este comentario sos
     
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