Kamichama Karin [Drabble] No más dudas.

Tipo: Drabble
Género: Comedia Romántica.
Dedicado a: Waaa. Señorita, gracias por su espera.
Notas: Esto se centra quizás diez años después de lo que se conoce de Kamichama Karin (Anime)
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No mas dudas​

Fandom del anime: Kamichama Karin​

Habían pasado años desde que Karin y Kazune paseaban por alrededor de la ciudad, según habían acordado ésta sería la primera cita oficial como esposos.

Incluso ambos habían sido nombrados como una pareja sofisticada y ejemplar por sus atractivos aparentes: Kazune lucía alto, pelo rubio, ojos azules y una sonrisa hipnotizante; en cambio Karin, ella había crecido con sus curvas bien marcadas, cabello castaño claro y ojos verdes como el jade, pero con una sonrisa y una personalidad de casi una niña.

En estos momentos, ambos estaban tan nerviosos que el verse a los rostros parecía una misión imposible, parecían incluso los niños temerosos de unos años atrás.

—Kazune... —musitó Karin con paso pausado.

—¿Sí, Karin?

—¿Yo fui tu primer beso?

—¡¿Eh?! —La sorpresa de aquella pregunta le causó que casi se atragantara con su paleta y detuvo el paso.

A Karin se le había venido a la mente aquel beso cuando tiempo después que se había enamorado de Kazune, se dio cuenta de la mucha popularidad que tenia el frío ojiazul.

El rubio no sabia qué responder a esa pregunta tan inesperada. Primero se calmó un poco e inconscientemente empezó a tener escalofríos al recordar la escena que había ocurrido.
Un bicho, alcohol y un duro golpe es lo único que recordaba con seguridad.

—Me parece que sí, Karin. Después de todo, estoy destinado a estar contigo, nunca besaría a otra chica, deberías saberlo bien.

Esa respuesta por alguna razón le dolió en el corazón a la orbes verdes, ¿era acaso que le estaba dando mucha importancia? ¿Será que... ella era la única dispuesta y nerviosa por la cita?

Por otro lado, el joven rubio nunca era bueno con las palabras, era demasiado orgulloso para poder decir algo que le hiciera ruborizarse.

—Vale. —dijo con una sonrisa en sus labios, mientras intentaba disimular su desespero.

La tensión empezaba a aumentarse, y Kazune empezaba a recordar sus palabras para saber qué había hecho mal.

—Karin, yo...

—Kazune, tú...

Sus voces salieron al mismo tiempo que ninguno pudo terminar su frase.

—Karin, yo solo quiero que sepas que las cosas suelo decirlas sin pensar antes en cómo las interpretes, estaba tan nervioso de la cita que...

—Kazune, es que...

—Ya casi termino. Estaba tan nervioso de la cita que al oír tu pregunta dije lo que apareció primero en mi mente y yo...

—Ka... Kazune, lo que pasa es que...

—Y yo... Vamos, sabes que me gustas y para mis ojos tú eres la única. La verdad, creo que es momento de decirte algo muy importante: Karin, yo te a... ¡AHHHHHH!

Kazune sintió unos leves escalofríos en su hombro izquierdo y al girar la cabeza, se dio cuenta de que un gusano se había trepado a él.

—A... A... —musitaba con torpeza, mientras seguía viendo a su rival de diez patas no zafarse de él por más vueltas sin sentido que daba alrededor de Karin.

—¡Quita..., quítamelooo!

En unas pocas vueltas, Kazune empezó a sentirse mareado y lentamente perdió la consciencia casi en el momento en el que el gusano comenzó a acercarse a su cuello.

—Lo que quería decirte era que tenías un pequeño bicho en el hombro, pero sí, yo también te amo. —Ésto último lo susurró mientras quitaba el pequeño bichito de su hombro y lo arrastraba de ambos pies hacia su casa.

Y en esta pequeña cita Karin al menos descubrió varias cosas hoy: La primera era que Kazune le sigue teniendo un miedo patético a los bichos; la segunda era que Kazune pesaba más de lo que aparentaba y aun inconsciente lucía todo un galán, y la tercera era que al menos su amor por él era orgullosamente correspondido.

—Karin... No más dudas señorita —se dijo a si misma con aire orgulloso mientras la gente la miraba con rostro de miedo y ella seguía arrastrando a su esposo.