Destructor

Tema en 'Relatos' iniciado por EN Auditore, 14 Septiembre 2013.

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    EN Auditore

    EN Auditore La Hermandad de Asesinos

    Piscis
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    956
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Destructor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1019
    Destructor
    Aún se escuchan estos gritos detrás de mí, llevo ya varios minutos corriendo, aquellos seres que con sus gruñidos asustan a cualquiera se encuentran extendiendo sus brazos invitándome a unirme al bando de los muertos vivientes. Algunos probablemente ya hayan comido de carne animal o humana, pero su sed no se sacia, gotas de sangre caen de su rostro hacia el suelo y yo sigo corriendo.

    Ya no poseo casi balas, aquellas criaturas hacen que cualquier escasee por esos lugares, ya observo como aquellas criaturas me van bloqueando el paso, el cansancio se apodera de mis piernas, quizás hubiera evitado este mal momento si tuviera alguna arma aparte del Cheyenne Tactical Intervention M200, pero en este devastado mundo encontrar algo inclusive para vestir es difícil.

    Las calles con autos desiertos, en donde alguna vez había tráfico había desaparecido, las plantas comenzaban a romper la dura brea y comenzaban a germinar, los edificios de ventanales estaban vacios y desde hace unas semanas ha habido derrumbes. Sigo corriendo, pero uno de los zombies se me atraviesa, pero rápidamente le corto el cuello con mi cuchillo, pero eso me quitó preciados segundos que pude haber aprovechado. Aquí no hay tiempo que perder.

    Doblo por una esquina adentrándome hacia un largo callejón, pero al frente hacia cinco de esos asquerosos que bloquean mi paso, rápidamente cargó mi Mágnum y disparó hacia tres, a uno le cortó el cuello y al último le rompo el cráneo con la empuñadura del arma, pero aún no estaba a salvo.

    Sigo corriendo, mi respiración se encuentra agitada, mis manos algo temblorosas, quizás me estaba volviendo Paranoico, mis habilidades no estaban tan pulidas como hace años, pero aún era bueno…Era bueno en algo que fui entrenado…Fui entrenado para sobrevivir antes que matar.

    -Vamos Rex, te quedas sin ideas…- me dije a mi mismo, corriendo hasta que comenzaba a llegar al final del callejón sin salida.- Esto tiene que ser una broma.- grité con de forma sarcástica, el desespero que me vino en ese momento, fue increíble, la adrenalina se encontraba subiendo dentro de mi cuerpo.

    Pude tocar la pared que me bloqueaba el paso, eran unos doce metros, quizás quince y era ancha, no había más nada que hacer, los pensamientos se fueron bloqueando y solo pude dar un gran puñetazo a la pared, la frustración era algo que se podía observar en mí.

    La frustración se había vuelto algo en mi vida cotidiana, tuve que adaptarme a sobrevivir con ella, pero en estos momentos daban ganas de rendirse y morir observando el cielo. Miré arriba, hacia el aire y pude observar algo que no había visto, era una escalera metálica.

    -Mierda…- me dije mirando mis espaldas y viendo como se acercaban ya se encontraban a un par de metros, aunque tenía suerte no habían atraídos algún infectado especial o algo así.

    La adrenalina corría por mi torrente sanguíneo, dándome un poco más de fuerza, comencé a correr hacia la pared di una patada y me impulsé rozando con los dedos la escalera, aún así pude quedar suspendido, pero los infectados se encontraban abajo gruñendo y acumulándose extendiendo sus brazos.

    Intentaba subir, pero no tenía suficiente fuerza, pero aquella criaturas no se irían, solo me quedaba un poco de fuerza, así que lentamente me impulsé subiendo dos de los “escalones” pude poner un pie en el último escalón, ya se podía decir que estaba a salvo.

    Comencé a subir hasta llegar a la azotea del edificio, así respire profundamente y comencé a observar hacia abajo, viendo a las criaturas que seguían buscando algo para alimentarse, era una escena macabra y siniestra, aún no habían indicios de que había hecho aquel apocalipsis, solo teorías un poco ridículas.

    Me encontraba más tranquilo, ya sentía el calor abrumador del sol y que no tenía ni un poco de sombra, luego de haber subido no tenía forma de bajar segura, me senté un momento a repasar todo, pero algo tapó el sol momentáneamente, ya yo podía deducir de lo que era…

    -Putos Cuervos.- susurré, pero parecía que no había forma de escapar, comencé mirar hacia abajo, quizás el suicidio era la mejor forma de morir en este momento, pero no podría hacerlo, ya había sobrevivido mucho para intentarlo, así que se me ocurrió una descabellada idea que probablemente no saldría vivo de ella.

    -A ver Rex, respira…- me dije cerrando mis ojos y dando un par de pasos hacia atrás,.- Solo es un pequeño salto.- observando la diferencia de distancia, pero los graznidos o como se llamen el ruido que emitan se escuchaba cerca y eso erizaba la piel.

    Así comencé a correr, no me quedaba adrenalina, el cansancio ahora era mi enemigo y no me dejaba avanzar completamente, seguía corriendo y en el último segundo salté, comencé a sentir aquello que era “volar”, pero las leyes de Newton ahora estaban haciendo efecto, puse mis brazos sobre mi cabeza y atravesé una ventana cayendo fuertemente al suelo de la habitación.

    Aún con el dolor de la caída comencé a levantar y correr torpemente hasta entrar a una habitación y encerrarme, para evitar cualquier entrada de los Cuervos. Cuando pude observar la luz se filtraba en una especie de despacho, una gran cantidad de libros y un escritorio con una silla, caminé lentamente hacia ella y me senté intentando aliviar el dolor de espalda que tenía.

    -Mi nivel de estupidez acaba de pasar de nivel…- me dije con una pequeña y adolorida sonrisa, ya el cansancio de este estilo de vida era aburrido y abrumador, ser un Mercenario te traía muchos problemas, pero era algo con lo que debía lidiar siempre.

    Me levanté de la silla y me acerqué a la ventana, a lo lejos podía observar lo que era un hermoso océano, un poco de nostalgia intentando recordar el color azulado de las aguas y de los turistas asoleándose.

    -Debo estar allí…- me dije señalando hacia el océano y apuntando a lo que parecía ser un barco abandonado de la armada.- Necesito ese destructor…-
     
  2.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Hola EN pues paso a comentar este texto, la idea no ha estado tan mala, ha sido un tanto común aunque en ocasiones parece un tanto complicado el dar una trama original puede hacerse, en un relato corto como este podría ayudado el describir un poco más las razones por las cuales deseaba ese barco, lo que es más por que él le llamaba "destructor"o apostar por la formula de TWD se ha visto muchas veces lo miso pero lo que lo hace especial, como es su percepción de esa realidad si pesimista, optimista, soñadora, paranoica y la interacción con otros -o los recuerdos si se trata de una más corta, al menos mencionado-, los sentimientos no solo las sensaciones -en el caso de ellas haz hecho un trabajo genial-, aunque si le das una identidad al personaje algo importante cuando no lo nombras, si defines un tanto su carácter, temperamento y un tanto su personalidad, te ayuda imaginar un tanto más el resto.
    Te señalo unos detalle en este texto:

    Palabras iguales en el mismo párrafo, no es grave, pero si usas sinónimos muestras algo más fluido y variado.
    Esta palabra infringe las reglas del foro respecto al lenguaje:


    Recuerda usar este: —

    Se despide de ti el amigable vecino y escritor Fenix Parker

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