Diario de una acecina [Naruhina & Sasusaku] (+18)

Diario de una asecina [Naruhina & Sasusaku] (+18)

¡Hola!

Bueno, como les dije, este es mi nuevo fic, me ah encantado escribirlo y pues, espero que así como a mí me gusto escribirlo, a ustedes les guste que es lo principal, ¡Gracias! Y sobre todo, este fic va dedicado a mi amiga Que aunque esta algo loquita y no lo admite [Como yo] La quiero mucho, n_n eh aquí el prologo.
No tengo nada más que decir, así que aquí ésta el prefacio:

Pareja: NaruHina / SasuSaku.
Summary: Después de su escape, su vida comienza a cambiar drásticamente, llevándola al borde de la locura y la muerte.
Disclamer: Naruto no me pertenece, solo la historia.
Créditos: Originalmente, parte de la historia es basada en el libro “El príncipe maldito – Ramón Obón”

Prefacio.​

Primer día de la muerte.​

Miré una vez más mi reflejo en aquel charco de agua, la imagen distorsionada me impedía ver mi reflejo, por un momento mire el cielo gris, pequeñas gotas caían de él, surcando el cielo de un negro pálido, mientras yo, ahí sentada aun trataba de descifrar aquel enigma de mi vida. El cielo comenzaba a obscurecer, me levante de aquel lugar, y sosteniendo mi paraguas en una mano, comencé a caminar lento y sin prisa, aquella tarde había sido la peor, tal vez de toda mi vida, y analizándolo bien, toda mi vida había sido un desastre.
Un suspiro salió de mis labios, ¿Por qué? Aquella mañana aun era la persona más feliz de la tierra, pero él tenía que llegar, arruinar mi vida en un solo instante, odiaba ya todo en ese momento, a mi familia, mi vida, todo. Cerré lentamente mis ojos, dejando que el tiempo y el mundo me absorbieran, no había prisas, la paz era mi único objetivo, tal vez el único y primordial en aquel momento, ¿Por qué la vida era así? Dura, fría y sin sentido.
Mis ojos se abrieron, algo sorprendente, mis pies eran mis únicos guías, perdida entre mi mundo y la irrealidad, mirando la infinita obscuridad del cielo nocturno, sintiendo el frio recorrer mi piel, erizándola. Aun recordaba la mañana, había sido normal como todos los días, todos, sentados alrededor de la mesa, sin decir o comentar algo, lo único que se escuchaba era nada. “Nada”. Que palabra tan vacía ¿No lo crees? ¿Pero qué significa “Nada”?
Tal vez eso era yo, Nada. O al menos eso era para mi familia, Nada, un cero, algo invisible, y si no era así ¿Por qué nadie nunca me decía siquiera un “Buenos días”? Sí, eso era yo, Nada. Poco a poco, mis pasos se perdían entre la negrura de la noche, dejando huella profunda en el frio suelo, a lo lejos pude divisar mi hogar desde hacía 15 años ya nada había cambiado, después de la muerte de mi madre, todo se volvió frio y obscuro, ella murió cuando yo simplemente tenía 3 años, así que literalmente no la extraño mucho, aunque siempre eh pensado como era, aun viéndola en retratos, aun su recuerdo sigue vivo en mi corazón a pesar de que nunca llegue a verla a conciencia cierta.
Eche una última mirada a la obscuridad, a aquella luna tan hermosa que en ese momento se veía tan viva como la misma noche, di un enorme suspiro antes de entrara a mi infierno personal, cada día la misma y estúpida rutina, dolorosa, sí, en verdad lo era, pero a final de cuentas esa era mi realidad.

XxXxXxXxX​

Día Final.​

Un nuevo día había comenzado, la misma tonta y aburrida rutina, tomé un par de ropa y me metí a la ducha, algo raro pasaba aquella mañana, mi mente divagaba por diversos momentos de mi vida, mientras sentía las gotas de agua recorrer cada parte de mi cuerpo, delineándolo por su pasar. El cálido vapor proveniente de la ducha me relajaba, lentamente sentí mi cuerpo volar, como la más ligera pluma.
Lentamente tome la bata que descansaba a un lado de la ducha, me la coloque para después salir, hoy sería el día de ingreso a mi colegio, estaba ansiosa de por fin ver una cara amistosa, mi amiga estaría ahí, y ya no andaría sola por ahí. Mire mi uniforme escolar, era un conjunto muy sencillo pero lindo. La falda era de un verde, mientras que la camisa tenía la insignia de la escuela y el suéter tenía pequeñas rayas rojas y blancas.
Bajé rápidamente por las escaleras de madera, pintadas con un tenue color blanco, todo a mi alrededor era callado, más de lo habitual, caminé hacía el corredor que conectaba con la cocina, y ahí, me encontré con mi familia todos mirándome únicamente a mi sin mirar para otro lugar, concentrados en un punto inusual de mi mente, que en aquellos instantes divagaba sin rumbo alguno. Cansada me decidí a preguntar.

—¿Qué pasa?—Pregunte cansada de tanto rodeo, el silencio cruel del lugar me hacía temblar.

Una terrible sensación se sopesaba por todo mi cuerpo, un extraño sentimiento me albergaba y me hacía temblar, detrás de mí pude notar la figura fémina de mi hermana menor, con aquella mirada fría e insensible.
Sentí la necesidad inmensa de correr, con una mirada insegura, torpe, eso era, o al menos la pequeña resolución que desde mi niñez se me había adoptado; baje la mirada entristecida, siempre era así, y cuando llegaba a mirarle, era un delito indeleble ante los ojos de cualquiera.

—¿Aun no lo sabes?—Preguntó maliciosamente ella mientras yo entornaba los ojos.
—¿Qué es lo que debo yo de saber?—Su mirada me atemorizaba, tal vez era otra de sus bromas pesadas.
—Hmp, será mejor que lo sepas a su tiempo—no supe bien a lo que se refería, su sonrisa maliciosa y siniestra me daba escalofríos.

Pronto salí de mi hogar completamente aliviada de respirara el puro y fresco aire de verano que agitaba grácilmente mis cabellos, removiéndolos de mi rostro y azotándolos en el mismo. Era tranquilizador el trayecto, sin ruido y sobre todo, sin alguna abrumadora presencia. Simplemente sola, así me gustaba estar, sin gente cohibiéndome a mí alrededor, a excepción de Sakura-san y Sasuke-kun.
Ah, desde que recuerdo, los únicos dos mejores amigos desde la infancia, únicos y verdaderos, sin mentiras, gente real que existía a mi alrededor y que me quería por quién soy y no por lo que puedo llegar a ofrecerles, o mejor dicho, yo no, si no mi falsa familia.

XxXxXxXxX​

/Lunes, 23 de Agosto/​

—Te irás y punto de la discusión—Fue aquello lo último que escuche ¿Realmente todo terminaría así?

Salí corriendo de aquella oficina, rodeada de gente que solo me hacía un nada un creo un estorbo, ¿A qué venía todo eso? A mi cobardía, lo sabía sí, un simple “No” Podría cambiarlo todo; pero yo no era como los demás ¿Por qué? ¿Por qué?...

XxXxXxXxX​

El comienzo del fin​

Hoy, hoy sería el día de mi gran y esperada marcha, aquella que me llevaría hasta lo más recóndito de la obscuridad, para al fin llevarme al borde de la locura promiscua, recuerdos de sucesos tan impactantes quedarían por siempre grabados, no en la mente, el corazón.
Mi primer viaje a América, lo que cambiaria mi vida, ¿Qué me esperaría haya? Tal vez tragedias, mi única compañía…Mi fiel y leal amigo, confidente y hermano…

Un único y Preciado recuerdo…

…El diario de una acecina …

Mis manos de sangre están manchadas, lo único que queda es enfrentar el pasado…​

Bien, esto es algo confuso lo sé, mi idea es algo distorcionada, pero espero que les guste jeje n_n los quiere

Danyeleth

[Aclaraciones: Quien narra es Hinata]

 

Re: Diario de una asecina [Naruhina & Sasusaku] (+18)

u_u Ok lo lamento
la compu no me ah funcionado bien ultimamente y mi ortografia ¡es tan barata!
Bien, gracias Aidem-san, por los consejos, los tomare en cuenta, y si eh puesto la letra asi es por...el prologo, no sera así siempre
y te equivocas, tanto narratoria como dialogo son esenciales; bueno no lo discutire, gracias por leer mi fic ^^!

Att.
Danyeleth~

 

Re: Diario de una asesina [Naruhina & Sasusaku] (+18)

¡Hola!

Bueno trato de ser puntual y que no me sierren el fic jeje, Ok, bueno, les dejo la continuación, gracias por los consejos de Aidem-san, y Jinn-kun ¡Gracias por pasarte, sin más que decir, os dejo la conti.

Capítulo I: El comienzo de la misión​

¿Por qué?

Escuche mientras su mirada suplicaba misericordia, una sonrisa arrogante se curvo por mi rostro, dejando entre ver una hilera de dientes blanquecinos, mire en su rostro el pavor provocado por el momento, con decisión, presione el gatillo de la calibre 4.5; el impacto resonó en mis oídos, como un eco incesante, pronto el suelo se tiño de un rojo carmín, baje lentamente mi mano.
Aquella era siempre la misma pregunta, jamás pude darle una respuesta certera, ni siquiera me había empeñado en buscarla ¿Para qué? Las vidas de aquellos seres tenían un precio a pagar, el mío, representado monetariamente. No importaba ya nada más que el dinero ¿No? Después de todo, en aquel mundo era lo más importante, aquel que tenía dinero tenía poder, aquellos billetes tenían más valor que cualquier cosa. ¿Cualquiera…? ¿Incluso más qué una vida humana?
Sus ojos sin vida me miraban turbados, perdidos, sentí como todo se desvanecía lentamente, viéndole de frente sangrar incesante, mientras gotas saladas descendían desde sus ojos hasta perderse en la comisura de sus labios, Perdón; mi corazón se estrujo fuertemente contra mi pecho, inclusive, creí escucharle desmoronarse al ver la última lagrima de aquel hombre.
Lágrimas querían salir de mis ojos en aquellos instantes, aquellas palabras me hicieron reaccionar, me había perdido por un momento vagando en mi mente, ¡Tenía que ser un error! Aquello no podría ser verdad, mire una vez más el cuerpo de mi padre tirado en el suelo ya sin vida.
Mire mis manos blanquecinas tiñéndose de rojo intenso, tan carmín como mis labios, un sabor amargo se depositaba en ellos, cargando sobre mis hombros el peso de la muerte de aquel hombre sin corazón, aquel que tanto me obsesione en matarle entonces, ¿Por qué aquella insatisfacción? Después de todo, hace mucho que vendí mi alma a lo más recóndito de mi ser, ¿No es así…Padre?

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Agitada desperté, aquel sueño había sido tan real, me levante rápidamente, despojando las sabanas de mi cuerpo, sintiendo como mis músculos se entumecían ante el frio contacto de la mañana, mire mi rostro en aquel espejo, sintiendo como el sudor lo cubría, mis ojos se encontraban desorbitados, y unas grandes ojeras purpuras se denotaban en mi rostro pálido.
Una vez más, mis sueños me atormentaban, sintiendo la sangre bombear por mi rostro, y luego retenerla repentinamente, gire mi rostro, unos pasos se escuchaban en el corredor, gire mi cuerpo completamente, el sonido de la puerta crujir con lentitud me saco de mis pensamientos.

― ¡Hola! ―Saludo Tenten con voz chillante― ¡Oye! Tsunade-sama te llama.

Miro mi rostro pálido, observándolo con lentitud, para después mirara mi cuerpo que aun portaba la pijama, su mirada se clavo en mi rostro pálido, una sensación de angustia me recorrió el cuerpo, ¿Lo sabría? No eso era imposible ¿No?

― Pero si gustas puedo decirle que… ―La vi callar por un momento observando mi rostro ― No te preocupes, dile que iré en un momento ―Una sonrisa tímida salió de mi rostro― Esto, ¿Tenten-san…?
― ¿Si? ―
― Gracias ―Una sonrisa escapo de sus labios al interpretarme bien, mire cómo salía de la habitación, posando su mano en el marco de la puerta
― De nada ―Fue eso lo último que escuche antes de verle salir.

Camine hasta la cama, me senté a la orilla de esta, suspire fuertemente, sintiendo el aire fresco llegar a mis pulmones, necesitaba refrescarme tanto mi mente como mi alma, aquel remordimiento me carcomía hasta lo más profundo de mi alma, aun así, ya no podía retractarme de lo que era, una asesina.
Baje las escaleras con gran rapidez, sabía a lo que me enfrentaría ahora, no había marcha atrás, ya o existía un regreso, o un final.

Aun recordaba aquel distanciamiento entre ambas, los recuerdos de aquel día aun le agolpaban su corazón herido, deseaba tanto volver a ser como antes, lo sucedido ya no podía arreglarse, ese era su destino, tal cual como ella lo había pintado.

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Toqué tres veces la puerta, esperando a que alguien decentemente la abriese o tan siquiera un “puede pasar” Bien, algo paso ¡Nadie me abrió! Respire hondamente tratando de disminuir la cólera que me atacaba en aquel momento. Mire el reloj que colgaba de un pequeño florero en la parte media de la sala, 6:45 am. Era la hora exacta que marcaba el reloj.
Justo en ese momento que me disponía a retirarme de ahí para seguir durmiendo plácidamente, alguien paso por mi lado, adentrándose en la habitación sin siquiera tocar, me dirigí hacía ella para asomar mi cabeza por el orificio, ganándome una mirada de reproche por la directora ¿Qué pasaba?

― Hinata ―Hablo quedamente para después mirarme― ¿Dónde estabas? La junta comenzó hace ya 10 min.

¿10 Minutos? ¡Fascinante! Era lo que había estado esperando tras esa puerta sintiéndome una tonta. Forje una sonrisa torpe disculpándome mientras agachaba la mirada, para después colocarme al lado de mi amiga.

― Bien, les explicare la misión ya que no hay más retrasos ―Amenazó chirriante mientras me miraba expectante― Dos de ustedes tendrán que cargar el trabajo difícil. ―Bien, algo ya sabía, no querría ser una de ellas.― Deberán infiltrarse en el territorio de el enemigo ―comenzó hablar como en un batallón del siglo XVIII― Las indicaciones se les darán una vez escogidos los puestos, repórtense aquí en 20 min. Hinata, Sakura.

¡Hoy definitivamente no era mi día! Primero, una extraña sucesión de recuerdos dolorosos, segundo, quedarme parada como novia en altar durante casi medio día, y por último, una misión junto a mi ex-mejor amiga; Haruno Sakura. Esta sería una muy, muy larga misión, solo esperaba con ansias no fallar.

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Me encontraba frente a ella, mirándola fijamente a los ojos con decisión ambas retándonos una a la otra, le mire por una micra de segundo su ojo derecho, con una larga línea rompiendo su tejido trazándolo en dos; marca que aquel hombre cruel le marco.

― Hinata ―su determinación estaba en sus ojos
― Sakura ―mire nuevamente a la directora.
― Bien vosotras dos ¡Comienza la misión! ―Me reincorpore de un respingo, pronunciando un “si” para después salir de la habitación.

Rememorando bien lo dicho, mi víctima se llama…

―Uzumaki Naruto…

Nota: sé bien de antemano que no tiene coherencia el capitulo, y lamento no haber podido editar el tema, pero bueno, espero que les guste y gracias por los comentarios ¡Adiós!
Pd. En el proximo capi explicare lo que les dijo Tsunade-san Bueno, adiós.