El olor de tu cuerpo, que dormía en mi cama se fugo por la ventana. Mientras mi pasión avanzaba perdidamente hacia donde tú estabas, pase la noche y el día la primavera y la tormenta; buscando tu reflejo bajo el agua. Pero las lagrimas de la luna menguante en un crecer brumoso. Me hacían vibrar todas las emociones del mundo. La verdad era cruel, como una estaca que atravesaba mi corazón. Bajo una luna que solo desbordaba lagrimas, manteniéndome sereno mientras me encontraba en la batalla. Pretendía conocer las vibraciones de tu corazón puro manteniendo tu mano y a si viajaríamos entre las constelaciones a un mundo imaginario. Ahora camino por el sendero que una vez fue tu yo y mío, que de entre las hojas se oye susurran no te vayas quédate a mi lado. Pretendía conocer las vibraciones de tu corazón puro manteniendo tu mano y a si viajaríamos entre las constelaciones a un mundo imaginario. Ahora camino por el sendero que una vez fue tu yo y mío, que de entre las hojas se oye susurran no te vayas quédate a mi lado. Sin embargo la verdad no sé lo que quiero. Alzare mis manos hacia las estrellas del cielo sea verano o invierno. Para alejarme de las calamidades de este mundo, y dejar volar este sentimiento. Y la verdad de mi corazón callara. Olvidando la pureza de esos dulces besos. A si abandonare fácilmente los límites de la imaginación. Profundamente en mis sueños. Y dormiré profundamente en un mar de hierba que nunca había visto, que se balancea entre pétalos, que enamoraran a mi corazón. Bañado entre el olor de las rosas, surcare los cielos junto a la luna que vela por mí.