Diario de un Niño Sicario

Diario… tengo tan solo 15 años, no tengo padres, soy huérfano, me crie en la calle, tan tolo tengo dos hermanos de sangre con los que me dejaron en el orfanato, con los cuales tiempo después escape, ahora que tengo otros veinte adoptivos, formamos una pandilla, vivimos en las calles, pasamos fríos, pasamos hambres, pero los daños y enfermedades, se pasan juntos como familia.

Hoy dos camionetas llegaron a nuestro barrio, los más grandes se pusieron en defensa, bajaron hombres armados, nos propusieron un trato, 0 hambres y tristezas, vengan con nosotros y ahora nosotros seremos su familia.

La idea parecía interesante, sabía que era un buen futuro, hasta que nos dijeron, que tendríamos que matar, colocaron una pistola en mi mano, me dijeron: —tranquilo hijo mío, tú me cuidas, yo te cuido pero si me traiciones… yo te mato—.

En ese momento mi cuerpo tembló, recordé mi oscuro pesado, me dije a mi mismo, este es el nuevo trabajo, y como hombre de palabra hay que cumplirlo.

Pasaron 2 años y pronto deje de ser niño,deje los juguetes por el plomo, no me di cuenta de cuando me transforme, para dejar de ser un niño, y volverme un sicario, pronto no sentía remordimiento, el hombre salió en defensa, salió por fin del caparazón, ahora llevo más de 100 en la cuenta.

Le pedía todos los días al cielo, que cuidara de mi vida, uno de mis superiores me dijo, repite lo que yo diga, y así aprendí una nueva oración que decía:

Al juez eterno encomiendo el alma mía
solo él puede juzgarme y perdonarme
esta oración de mis pasos cuida
pero la sombra de la muerte me seguirá
ser sicario ahora es mi vida
escogí este camino
y ya no hay marcha atrás.

Temprano salimos todos al trabajo, me encomendé a la virgen y emprendí mi misión, teníamos todo preparado, el trato y el trabajo estaba listo, los compañeros se volvieron contrarios y comenzó el fuego cruzado, para nuestra mala suerte eran demasiados, mis aliados cayeron muertos mientras mi escuadra se quedaba vacía.

Los impactos dieron en el blanco, tres balas pasaron el blindaje, un frio recorrió mi cuerpo, había sangre por todas partes, le comencé a hablar a mi virgen, a la única madre que tuve en mi vida, le dije: —Tu sabes que yo no soy malo….la vida me ha llevado a esto…. soy culpable y he pecado…. falte al quinto mandamiento…—

Dios mío ábreme tus puertas por favor no me dejes solo, la muerte se sentó en mi mesa y siento que me toca el hombro, no me abandones oh padre mío, que siento que de mi cuerpo el alma se desprende, se me apaga la luz, ya no sé lo que digo, la sangre mancha mi cuerpo, siento que me estoy muriendo.

Ustedes que siguen mis pasos…. voy a darles un consejo… valoren familia y trabajo, sean hombres de provecho, en la mafia hay dos cosas seguras… o la cárcel… o la muerte… por mala suerte encontré la segunda…. y tan solo tenía 17

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