Lovely Complex [Drabble] Risa con R de rojo. [Otani&Risa]

Escrito para el concurso: ¿Acaso te conozco?

Risa con R de rojo​

Iba a llegar tarde, como siempre.


El frío viento de invierno acarició las mejillas de Otani y le revolvió el cabello marrón. Era una mañana de invierno, todo estaba cubierto de nieve. Él se encontraba debajo de un árbol, envuelto en ropa para poder guardar calor. Llevaba media hora esperando a Risa, quien no aparecía por ningún lado. ¿Acaso esperaba que llegara temprano? Sabía lo demorosa que era, pero aun así deseaba que ésta se preocupara más por llegar temprano a sus citas.


Finalmente la divisó. Su bufanda roja ondeando al viento la delataba.


Otani sonrió al ver el rojo contrastar con la nieve. Recordó aquel aniversario desastroso donde le regaló la bufanda: primero, lo había olvidado; segundo, su madre se lo había recordado y tercero, no tenía nada que darle a Risa. Recorrió las calles buscando algún regalo excepcionalmente especial para darle. Nada de conejos, le había dicho su madre. Le había explicado que a las mujeres les gusta que los hombres varíen a la hora de dar regalos.


Por más que pensaba no se le ocurría nada. ¿Qué regalarle que fuera barato pero que no lo pareciera? Comenzó a pensar. Imaginó qué cosa nueva podría gustarle a Risa, algo útil pero al mismo tiempo bonito. Y allí, al pasar por una tienda pequeña y acogedora, la vio. Era una linda bufanda roja, tejida a mano, con un bordado de hilos dorados formando pequeños corazones. No sabía por qué le había recordado tanto a su novia. Quizá fuera porque el rojo le hacía pensar en su largo cabello, o en las amplias faldas que usaba.


Risa siempre usaba el color rojo. Y le quedaba de maravilla.


Terminó comprándola. No se arrepintió. Verla con ella era un gusto, le encantaba saber que él le había regalado algo que le quedaba tan bien.


—¿Otani? —La voz de Risa lo sacó de sus pensamientos. Allí estaba ella, parada a su lado, con las mejillas rosadas y una pequeña sonrisa en su rostro. Su cabello resplandecía, se veía más rojo de lo normal. Y Otani sonrió. Le gustaba verlo así, le gustaba ver a Risa vestida de ese color, lo hacía sentir… bien.


Risa era la reina del rojo.
Rojo era Risa.
Y Risa era su felicidad.
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