Lo primero, este es mi primer capítulo, de la primera historia que he dado a conocer en internet, así que ser gentiles (?) Por favor, críticas, muchas, todo lo que quieran, lo que vean bien, lo que vean mal, y por supuesto como se puede mejorar. Gracias por leer ^^ ________________________________________________________________________________________________________________________ Capítulo 1: Reducido a cenizas. Hace 12 años... Un pequeño de negros cabellos corría por un extenso césped de hierba fresca de un color verde intenso, persiguiendo una graciosa mariposa de grandes alas por las cuales se extendía un llamativo degradado de colores verdosos y azulados. La mariposa se alzó hacia el cielo a toda prisa, temiendo perder la habilidad de volar con tan solo el roce de una de las manos del pequeño dragón sobre sus alas, a lo que éste respondió con un pequeño salto para alcanzarla. Sus negras alas se extendieron. Eran pequeñas, pero lo suficiente para soportar su peso. Voló hacia la mariposa, y esta se perdió rápidamente entre millares de troncos de arboles de azules hojas, con los que se iniciaba un profundo y colorido bosque. "Eso es trampa, yo no puedo seguirte si te vas por allí" le dijo el niño volviendo a posar sus pies en el suelo a la mariposa, que había desaparecido por completo. De los brillantes ojos dorados de pupilas rasgadas del niño comenzaron a brotar lágrimas de decepción hacia el insecto. El pequeño no tardó en tirarse al suelo y enterrar sus cuernos contra el suelo, muerto de rabia, algo que por cierto solía hacerlo muy a menudo cuando le desagradaba. El niño que quedó tirando en el césped, comenzó a sentir como si el suelo vibrase, y se levantó rápidamente. Empezaron a escucharse gritos tales como "¿¡Donde está el pequeño príncipe?! ¡Encontradlo!" y rápidamente, alguien cogió al niño por debajo de los hombros y lo llevó consigo, al interior del castillo. "¿Qué es lo que hacías, pequeño Eden?" dijo el ser que le recogió, una hermosa mediodragona peliazul, descriptible como una sirena con alas, perfecta desde cualquier punto de visión. "¡Mamá!" Respondió el pequeño que aún sollozaba. "Una mariposa azul se fue lejos cuando jugábamos...¿no quería jugar conmigo?". La dama sonrío y acarició sus cabellos negros perfectamente lacios con destellos azules que ondeaban en la dirección del viento. "¡Claro que no! Ella solo tenía prisa. Nadie perdería la oportunidad de jugar con mi príncipe encantador" respondío con una cálida mirada de cariño hacia su hijo, quien rápidamente la abrazo sonriente. "Helen, haz lo que te dije" dijo un hombre alto y robusto, de rasgos muy marcados. sus ojos rojos también rasgados miraban fríamente al pequeño dragón, quien se escondió tras su madre. era muy oscuro de piel, con el pelo canoso, y unas enormes alas color caoba, que adornaban su espalda, aunque estaban plegadas. sus cuatro cuernos brillaban, así como también lo hacían las gruesas muñequeras de hierro que cubrían sus muñecas y parte del brazo. Empezaron a sonar estruendos terribles, como cañones, bombas y multitud de armas de este estilo. La mujer se levantó con el niño en brazos y se marchó sin soltar palabra, simplemente asintiendo. Encerró al niño en una pequeña celda, hecha a su medida, y los clásicos barrotes de acero oxidado estaban reemplazados por una barrera de láseres capaces de desintegrar hasta el ser más grande. La mujer se agachó ante el pequeño y le susurró "Pequeño, tú quédate aquí, estaré bien si tú lo estás... Y recuerda, no te dejes llevar por la opinión de los demás sobre algo, da tu propia opinión, juzga las cosas por ti mismo". Después, se levantó tomando un arco y una aljaba con gran cantidad de flechas, y salió corriendo. El niño quedó mirando con angustia el final del profundo pasadizo lleno de celdas, con la ligera esperanza de que su madre volviese a estar con él. Por supuesto, no fue capaz de entender gran parte de lo que su madre le dijo, pero se le quedó grabado a fuego en el alma. Durante más de 3 horas el niño permaneció mirando al final del pasadizo, escuchando el sonido de la destrucción con la mirada perdida, totalmente desesperanzado. Pasadas cuatro horas, el niño quedó tirado sobre el suelo. Cuando pensó haberse quedado completamente solo en aquel lugar, una larga sombra se dirigió hacia él. El niño, en un arrebato de energía, se levantó rápidamente del suelo, pero con la decepción de encontrarse al mismo hombre de antes, en vez de a su madre. Le miró malhumorado, y se dió la vuelta, poniéndose de espaldas a él. "He de decirte algo Eden..." el hombre se arrodilló ante la jaula, con una expresión irritable al verse hablando con una espalda. "Oye, mírame cuando te hablo, ¡Soy tu padre, mierda!" El niño suspiró y le miró de reojo con cara de aburrimiento. "Eden... Tu madre me dijo que cuidase de ti..." Desmelenó su coleta grisácea. Realmente no se le daban demasiado bien ese tipo de temas de conversación, y dirigió su mirada hacia el suelo. "¿Qué le has hecho a mamá? ¡¿DÓNDE ESTÁ!?" el niño gritó sobresaltado, a punto de empezar a llorar. "No... Bueno... <<Mamá>> se ha ido de viaje, a un país muy lejano, más allá de los cielos, para realizar una importante misión como la reina de este castillo que es..." Su padre mentía. Simplemente no quería aceptar la realidad que le caía sobre los hombros para desgarrarle el alma, y mucho menos que fuese su hijo quien lo hiciese por él. El se desmoronó por el suelo, realmente tranquilizado, cubierto por sus negras alas. "Gracias a Dios" dijo para sí mismo, y si se recostó sobre el suelo. Su padre le abrió la celda, que estaba activada por un simple botón, y el niño corrió al exterior del palacio. Todo a su alrededor ya no era como antes. Los árboles que lucían de color azul intenso, se habían vuelto grises, la hierba se había esfumado en cenizas, y todo el suelo estaba cubierto de un intenso rojo que absorbía la tierra rápidamente, como una disolución de agua y azúcar. Todo estaba reducido a cenizas, ya no quedaba nada con belleza a su alrededor, solo una pequeña margarita blanca, que no tardó Eden en arrancar del suelo.
Capítulo 2: “¡Esto no es nada justo!” 8 años después (después de los 12 años atrás..) Durante los ocho años Eden fue criado por su padre Antares, el rey del palacio de DarkWood Ville. Le enseñó lo peligrosos que podían llegar a ser los países ajenos, le contó los relatos más terribles de los libros más antiguos, y lo preparó para la batalla, entrenando su cuerpo a diario. "Éstos..." Señaló Antares una ilustración de lo que parecía un pez del Gran Libro de los Seres Terrestres"Son los más peligrosos de la tierra que nos rodea, ellos destruyeron nuestra tierra, pero ya están extinguidos". Eden cogió aire, y lo soltó de golpe cuando terminó la frase. "Realmente no lo aparentan" pensó, mientras miraba a su padre. Se quedó contemplando su rostro. Sus ojeras, las patas de gallo, su arrugada frente; en general su deteriorada piel. En el fondo sintió lástima, pero con una leve sonrisa dijo "Papá, si tu faltas, yo los cubriré". Antares, quien parecía no haber sonreído en su vida, lo hizo de una forma extremadamente tierna, sacando a relucir sus patas de gallo. Una voz se oyó en la lejanía. "Antares" dijo levemente, tras una puerta de madera que se habría para dar paso a la enorme biblioteca en la que estaban él y Eden sentados, en una pequeña esquina. "Ha llegado" dijo, mientras se asomaba del todo una hermosa muchacha de largos cabellos castaños, con lo que parecía un traje de sirvienta. Rápidamente Antares se levantó, con un seco <<Sí>>. "Oye, Eden, sal a dar una vuelta. Demuéstrale al bosque lo que has entrenado" y con una sonrisa algo forzada salió de la biblioteca tras recibir un simple gesto de aceptación hacia la propuesta por parte de su hijo. "Siempre está tan ocupado...Me pregunto qué es lo que hace cuando yo no estoy..." murmuraba en su interior mientras salía a las afueras del castillo, atravesaba el campo y se dirigía al bosque. Tras ocho años, la hierba volvió a brotar verde y reluciente como siempre, y el bosque de arboles azules erguía lentamente sobre la tierra. Eden miró al cielo aspirando el aire perfumado por las hojas azules, y soltó una dulce carcajada. Hacía aspavientos como si realmente hubiese un ser maligno atacándole, como un niño pequeño. Fue divertido mientras duró, pues rápidamente se enredó en su propia cola y rodó sobre sí mismo en dirección a un matorral, dejando doblar sus alas de forma ligeramente dolorosa. Se liberó de entre los matorrales y quedó oculto tras ellos, puesto que empezó a escuchar voces chillonas y desagradables. "Sai, no me vaciles, ¿enserio crees que puedes entrar en nuestro grupo así como así?" Río un muchacho de cabellos verdosos y puntiagudos, con los ojos medio cerrados, de color púrpura, tan intenso que parecían incluso lentillas coloreadas, a juego con sus alas. Su piel era oscura, como el chocolate espeso, y sus vestimentas se basaban básicamente en una camiseta de tirantes negra y unos pantalones grises llenos de bolsillos . Se irguió añadiendo "Tan solo eres una chica, ¡no sabes hacer nada!". La joven respondió muy enojada "Para empezar, no sois un grupo, de hecho, no sois más que dos hombres. Y por cierto, seré <<chica>>, pero sé hacer las cosas mil veces mejor que vosotros." Tenía el cabello muy claro y largo, se extendía incluso por encima de sus alas, verdosas como un botellín de vidrio. Sus ojos eran completamente azules, con largas pestañas. Tenía una barbilla fina y puntiaguda, muy femenina. Al lado del chico, lucía muy baja, y su piel era de un rosa gastado, casi blanca. Clavó su mirada en el chaval que se situaba al lado del otro, mostrando su rostro oculto por el cuello alto de su camiseta negra, también sin mangas. "A ti no te importa, ¿verdad, Jake?" Jake, que le miraba con cierto nerviosismo, negó. Era alto, moreno de piel, de un color café. Tenía el cuerpo bien formado, y era casi tan alto como el peliverde. El pelo le caía hasta la nuca, con las puntas hacia afuera, de un marrón claro. Con sus ojos color magenta, miró a su acompañante, hablando entrecortado “Emer, tampoco pasa nada si se me-…” Emer dirigió una mirada desafiante a Jake, quien rápidamente dirigió la suya al suelo. Ante esta situación Eden quedó muy impresionado. “Es increíble cómo le controla… pero también muy injusto” pensó, y se levantó bruscamente de los matorrales interponiéndose entre el dúo y la chica. “¿Podríais ser un poco más razonables? Ella está en su derecho de participar en vuestro dúo si quiere.” Jake y Sai quedaron estupefactos ante tal repentina aparición. Emer, sin embargo, como gato, se abalanzó sobre él, literalmente hablando. “¿Quién te crees que eres? ¿El señorito <<las chicas me adoran>>?” Dijo completamente enojado, haciendo chirriar sus dientes. Agarraba los brazos de Eden, quien parecía totalmente horrorizado ante esa reacción, quizá porque nunca le habían tratado así. “¡EMER! ¡SUÉLTALO! ¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO?” Gritaron al compás Jake y Sai, tratando de levantarlo del suelo entre los dos. “Este chico es el príncipe, ¡el príncipe Eden!” Reparó Sai, quien inmediatamente después de ver que los ojos de Eden la observaban se puso roja como un tomate. Jake se inclinó hacia Eden para levantarlo del suelo, y Eden rápidamente se levantó, agradeciendo su amabilidad. Jake no tardó en hacer una pequeña reverencia a modo de disculpa en el lugar de su amigo. Al levantarse del suelo, Eden continuó haciendo incapié en el mismo tema, aunque quedó por unos intantes pensativo, diciéndose: “¿Es que acaso me conocen?”. “¿Emer? ¿Así es como te llamas?” Cuestionó él, con una actitud muy seria, típica de alguien a punto de imponer un castigo muy severo. “Sí, eso es. Emer, sin más.” Contestó el peliverde, totalmente desganado, como si le diese igual, aunque en el fondo estaba temiéndose lo peor para sí mismo. “¿Viste lo que me hiciste, no? ¿Sabes, acaso, cómo arreglarás esto? ¿Todo este lío en el que te has metido?” Inquirió, señalando fríamente su cara con el dedo índice de la mano derecha. “Yo sí”. “¿Qué es lo que quieres?” Preguntó Emer con una mirada que vista desde Jake y Sai era aterradora. “Primero, trata mejor a… ¿Cómo se llama? ¿Jake? Eso. Y segundo, inclúyela en el grupo.” Acabó por especificar, señalando a Sai con una sonrisa, haciendo que esta se ocultase tras sus guantes sin dedos, muerta de vergüenza. “Está bien. Pero no me conviene demasiado” Respondió. “Eso, listo, es algo que sé de sobra.” Eden dio la vuelta, mirando hacia la salida del bosque, con intenciones de irse de vuelta al centro del pueblo, pero rápidamente Jake le cogió el brazo, y sin permiso de nada y de nadie, se lo llevó entre los matorrales. Eden le miró sobresaltado. “¿Qué es lo que quiere?” pensó. Jake esbozó una tímida sonrisa, diciendo “Oye… Muchísimas gracias… Por todo… Si quieres algo, cuenta con nosotros…”. Eden trató de responder, pero cuando estaba por hacerlo, Jake desapareció. “Son…Son un verdadero misterio…” Repuso Eden. Después, comenzó a caminar hacia el castillo, ya era muy tarde. Al llegar al interior de éste, su padre le esperaba, acompañado de una mujer de pelos rojizos, muy extraña. Sus alas eran parecidas a las de un hada, y sin embargo, también a las de un dragón. Llevaba un top grisáceo y una falda más bien corta a juego. Su piel era pálida, más bien verdosa, y sus ojos negros, reflejando una sensación que no mostraba demasiado <<encanto>> sobre Eden. Su pelo recogido en largas trezas a su vez recogidas en forma de aros sobre su cabeza, se sostenía por sus largos cuernos, cabiendo destacar que uno era más largo que el otro. Antares sonrió de tal forma, que cualquiera diría que no había mirado a la chica. “Eden… ¡Llegas justo a tiempo!” Dijo, entrecerrando los ojos. “Esta es Zabbeth, la reina de Greenbeans Ville” añadió. Zabbeth hizo una rápida reverencia, saludando al muchacho, quien tomó su mano para besarla por pura educación, pues no era satisfactorio para él. “ Darkwood Ville y Greenbeans Ville llevan mucho tiempo aliados, y tu padre y yo hemos decidido hacer una alianza oficial, pequeño.” Eden hizo una mueca, en parte de horror y en parte de sorpresa. “¿Eso qué quiere decir?” se atrevió a preguntar, pues realmente no estaba seguro. Antares rió suavemente, y una puerta se abrió, dejando pasar a una muchacha de castaños cabellos en la habitación. Era claramente una elfa. Se veía desde sus cejas hasta sus pies. Eden la miró con sorpresa, casi con angustia, quedando completamente encerrado en sus ojos azules, sin saber bien qué hacer. “Ésta es tu prometida. Se llama Aylin. Cuídala muy bien”. “P-Pro-Pro….¡¿PROMETIDA!?” Eden se sonrojó al instante, debido más bien al enojo. Su padre no le había avisado, y eso le hizo sentir aún peor. Lanzó una mirada escalofriante a su padre, y se encerró en su habitación, dando un sonoro portazo. Antares miró a su hijo con preocupación, pero tomó las riendas de la situación rápidamente. “Aylin, ¿puedes tranquilizarle tú? Así os conoceréis mejor” dijo con una falsa sonrisa. Ella asintió, y se encaminó a la habitación del joven.
Sinceramente, en comparación con el capítulo anterior, este me ha gustado un poco más, probablemente porque hubo más intervención de personajes y situaciones entre sí. Quizás el punto negativo que le veo es que se ve un tanto... monótono. Es decir, ha habido muchas partes descriptivas y bastantes narrativas, sin embargo esta última carece de lo que sería ese "toque" que, para mí, combina la narrativa con la descripción. Y eso son los "sentimientos del personaje" Apenas he llegado a ver alguna reflexión de Eden o de cualquier otro personaje, u opinión personal de alguno de ellos; hace tiempo que no leo algo contado por un narrador omnisciente pero, tal y como dice su nombre, si es como un Dios, ¿acaso no conoce en profundidad la mente de los personajes? (?) De esta forma seríamos capaces de entenderlos mejor y encariñarnos con ellos. También, algo que me ha parecido un tanto tedioso probablemente fueron las descripciones, que no es que esté mal, por supuesto, pero que creo que has descrito todo en un párrafo. Una forma de describir sin numerar todas sus características es a base de acciones y sucesos. "El viento meció sus largos cabellos castaños", por ejemplo. Puedes intentar combinar esas dos formas de describir para la próxima. En cuanto a las faltas ortográficas... No tienes muchas, sin embargo hay algunas que se te escapan como las tildes o alguna palabra mal escrita (ej: hincapié). Seguramente la mayoría de ellas bastarán con el corrector word, pero hay otras que se escaparán y por ello nunca está mal revisar por si ocurre (Ej: Río y rió). En la gramática, solo me gustaría destacar dos cosas muy importantes: 1.Es preferible usar el guión largo para los diálogos, así no tendrás problemas con las comillas que, o bien la sustituiste poniendo el título del libro en negrita o intentaste usar el otro tipo de coma que, por cierto, no es de esa forma. 2.Ha habido cierta repetición de palabras y verbos (en este último, alguna que otra pequeña falla al conjugar). No estaría mal usar un poco más de sinónimos para que no sea tan repetitivo. Y por último pero no menos importante (?), por favor, si es posible, aumenta el tamaño de la letra; es demasiado pequeña -.-U Tengo curiosidad por saber que hará Eden con Aylin, se ve que no le ha hecho mucha gracia lo de la prometida XD Si tienes más dudas, puedo resolvértelas por MP Hasta la próxima :3 Kirino Sora
Mmm, ¿es una comunidad de dragones? Bueno, pues le has dado a la descripción física un enfoque muy bueno, es decir, me imaginé los más bellos dragones de todas las historias XD Y ahora, una elfo es prometida del príncipe. La historia en sí está interesante, pero todavía no veo a donde va, lo que es comprensible porque apenas comienza, así que seguiré leyendo si continúas publicando para ver qué pasa. Sobre las faltas ortográficas, bueno, ya te las ha señado Kirino Sora. Lo único que diré será que también prefiero el guión y que sea el largo, de esta manera cuando los pensonajes piensen, sus pensamientos quedarán en comillas y los diálogos marcados con el guión, como suele hacerse cuando la historia es en español. Saludos XD
Muchas gracias por comentar. Sí, es algo así como una comunidad de "dragones" (digo esto porque son medio humanos). Tendré en cuenta lo que me dijeron tanto tú como Sora, ya que al fin y al cabo, debería hacerlo. Una vez más gracias por tu ayuda ^^ Seguiré escribiendo...