Antes de comenzar quiero aclarar que esta historia ya la presente en otro lado asi que cualquier caso es de mi propia creacion bajo el nombre de otro usuario. Doll's Tears Para la mayoria era una noche cualquiera, las personas ya no andaban en la calle, los niños ya metidos en sus camas y yo, yo estaba en un pequeño callejon. Sintiendo la calides del viento sobre mis brazos, sintiendo como la humedad del ambiente indicaba que se avecinaba una tormenta. El viento con el paso del tiempo comenzó a soplar cada vez mas fuerte y poco a poco comenzaron a caer las gotas de lluvia, para que mas tarde la misma se volviese cada vez mas intensa, empapando mi rostro ya marchito por el dolor de mi alma. Mi cara perdia luz, perdia color, y se volvia cada vez mas blanca tornándose casi del color de blanca porcelana. Mis ojos, aunque no pudiese verlos sabia que parecían enormes canicas negras, y mi mente me llevaba a un sitio oscuro sin nada dentro. En mi cuerpo podia sentir el latri de mi corazon, y el aire entrando por mis pulmones, mas sentia que el aire no me era suficiente, que mi corazon no tenia nada dentro mas que latidos, y todo mi ser se habia esfumado mas rapido de lo que se termina un suspiro. Mi cuerpo entero se empapaba, pero no sentia la frescura del agua, ni podia sentir el barro sobre mi vestido rasgado por correr hacia ninguna parte. Mi mente luchaba contra la falta de emociones de mi corazon, y se aferraba a la idea de que no queria morir, pero mi corazon se encontraba temeroso de volver a sentir, desganado por la idea de la posibilidad de ser amada y cuidada por alguien. Me sentia como me veía, tirada sobre un callejón, como una muñeca vacía, gastada y dañada por el paso de la vida y las personas que hubieron en ella. Creyendo que nadie me veria, aprovechando el clima deje caer mis lagrimas por mi rostro, las cuales se confundieron con el agua, conteniendo mis gritos de dolor dentro de mi corazon, de cierta manera pareciera que me gustaba torturarme, creyendo que merecia eso por dejar que las personas llegaran tan adentro de mi. De mi oscuridad y letargo mental, algo me hizo reaccionar, un chico de cabellos negros, estaba tocando mi mejilla con un save pañuelo, limpiando mis lagrimas y la mugre de mi rostro. Me sonrio y dijo unas cuantas palabras que aun no logro recordar, el joven extendio su mano para que intentara pararme pero mis piernas no reaccionaban, mi cuerpo parecia que ya no obedecía a mi cerebro. El joven me alzo entre sus brazos, y me llevo a un lugar donde yo supongo que era su casa. Me sentó delicadamente sobre un sillon, para luego dirigirse a un pequeño armario y sacar una toalla con la cual me seco mi largo cabello blanco. No dijimos una sola palabra, pero el silencio mismo era aun mas cómodo que las mismas palabras, y cuando menos lo esperaba, el me abraso. No estaba segura si el chico no necesitaba saber que me pasaba, o si realmente mi estado era tan obvio, pero en ese momento no me dedique a pensarlo demasiado, pase mis manos alrededor de su espalda y me aferre fuertemente a ella callando mis gritos y mi llando sobre su pecho. Podia sentir como cada parte de mi se quebraba con cada grito, y como mi garganta se rompia a la mitad al darlos. El dolor era tan hondo, tan profundo, la sensación de perder algo importante por segunda vez era horrible, perder el sentido de hasta ti mismo, queria salir de mi misma, queria vivir, aun si no lograba mantener mi corazon, queria vivir. Y me aferre a el, como si fuera la unica soga que me lanzaban a este avismo, me aferre a el sin estar segura de nada, no iba a perder nada, quizas el podría convertirme en una hermosa muñeca, en vez de esta tan gastada y maltratada que ya soy. Queria vivir, queria dejar de sentirme muñeca rota, y por alguna razón, quería ser su muñeca, y no la de alguien mas.
