Marvel Digno [Infinity War]

Este fic contiene spoiler, consumase con leche.



Sus manos se aferraban con fuerza al metal, la energía tardó un microsegundo en impactar con la fuerza de mil toneladas su cuerpo aún herido por la batalla previa. La energía cósmica le quemaba con nada en el universo lo había hecho, sin embargo, se mantenía.

Presionó los ojos por primera vez y un destello de luz proyecto el primer recuerdo:

― Loki, esto no es gracioso…― afirmaba su voz infantil mientras su cuerpo menudo de apenas unos ocho años avanzaba tembloroso por las yermas y heladas tierras de Jotunheim.

Una travesura excesiva de un joven dios del engaño lo había exiliado a esa tierra peligrosa.

Un gigantesco y monstruoso habitante de estas tierras le hizo frente lanzando un rugido mientras levantaba su alabarda dispuesto a descargarla con fuerza. Se encogió esperando aquel golpe que jamás llegó.

El guardián que todo lo ve se interponía entre su cuerpo y su espada entre la amenaza y él lo observaba sorprendido.

― Thor, hijo de Odín, alguien como tu jamás debe tener miedo― le indicó con voz omniciente.

Luego derribó al gigante de hielo, levantó la espada pero al bajarla a toda velocidad su hoja impactaba en el hielo, la criatura lo observaba asustado.

Al mismo tiempo en la mente del dios del trueno sus memorias se combinaban y recordaba al guardián de Bifrost atravesado por su misma arma, en manos del Titan Loco.

―...Porque si te hacen temer, estás derrotado― concluyó antes de abrir el puente dimensional.

Ya del otro lado, el padre de todo los esperaba a ambos, un Loki fingiendo estar cabizbajo estaba detrás, seguro había confesado la jugarreta contra su hermano. Odin no evitó sentirse aliviado al ver que estaba sano y salvo.

― ¿Dónde estaba? ― preguntó con semblante serio.

― Conmigo señor― mintió Heimdall lo que hizo sonreír a ambos chicos, Loki al verse librado de un castigo y Thor al no tener que explicar que se había visto débil― lamento si he cometido una intromisión su majestad.

― Si ha estado contigo, estaba seguro, procura avisar antes.

Así Thor recordó ser valiente.

La energía seguí fluyendo, el enano le indicaba que faltaba solo un poco más y la Stormbreaker, la arma definitiva estaría lista. Apenas habían pasado unos instantes pero para el estar recibiendo toda la energía de una estrella era una eternidad.

Presionó sus ojos con más fuerza y otra memoria vino a él.

En esta ocasión, observaba a un hombre, un humano, en la tierra, cientos de años atrás cuando los dioses aún caminaban en Midgard. Siendo de la realeza y poderoso en estas tierras, el joven Thor, era insolente y orgulloso.

El hombre al verlo, le había ofrecido tributos como comidas y bebidas, él sin ser consciente de la humildad de estas personas había exigido más.

― Muchacho― le llamó Odin― ¿Qué haces en este sitio? ¿Qué es todo esto? ― preguntó señalando un carruaje lleno de presentes.

― Tributos, para mí, el dios de Trueno, padre, se los he exigido a esta gente.

Las personas le sonrieron complacientemente al padre de todo que los miraba, vio a su hijo ahora algo decepcionado.

― Así no son las cosas hijo mío, no puedes llegar y exigir, las cosas ocurren no por que las pidas, debes luchar por ellas, este hombre, este campesino, se ha mantenido trabajando arduamente porque para él es lo más importante, los que ama.

Thor se quedó pensando y avanzó hacia el carruaje, lo alzó con su fuerza descomunal y lo arrastró hasta la caja de ellos, luego de esto, observó un arado viejo unido a una mula anciana y cansada en las orillas de unos cultivos.

La señaló.

― Me gustaría ayudarlos a arar padre.

El padre de todo sonrió y afirmó con la cabeza sonriendo levemente.

Así Thor recordó la perseverancia y el sacrificio.

Sus manos comenzaban a soltarse, presionaba sus dientes por el dolor que le producía su piel quemándose, algo en su interior le indicaba que faltaba poco, debía resistir, así segundos antes de ser expulsado por la fuerza del cuerpo celeste, ocurrió.

― Vaya hermano, que mal luces― declaró una voz una silueta de color verde se dibujaba frente a él― me recuerda esa ocasión en la que hice que aquella especie de dragón casi te comiera vivo― afirmó mientras se reía.

Así con su cuerpo flotando en el vació del espacio, emergía el próximo recuerdo.

El dios del trueno era mayor, pero aún bastante joven, recargado en el balcón observando a Sif, con ojos de anhelo. Había algo en ella que llamaba su atención pero no se había atrevido a hacer nada.

Una figura siniestra surgía de pronto sin previo aviso interponiéndose a la chica rugiendo, colmillos, fiereza y oscuridad, la guerrera en ese tiempo aún era inexperta y antes de atacar perdía su espada quedando está demasiado lejos.

Thor sin dudar se lanzaba en su ayuda, emanando truenos de su cuerpo y con el mjornir en la mano golpeaba al monstruo que retrocedía, antes de que respondiera le daba un uppercut que lo lanzaba lejos.

Sif lo miraba en ese momento, un varonil y poderoso guerrero que la había salvado, palabras sobraban ante la chica que lo miraba ahora él embelesada.

Luego que ella prácticamente le rogó salir con ella y se alejó emocionada una figura entre sombras verdes se dibujaba aplaudiendo.

― Y me dirás “por nada hermano” ― decía Loki haciendo una reverencia como un actor que agradece a su público luego de una escena bien lograda.

― Entonces tu… pude haberlo logrado solo― declaró molesto.

Segundos después ambos se observaron y rieron.

Thor recordó con esto de amistad y de lo que las personas cercanas a ti pueden hacer por ti.

Thor sintió que se le oprimía el pecho y no por causa de la energía, algo más doloroso lo consumía, aquel recuerdo tortuoso de ese ser llamado Thanos, acabando con la vida de Loki.

Pensó a la mitad de su pueblo flotando en el vacío del espacio sin vida, su cuidad siendo consumida por fuego, su temor al pensar en lo que Thanos haría.

― Hermano, te prometo que el sol volverá a brillar…― susurraron las últimas palabras de su hermano en su mente.

Repitiéndose una y otra vez haciendo frente a todas esas memorias oscuras que buscaban acabarlo.

Pensó en sus amigos, en los que estaban vivos, en los que desde el Valaha les pedían justicia, pensó en sus aliados, los Vengadores, tan leales, fuertes. Sería valiente, sacrificaría de él, lo que fuera necesario, nunca se rendiría, lo haría por todos.

―...Siempre creí en ti, tú lo harás brillar de nuevo. Por más travesuras, maldades, traiciones, creo que te hice pensar demasiadas ocasiones que no era así, pero ya lo sabes, era dios de las mentiras.

Diciendo esto le dio una palmada y le extendió su mano Thor extendió la suya para estrecharla y al cerrarla, el Stombreaker estaba en sus manos.