Dolor en halloween

Esta es una pequeña historia para la actividad de "disfraces de halloween" no quedo como quería ya que no tuve la inspiración que esperaba... pero espero les guste de todos modos.


Le dolía todo el cuerpo y se encontraba en completa obscuridad cuando despertó.

La desesperación comenzó a envolverla cuando recordó el regalo que su hermano menor le hizo esa misma mañana: una linterna de calabaza. ¿Por que una linterna con esa forma? Pensó un momento hasta recordarlo. Cierto, era halloween, su día favorito del año.
Presiono el interruptor de la linterna provocando que la calabaza de plástico se encendiera mostrando su risa burlona y siniestra. A su alrededor solo miraba escombros y una alacena vieja, se encontraba atrapada. No lograba recordar lo que paso, sentía un liquido tibio recorriendo por su frente por lo cual se toco con su mano, se trataba de sangre.
Se miro a sí misma vestida con un disfraz de bruja desgarrado y sucio además de un sombrero de punta tirado junto a ella. Seguía sin recordar por que se encontraba ahí, pero recordaba su nombre, Lisié, su edad, 15 años.
Se puso de pie tratando de recordar. Algo vino a su mente, el rostro de su hermano menor de 13 años, con una sonrisa que le iluminaba el rostro, ansioso por salir a la calle a pedir dulces con su disfraz de vampiro. Ambos salieron a la calle como siempre en ese día, tocando en las puertas y timbres de las puertas de los vecinos. Todo normal hasta ese momento... luego algo más llego... Sandra, su amiga del colegio quien le contó una historia sobre la vieja mansión abandonada del vecindario, se decía que ahí vivía “el monstruo de halloween” que se alimentaba de las almas de los niños, resguardando un gran tesoro eh incluso de un objeto que podría cumplir cualquier deseo, pero tal cosa solo aparecía la noche de brujas. Que nombre tan poco original le dijo a su hermano.
Lo siguiente que recordó fue a si misma dentro de la vieja mansión, temerosa de que el monstruo no la encontrara pero decidida a encontrar el tesoro. Lo quería solo para que su hermano menor fuera feliz.
Lo siguiente que recordó le dejo en shock, se encontraba en el segundo piso de la mansión cuando escucho un crujido y algo parecido al rugido de alguna bestia. El suelo bajo sus pies se desplomo.

Así llego hasta esa horrible situación: el monstruo intento atacarla y el piso se vino abajo, pensó ella.
Necesitaba salir de ahí, busco en la alacena y lo único que encontró fue un cuchillo viejo y oxidado el cual tomo. Un sonido extraño se escucho, parecido al de un gran martillo destrozando la madera de la mansión. No podía ser, el monstruo la estaba buscando, la joven se sentó de nuevo con su rostro lleno de lágrimas, asustada y en pánico, no quería que aquel monstruo la encontrara. Tal vez podría defenderse pensó, pero ¿un simple cuchillo contra una criatura que come almas?
El sonido seso unos momentos, pero luego inicio de nuevo pero esta vez mas fuerte.

Su día favorito se convirtió en una completa pesadilla, había sido un error el haber entrado a la mansión, pero ahora tenia que tomar una decisión.
La linterna cayo al suelo y la joven se sentó junto a la alacena mientras sus muñecas sangraban y el cuchillo descansaba a su lado cubierto de sangre. No lo soporto más, prefería morir de esa forma antes de ser devorada por un monstruo.
El tiempo pasaba mientras se sentía cada vez mas débil, la vista comenzaba a fallarle y una extraña sensación de frío invadía su cuerpo.
El sonido continuaba mas cerca pero eso ya no le preocupaba ya que apenas y podía pensar con claridad mientras su vida se extinga.
Un agujero se abrió entre los escombros dejando ver a un hombre iluminado por la linterna con tema de halloween, era su padre.
—Me alegra... que vinieras... por mí... —fueron las ultimas palabras de la joven antes de morir con una sonrisa en el rostro.