Personas reales Destino

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por Gedith, 8 Enero 2016.

  1.  
    Gedith

    Gedith Entusiasta

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    8 Enero 2016
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    Título:
    Destino
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    551
    ¿Es tan simple pasar desapercibida entre la gente?

    Yo no puedo. Todos voltean a verme, a veces quisiera ser invisible.

    Dicen que soy muy bonita, pero yo no lo creo.

    Creo que soy normal, como todos. Con dos ojos, marrones claros; una nariz, pequeña y perfilada; piel blanca casi pálida, cabello castaño claro, liso y largo que cae por debajo de mis hombros; cuerpo delgado y muy a mi pesar, delicado; a la vista de los demás porque tengo mucha fuerza en mis brazos y piernas.

    Me divierte mucho pasear por el campus y observar a los chicos que se quedan boquiabiertos al verme pasar. Ha sido así, desde hace mucho, desde que decidí no ser usada por nadie más, desde que un mal tipo me usó de la manera más baja.

    Todos hacen cosas por mí, me dan obsequios y quieren ser mis amigos; en pocas palabras, soy la chica más popular de la uni.

    ¿Mi nombre? Im Yoon Ah, pero para todos soy Yoona.

    Es el primer día del último ciclo de mi carrera en la Universidad de Hanyang en Corea del Sur. Estudio actuación, es mi pasión, acompañada del canto, es lo único que quiero hacer en la vida. Espero con ansias el día en que me encuentre en un escenario con el hombre de mis sueños y podamos interpretar esa escena que haga que se detenga mi corazón. Cuando eso suceda, sabré que es el correcto.

    -¡Hey! ¡Yoona!- es una voz dulce la que escucho detrás de mí.

    Es mi mejor amiga y casi hermana Yuri. Siempre llega tarde. Aunque vivimos juntas y estudiamos lo mismo, nunca logro que me siga el paso, es un poco perezosa. Lo que más le gusta es andar de fiesta los fines de semana, algo que no me gusta mucho porque en lugar de relajarme, me estresa aún más.

    -Por fin llegas- dije casi riendo al verla muy agitada por venir atropellando a la gente.

    -¡Aish! ¿Por qué no me levantaste?

    -Sí lo hice, pero como siempre, me ignoraste.

    -Bueno, bueno, ya estoy aquí. ¿Vamos?

    Caminamos hasta el salón de clases y había un alboroto enorme en la entrada del mismo.

    -¿Qué sucede?- nos miramos mutuamente

    -Escogerán el elenco para la próxima obra de teatro…

    -¿En serio? ¿Tan pronto?- dijo Yuri, más desconcertada que alegre.

    -Las inscripciones serán hasta mañana

    No pude concentrarme en toda la clase de solo pensar en que de qué obra se trataría. No lo informaban, sólo decían que sería una obra escrita por un ex estudiante que regresaba de Europa.

    Al parecer era famoso entre los profesores y otros estudiantes que habían estado más tiempo que yo. Hablaban muy bien de él, decían que era muy talentoso como actor, guionista, director y para rematar cantaba como los mismos dioses.

    Hasta el momento me preguntaba qué tipo de hombre sería. ¿Era tan especial como decían? O ¿Sólo estaban exagerando?, además ¿Sería igual de guapo que talentoso? Tal vez no, una persona no puede tener tantas virtudes ¿O sí?.

    ¡Un momento! Me retracto, yo las tengo, jajajaja.

    Acudimos en bandada al auditorio para inscribirnos. La audición sería dentro de una semana y el mismo autor de la obra sería el encargado de escoger a los actores.

    Había mucho trabajo por hacer.
     
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    Gedith

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    1571
    Cinco días de arduo trabajo y ya quería rendirme, estaba muy cansada. Los maestros no tenían piedad de nadie y menos de los que nos habíamos inscrito para audicionar. Los ensayos también eran muy fuertes y nos tomaba hasta muy tarde.

    Yuri, como todos los fines de semana, había insistido para que saliéramos. Esta vez le dije que sí. Necesitaba un descanso de tanto ensayo, o me volvería loca.

    Llegamos a un night club, pero no había buena música, decidimos finalmente ir a un karaoke. Había poca gente, así que escogimos un buen lugar. En total éramos seis entre hombres y mujeres; como siempre, no tardaron en buscarme pareja.

    Heechul, era un chico muy guapo y carismático. Me agradaba como amigo pero nada más, no era mi tipo, además por ahora no quería enredarme con nadie. Mi corazón aún dolía por una relación pasada y no estaba preparada para iniciar nada romántico con nadie.

    Al menos no, hasta que llegara el hombre perfecto.

    Poco a poco el lugar se fue animando más y más. Mis compañeros de mesa se adueñaban del micrófono cada quince minutos y como no lo hacían nada mal, la gente no se molestaba. Al contrario, cada vez pedían más canciones para nosotros.

    El “nosotros” es un decir porque después de casi dos horas, yo era la única que no cantaba ni el himno.

    Después de tanta insistencia, me animé a cantar algo. Me acerqué al escenario con un poco de miedo, me sentí un poco presionada porque mis amigos habían hecho algunos comentarios sobre lo bien que cantaba y eso me daba temor y nervios de saber que podía fallar en algún momento.

    “Meet him among them”, era una canción muy hermosa y me traía muchos recuerdos. Tenía la sensación de que si la cantaba, mi cuerpo y mi mente se sentirían más aliviados. Mientras entonaba cada una de sus letras, mi mente divagaba al pasado, mi voz temblaba de emoción y mis lágrimas hicieron su aparición sin esfuerzo.

    Terminada la canción escuché unas palmas que chocaban entre sí con emoción como queriendo hacer eco en mis oídos. Aquél sonido hizo que volviera a la realidad mientras abría mis ojos. Muchos otros aplausos siguieron al primero y me sentí transportada a un gran escenario de Broadway, lleno de luces y gente por doquier.

    Solo atiné a sonreir y limpiar las lágrimas que habían salido sin darme cuenta.

    Después de media hora, ya nos preparábamos para partir. Justo en el momento que dejaba mi lugar, una melodía hizo que me detuviera. Mi corazón se aceleró de inmediato y aunque traté de moverme, era imposible. Mis piernas estaban clavadas en el suelo y sólo pude volverme y ver un rostro conocido que al lado de una chica empezaba a entonar la letra de una canción, “Amor Mío” (Lee Hyori).

    Yuri volteó hacia mí y me jaló del brazo con fuerza, haciendo que reaccionara al instante. Me moví de inmediato antes de que notaran mi presencia. Fue tanta mi torpeza por salir de ahí, que terminé tropezando con un chico que llevaba en sus manos unas bebidas, haciendo que se derramaran en su camisa.

    -¡¡Aish!! ¡¿Es que no ves por donde caminas?!- estaba muy enojado.

    -Lo siento- traté de disculparme nerviosamente agachando la cabeza para evitar que viera mi expresión.

    -¿A dónde vas?- me haló del brazo haciendo que volteara a verlo -¡Tienes que hacerte responsable!

    Yo no podía articular palabra, solo quería irme. Lo miré fijamente a los ojos suplicándole con la mirada que me dejara ir. Al parecer captó la idea porque me soltó casi al instante.

    Salí de ahí prometiendo no volver jamás, era horrible todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Quería morir ahí mismo.

    Maldita la hora en que me dejé convencer para salir a “divertirme”, finalmente mi diversión terminó siendo un infierno.

    El lunes siguiente todo era un caos en la facultad, había mucha expectativa por la llegada del susodicho actor, director y qué se yo, aún no sabía quién diablos era y la verdad no me importaba. Solo quería concentrarme en mi actuación y ser elegida para el papel principal.

    Lo mejor de todo era que el elenco elegido, después de estrenarla en la universidad, haría una gira nacional presentando la obra. Era una gran oportunidad para todos porque al terminar nuestra carrera, podríamos ser contratados por grandes firmas de nivel mundial.

    -Mañana será otro día- dije pesadamente tirándome a la cama después de volver del campus.

    -Sí, estoy realmente agotada.

    -Tanto tiempo esperando, para nada.

    -Tenemos que ser pacientes. Es mucha gente la que está audicionando y siendo solo un grupo de jueces, pues es de esperarse que esto demorará algunos días más.

    -Sí, pero ya sabes que soy un poco impaciente… Además ¿Por qué audicionan tantas chicas si saben que al final seré yo la que se quede con el protagónico?

    -¡¿Qué?!- tirándome una almohada en la cabeza- ¿Te olvidas de mí?- dijo Yuri algo molesta.

    -¡Ya! Sólo bromeaba unnie. Quedaremos las dos… las dos.

    Reímos de las locuras de cada una por un buen rato hasta que de pronto me vino a la mente algo un poco loco, pero posible.

    -¡Unnie! ¿Y si… vuelve?

    -¿Quién?

    -Dong Hae… ¿Si vuelve a la universidad?

    -¿Por qué piensas en eso ahora? ¿Tiene sentido?

    -Tienes razón. Es una locura. Olvídalo.

    ¿Olvidarlo? Había sido todo un tormento estos últimos días, desde que lo vi en el karaoke no podía sacarlo de mi cabeza. Todo había sido muy raro ese día, me seguía preguntando si se habría dado cuenta de mi presencia.

    Claro que lo sabía, sino porqué cantaría precisamente aquella canción, si era nuestra; y con alguien más. ¿Acaso era un mensaje subliminal? ¿Trataba de decirme que ya había alguien más ocupando mi lugar? O por el contrario ¿Me la dedicó para que supiera que no me había olvidado a pesar de lo que me había hecho?

    -¡Aish!- cubrí mi cabeza por completo –Es tan frustrante todo.

    Pasaron unos días más y por fin era mi turno para demostrarle a todos lo que podía hacer. Obviamente era una de las seleccionadas para el papel principal, como fueron muchas las audiciones para los papeles principales, dieron otra fecha para seleccionar el elenco final.

    Serían mucho más estrictos que en la primera selección y esta vez sí estaría el mentado director. No había acudido antes porque al parecer tenía muchos proyectos en otras universidades y eso lo había retrasado.

    -Estoy completamente seguro que tendrás el papel principal. Eres la mejor- decía muy animado Heechul.

    Se me había pegado como lapa todo el día, después de saber que había obtenido uno de los papeles secundarios y quería que practicara mis líneas siempre con él. Ya me molestaba un poco porque a veces en lugar de ayudarme, me distraía con sus tonterías y me ponía de mal humor.

    -¿Sabes qué? Olvidé algo importante. Nos vemos después.

    Salí casi corriendo tratando de que no me siguiera.

    -Pero… pero… puedo… acompañarte- dijo finalmente desanimado viendo como desaparecía entre la gente.

    -¡Uff, lo perdí!- dije volteando para ver si me seguía- Por fin tendré p…-

    En ese instante había chocado con alguien que se interpuso en mi camino en el preciso instante que miraba al frente, haciendo que cayeran mis libros al suelo.

    -¡Aish!... ¿Por qué no te fijas por donde vas?

    -Lo siento, lo siento, no me di cuenta

    El chico levantó la cabeza para mirarme mejor, mientras recogía sus cosas que también habían caído al suelo.

    -¿Tu especialidad es chocar con la gente?- dijo molesto.

    -¡¿Eh?! No, no.

    Lo miré un poco mejor y al ver sus ojos me pareció conocido pero no podía recordar quién era.

    -Jang Keun Suk ssi, sigamos por favor- dijo un hombre encorbatado que había llegado a su lado y que le indicaba el camino.

    No pude hacer nada más que recoger mis libros sin poder evitar mirar cómo se iba. Era muy guapo y alto y al caminar dejaba un aura de sofisticación y elegancia.

    Durante el resto del día no pude evitar cruzármelo un par de veces más y verlo de lejos otras tantas, aunque cubría su cara con unos lentes oscuros y un sombrero de ala corta, sobresalía entre tanta gente. No se porqué pero mi mirada se enfocaba en él cada vez que lo veía, y no sólo la mía sino la de los demás.

    Era como un rey entre la plebe, se distinguía de todo el mundo, aunque quisiera pasar desapercibido, nunca lo habría logrado.

    -Es muy guapo, ¿no?- dijo Yuri chocando contra mi brazo sin darse cuenta que me había detenido.

    -¿Quién?- pregunté haciéndome la loca.

    -¿Cómo quién? El director Jang

    -¿Director? ¿No entiendo?

    -¿Es que no sabes las últimas noticias? ¿En qué mundo vives?

    Miré otra vez hacia donde estaba aquél hombre, tratando de entender lo que decía.

    -Él es el famoso director de la obra que haremos, al que esperaban todos.

    En ese instante quedé completamente muda, era muy joven y nunca creí que aquella persona con la que había tropezado tan torpemente era quien podría darme la oportunidad de mi vida.

    Sólo atiné a cerrar los ojos con fuerza y rogar al cielo que no tomara en cuenta mi torpeza a la hora de calificar mi actuación.
     
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    Gedith

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    Estaba tan nerviosa que no dejaba de dar vueltas en el camerino, ¿Por qué justo a mí me habían dejado de último? No podía más de los nervios, las chicas que habían salido antes que yo, entraban llorando porque el Sr. Jang había sido muy duro al calificar su actuación y eso había calado hondo en mi confianza.

    -Cálmate unnie, lo harás bien- Yuri trataba de darme de ánimos después de que habían barrido el piso con ella.

    -¿Cómo puedes decirme eso después de lo que te dijeron? ¿Ah?

    -Es por eso que lo digo, ya te dije cuales fueron mis errores, así que no los cometas tú también.

    -¡Arasseo! Gracias unnie- la abracé con fuerza para calmar un poco mis nervios.

    Cuando al fin pude salir al escenario, lo primero con lo que me topé fue con la mirada profunda y acuciosa del Sr. Jang que al darse cuenta que yo sería la última aspirante al rol, cambió su expresión y sonrió de lado.

    Creo que creé un poco de expectativa en él, tal vez mi único talento no sería “andar tropezando con los demás”.

    Hice mi mayor esfuerzo y traté de enfocarme en mis líneas como si fuera la vida misma, traté de que el sentimiento fluyera a través de mis palabras y creerme el personaje de la mujer desdichada por un amor que no podía ser.

    Cuando caí al suelo repitiendo mis últimas líneas, escuché otra vez ese sonido de palmas que había escuchado en el karaoke. Era el mismo sonido, calmado pero firme, delicado y con mucha sinceridad; levanté el rostro y pude ver que provenía del Sr. Jang.

    Era imposible que hubiera sido la misma persona de antes.

    Se levantó y siguió aplaudiendo, luego siguieron los demás. Me sentí realmente emocionada, me levanté y agradecí. Miré hacia un lado y vi que mis amigos estaban tan emocionados como yo y aplaudían y aplaudían con mucho esmero.

    Después de unas horas al fin conoceríamos los nombres de los actores que conformarían la obra.

    -Esto es una tortura- dije mostrando cansancio al final del día.

    Apoyé la cabeza de lado en la mesa del comedor del campus. Era la cuarta taza de café que tomaba y aún no podía reponerme de tanta presión.

    -Sólo un poco más, unnie. Sólo hay que esperar un poco más.

    Yuri trataba de tranquilizar mis nervios pero podía notar que ella estaba aún más nerviosa que yo, ya no tenía uñas en ninguno de los dedos. Era muy gracioso e infantil aquello.

    -¡¡Ya salió!!

    Escuché como de pronto los pasos se agolpaban hacia una misma dirección, golpeándose entre sí para ser cada uno el primero en ver la lista. Yo no quise levantarme de mi asiento, levanté la cabeza y vi que ninguno de mis amigos estaba ya conmigo. Estaba tan desesperada como ellos pero era muy peligroso para mí entrar en ese grupo también. Podía tropezar nuevamente y causarme daño y si estaba en aquella lista…, no podía lastimarme, de ninguna manera.

    Decidí esperar a que un poco de gente desilusionada, se fuera.

    Vi a mi unnie acercarse a mí con cara de desilusión, eso hizo que perdiera toda esperanza sobre mi participación en la obra.

    -¿Qué? ¿Qué sucede unnie? ¿Entraste?

    -Sí- dijo casi sin ganas mientras me miraba con pena.

    -¿Y por qué esa cara?- miré a los demás que se sentaban a mi lado, con la misma cara fúnebre de Yuri.

    -¿Qué sucede? ¿No hablarán?- ya me estaba desesperando

    -Es que…-por Dios, ¿nadie puede decirlo de una vez?, el corazón se me quiere salir.

    Me levanté, determinada a ir a ver por mí misma. Me acerqué con temor al papel pegado en el pizarrín y comencé a leer despacio desde abajo, para que no me chocara tanto el no haber sido elegida.

    Uno a uno fui leyendo los nombres, desde el último extra hasta llegar a la sección de los protagonistas. Un nombre detuvo mi mirada “Actor principal - Lee Dong Hee”.

    Casi me caigo de espaldas. ¿Pero cómo? ¿Cuándo? ¿En qué momento había sido? Él ya no era un estudiante en esta universidad ¿O sí?

    Traté de no pensar en él y ahora lo único que quería era que mi nombre no apareciera en el papel. Creo que Dios no me quiere, sino no me haría pasar por esto.

    Tapé mi boca con una mano para no gritar, más de frustración que de alegría. Me fui acercando a la mesa con el pensamiento de que renunciaría antes de empezar.

    -Unnie, ¿Estás bien?- preguntó Yuri

    -¿Bien? ¿Si estoy bien dices? ¿Cómo puedo estar bien?

    -Pero tal vez, sea otra persona- dijo Yesung

    -Sí, debe ser un homónimo porque nosotros no lo hemos visto por aquí.

    -¡Oh!, un mensaje- había llegado a mi celular, era un número desconocido que decía que los seleccionados debían reunirse en el auditorio.

    -Tenemos que irnos- dije a los demás. Yuri y Heechul vendrían conmigo.

    Llegamos más nerviosos por encontrarnos con Dong Hae que por la obra misma.

    Busqué por todos lados y no lo hallé por ningún sitio, seguramente era un homónimo como habían dicho los chicos, así que me tranquilicé un poco.

    Entre el director de la uni, los profesores y otras personas que no conocía, estaba el Sr. Jang, imponente como él mismo. Se había quitado las gafas y el sombrero, era más bello de lo que había visto. ¿Cómo puede ser alguien tan hermoso?

    Aparte de sus ojos grandes y profundos color miel, poseía unos labios tan apetecibles que me daban ganas de besarlos, su piel era tan blanca y lozana que daba envidia, su frente era amplia y su cabello castaño y recogido en una coleta, era la perfecta combinación para una cara que parecía tallada por los dioses.

    Todos, no sólo yo, prestábamos más atención a su rostro y el resto de su cuerpo que a lo que decía el rector. Eso, hasta que él tomó la palabra. Su voz era tan masculina y dulce a la vez que daba seguridad y me entraban unos escalofríos de sólo pensar que hacía unos días lo había tenido tan cerca.

    -¡Im Yoon Ah ssi!- escuché a lo lejos, haciendo que saliera de mis pensamientos.

    -¡¿Eh?! ¡Sí!- levanté la mano dando un paso adelante.

    Vi una sonrisa de medio lado, signo de satisfacción en su rostro.

    -Ya que usted fue elegida para el rol principal, ensayará su papel conmigo hasta que llegue su co-star.

    -¿Qué?- todos murmuraban a la vez y podía sentir las miradas asesinas de las chicas detrás de mí.

    No pude decir nada porque casi de inmediato siguió nombrando a cada uno de los actores, dando instrucciones por aquí y por allá.

    Salí más atontada que cuando entré.

    -¿Ensayaré con él?- era una pregunta que me alegraba muchísimo, no podía evitar sonreir tontamente mientras mis amigos miraban fijamente mi expresión.

    -¿Estás tan feliz?- preguntó malhumorado Heechul.

    -¡Mmmm… sí!- dije abrazando mis cosas a la altura de mi pecho.

    -Tampoco es tan guapo- dijo finalmente antes de irse.

    -Pero… ¿Qué le sucede?

    -¿No lo sabes?- dijo Yesung. Moví la cabeza de forma negativa –Le gustas, babbo.

    -¿Yo?

    -¿Sino quién? ¿De verdad no te habías dado cuenta?- añadió Yuri

    Me quedé pensando en lo que habían dicho los chicos, de verdad nunca me di cuenta. Siempre creí que me veía como una hermana, además nunca le di motivos para que alimentara sentimientos hacia mí.

    Me detuve un momento y recordé haber olvidado mi celular en el camerino. Les pedí que me esperaran y volví sobre mis pasos. Busqué el aparato hasta que por fin lo encontré, me disponía a salir cuando escuché un murmullo del otro lado de la habitación que estaba separada por gruesas cortinas. Era la voz de un hombre hablando por celular, no entendía muy bien pero pude reconocerlo.

    -No puedo ir, estoy muy ocupado… ¿Qué? No, no quiero que venga. Ya te dije que…

    El Sr. Jang tenía una expresión de enojo cuando se dio cuenta que yo estaba ahí.

    -Te llamaré después.

    Colgó la llamada y miró aún más enojado.

    -¿Qué haces? ¿Aparte de torpe, ahora espías?

    Sus palabras en lugar de que me hirieran, me hicieron enojar. Olvidé todo lo maravilloso que había notado en él hace sólo un instante. Ahora sólo podía ver un hombre arrogante y malhumorado.

    -No estaba espiando, vine por mi celular que…

    -No me importan tus explicaciones, sólo vete.

    Lo miré fijamente odiándolo cada vez más. Respiré profundamente y di media vuelta.

    -Cretino, ¿cómo se atreve a..?

    Aish, estaba tan frustrada que no pude mas que coger mis cosas e irme.
     
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    585
    Me sentía muy nerviosa, era mi primer ensayo con el Sr. arrogante después de clases. Estaba muy cansada porque había tenido clases de baile y danza contemporánea y me sentía desanimada porque había confirmado que el tal Lee Dong Hae que protagonizaría conmigo sí era el mismo Lee Dong Hae que yo conocía.

    Tenía que hacer algo para que él no estuviera en la misma obra que yo, no podría soportar tenerlo cerca otra vez. No después de lo que me hizo.

    -¡Anniong haseyo!- saludé cuando entré al auditorium.

    Me encontré con pequeños grupos repartidos por doquier y en un rincón del escenario, sentado, viendo unos papeles, estaba el Sr. Jang. Quieto, mirando con atención mientras parecía corregir algunas cosas en ellos.

    Me acerqué aspirando profundamente, con paso firme y seguridad en la voz, me dispuse a saludar.

    -Anniong…

    -Toma tu libreto y apréndelo- dijo antes de que terminara de hablar.

    ¡Cretino ¿Ni siquiera es capaz de saludar correctamente?!

    Cogí mi libreto y di media vuelta alejándome furiosa de ahí. Me senté en la parte más alejada de él y prácticamente me oculté de su mirada. Necesitaba tranquilidad para concentrarme y si lo tenía cerca, lo único que haría era estrangularlo.

    Después de casi tres horas me sentía muy cansada, no me había dado cuenta de que ya no había nadie, las luces principales estaban apagadas y la puerta principal cerrada.

    -¡Aish! No puede ser. Pero... ¿En qué momento se fueron todos?

    Me di la vuelta para salir por la puerta trasera y tomar un taxi. Estaba frustrada porque nadie había notado que yo aún estaba ahí, ni siquiera el idiota ese.

    -Es un… un… ¡¡¡Aishhhhh!!!- me cogí de los cabellos revoloteándolo todo de puro enojo- ¡Es un maldito cretino, engreído… hijo de… su santa madre!

    -¿Pero qué boquita?-

    Di un salto tan fuerte que casi se me sale el corazón.

    -¡Aish! ¡chin cha!- volteé con cara de enojo y me acerqué furiosa dispuesta a golpearlo.

    Nunca pensé que él seguiría por ahí y menos que estuviera escuchándome.

    -¿Qué? ¿Quieres golpearme?

    -¡Sí! Tengo muchas ganas de hacerlo ¿Sabe?

    Me miró con una expresión desafiante de pies a cabeza.

    -Creo que debí tomarme más tiempo para elegir a mi actriz principal.

    -¿Qué?- sus palabras me desmoronaron por completo.

    -No creo que des la talla para este papel.

    Dio unos pasos y quise detenerlo tomándolo del brazo. Él volteó asombrado mirando fijamente la mano que lo sujetaba.

    -¡No puede hacer eso!.

    -¡Sí puedo!- se soltó bruscamente del agarre- Es mi obra y haré lo que quiera.

    Se fue dejándome atrás sin poder decir nada más.

    Como pude llegué a casa, encontré a Yuri que aún ensayaba sus líneas. Le conté todo lo ocurrido con la esperanza de que me ayudara a pensar en cómo salir del embrollo, pero contrario a lo que podía pensar, se alegró de que sucediera aquello ya que no trabajaría con Don Hae.

    Ese era otro motivo que me tenía ansiosa, pero por el momento no era lo que más me preocupaba, yo sí quería estar en la obra, había leído el libreto y la historia era muy buena y ésta era una oportunidad de oro para mi carrera como actriz, aparte de que tendría la oportunidad de cantar también.

    Tardé un buen rato en quedarme dormida, mientras trataba de olvidarme de todo, mañana sería un nuevo día y nuevas ideas se me ocurrirían para salvar la situación.
     
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    Gedith

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    Palabras:
    1250
    El día transcurrió con normalidad y como en la última hora de clases no hubo profesor, aproveché para ensayar por mi cuenta los primeros actos antes de que el escenario se viera invadido por miles de personas.

    Ensayé por un buen rato pero no podía lograr la concentración adecuada, no estoy segura qué era lo que me atormentaba; que tuviera que ensayar con el cretino Sr. Jang o que al final tuviera que actuar con Dong Hae.

    Ambas cosas me ponían muy mal, pero lo peor era que al ensayar mis líneas sólo podía ver el rostro del primero y eso me ponía aún más nerviosa y tensa, porque temía enamorarme de un personaje, de alguien irreal que no existía más que en papeles. Y aunque el creador del personaje haya sido el Sr. Jang, estaba muy distante de que ambos se parecieran.

    -¿Qué haces?

    Me asusté tanto que di un brinco y boté mi libreto al suelo.

    -¡¿Es su costumbre asustar a la gente?!

    -¡No!, Sólo a ti.

    ¡Aish! En serio logrará un día, que me vuelva una asesina serial.

    Traté de ignorar su presencia, pero era imposible, me miraba fijamente y me corregía a cada instante.

    -¡No no no! No es el sentimiento correcto.

    Subió de un salto al escenario y se paró frente a mí.

    -No creas el ambiente adecuado para que el público se conecte con la historia…

    -Lo haré otra vez- dije algo nerviosa evitando mirarlo a los ojos.

    -Hagámoslo juntos.

    -¿Qué?- de pronto me sentí muy nerviosa- ¡No!, estudiaré y practicaré más.

    -¿Por qué? Tendremos que ensayar juntos algún día y porqué no empezar ahora.

    -Sí, pero…- no sabía que más decir, mi mente estaba completamente nublada.

    -Sólo hagámoslo.

    “Tengo que irme”

    Me cogió de la mano con suavidad en el momento que mi personaje trataba de escapar. Al sentir su tacto, mi pulso se aceleró, cuando miré sus ojos vi un brillo extraño en ellos. Traté de soltarme pero me sujetó con más fuerza atrayéndome hacia él.

    “No te vayas, tengo algo que decir”

    Su voz era suave y pausada, lo miré nerviosamente sin poder desviar la mirada. A través de sus ojos podía ver una dulzura que nunca creí poder ver en él, además de que me regalaba una sonrisa tan hermosa que si moría ahí mismo, lo haría sin arrepentimientos.

    “Me gustas… Quiero que estemos juntos… si tú también así lo quieres”

    Por un momento me perdí en sus palabras y sentí que eran sinceras. Asentí con una tímida sonrisa y entonces sin dejarme pensar en lo que estaba pasando… me abrazó, primero delicado. Lo abracé inconsciente de lo que hacía, él me aprisionó contra su cuerpo y escondió su cara en mi cabello.

    Podía sentir su respiración golpeando mi cuello y a la vez la forma en que aspiraba mi olor, su corazón latía con fuerza junto al mío, o eso creí, y estuve al borde de la locura si en ese momento no nos hubieran interrumpido unos ruidos ensordecedores que provenían de la entrada.

    -¡¡Bravo… bravísimo!!.

    Nos separamos de inmediato con el corazón inquieto y temerosos de haber sido descubiertos de aquella forma. Yo estaba avergonzada y con la cara roja de vergüenza, pero no era la única.

    -¡Oh!, Es usted.

    Miré con atención hacia la entrada y pude ver un grupo de ocho personas que nos observaban con mucha atención mientras murmuraban entre ellos.

    -Cada día me impresiona más- se fue acercando rápido hasta estar al pie del escenario. Yo no tenía ni idea de quién se trataba pero al parecer el Sr. Jang sí y parecía tenerle mucho respeto.

    -Si no supiera que es parte de la obra diría que ustedes dos…

    -¿Nosotros qué…?- preguntó inquieto el Sr. Jang.

    -Están enamorados.

    Me sentí tan abochornada al escuchar aquello que al instante quise protestar adelantándome hacia ellos, pero no fue necesario porque el cretino ese se encargó de desmentir sus insinuaciones.

    -¿Qué? ¿Bromea?- volteó a mirarme de pies a cabeza en forma desdeñosa.

    -Ella no es mi tipo… Mis estándares son muy elevados.

    -¡¿Qué?!

    Como siempre me dejó plantada ahí mismo, cuando se dio cuenta que iba a replicar, tomó del hombro al otro tipo y se lo llevó de ahí.

    -Lo dicho. Es un idiota de lo peor, y yo que pensé… argggg

    Pateé el piso y me sacudí ahí mismo tratando de botar toda la mala vibra que me había dejado su comentario.

    -¡Cierto! Él tampoco es mi tipo. Es un cretino vanidoso. Se cree príncipe el desgraciado, ridículo ese. Que se vaya a que le rindan pleitesía las taradas esas que van babeando por ahí.

    Estaba tan pero tan molesta que ya no quise ensayar más, lo único que quería era irme y olvidarme de todo. Pero no quería llegar a casa, ahí me esperaría seguramente Yuri y me preguntaría como siempre como fue mi día y tendría que contarle todas las estupideces que sentí cuando ensayábamos y entonces ella diría que me gustaba el idiota y no me dejaría dormir hasta que confesara.

    Salí sin rumbo conocido, ese día me iría sola a cualquier lugar donde pudiera olvidarme de todo, hasta de mi nombre. Caminé por calles llenas de tiendas de ropa y accesorios, entré a varias y me relajé comprando algunas cosas que necesitaba. Hacía tiempo que no compraba nada para mí.

    En el trayecto de regreso a casa me sentí más relajada pero de pronto, de la nada se vinieron a mi mente las escenas de la obra, pude sentir claramente el calor de su cuerpo pegado al mío, su aroma, la firmeza de sus brazos.

    Dios, estaba enloqueciendo y no podía evitarlo, cómo hacer para que esos pensamientos no me perturbaran más.

    -¡Oh! Lo siento- otra vez la realidad me pegaba de frente.

    La vida no podía ser más cruel conmigo.

    -¡Oh, Yoona-ah!

    Era él, Dong Hae, llevaba en sus manos un enorme ramo de flores y de su brazo una mujer. La misma que había cantado con él la noche del karaoke. Los miré a ambos fijamente, me sentí adormecida, ida. Por un momento mi corazón se aceleró al verlo, pero a los pocos segundos… nada, absolutamente nada.

    No sentí odio, rencor, miedo o … amor. No sentía nada por él y eso me asustó aún más. Miré hacia un costado y proseguí mi camino, no sentí la necesidad de voltear a ver, mi cabeza estaba muy ocupada pensando en lo que sentía mi corazón.

    -¡Yoona-ah! ¡Espera!.

    Sentí una mano que cogía mi brazo haciendo que me detuviera. Giré y me di cuenta que él había dejado a la chica para seguirme.

    -¿Qué quieres?- dije con calma, traté de zafarme pero no pude

    -Tenemos que hablar

    -No lo creo. Tengo que irme- traté de avanzar pero no me soltaba.

    -No, espera. Hablemos

    -Déjame, por favor. Te están esperando.

    -¿Estás celosa?- un aire de satisfacción se mostró en su rostro.

    Sólo atiné a sonreir de medio lado y jalé mi brazo con más fuerza.

    -¿Crees que eres insuperable?

    -¿No lo soy? Yo sé que aún me amas

    -¿Ah sí? Perdóname pero no tengo tiempo para tus estupideces.

    Avancé unos pasos y nuevamente cogió mi brazo, ésta vez con más fuerza haciendo que dejara caer mis bolsas.

    -¡¿Qué te pasa?! ¡Te dije que me soltaras!

    -¡No te irás!

    -Dijo que la sueltes.
     
  6.  
    Gedith

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    Palabras:
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    Ahora una mano fuerte y varonil sujetaba la suya. Levanté la cara para ver de quién se trataba y no era alguien que conociera.

    -¿Tú quién eres?

    -Un amigo de la señorita

    -¿Es cierto? ¿Lo conoces?

    Ambos me miraron y yo no sabía qué hacer. O me quedaba ahí discutiendo quién sabe hasta qué hora con Dong Hae, o me iría con el desconocido que había llegado a mi rescate sin saber si podría confiar en él.

    -Sí, es un amigo de…

    -La universidad. ¿Es suficiente información?

    Sus palabras fueron lo suficientemente claras y concisas como para que Dong Hae se diera por vencido y se fuera. Nos fuimos a una cafetería cercana y mientras tanto me enteraba que me había visto en el ensayo de antes con el Sr. Jang, que era el productor musical de la obra y que era mi admirador. Otro más para la lista.

    Además de ser caballeroso, era muy guapo y sincero; me hacía reir con sus ocurrencias y de inmediato me dio mucha confianza. Me sentí segura de estar con él, me llevó a casa y quedamos de encontrarnos al siguiente día para comenzar a ensayar los temas de la obra que me correspondían.

    La mañana siguiente creí que sería un día cualquiera de uni, pero no fue así. De entrada me encontré con la mirada acuciosa del idiota Jang, parecía esperar a alguien porque no se movía del capó de su auto. Como siempre llevaba gafas oscuras que al verme, se quitó. Me di cuenta que empezaba acercarse hacia donde yo estaba y me puse nerviosa de inmediato, cambié mi rumbo para no cruzarme con él y fue cuando un chico se acercó hasta mí.

    -¡Hola! Llegaste.

    -¡Oh! Eres tú- miré hacia un costado y pude ver la incomodidad en el rostro de Keun que detuvo su avance.

    -Sí, quedamos de vernos hoy. ¿No lo recuerdas?

    -Ah, eso… Sí, pero no sabía que estarías esperando por mí.

    -E-es que quería acompañarte un rato antes de empezar las clases… ¿Te estoy… incomodando?

    -No, no- sonreí un poco para que supiera que no importaba- Vamos.

    Seguimos nuestro camino mientras trataba de evitar la mirada del Sr. Jang.

    -¡Hyung!- dijo un chico que se acercó repentinamente hacia Keun Suk, llamando su atención de inmediato.

    -¡Oh! Hyung, ya llegaste.

    -Pero no te alegres tanto que me pones nervioso con tu efusividad.

    -¡¿Eh?!- contestó distraído.

    -¿Te gusta?- dijo mirándome.

    -¿Quién?

    -Esa chica. ¿Quién es? Está muy bonita.

    -No digas tonterías, ¿Cuándo me han gustado ese tipo de chicas?

    -Creo que desde ahora. Jajajaja, mírate, no dejas de mirarla.

    -¡Aish! mejor vámonos.

    Kurt sólo rió al ver la actitud de su amigo.

    -¡Espera!

    -¡¿Ahora qué?!

    -Hey bro, cálmate. No soy yo quien se la está llevando.

    -¿De qué hablas?

    -Mira cómo te pones de solo ver que se va con otro.

    -No es así, ya te dije.

    - Ok, ok, pero hyung. ¿No es ese Hyung Joong? El que va con la chica…

    -Sí, es él.

    -¡Ahhh!, Ahora entiendo.

    -¿Entiendes? ¿Qué entiendes?- la mirada y voz de Keun Suk se sentían cada vez más irritadas.

    Suspiró cansado y se fue, dejando a su amigo solo.
     
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    Gedith

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    -Tienes una muy bonita voz... Aparte de bonita, cantas muy bien- dijo Hyung Joong sonriéndome.

    -Oh, gracias- ver su sonrisa, me hizo sonrojar un poco.

    -Tomemos un descanso, ¿Quieres?

    Asentí y ofreció traerme un refresco, empecé a repasar las letras de las canciones por mi cuenta mientras volvía. Cada letra era increíble, transmitían tanto sentimiento que al leerlas simplemente no podía evitar que mi mente volara hasta el momento de la letra misma.

    -Es hermosa, no puedo esperar a cantarla en el escenario.

    -Tampoco yo.

    Me asusté cuando escuché esa voz detrás de mí, era Donghae. Últimamente me irritaba cada vez más encontrarme con él, ¿por qué simplemente no desaparecía de la tierra?

    -¿Ahora qué quieres?

    -Vine a ensayar, no pensé que te encontraría aquí.

    Solo quería irme, no soportaba estar en el mismo lugar que él, me irritaba verlo, pero tenía que preguntarle algo importante.

    -¿Puedo preguntarte algo?

    -Claro, dilo.

    -¿Cómo es que estás en esta obra? No eres alumno de esta universidad, no lo entiendo.

    -Es que conocí al director en mi universidad y me pidió que lo apoyara.

    -¿Sabías que vendrías para acá?

    -No, pero si hubiera sabido antes, tampoco me hubiera negado. Es una gran oportunidad para mi carrera como actor.

    -No quiero estar en la misma obra que tú.

    -¿Por qué? ¿Aún me odias?- empezó a acercarse a mí, peligrosamente- ¿O es que… aún te gusto y piensas que esto puede ser un juego para mí?

    ¿Está loco? ¿Gustarme? Ni siquiera soportaba su presencia, hacía mucho tiempo que ya no pensaba en él, es un tarado igual que …

    -¿Qué sucede aquí?

    Por Dios, debo dejar de llamar al diablo por que no tarda en aparecer.

    Me aparté un poco de Donghae que se había acercado demasiado poniéndome en una posición complicada.

    -¡Oh, director! Es usted- dijo él.

    Miré al Sr. Jang y pude ver su cara de sorpresa pero con el ceño fruncido, en las últimas horas lo había visto así, como enojado. Al parecer alguien lo había puesto de mal humor. Yo solo me crucé de brazos sin contestar.

    -¿Qué hacen aquí?- dijo tomando asiento detrás del escritorio.

    -Vine a ensayar- me apresuré a decir.

    -Yo igual.

    Sólo me miró, bajó la mirada y buscó unos documentos en el escritorio.

    -Pues, ya que están ambos aquí, deberían ensayar en el teatro ¿no creen?

    Oh no, oh no, eso no. Creí que tardaría al menos una semana más para tener que ensayar con Donghae, anímicamente no me había preparado para eso.

    -Sí, señor- dijo Donghae sin perder tiempo.

    -Pero es que…- levantó los ojos hacia mí, me hizo temblar su mirada, haciendo que bajara mi tono de voz también- Estoy ensayando las canciones con Hyung Joong-ssi.

    -El director soy yo ¿Lo olvidas?

    Donghae soltó al instante una risita de satisfacción que me enfureció al instante, entonces me apresuré en salir de ahí. Cuando iba saliendo del estudio llegaba Hyung Joong con dos bebidas en las manos.

    -¿Ya te vas?

    Yo solo miré a Keun Suk que se hacía el desentendido.

    -Uhm, entiendo. Te acompaño.

    -No es necesario- dijo de inmediato el director- Ellos pueden ir solos. Te necesito aquí.

    -Te veré después- respondió Hyung Joong, yo solo asentí.

    Salimos sin más, yo más molesta que antes por la forma en que me había hablado.

    Estuvimos ensayando un par de horas, pero no era lo mismo ensayar con Donghae que con Keun, no me conectaba y se me olvidaban mis líneas.

    -No puedo más. Estoy muy cansada.

    -Pero aún es temprano.

    -Lo siento, pero tengo que irme.

    -¡Espera!- me cogió de la muñeca haciendo que me detuviera- Te llevo a tu casa.

    -No, gracias- me solté de inmediato.

    En la salida del auditórium me esperaba Hyung Joong, me alegré al verlo aunque también me sorprendió un poco que esperara por mí tanto tiempo. Me acompañó a casa y en el camino que enteré de algunas cosas, tanto de él como de Keun Suk.

    Por su boca pude saber que las canciones de la obra habían sido escritas por Keun y la música tenía arreglos de Hyung, que eran amigos desde la universidad pero que prevalecía una rivalidad sana. Luego nos despedimos sin más.
     
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    Gedith

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    Pasaron casi dos semanas con el mismo trajín, las clases en la uni por la mañana, ensayos por el resto de la tarde y altas horas de la noche, Donghae haciendo su mayor esfuerzo por que me sintiera cómoda con él, pero era imposible, simplemente no soportaba su presencia.

    No era porque habíamos tenido una historia en el pasado o porque me haya jugado de la manera más sucia, sino porque después de todo lo que me había hecho, aún pretendía que yo sintiera algo por él.

    -Haz rechazado todas mis invitaciones- decía cansado al fin de mi actitud.

    Estábamos solos en el escenario, Hyung Joon no había ido ese día y el resto del equipo ya se había retirado, casi era media noche y yo había regresado porque como siempre, había olvidado mi teléfono en algún lado.

    -Nadie te dijo que lo hagas- mientras buscaba por todos lados mi celular, él hablaba y hablaba y yo trataba de no prestar atención.

    -Es que ¿No te das cuenta que aún sigo enamorado de ti?

    Ok, eso fue lo último que me hubiera esperado. Realmente fue la gota que rebalsó el vaso.

    Me detuve un instante, respiré hondo, llevé las manos a mi cintura y lo miré fijamente, lo miré de la manera más honesta que podía hacerlo.

    -¿Bromeas? ¿Me amas dices?... ¿Alguna vez supiste lo que es amar?

    -Claro que sí, te amo a ti, ¿Acaso no lo estás escuchando?

    -Sí, escucho. Pero pretenderé no haber oído nada.

    -¡Por fin! Aquí está.

    Cogí mi teléfono y el resto de mis cosas y salí de ahí, no quería seguir escuchando tanta estupidez.

    -¡No!, espera. Por favor no te vayas.

    -¡Aish! Ya basta- que fea costumbre la de estarme sujetando como si yo fuera de su propiedad- Te he dicho una y mil veces que no me toques y mucho menos que me digas ese tipo de cosas. No lo soporto.

    -Yoona-ah, no tienes que ser tan ruda conmigo. Dame una oportunidad.

    Qué cansado era esto, dónde estaba Hyung Joong para salvarme esta vez, o Keun Suk, dónde estaba ese idiota cuando lo necesitaba. Esta vez no apareció nadie, tenía que resolver las cosas definitivamente para que no siguiera fregándome la vida.

    -Escucha Donghae-ssi, porque diré esto sólo una vez… Lo nuestro, ya es pasado para mi y creí que para ti también lo era… Es cierto que alguna vez te quise y que me dolió mucho que me dejaras por otra, pero eso ya pasó, quedó atrás. Ahora ya no siento nada por ti, ¿Entiendes? Déjame en paz porque definitivamente no volveré a tener sentimientos por ti.

    Vaya, creo que fui algo ruda con él, pero era la única forma de que me dejara en paz. Creo que entendió el mensaje porque no me siguió más. Cuando llegué a casa me sentí aliviada de lo que había hecho, ahora estaba segura, o lo suponía, de que las cosas mejorarían para mí.

    Pero algo más me tenía intrigada, el hecho de que Keun Suk no se haya aparecido por la universidad era muy extraño, siempre lo veía por todos lados, entretenido con su teléfono hablando de un lado a otro, o en la cafetería con su laptop mientras planeaba una y mil cosas con otras personas, en especial con Kurt; andaba planeando siempre cosas sobre música y espectáculos que describía en el aire como si pudiera visualizarlo.

    Yo lo miraba a la hora de la comida, en el comedor. Nunca paraba, siempre tenía cosas que hacer, parecía no cansarse nunca; y la emoción con la que las describía y su enorme sonrisa al ver que lo planeado rendía sus frutos. Era un deleite verlo tan feliz, por ahora, mirarlo de lejos era suficiente para mí.

    Pero… ¿Por cuánto tiempo más?

    Después de que le dejara las cosas claras a Donghae, las cosas no cambiaron mucho en realidad, él seguía insistiendo a pesar de mis desplantes, la situación era cada vez más tensa y los ensayos más pesados. Aún más con la aparición de una chica modelo que había llegado recientemente a la uni y andaba pegada siempre a Keun Suk.

    Se llamaba así misma la prometida del Sr. Jang, aunque él lo negaba a diestra y siniestra, eso me ponía de peor humor porque además de soportar a mi ex, ahora tenía que lidiar con los aires de diva de la dichosa prometida.

    -¡Oppa! ¿Cuándo terminas? Tengo hambre

    Decía la chica con extremo disfuerzo.

    -Vete si quieres, no tienes porqué estar aquí.

    Keun Suk era muy osco con ella, se podía ver de lejos que no le gustaba para nada.

    -Pero quiero comer contigo- se cogía del brazo de él mientras lo perseguía por todos lados.

    -¡Ji Yeon!- se soltó de inmediato- No tengo tiempo para comer contigo. Solo vete.

    Como era su costumbre, la dejó plantada en medio de todo el mundo, no le importó que hubieran miles de chicos a su alrededor comportándose como lobos hambrientos detrás de su presa.

    -Es muy bonita- dije al verla pasar delante de mí.

    -Pero de qué le sirve, si es una arrastrada. ¿No se da cuenta que queda muy mal al comportarse de esa manera?

    -Tal vez lo hace porque lo quiere de verdad- dije con tristeza.

    -¿Igual que tú?

    -¿Qué?... ¿Qué dices unnie? ¿De donde sacas eso?- me puse muy nerviosa porque sentí que no había escondido bien mis sentimientos. Cogí mi copa de helado y me puse a comer de él descontroladamente.

    -¡Aigooo! Mírate como te pones.

    -¡No! No es así. Estás equivocada, yo no…

    -No hace falta que lo niegues, unnie. Se nota a leguas que te gusta.

    Me di por vencida ante sus palabras. ¿Cómo había sido descubierta? Solo esperaba que nadie más se diera cuenta, era un amor unilateral, no tenía sentido que los demás supieran que tenía sentimientos por alguien que no se fijaba en lo absoluto en mí.

    -¿Qué hago? ¿Qué voy hacer ahora, unnie?- me llené de dolor en un instante y sentí unas ganas locas de echarme a llorar.

    -No te pongas así Yoona-ah.

    -Pero cómo quieres que esté, si mis sentimientos hacia él no tienen sentido.

    -No lo sabes aún. ¿Acaso le has preguntado? ¿Te ha dicho que no le gustas?

    -Claro que sí. Dijo que yo no era su tipo.

    -Pero eso fue hace un tiempo. Quisás las cosas hayan cambiado en su corazón.

    -No, no lo creo. Yo… realmente…

    -¿Qué?

    -Estoy… pensando en dejar la obra.

    -¿Queeeeé? ¿Por qué? No puedes hacer eso. Haz trabajado mucho.

    -Es que…, a veces siento que ya no puedo más. Cuando lo veo siento unas ganas inmensas de que sea yo quien está a su lado, quien camina junto a él, tomada de su mano. Que sea él, quien me habla a través de ese libreto. Yo no logro concentrarme y lo único que logro es que me regañe y me lastime con sus palabras cada vez más.

    -Esto es muy cansado. Además…, está esa chica que siempre está pegada a él. Es muy bonita, y yo nunca podría competir con ella.

    -Pero no tienes que competir con ella, él no la toma en cuenta, al contrario se le ve fastidiado cada vez que la ve llegar.

    -No lo sé. Yo, sinceramente estoy cansada de intentar olvidarlo, y estando tan cerca de él, no lo voy a lograr.

    Me levanté y tomé mis cosas, necesitaba tomar un poco de aire fresco y estar sola para pensar en lo que tenía que hacer.
     
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    Gedith

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    -¿Dónde está Yoona ssi? Estamos perdiendo el tiempo.

    Keun Suk estaba ofuscado porque no me hallaba por ningún lado.

    -Yuri-ssi, ¿Donde está su compañera?

    -No lo sé señor. Quedamos de vernos aquí hace más de dos horas.

    -Llámela por favor.

    Yuri intentó contactarme muchas veces, pero no contestaba ni una de sus llamadas. Keun Suk ahora más preocupado que molesto, comenzó a marcar mi número también con la esperanza de que le contestara.

    Estaba llegando al teatro cuando me topé con él en la entrada. Una primera mirada de alivio dio paso a una de enojo, soplaba y resoplaba botando el aire que tenía contenido hasta ese momento.

    Me cogió de la muñeca y me llevó a una sala pequeña, lejos de ahí.

    -¡¿Te volviste loca?! ¡¿Sabes cuántas veces he marcado tú número?!

    -¡Mianhae!- dije mientras veía cómo su pecho subía y bajaba con rapidez, me asusté mucho al verlo así- Yo… no creí…

    Me jaló con fuerza pegándome a su cuerpo.

    -¡No lo vuelvas hacer!- dijo suplicando en mi oído mientras me apretaba fuerte contra sí. Podía escuchar los latidos de su corazón que se calmaban poco a poco.

    Instintivamente fui levantando mis brazos hasta su cintura, rodeándolo con ellos. Cerré mis ojos y por un momento sentí una alegría inmensa dentro de mí, no quería apartarme de él; permanecimos así unos segundos más hasta que algo en él hizo que se apartara bruscamente dejándome sola.

    Vi como se iba, deprisa, sin mirar atrás. Me confundía cada vez más, ¿Acaso sentía algo por mí y no quería aceptarlo? Respiré profundamente tratando de recobrar la cordura, me alejé de ahí un momento para calmarme un poco de la impresión que me había causado su acción. Pensé que tenía que regresar y tal vez pretender que nada había pasado.

    Cuando llegué al teatro nuevamente, él no estaba, me sentí triste.

    Subí al escenario donde me esperaba Donghae. Comenzamos desde el principio de la obra, todos los actores estaban ahí, esperando su turno para completarla. Esta vez había decidido olvidarme de todo, dejaría de pensar en Keun Suk y en Donghae y haría lo que siempre había querido hacer, actuar.

    La parte del famoso beso había llegado, me preparé psicológicamente para dejarme besar. Donghae se acercó lentamente, cogió mi mejilla y me acarició con delicadeza. Cerré los ojos y no pude evitar pensar en que el que estaba cerca de mí era Keun Suk y no Donghae, me dejé besar teniendo en mente su rostro.

    Había encontrado la forma de hacerlo, sólo tenía que pensar en él y podría hacer cualquier cosa. Desperté del sueño con un fuerte aplauso de parte del equipo asistente.

    Finalmente pude hacerlo.

    Me fui al camerino y me encerré para pensar un poco, a solas. No quería cruzarme con nadie, mucho menos con Keun Suk. No quería mirarle a la cara después de lo que había pasado. ¿Qué le diría? ¿Que lo había besado imaginariamente y por eso salió bien todo? Además, después de lo que pasó, …él sólo se había ido sin decir nada, dejándome más confundida que antes.

    -¿Aún no te vas?- dijo una voz desde la puerta.

    Era él, era la última persona que esperaba ver, después de todo no estuvo en el ensayo general y no podía saber tampoco lo que ahí había pasado. No quise mirarlo, fingí que buscaba algo en mi bolso y me levanté para salir de ahí.

    -¡Espera!- me detuvo sujetándome del brazo. Su tacto me quemaba y en un instante empecé a temblar como una hoja. Levanté el rostro siempre evitando mirarlo.

    -¿Por qué no me miras?

    -E-e-es que yo… estoy muy cansada… además, me duele la cabeza.

    Traté de zafarme y casi lo logré pero él me sujetó nuevamente impidiendo mi avance.

    -Lo hiciste bien- su voz apagada sonó más a decepción que a felicitación.

    ¿Lo hice bien? ¿Era eso lo que quería decirme?

    Yo me estaba muriendo por dentro y él me decía ¿que lo había hecho bien?

    Lo miré con los ojos rojos de ira, moría porque me abrazara como antes y me besara y me dijera que me amaba como yo lo amaba a él, mi cuerpo entero suplicaba un poquito de su amor.

    Mientras yo esperaba alguna reacción de su parte, él bajaba la mirada mientras tragaba saliva y apretaba mi muñeca.

    -Sí, finalmente… me di cuenta que no podía hacer nada para evitarlo… No se puede luchar contra la corriente ¿No?- dije al final, cansada de esperar una respuesta que nunca llegó.

    Levantó la mirada y me examinó detenidamente, podía ver como su rostro se contraía. Miré su agarre y éste me soltó, quedándose a unos centímetros de mí. ¿Qué estaría pasando por su mente? Hubiera dado cualquier cosa por saber qué era lo que estaba pensando.

    No dijo nada, en todo ese tiempo no dijo absolutamente nada. Entonces me rendí.

    Di la vuelta para salir y por fin dejé salir mis lágrimas.

    Llegué y me tiré a mi cama a llorar como no lo había hecho antes, me sentí tan frustrada, quería morir ahí mismo para así poder olvidarme de todo el dolor que estaba sintiendo. Yuri se acercó a mí pero no se atrevió a preguntar, sabía que mi estado sólo era por una persona, me dejó llorar por largo rato hasta que me dormí.

    La mañana siguiente, al levantarme, no la hallé. Era muy raro que en domingo no estuviera durmiendo aún, miré mi reloj y eran más de las once de la mañana.

    -Quizás fue por víveres- pensé.

    Vi una nota en la mesa que decía que tenía cosas importantes que hacer y que volvería pronto.

    Me di una ducha, tomé un poco de café porque no tenía hambre y salí, me sentía asfixiada de todo. Fui a un parque cercano a tomar un poco de aire, unos minutos después recibí la llamada de Hyung Joong que me invitaba a comer, le dije que sí pensando que su compañía me haría sentir un poco mejor.

    Caminamos un poco por las calles de Seúl, fuimos al cine a ver una película romántica, grave error, lloré durante toda la película. Al menos eso sirvió para dejar salir las pocas lágrimas que aún tenía contenidas.

    -¿Te sientes mejor?- dijo tomando mi mano por encima de la mesa. No pude menos que retirar mi mano de la suya, no me sentía cómoda.

    -Yoona ssi, yo…

    -Está muy rica la comida- dije tratando de cambiar un poco el ambiente en el que estábamos- La próxima vez invito yo.

    Mostré una sonrisa que me costó mucho conseguir, bajé la mirada hacia mi plato y traté de comer un poco más. Luego, llegada la noche, me llevó a casa.

    -¡Espera!, no te vayas aún- cogió mi brazo y me sentí rara.

    -Tengo algo que decir.

    -Hablamos mañana. Estoy muy cansada.

    Traté nuevamente de abrir mi puerta pero él cogió mi bolso quitándolo de mis manos.

    -¡Me gustas!- dijo como si le ganara el tiempo.

    No lo esperaba. Era una confesión que para mí había sonado a sentencia. Lo miré sorprendida.

    -Hyung Joong ssi, yo no…

    -Lo sé… Sé que no me quieres de esa forma…, pero haré mi mayor esfuerzo para que me mires de ahora en adelante.

    -No, no entiendes, yo no puedo… yo… amo a alguien más.

    -Lo sé… es Keun Suk hyung ¿Verdad?

    No puede ser, de qué me sirve ser actriz sino puedo esconder mis propios sentimientos.

    -¿Có-como lo sabes?

    -Eso no importa ahora. Lo importante es que quiero que sepas que hay alguien a tu lado que quiere hacerte feliz. Solo tienes que mirar a tu alrededor y verás lo maravilloso que puede ser todo.

    -Yo no quiero hacerte daño, yo…- me sentía tan mal por él, a pesar de que sufría por un amor unilateral, no era justo que me refugiara en sus brazos.

    Sin pensarlo siquiera, Hyung Joong cogió mis hombros y me abrazó.

    -¡Espera Hyung Joong! ¿Qué haces?- forcejeé con él para separarme.

    En ese instante escuché las llantas de un auto que partía a toda velocidad, quise voltearme pero él me abrazó de nuevo, esta vez con tanta fuerza que casi me quitó la respiración. Al parecer después de unos segundos se dio por vencido y me soltó.
     
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    Gedith

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    A la mañana siguiente, un auto esperaba por mí fuera de mi casa, era Hyung Joong. Tenía una sonrisa tímida, me acerqué a él y me dijo que no termináramos nuestra relación de amigos por lo que había pasado la noche anterior. Acepté con la condición de que no insistiera con el tema.

    Cuando llegamos a la cafetería de la universidad, Yuri ya nos esperaba con Heechul. Nos sentamos a conversar un rato antes de entrar al aula, podía notar cómo todos trataban de distraerme, me sentía agradecida por mis amigos. Qué patética debí haberme visto los últimos días para que todos se comportaran así esa mañana.

    -Entonces ¿Ya tienes pareja para la fiesta de fin de ciclo?- Me dijo Heechul mientras me deleitaba con un riquísimo helado de vainilla y fresas.

    -¿Fiesta? ¿Qué fiesta?- ¿de qué hablaban?- No estoy enterada.

    -¡Ahhhh!, Es cierto. Con el poco tiempo que te queda, no te haz enterado de la fiesta y el MT (viaje de excursión a las montañas).

    -¿Además un MT?... Wowww, ¿Cómo es que nunca me entero de las cosas importantes?

    -¡Porque vives en tu pequeño mundo de fantasía!- dijo Hyung Joong señalando mi cabeza con su índice.

    Me reí de sus ocurrencias y los demás también lo hicieron. Me sentí relajada por un momento, pero ¿Cómo es que mis momentos alegres ya no duraban tanto? ¿Desde cuándo había dejado de sonreír para dar paso a una mujer sombría y pensativa todo el tiempo?

    Debía cambiar mi actitud, no podía ser que algo como un enamoramiento unilateral cambiara por completo mi personalidad.

    “Mira, ahí viene el Sr. Jang”… “Wowwwww, está guapísimo”

    Fueron algunas de las expresiones que pude escuchar mientras los chicos se acercaban a la entrada y daban paso a una pareja que se acercaba hacia el centro de la cafetería. Obviamente era Keun Suk, su novia iba orgullosa cogida de su brazo, al verme hizo que ella lo soltara y tomó su mano, tomaron una mesa justo al frente de nosotros.

    Cogió un asiento que daba de frente al mío. Podía ver cada movimiento que hacía. Hyung Joong me miró preocupado, yo solo le sonreí y empecé a comer un poco más de helado. Traté de seguir la conversación que se había quedado congelada con la aparición de la pareja real.

    Keun Suk se veía especialmente coqueto y cariñoso con su novia, cogía su mano y le decía cosas al oído mientras reía exagerado. Yo trataba de ignorarlo lo más que podía prestándole atención a Hyung Joong, él sabía porqué lo hacía y me seguía la corriente.

    Incluso dejé que tocara mi mano y limpiara la comisura de mi boca cuando me ensucié accidentalmente. Yuri achicaba los ojos y miraba a Keun Suk como si quisiera matarlo. Era una situación muy tensa entre nosotros.

    -“Nos casaremos en tres meses”

    Fue una sentencia de muerte la que escuché. Ella le mostraba un hermoso anillo a Kurt y sonreía ampliamente mientras le contaba que Keun Suk le había propuesto matrimonio la noche anterior.

    ¡¡Quería morir!!

    No pude más, me levanté de la mesa y salí casi corriendo de ahí.

    -¡No!, deja. Voy yo- dijo Yuri a Hyung que se levantaba para ir detrás de mí.

    Pasó por el frente de Keun y le lanzó una mirada aterradora y fulminante.

    -¿Qué sucede amor?- dijo inocente Ji Yeon.

    Keun se levantó de su asiento y salió detrás de Yuri, la detuvo a pocos metros mientras ella buscaba por dónde me había ido.

    -¡Eres un idiota!- le dijo Yuri- ¿Cómo pudiste?

    -¡Dijiste que me quería y no es verdad!- Keun estaba ofuscado nuevamente.

    -¿Qué dices? Ella te quiere idiota y tú solo juegas con sus sentimientos.

    -¡La que juega es ella!

    -¿De qué hablas?

    -¡La vi anoche con Hyung…!

    -¿Ah sí? ¿Qué fue lo que viste?

    -Se abrazaron…

    -¿Y?...

    -Pues eso

    - ¿Eso es todo?

    -¡No lo sé!, no quise quedarme a ver que seguía ¡Tampoco soy masoquista para ver qué pasaba después ¿No?.

    -Pues te hubieras quedado, así te habrías dado cuenta que él se estaba confesando y que ella lo rechazó.

    -¡¿Qué?!... ¿Cómo…?

    -¡¡¡Aishhhh!! Eres tan idiota, ahora ya no puedes hacer nada, estás comprometido y ella no querrá nada contigo.

    Keun no quiso escuchar nada más, salió corriendo con rumbo desconocido, empezó a buscar por todas las facultades, a todo el que pasaba preguntaba si me había visto. Muchos ahí me conocían, así que no fue difícil encontrarme. Me vio de lejos y me llamó para que me detuviera.

    -¡¡¡YOONA-SSI!!!

    ¡¿Eh?! Esa voz, no puede ser… ¡No, no, no!, no más.
     
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    Gedith

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    Volteé para ver si había escuchado bien. Cuando lo ví, comencé a correr hasta llegar a los baños, entré y me encerré. Me sentí a salvo por un momento.

    Desde afuera Keun estaba indeciso por si debía entrar o esperar, podía oír sus pasos dando vueltas en la entrada, no podía irrumpir así como así. Habían pasado casi 10 minutos y yo no tenía intenciones de salir y enfrentarlo. ¿Qué le diría? ¿Que estaba apurada y por eso me eché a correr por en medio de la gente? O… tal vez era momento de confesar mis sentimientos hacia él… ¡No, no puedo! Se reirá de mí. Dirá "¡Lo sabía!, pero como dije antes, No eres mi tipo”… No, no quiero ser humillada por ese idiota, me cambiaré de universidad, me iré fuera del país si es necesario, pero no seré humillada otra vez…

    -Además…- hablaba consigo misma dando vueltas de un lado a otro mientras se mordía las uñas, presa de los nervios- Todo el tiempo peleamos, es una tontería todo esto y… lo más importante… ¡Está comprometido!

    Me di cuenta que mis ojos comenzaban a nublarse, sentí tanta rabia por eso, quería llorar, gritar, pegarle a lo primero que tuviera en frente…

    -¡Yoona ssi!- sus pensamientos fueron interrumpidos nuevamente.

    -¡¿Eh?! ¿Qué?... Pero… ¿Qué hace aquí?- miré a todos lados, más nerviosa que antes.

    -Estos son los servicios de las mujeres- es lo único que se me ocurrió decir en ese momento.

    -¡Lo sé!, pero no me dejas otra alternativa- se plantó con determinación delante de ella.

    -¡Y-yo!… no sé de qué me habla- quise salir por un costado pero me atajó levantando un brazo, haciendo que me detuviera al instante.

    Miré su brazo delante de mí, tragué saliva porque me sentí atrapada. ¿Eottokhae?...

    -¿Por qué saliste así de la cafetería…?

    -¡¿Ah?!- no puede ser ¿Ahora qué le digo?

    Lo miré nerviosa sin saber qué decir, debía pensar en algo rápido.

    -Es que… yo… ¡Recibí una llamada urgente y por eso…!

    -¿En el baño?- buscó con la mirada- Yo no veo a nadie.

    -¡Ah, eso!, es que mi amiga acaba de irse y… yo también tengo que irme.

    Avancé unos pasos hacia la puerta pero Keun Suk me sujetó de la muñeca, haciendo que retrocediera y me acercara a él. Estábamos muy juntos, demasiado.

    Podía sentir su respiración agitada. Su manzana de Adán que subía y bajaba, podía notarla claramente y eso hacía que mi corazón latiera con más fuerza. En cualquier momento tendría un infarto, eso era seguro.

    Me separé casi al instante cuando miré sus labios, estaban rojos y deseosos de ser besados. ¿Cómo pude resistirme a tanta tentación?

    -¡Ahmmm, tengo que irme!- traté de soltarme.

    -¡No! ¡Espera! Hay algo que tengo que preguntarte.

    ¡Oh no! ¡Oh no! ¡Tierra trágame por favor!

    -¡Tú…! ¡Yo…!

    “No lo digas por Dios. Sino no sé que voy hacer”

    -¡Yo…! ¿Te gusto?

    Me miraba ansioso mientras yo temblaba como una hoja, quería arrojarme a sus brazos y decirle que sí; que lo amaba, que me dolía saber que le pertenecía a otra y… que me soltara porque ya no podía mirarlo más de frente.

    Finalmente cuando había reunido todo el valor para confesarme; fuimos brutalmente interrumpidos por un par de lobas rabiosas que entraban a pelear al baño. Se gritaban como locas una a la otra, seguidas por una docena de chicas que iban de guardaespaldas.

    Terminé en los brazos de mi amado de la manera más tosca, nos empujaban por todos lados, lo bueno fue que no se dieron cuenta que él estaba ahí. Lo malo, o tal vez más bueno, fue que él me tenía muy sujeta a su cuerpo mientras trataba de protegerme de los golpes que iban y venían de las locas esas.

    Salimos como pudimos, agarrados fuertemente de las manos y nos refugiamos en un aula cercana que había quedado vacío por el alboroto. Aunque estábamos seguros en ese lugar, él seguía abrazándome y acariciando mi cabello mientras yo apoyaba mi quijada en su hombro.

    Fue tan raro. No habíamos hablado de nuestros sentimientos aún, pero éramos incapaces de separarnos.

    -¿Qué vamos hacer?- dijo rompiendo el silencio sin soltarme.

    Mis brazos rodeaban su cintura, lo abracé con más fuerza y apoyé mi cabeza en su pecho, cerré los ojos y mis oídos. No quería escuchar nada, excepto su corazón que latía tan fuerte como el mío.

    Me abrazó con más fuerza y aspiró mi aroma tan profundamente que creí se ahogaría en cualquier momento.

    Después de unos minutos se abrió la puerta y empezaron a entrar los estudiantes de turno, no nos vieron porque estábamos justo detrás. Sin pensarlo dos veces, me cogió de la mano y salimos abriéndonos paso en la multitud.

    -¡Aló!- alguien lo llamaba insistentemente y ya no podía seguir negándose a contestar- ¡Está bien! Te veré en la noche.

    Lo miré intrigada, en el fondo sabía quién era la persona que lo llamaba, pero no sabía qué decir. Me sentí culpable por estar juntos, había alguien con más derecho que yo de estar con él.

    Empecé a sentir cada vez más culpa y no pude mas que soltar su mano. No preguntó el porqué, lo sabía y no habían palabras que pudieran calmar mi angustia.

    Comencé a caminar en dirección al auditorio, muy lentamente, mientras mi cabeza se llenaba de pensamientos, buenos y malos, sublimes y reales, de felicidad y tortura. No sé con cuántas personas conocidas me crucé en el camino, todas eran iguales, sin rostro, sin voz, casi como fantasmas.

    -¡Yoona-ah!- me sujetó una mano- ¿No me escuchas?

    Era Hyung Joong, nos había visto y me había seguido desde que me separé de Keun. Lo miré con los ojos llorosos, él cogió mi hombro y me dio un suave apretón mientras miraba a Keun que nos veía desde lejos. Me guió hacia la sala de ensayo y me dejó sola por un momento, regresó poco después con un café negro y amargo.

    Pero no era más amargo que mi sufrimiento. Se sentó a mi lado y me eché a llorar en su hombro.
     
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    Gedith

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    Faltaban dos días para el estreno de la obra y justamente ese día sería el ensayo general, con vestuario, coreografías y todo lo demás. No me sentía de ánimo para salir a escena pero mi situación no podía ser excusa para tirar por la borda todo el esfuerzo de mis compañeros.

    Antes de empezar hablé con Donghae y le propuse que falseáramos el beso final porque no podría hacerlo más. No se opuso, al contrario, se portó muy colaborador. Eso me tranquilizó un poco, un problema menos para mí.

    Poco antes de empezar llegó Keun; solo, serio, enojado. ¿Ahora qué había pasado? No me gustó nada la expresión de su rostro. Busqué su mirada pero nunca me miró, me sentí rara.

    Empezamos con la obra y todo iba muy bien hasta que llegó la escena del beso, estaba segura que Donghae haría lo que habíamos acordado pero en lugar de eso, me tomó por los hombros y con una sonrisa desafiante de medio lado, miró a Keun Suk que lo miraba con rabia.

    Volteé a mirar yo también y fue cuando me tomó por sorpresa, besándome a la fuerza.

    Me solté de inmediato y lo abofeteé.

    -Pero ¡¿Qué te pasa?!- le grité furiosa

    Él solo sonreía descaradamente. Keun Suk tiró los papeles que tenía en la mano y subió de prisa, vi que su puño iría directo a la cara de Donghae y me interpuse en su camino tratando de detenerlo.

    -¡¡No!! ¡¡Espera!!

    -¡¡Te dijo que no lo hicieras, idiota!! ¡¿Qué te pasa?!

    Todo se convirtió en un despelote, tuvieron que intervenir otros chicos para agarrar a Keun Suk ya que Donghae se regocijaba contestándole pedantemente.

    -¡Por favor, cálmate!- cogí su mentón e hice que me mirara mientras le suplicaba bajito para que sólo él pudiera escuchar.

    Como por arte de magia, destensó su cuerpo y cogió mi mano con fuerza entrelazando nuestros dedos secretamente.

    Bajó del escenario, volviendo a su lugar mientras daba las indicaciones finales luego de todo el alboroto. Cuando casi todos se habían ido, seguí a Donghae al camerino, tenía que reclamarle por lo que había hecho.

    -¿Por qué lo hiciste?- le dije a solas- Si habíamos quedado en algo, ¿porqué no respetaste mi decisión?

    -¡Por que no quiero! ¡No puedo aceptar que te guste ese idiota!

    -¿Cómo lo sabes?- no sabía que más decir, a estas alturas creo que ya hasta el Presidente de la República de Corea lo sabía.

    -¡Eso no importa! Lo que importa aquí es que no estoy dispuesto a perderte- me cogió de ambos brazos acercándome a él, aún así me resistí.

    -¡Entre tú y yo no hay nada! ¡No tienes derecho a decirme quién puede o no gustarme!

    -¡Sí lo tengo!, yo te amo. Él no.

    -¡Si me ama o no, es mi problema!

    Finalmente me solté.

    Lo único que pasó por mi mente después de eso, fue salir corriendo. Fue un error ir detrás de él, no pensé en las consecuencias. Volvió a sujetarme y esta vez intentó besarme nuevamente, forcejeé con todas mis fuerzas pero su fuerza era mayor que la mía y estaba perdiendo la batalla.

    -¡¡SUÉLTALA!!

    Lo siguiente que vi fue a Donghae tirado en el piso y a Keun Suk abalanzándose sobre él para seguir golpeándolo. Me quedé como estatua al ver cómo lo golpeaba en el piso, estaba prácticamente sentado encima de él mientras volteaba su cara a uno y otro lado a punta de puñetes.

    -¡¡¡YA BASTA!!! ¡¡KEUN SUK!! ¡¡DETENTE POR FAVOR!!

    Empecé a jalarlo del brazo para que no siguiera con los golpes, la cara de Donghae era un completo desastre. Cuando por fin pararon los golpes pude ver que tenía mucha sangre, sangraba por todos lados, por la sien, la nariz, la boca.

    Lo sujeté del brazo y los separé antes que lo matara.

    -¡SI te vuelves a acercar a ella! ¡¡Te mato!!

    Sentenció Keun mientras lo señalaba con el índice.

    Lo saqué de ahí antes que alguien más llegara.

    Llegamos a un parque cercano y nos sentamos en una de sus bancas. Su respiración se había calmado después de haber caminado un poco tomados de la mano.

    -¡Lo siento!- dijo mirándome notablemente avergonzado- No quería que vieras esa parte de mí.

    Negué con la cabeza mientras le sonreía con timidez. Tomó de mi mano nuevamente y acarició mis dedos con ternura, yo hice lo mismo mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

    Suspiré profundo, me sentía tan cansada de todo esto, tenía ganas de que desapareciera el mundo entero para así poder estar juntos.

    -¿Qué es lo que estamos haciendo?- pregunté sin levantar el rostro.

    - Yo tampoco lo sé, pero no quiero dejarte.

    -Pero… no está bien. Tú estás comprometido- levanté mi cabeza y lo miré a los ojos- Yo no puedo… No podemos.

    -Es mi culpa. Sino hubiera actuado tan impulsivamente, esto no estaría pasando.

    -Tal vez no estamos destinados.

    -¡No, no digas eso! Porque…- me cogió ambas manos y las besó- Desde el primer momento que te vi, supe que serías para mí… ¡Tú eres mi destino…! La persona que he esperado toda la vida…

    Levantó una mano y arregló un mechón de mi cabello colocándolo detrás de mi oreja. Me sentí elevada a las nubes en un segundo, el corazón quería salir de mi pecho de tanta felicidad.

    Aún así no podía entender cómo un hombre como él, con todas las cualidades que poseía, además de su belleza externa, pudiera fijarse en mí; teniendo a su alrededor a tantas mujeres más hermosas y capaces que yo.

    -No voy a dejar que nada ni nadie nos separe- dijo finalmente, trayendo de vuelta a mi mente la cruda realidad.

    -Eso suena muy bonito…- ¡aish!, ¿porqué mi conciencia tenía que hablar en ese momento y arruinarlo todo?- Pero la realidad es otra.

    -No pienses en eso, por favor.

    -¡Cómo puedo no pensar, si te vas a casar!

    Me levanté dándole la espalda.

    -¡No lo haré! ¡Cancelaré todo!- se levantó y tomó de mi cintura.

    Nos abrazamos tiernamente prodigándonos calor. Poco después me llevó a casa.

    -Nos vemos mañana- me dio un dulce beso en la frente.

    Yo asentí con una sonrisa amplia, a pesar de todo no podía ocultar la alegría que embargaba mi corazón al saber que mi amor era plenamente correspondido.

    Se dio la vuelta y lo vi partir mientras se despedía de mí con la mano en alto.
     
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    Gedith

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    Me levanté con mucho ánimo, llena de energías, tenía ganas de salir a la calle y abrazar a todo el que pasara junto a mí.

    -¿Te fue tan bien anoche?- preguntó Yuri con una pícara sonrisa.

    -¡Uhmmmm, sí!- dije con una gran sonrisa que no podía disimular.

    -Espérame un poco más y nos vamos.

    Salimos veinte minutos más tarde, a pesar de la tardanza, nada podía malograr mi día. Todo era maravilloso. Tuve que disimular mi alegría un poco ya que Yuri me había dicho que si seguía así, me pondría una camisa de fuerza.

    Al llegar nos encontramos con una gran cantidad de amigos que nos felicitaban de antemano por el estreno de la obra, en pocas horas se habían vendido todas las entradas y era un gran augurio para todos nosotros.

    Conforme avanzaba el día me ponía más nerviosa, eran las cinco de la tarde y no había tenido ninguna noticia de Keun Suk, le había dejado varios mensajes y no había obtenido ninguna respuesta de su parte. Quería salir a buscarlo pero no sabía nada de él.

    No había nadie a quién preguntar su dirección, ni Hyung Joong ni Kurt se habían asomado por la universidad, estaba al borde de un ataque pensando que tal vez le había sucedido algo, un accidente o algo peor, me estaba volviendo loca y de paso le hacía un hueco a la plataforma del teatro que era donde estaba en ese momento porque nos habían reunido a todos los actores.

    Había rumores de que el estreno de la obra se retrasaría por una semana ya que el actor principal se encontraba indispuesto y no podría actuar al siguiente día. Nadie entendía qué le había pasado, al parecer se quedó callado respecto de la paliza que le dio Keun Suk, conociéndolo se callaría antes de decir el porqué de los golpes en su cara.

    -Ahora ¿qué haremos? No es posible que retrasen la obra.

    -Sí es cierto, sólo porque el imbécil ese se metió en peleas qué se yo de qué tipo, nos vamos a perjudicar todos, los espectadores se pondrán furiosos y quizás la mitad pida la devolución de su dinero.

    -¡Yoona-ah!- me sacudió Heechul del brazo.

    -¡¿Eh?! ¿Qué? ¿Qué pasa?

    -¿Dónde estás? Estamos discutiendo sobre la posibilidad de que se cancele el estreno. ¿Qué es lo que te sucede?

    -Yo…- miré a cada uno de mis amigos que me miraban con extrañeza- ¡Tengo que irme! Nos vemos mañana.

    Salí lo más rápido que pude, no tenía cabeza para pensar en nada más que no sea Keun Suk, no sabía a donde ir, tal vez a los hospitales, los puestos policiales o… la morgue. ¡NO, ESO NO!

    Ir a ese lugar sería la última cosa que haría, estaba siendo demasiado trágica; tal vez sólo no pudo venir y como es un hombre muy ocupado se le olvidó llamarme; además, ¿Hace cuánto salíamos?

    Es más, ni siquiera salíamos aún, sólo por haber dicho que no podríamos vivir el uno sin el otro, no significaba que ya habíamos comenzado una relación. Además, aún no había terminado su relación con Ji Yeon.

    Mientras caminaba hacia la salida vi venir a Kurt, busqué alrededor para ver si venía Keun con él, pero no; estaba solo.

    -¡Hola!- me saludó cordialmente.

    -¡¿Kurt, verdad?!

    -Sí, Yoona-ssi. Tengo un mensaje para ti.

    -¿Para mí?- rogaba porque no me diera malas noticias.

    -Keun Suk hyung no puede venir hoy porque tuvo un contratiempo, pero dijo que lo esperaras en tu casa. Tal vez tarde un poco, pero que por favor esperaras por él.

    Le agradecí el recado y luego de que me asegurara que él estaba completamente bien, se fue.

    Esperé horas que se hacían interminables, Yuri se había quedado dormida en la mesa de la cocina mientras que yo estaba rodeada de más de cinco tasas de café sin terminar, fríos porque a cada ruido de auto que escuchaba afuera, dejaba todo y salía para verificar si había llegado.

    Eran casi las dos de la mañana cuando recibí un mensaje, era él, preguntaba si aún estaba despierta, le contesté de inmediato que sí y entonces sonó el timbre de la puerta. Salí tan descuidadamente que terminé tropezando con la silla y me lastimé un poco la pierna.

    Apenas abrí la puerta, me abalancé a su cuello y lo apreté muy pero muy fuerte haciendo que tastabille un poco.

    -¡Mianhae!- dijo mientras me rodeaba con sus brazos haciendo que mi cuerpo descanse en el suyo.

    -Creí que algo te había pasado- mi voz sonó temblorosa sin poder evitarlo, él se dio cuenta y besó mi hombro- Estaba volviéndome loca porque no sabía nada de ti.

    Me apartó un poco para poder verme a los ojos.

    -¡Mian!- con sus dedos comenzó a limpiar delicadamente las lágrimas que tenía en el rostro- Debí llamar antes pero… no podía. Perdóname.

    Asentí y volví a abrazarlo con fuerza, me sentía segura en sus brazos.

    Lo invité a pasar ya que no había un lugar seguro y tranquilo donde pudiéramos hablar debido a las altas horas de la noche.

    -¡Hoy hablé con Ji Yeon!, como te lo prometí.

    Me sentí extraña, avergonzada.

    -Le dije que canceláramos la boda porque había sido un impulso de mi parte. Además…, le dije que amaba a alguien más.

    Sentí cómo mi corazón se aceleraba al escuchar aquellas palabras salir de su boca.

    -¿Me amas?... De verdad ¿Me amas?

    -Claro que sí. ¿Es que lo dudas?

    -No es eso… es sólo que…- me había puesto tan nerviosa de repente- No creí que dijeras esas palabras tan pronto.

    -¿Es que tú no me amas?- sentí miedo en sus palabras.

    -¡No! Es decir ¡Sí! Te amo. Te amo tanto que… siento que ya no podría vivir sin ti. Es sólo que esto me parece una locura.

    -¿Por qué?- dejó la tasa que tenía en sus manos y cogió la mía, entrelazando nuestros dedos y acariciándola.

    -Porque hace unos días casi no nos hablábamos y si lo hacíamos sólo era para pelear y ahora… Míranos aquí, juntos, sin querer separarnos.

    - Sí, es un poco loco, pero aún así, no cambiaría nada; porque pude entender finalmente que te amo y que pase lo que pase, no me separaré de ti.

    -¿Por qué lo dices? ¿Pasó algo malo con Ji Yeon-ssi?

    -Ehmmm. Es que… no tomó la noticia como esperaba.

    -¿Cómo? ¿Qué fue lo que pasó?

    -Cuando estaba hablando con ella en casa de sus padres, salió intempestivamente y tuvo un accidente con su coche.

    -¿Ella está bien?- me dolía escuchar eso. Saber que por nuestra culpa, alguien había salido lastimado, me impresionó mucho.

    -Sí, no te preocupes, sólo tiene algunos golpes pero…

    -¿Pero qué?

    -Sus padres me culpan de lo que pasó y ahora quieren obligarme a casar.

    El mundo se me vino encima de golpe. Acaso ¿Tendría que casarse finalmente? ¿No podremos estar juntos?

    -¿Qué vas hacer?- mis ojos se habían aguado de sólo pensar que tendría que separarme de él.

    -¡No te dejaré! Eso es definitivo- cogió mi rostro con ambas manos mirándome a los ojos mientras trataba de darme seguridad con ellos- No me obligarán hacer algo que no quiero y menos aún si eso me separa de ti.

    -Pero…

    -¡No, no digas nada por favor! Sólo necesito saber que estarás conmigo pase lo que pase y enfrentaré todo lo que tenga que venir.

    Asentí y le sonreí dulcemente, cogí sus manos que aún sujetaban mi rostro y besé una de sus palmas. Él correspondió mi beso con uno muy dulce en los labios.

    Fue nuestro primer beso, un beso de amor y esperanza.
     
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    Antes de que Keun dejara mi casa lo puse al tanto de lo que había pasado con Donghae y la obra, aunque se preocupó al principio, dijo que se encargaría de todo y que no dejaría que se cancelara el estreno. Confié en su palabra hasta el último minuto, no sabía que haría, pero confiaba en que lo resolvería todo.

    Desde muy temprano, todos los integrantes de la obra, entre actores, extras, utilería y demás; nos encargábamos de los últimos detalles. Nos habían informado que todo se daría según lo planeado, con un pequeño cambio en cuanto al actor principal.

    Al parecer sería reemplazado pero aún no sabíamos por quién. Se barajaron algunos nombres, incluso creímos que lo sustituiría el segundo actor con quién había practicado algunas veces pero no se sabía todas las líneas. Nos preocupaba sobremanera de que finalmente todo fracasara.

    Una hora antes de empezar, mientras terminaba de maquillarme en el camerino con todas las chicas del elenco, se empezó a escuchar un pequeño alboroto en el pasadizo, volteamos hacia la puerta para saber de qué se trataba y al instante apareció Keun Suk, caracterizado como el personaje principal de la obra. Las ropas no eran extrañas como de época ni nada, pero tenía puesta la ropa que Donghae había usado en el ensayo general, además de que el peinado y el maquillaje lo hacían ver sumamente hermoso.

    No sé cómo no caí desmayada al verlo así, tan bello.

    Todo el mundo ahí, entre actrices y maquillistas se quedaron con la boca abierta y suspirando al verlo entrar.

    -¿Por qué?... ¿Por qué estás vestido así?- pregunté después de recobrar el aliento.

    -¿No lo sabes?

    Negué con la cabeza mientras intentaba entender la situación.

    -Seré tu pareja en la obra.

    -¡¿QUEEEEEEEEEEEEEÉ?!

    -Pero ¿Cómo? No hemos ensayado lo suficiente. Y-yo no…

    -No hace falta. Yo cree esta obra, me sé todos los diálogos. Incluso podría reemplazarte a ti.

    -¿En serio? Sería muy gracioso.

    Empecé a reír imaginándolo con todos los vestidos que tendría que usar y llorando en el piso desconsoladamente. Se rió conmigo de mis ocurrencias y me pidió salir para ensayar a solas. Nos fuimos a un cuarto aparte para ensayar las canciones ya que no conocía su tono de voz y no sabíamos si entonaría con la mía.

    -Cantas muy bien- le dije cuando terminamos la primera canción- Nunca creí que lo lograríamos a la primera.

    -Es que somos almas gemelas- dejó las hojas que tenía en la mano y se puso detrás de mí, abrazándome por la espalda mientras apoyaba el mentón en mi hombro.

    -¿De verdad lo crees?- dije mirándolo de lado, levantó su rostro para mirarme fijamente- Qué somos almas gemelas ¿Lo crees?

    -¡Claro! ¿Tú no?

    -No lo sé. A veces tengo miedo que todo esto sea un sueño y que en cualquier momento despertaré y veré la oscura realidad.

    -¡Heyyyy!, no digas eso- cogió mis hombros haciendo que me volteara a verlo.

    -Esto sí es un sueño. Pero un sueño eterno y maravilloso. Nuestro amor no tendrá fin ¿Arasseo?

    Asentí y lo abracé por la cintura haciendo que se pegara a mí. Respiré profundamente su perfume, me embriagaba con su dulce aroma a vainilla.

    -¡Vamos! Es hora.

    Cogió mi mano y salimos de ahí.

    Nadie sabía lo nuestro. Lo habíamos decidido así hasta que Ji Yeon comprendiera al fin la situación y nadie pudiera criticar nuestro amor.

    La obra comenzó y la música de inicio llenó por completo la sala, los bailarines hacían limpiamente su labor. El teatro estaba completamente lleno, se sorprendieron mucho cuando vieron que el personaje principal no era interpretado por DongHae sino por Keun Suk.

    Yo me sentía súper cómoda teniéndolo a mi lado, cada diálogo, cada frase, cada canción que interpretaba; la vivía al máximo porque sentía que de alguna manera era nuestra historia. Al tocar su turno de cantar, la audiencia se quedó muda, su interpretación musical y actoral eran impecables, todos los sentimientos de su personaje afloraban a través de él y hubo muchas ocasiones en que mis suspiros y nuestras lágrimas se mezclaban con las del público.

    El tan esperado beso, ahora el momento más esperado por nosotros, llegaba al fin antes del final de la obra.

    "Me disponía huir dejándolo atrás y terminar con todo porque la culpa no me dejaba en paz, me tomó de la muñeca y detuvo mi avance haciendo que volteara a verlo a los ojos, sus ojos llorosos me rompían el corazón. Se acercó lentamente sin soltarme, levantó la otra mano y la colocó en mi mejilla con delicadeza, no podía apartar mis ojos de los de él, moría de amor."

    De verdad lo amaba, en la realidad lo amaba muchísimo y saber que podía perderlo hacía que me estremeciera de dolor.

    "Se acercó poco a poco hacia mí, quedando completamente cerca, cerré mis ojos deseando sentir sus labios sobre los míos, mis lágrimas caían y se mezclaban en mi boca; no eran dulces, al contrario, sabían amargas.

    De pronto, sentí el roce de sus labios, era el cielo en la tierra. Segundos inolvidables que se volvían eternos, me pegué a él instintivamente deseando probar su boca. Poco a poco aquel dulce beso se fue intensificando, haciendo que mis brazos cobraran vida propia y se posesionaran de su cuello. Él hizo lo propio bajando sus brazos y abrazándome fuertemente por la espalda mientras nuestras bocas se comían literalmente."

    El público sonreía de emoción mientras secaba sus lágrimas al ver el triunfo del amor. Nosotros no nos dimos cuenta, estábamos inmersos en nuestro amor. De pronto sentí cómo empezaba a faltarme el aire, corté el beso despacio mientras que Keun Suk no se daba por vencido y terminaba con tiernos toques en mis labios.

    Miré sus labios y estaban tan rojos que sentí vergüenza de mí misma, nos miramos a los ojos mientras manteníamos nuestras frentes juntas. Entonces se empezó a escuchar la música de fondo que daba término a la obra. Se cerró el telón delante de nosotros y fue entonces que nos separamos porque los demás actores empezaban a ponerse a nuestro lado para salir nuevamente y terminar con todo.

    Al finalizar la obra, recibimos elogios de todas partes, la obra había sido un completo éxito. Habían muchos directores y productores que habían llegado de todo el país, habían sido comunicados de la obra de Keun Suk y querían ver con sus propios ojos qué tan buena era.

    Yo me encontraba en mi camerino terminando de cambiarme para irme, cuando sentí que alguien posaba sus manos en mi cintura por atrás. Me asusté al principio pero al voltear me di cuenta que era mi amor.

    -¡Oh! Keun, me asustaste

    -¿Por qué? ¿Quién más podría ser?

    -No es eso. Sólo no esperé que vinieras ahora. Aún hay gente alrededor y sabes…

    -Lo sé, pero te extrañaba mucho, por eso no pude seguir esperando.

    Me volteé poniéndome de frente a él, levantó mis brazos colocándolos alrededor de su cuello y le di un corto beso en los labios.

    -También te extrañé. No quiero separarme de ti ni un segundo.

    -Entonces ¿qué te parece…?

    -¿Qué…?- me puse curiosa porque tenía una mirada muy pícara.

    -¿Y si nos casamos?

    ¡Woahhhh!, me soltó una bomba. ¿Casarnos? Nunca creí que me diría algo así. Sonreí en un primer momento llevada por la emoción de verme camino al altar donde él me esperaba.

    -¿Casarnos?- aflojé los brazos y los coloqué en sus hombros mientras me sostenía por la cintura- ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?

    -¡Completamente! Nunca me sentí tan seguro de algo en mi vida… Quiero vivir contigo desde hoy y para siempre. No quiero separarme de ti ni un minuto más.

    Acercó su rostro al mío y aunque quise detenerlo para poder pensar en lo que me decía, no pude. Lo amaba y deseaba aún más sus besos, me volvía loca el roce de sus labios, sentir su aroma, su piel, tenerlo tan cerca sólo me hacía desear más. Estar con él de aquella forma, hacía que mis hormonas enloquecieran y me cuerpo entero convulsionara de deseo en sus brazos.

    -¡Oppa…!¡Detente, por favor!- sus labios habían dejado los míos para poseer mi cuello.

    Mi cuerpo entero se estremecía, mis defensas habían desaparecido por completo mientras sus manos recorrían mi espalda por debajo de mi blusa. Su tacto me quemaba y estaba segura que si alguien entraba y nos descubriera, no sería capaz de detenerme.

    -¡Te amo! ¡Te amo tanto… Yoona-ah!- decía susurrando en mi oído, haciendo que mis débiles piernas perdieran aún más sus fuerzas para sostenerme.

    No sé de dónde saqué fuerzas, pero logré separarme unos segundos de él para poder tomar aliento. Puse mis brazos en su pecho y sentí cómo su respiración subía y bajaba con intensidad, sus ojos se volvieron oscuros llenos de lujuria. En lugar de asustarme por su mirada tan felina, sentí aún más deseo por él, estaba a punto de flaquear nuevamente pero fuimos cruelmente interrumpidos por el toque de la puerta.
     
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    Romance/Amor
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    Asustados, volteamos a ver quién era. Felizmente era Kurt. Cuando nos vio, sonrió nerviosamente y se disculpó por habernos interrumpido. Yo moría de vergüenza, sentí que había adivinado en qué situación estábamos, sentí mi cara volverse roja de la vergüenza y la escondí en el pecho de Keun que me abrazó ayudando que me escondiera en él.

    Keun Suk hizo un mohín de enojo y vergüenza a la vez cerrando los ojos. Al ver su expresión, Kurt sólo atinó a pedir disculpas y decir que algunos productores esperaban por nosotros en las oficinas de dirección. Luego se fue dejándonos solos con nuestra vergüenza al tope.

    -¡Por Dios! Qué vergüenza- dije al escuchar que se iba. No levanté la cara ni un segundo a pesar de que Keun trataba de que me separara de él para poder arreglarnos un poco.

    -Cariño, no te preocupes… Vamos linda, es normal en una pareja que pase este tipo de cosas.

    -No creo que sea normal que alguien más te pille en esta situación ¿O sí?

    Keun movió la cabeza de un lado a otro tratando de encontrar una respuesta a mi objeción.

    -Ya olvídalo por favor. Vamos que nos esperan…

    -¡No, no quiero ir! No podré mirar a Kurt a la cara de ahora en adelante.

    -Jajajaja… ¿Tan avergonzada te sientes?- asentí tímidamente.

    -Entonces ¿Caminarás con la frente baja para siempre?

    -Si es posible, lo haré.

    -No seas tontita. Si te preocupa lo que pueda decir Kurt, pierde cuidado. Él es mi amigo y sabe de mis sentimientos por ti.

    -Pero aún así… creo que no podré superarlo por un tiempo.

    Cogió mi mentón y levantó mi cara, me dio un pequeño beso en los labios y me habló con dulzura…

    -Mi amor, escúchame bien… No tienes porqué avergonzarte de lo que acaba de suceder. Tú y yo nos amamos, no le estamos haciendo daño a nadie y muy pronto nos casaremos.

    -¿Eh? ¿Casarnos? Ya lo tienes decidido ¿No?- sonreí haciendo que me olvide del asunto por un breve momento.

    -¡Claro!, nos casaremos hoy mismo…

    -¿Queeeeeeeeeeé? ¿Hoy? ¿Te volviste loco?

    -Sí, tú me volviste loco- se acercó a mí tratando de besar mi cuello nuevamente, pero esta vez sí logré detenerlo.

    Golpeé su pecho y lo miré seria.

    -¡No empieces otra vez y explícame lo que acabas de decir!

    -¡Aish! Qué aburrida eres…

    Me enojé esta vez ¿Me dijo aburrida? ¿Por no dejar que hiciera lo que quisiera conmigo? Aunque en el fondo era yo la quería hacer de todo con él jejejeje

    -Está bien, está bien. Me detengo- me dejó, mostrando sus manos en alto y moviendo los dedos divertidamente- Mira mis manos, están quietas…

    -¿Y bien? Estoy esperando tu respuesta.

    -¿Cuál?

    -Esa, la de casarnos ¿No te parece que estás diciendo tonterías?

    -¿Tonterías? ¿Eso crees? ¿Crees que no soy serio en mis palabras?

    Esta vez él se enojó.

    -No es eso- me sentí culpable de hacerlo enojar, pero aún así me enojó su reacción- …Además, es la segunda vez que le propones matrimonio a alguien en menos de una semana. ¿Crees que el matrimonio es un juego?

    -Ya te dije que la primera vez lo hice por impulso…

    -Y ¿Cómo puedo saber si esta vez también no es sólo un impulso y que mañana me dirás que quieres a alguien más?

    Su cara y sus facciones tomaban distintas formas, enojado, sorprendido, triste, sus ojos no tenían una expresión definida. Lo que había dicho le había chocado.

    -¡Arasseo! No tengo palabra… para ti, mis palabras son vacías. Olvida lo que dije…
     
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    Gedith

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    Me dio la espalda y se fue deprisa, azotando la puerta mientras que a mí se me hacía un nudo en la garganta. No supe qué hacer, salí tratando de alcanzarlo pero en el camino lo encontré rodeado de miles de chicas que pugnaban por un autógrafo, me miró muy molesto, cogió un lápiz y varias hojas y se puso a firmarlas. Esperé un tiempo hasta que acabase y entonces llegó un tipo que parecía muy importante y se lo llevó antes que pudiera terminar.

    Los seguí ya que se dirigían a la oficina del director, yo también tenía que ir. A mi lado estaban Yuri que no sé desde cuando me hablaba porque yo sólo podía ver la espalda de Keun mientras caminaba.

    -¡Yoona! En serio ¿qué es lo que te pasa?- me jaló del brazo haciendo que me detuviera.

    - Yo… creo que cometí un grave error, unnie…- dije con la voz apagada y muy triste.

    -¿Qué? No entiendo La obra fue todo un éxito, ¿De qué error estás hablando?

    La miré fijamente tratando de pensar si debía decirle o no.

    -¡Tengo que irme unnie!, te veré después.

    Apresuré el paso y llegué casi al lado de Keun Suk, no volteó a mirarme ni un instante mientras hablábamos con los productores, pero pude ver su rostro desencajado, miraba a todos lados tratando de escapar de mi mirada, se veía incómodo y quiso salir un par de veces pero Kurt que estaba de pie detrás de él, lo tomaba de los hombros haciendo que su intento por salir huyendo, no resultara.

    Al terminar la reunión, recién pude darme cuenta de que querían comprar la obra y volverla una película. Pero no querían a Donghae como actor principal sino a Keun Suk y a mí, las grabaciones empezarían después de que terminara la gira ya programa con la obra de teatro, es decir, en 3 o 4 meses.

    Cuando salí, debido a la gente que se hallaba en el campus, me fue imposible alcanzarlo, no se detuvo ni un instante por mí. Eso me puso muy triste y a la vez enojada. No podía creer que un simple comentario de mi parte, lo habría hecho enojar tanto.

    Bueno creo que sí me pasé un poquito, pero es que en ese momento, mi cabeza no funcionaba bien, mis neuronas habían hecho corto circuito por su culpa y no podía decirle que el deseo por tenerlo en ese momento había sido el culpable de decir tanta tontería.

    Miré mi reloj, ya eran casi las 10:00 p.m. y no veía a ninguno de mis amigos más cercanos por ninguna parte, hacía frío y no tenía ningún abrigo. Llamé a Yuri, a Heechul y a Hyung Yoong y ninguno contestaba los teléfonos. Me sentía tan sola y culpable de mi situación, los dejé a un lado por perseguir a Keun y ahora ninguno contestaba mis llamadas.

    Decidí irme por mi cuenta, salí de la universidad y empecé a caminar un poco, me adentré en la ciudad para despejarme un poco pero no lo logré, todo lo veía en blanco y negro, sin sentido. Mis ojos se habían nublado debido a las lágrimas que se escapaban, aunque trataba de mil maneras de detenerlas.

    Me arrepentía de haberle dicho aquellas cosas, lo había herido cruelmente. No había sido mi intención hacerlo, sólo lo dije porque me asusté un poco pero en el fondo, era lo que más deseaba.

    Ser su esposa era un sueño, algo que nunca habría imaginado. Ser su esposa significaba tenerlo para siempre junto a mí, dormir juntos cada noche y despertar abrazados prodigándonos amor todos los días, besarlo y tenerlo para mí sin sentir culpa por los demás. Decirle a todo el mundo “Él es mío” y marcar mi territorio para siempre.

    Estar juntos y tener hijos. Un hijo… un hijo que se pareciera a él. Con sus hermosos ojos café y su preciosa boca que me volvía loca con tan solo mirarla. Un niño fuerte y bello como su padre, un hijo suyo y mío, producto de nuestro amor…

    Pero ahora, tal vez no se haría realidad. Lo había lastimado mucho y no sabía si algún día me perdonaría.

    Llegué a mi casa después de unas horas de estar deambulando sin rumbo. Miré mi celular con la esperanza de que hubiera alguna llamada que no hubiera sentido o un pequeño mensaje que me hiciera saber que todo había pasado. Que ya no estaba molesto y que me seguía queriendo como al principio… Pero no, no había nada.

    Saqué las llaves de mi bolso y limpié las lágrimas que impedían que pudiera ver la cerradura de la puerta, antes de dar la vuelta a la llave me derrumbé por completo. Me di la vuelta y me apoyé en el muro con los ojos cerrados, ya no quise contener más las lágrimas, las dejé fluir y rabié por haber arruinado todo.

    Quería volver el tiempo atrás y no haber dicho todo aquello, me sentía morir. El corazón me dolía tanto que hasta respirar me dolía, golpeé una y otra vez el muro detrás de mí con mi cabeza tratando de pensar en que si la casa se venía abajo sería mucho más fácil para mí que vivir sin él.

    Bajé mi mirada al suelo y mi cuerpo se deslizó hacia abajo quedando en cuclillas, abracé mis piernas y escondí mi rostro entre ellas. Lloré amargamente deseando morir en ese instante…

    De pronto, de la nada, sentí una mano tibia posarse sobre mi brazo tomándolo con suavidad, levanté el rostro completamente bañado por las lágrimas y aunque no podía distinguir bien porque mis ojos estaban nublados e hinchados de tanto llorar, pude reconocer el rostro de mi amor que se encontraba inclinado como yo.

    Sus ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente al verme en ese estado. Me levantó despacio y limpió mi rostro con ambas manos, al sentir la suavidad de su tacto, recobré mis fuerzas y pude ver a través de sus ojos que estaba sufriendo igual que yo.

    Antes de poder decir nada, me atrajo hacia él y me besó de una forma tan distinta a las anteriores ocasiones. Me besó con desesperación, con frenesí, con deseo, con culpa y porqué no decirlo con un lo siento. Nuestros besos se mezclaban con nuestras lágrimas que no paraban de salir, llorábamos de felicidad porque estábamos juntos.

    Ambos nos habíamos enojado por cosas sin importancia pero el amor que sentíamos hacia el otro era más fuerte que cualquier problema que pudiéramos tener.

    Nuestro beso no tenía fin, era intenso por momentos y dulce otro instante. Los labios dolían y nos faltaba la respiración, pero aún así no podíamos parar, era necesario para ambos seguir sintiendo el sabor del otro, como si nos hubiéramos alejado por muchísimo tiempo y no quisiéramos separarnos nunca más.

    -¡Mianhae!- dijo finalmente dándome pequeños toques con sus labios y terminando finalmente nuestro beso- Me comporté como un niño, mianhae…

    -No, perdóname tú a mí… no debí decir aquello, yo solo… me asusté un poco…

    -Pero ¿Por qué?- cogió un mechón de mi cabello, acomodándolo detrás de mi oreja- Es que ¿No quieres casarte conmigo?

    -No, es lo que más deseo en el mundo, ser tu esposa es mi única meta en esta vida, pero… me asusta saber que no puedo vivir sin ti.

    -Yo me siento igual mi amor, es por eso que quiero que nos casemos de una vez, sin importar lo demás… yo tengo miedo de perderte.

    -No lo harás, nunca te dejaré. Donde sea que vayas, estaré ahí y si para estar juntos desde ahora es preciso que nos casemos… lo haremos.

    A Keun Suk le brotó una enorme sonrisa de pronto y unas gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas, me acerqué a él y las limpié con mis labios demostrando así lo mucho que lo amaba.

    -Quiero ser tu esposa, Keun, porque te amo demasiado, no puedo ni quiero vivir sin ti.

    Entonces me abrazó con fuerza y me giró tan rápido sosteniéndome en el aire que causó que todo el que pasaba por ahí en ese instante se detuviera y nos mirara con asombro.

    -¡Hey! ¿Qué haces? Nos están viendo- decía mientras daba vueltas por encima de sus hombros.

    -¡No te bajaré!, ¡Quiero que todos escuchen y se enteren que serás mi esposa!

    Estaba muy feliz, su rostro resplandecía y se veía más hermoso bajo las luces de la calle que eran mudo testigo de nuestro amor.

    Luego me bajó, aún me sostenía entre sus brazos y ante la mirada curiosa de algunos transeúntes, me besó nuevamente. Delicado, con mucho amor, sonreíamos tímidamente al ser observados pero no nos importó, lo único que importaba era que nos amábamos y que habíamos decidido compartir nuestras vidas para siempre.
     
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    Gedith

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    Sábado, 10 de la mañana, me encontraba aún en cama. No había podido dormir en toda la noche debido a la emoción que aún sentía en mi corazón. Era tan hermoso estar enamorada, pero sobre todo ser completamente correspondida.

    Keun Suk era el hombre más espectacular que había conocido, era amable y amoroso conmigo, sensible y a la vez tan varonil. Me hacía sentir tan segura a su lado, estaba segura de querer casarme y pasar la vida entera con él. Lo habíamos decidido la noche anterior, nos casaríamos en dos días y no le avisaríamos a nadie. Iríamos al Registro Civil y lo mantendríamos en secreto hasta que pudiéramos celebrar la boda.

    Con la amenaza de los padres de Ji Yeon queriendo que Keun Suk se casara con ella, temíamos que pudieran persuadirlo de alguna forma y no estábamos dispuestos a correr ese riesgo. En cambio estando casados legalmente, no podrían hacer nada y nos mantendríamos firmes y con la cabeza en alto ante cualquiera que se atreviera a separarnos.

    -¡Unnie!, ¡Vamos! Tienes que levantarte ya. Hay muchas cosas que hacer hoy- repetía una y otra vez Yuri tratando de quitarme de encima las sábanas.

    -Un poco más unnie.

    ¡Arasseo! Tú ganas, después no digas que no te lo advertí.

    Abrí un ojo para ver si realmente se estaba yendo, la vi dirigirse a la puerta llevando una caja blanca que parecía contener ropa. Saqué la cabeza de debajo de la sábana para ver mejor.

    -¿Qué es lo que llevas ahí?

    -¿Qué? ¿Esto?- miró la caja restándole importancia.

    -Tu vestido de novia… Llegó hace una hora…

    Me levanté de un salto, si en ese momento me ponían a competir con una pulga, seguro habría ganado.

    -¡¿Mi vestido dices?! Pero ¿Cómo?... ¿Por qué no me avisaste antes?- dije quitándole el paquete de las manos y poniéndolo en la cama para ver su contenido.

    -¡Aigooo! ¡Estuve media hora parada delante de ti sosteniendo esta caja! Y Tú ni siquiera te dignabas a mirar- levantó los brazos hacia mí mostrándome sus antebrazos- Mira, mis brazos están morados por cargar tanto peso.

    -¡Yah! ¡Unnie! No hagas tanto alboroto que no es para tanto…

    -¡Aish! ¡Chin cha! Espero que te cases pronto a ver si te cambia el genio que te cargas últimamente.

    -¡Ohhh! ¡Es hermoso!...- lo saqué con cuidado prestando atención a cada detalle de mi vestido.

    Lo puse delante de mí y me viré al espejo de cuerpo entero que teníamos en el dormitorio. No podía creer lo hermoso que era. Era blanco y largo, con un escote moderado en v sin mangas; tenía hermosas piedras alrededor del cuello y un cinturón dorado que hacía juego con una gargantilla que se hallaba también en el paquete. La tela era tan suave como la seda, tenía una delicada caída desde la cintura que hacía resaltar aún más mi figura.

    Quería llorar en ese momento de tanta felicidad, miré a mi unnie y pude ver que se había adelantado a mis lágrimas, la abracé emocionada y lloramos un buen rato de pura felicidad.

    -¡Oh! Hay una nota- la encontré en la caja de zapatos que estaba a un lado.

    “Deseo que a partir de ahora, estos zapatos sean capaces de llevarte siempre a mi lado. Te amo, Jang Keun Suk”

    Me llevé la mano a la boca, evitando así que un grito de emoción saliera de mi boca, no podía creer que tanta felicidad pudiera existir en un solo día. De pronto sentí mi celular vibrar, era un mensaje de mi amor.

    “¿Te gustó mi regalo?... No me dejes esperando por favor… Te amo”
     
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    Gedith

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    Lunes, 8:00 a.m., yo ya me encontraba lista para salir. Me había levantado muy temprano para estar lista a tiempo, no quería hacerlo esperar ni un segundo, temía que se arrepintiera y ya no quisiera casarse conmigo. Unas absurdas ideas cruzaban por mi cabeza todo el tiempo, me imaginaba en el Registro Civil esperando horas y horas por él hasta que llegaba a noche y tenían que sacarme a la fuerza por falta de novio.

    También se me cruzaba por la mente que al llegar con mi testigo, él me dijera que se había equivocado de dirección y que el vestido era para Ji Yeon y no para mí; o peor aún, que el novio era Donghae. Me veía matando a todo el mundo.

    Me sentía aún más nerviosa después de que pasaban las 8.30 y Keun Suk no aparecía por ningún lado, ya no pensaba en que me había dejado por otra sino que pudo haberle pasado algo malo. Yuri trató de una y mil formas de tranquilizarme diciendo que todo pasaría, saldríamos del registro tomados de la mano y viviríamos una vida feliz, igual que en los cuentos de hadas.

    De pronto como por arte de magia, sonó el timbre, sentí cómo los nervios me traicionaban poniéndome a temblar como una hoja, cogí mi ramo y corrí hacia las escaleras. Suerte que Yuri estaba a mi lado llevando la cola del vestido, que aunque no era demasiado largo, sí podía causar que rodara por las escaleras. Cuando abrí la puerta quise tirarme encima de Keun para abrazarlo y besarlo porque lo había extrañado muchísimo, además de que estaba al borde la locura por no saber de él.

    Pero me detuve en seco al ver una cara que no me era conocida. Un tipo de aspecto poco confiable me saludó entregándome un sobre sellado. Nos miramos las caras con sorpresa, quise replicar que se habían equivocado de dirección pero el tipo no me dio tiempo de nada. Se dio vuelta y se fue tal cual llegó.

    -¿Qué es lo que habrá en este sobre?- dije con curiosidad mirándolo por todos lados.

    -Si no lo abres no podremos saberlo.

    -¿Cierto? Tal vez sean los pasajes para el viaje de luna de miel.

    Sonreí pensando en que era una sorpresa más de Keun, había prometido que más de una sorpresa habría este día.

    Y sí que me sorprendí.

    Dentro del sobre había unas fotos espantosas. No podía creer lo que veían mis ojos, se me cayeron todas de la impresión. Yo caí junto con ellas.

    -¡Esto debe ser un error! ¡No creo lo que estoy viendo! Esperemos que te de una explicación. ¡Él te ama!

    -¡¿Me ama?! ¿Esto es amor?!- tomé un grupo de ellas y las rompí en mil pedazos.

    Rompí en llanto de inmediato, mi respiración se aceleró de inmediato haciendo que mi cara se volviera completamente roja. Yuri me abrazó tratando de consolarme pero ella misma no podía detener sus lágrimas al ver mi dolor.

    Media hora después escuchamos que alguien más tocaba la puerta, ambas habíamos subido al cuarto. Me levanté tratando de bajar pero Yuri me convenció que esperara, cuando abrió se encontró con Keun y Kurt, estaban muy elegantes y aparentemente muy seguros que aún habría boda.

    -¡Hola Yuri-ah! Perdón por la tardanza pero es que…

    Yuri estaba tan molesta que no esperó más y le plasmó la mano en la cara, tan fuerte que se la volteó de un solo golpe. Ambos chicos estaban tan sorprendidos por el recibimiento que se miraron uno al otro tratando de entender la situación.

    -¿Pero qué…?- quiso replicar.

    -¡¿Cómo te atreves a venir después de lo que hiciste?!- Yuri no pudo evitar gritar poniéndome en alerta.

    Apenas escuché su voz, bajé para enfrentarlo.

    -¿Qué haces aquí?- dije con voz ronca y seca desde lo alto de las escaleras.

    Keun vio que tenía puesto mi vestido, aquel que me había regalado, pero ya no lucía pulcro, su aspecto era muy deprimente; mi maquillaje se había arruinado y tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Ahora Keun Suk y Kurt entendían menos que antes.
     
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    Palabras:
    735
    -¿Yoona-ah, qué sucede? ¿Por qué… porqué estás así?

    Intentó acercarse pero lo detuve.

    -¡No te acerques!... ¡Vete!... ¡¡No quiero volver a ver tu cara nunca más!!

    Me di la vuelta para regresar a mi cuarto a seguir llorando pero Keun se adelantó cogiendo mi mano. Me esforcé por no verlo a la cara pero tenía tanta ira en mi interior que volteé a verlo a los ojos. Al verme, Keun retrocedió pasmado, al parecer mi mirada lastimaba profundamente su corazón, sus ojos enrojecieron y dejaron escapar una lágrima.

    Pasé por su lado y tomé un puñado de fotos que aún no había roto, las estrujé en mis manos y las tiré con toda mi ira en su cara. Al caer al piso pudieron ver qué era.

    Aquellas fotos retrataban a Keun Suk semidesnudo en la cama con Ji Yeon.

    -¡Pero esto… No es cierto!- Kurt se adelantó tomando unas fotos y las vio detenidamente.

    -¡Cariño, esto no es cierto! ¡No sé cómo llegó esto hasta aquí o porqué estoy en ellas, pero no es cierto! ¡Todo esto es falso, una mentira!

    -¡Hyung mira!- le mostró una en particular mientras señalaba algo.

    -Ese reloj…- pareció recordar algo- ¡Oh! ¡Es cierto!

    Cogió la foto para mostrármela.

    -Ese día, en que no aparecí en la universidad, ¿Recuerdas? Te dije que había ocurrido un accidente con Ji Yeon, pero eso no fue todo lo que pasó…

    -¡No quiero saber qué más pasó entre uds. dos!, Con ver esas fotos me es suficiente para saber que nada de lo que dices es verdad.

    -¿Qué? ¡No! ¡No es lo que te imaginas!- cogió mi muñeca para detenerme- Cariño yo no te mentí. ¡Te amo! Créeme por favor.

    Me giré parándome frente a él con la cara inundada en lágrimas. Al verlas, Keun quiso limpiarlas pero aparté el rostro impidiendo que me tocara.

    -¡Vete! ¡No te aparezcas nunca más en frente de mí…! ¡Desearía no haberte conocido nunca…!

    Keun no pudo soportar más mis palabras ni mi rechazo. Entonces cogió mi rostro con ambas manos pegando nuestras frentes mirándome suplicante. Tenía muchas ganas de besarme por la forma en que se mordía los labios y yo también; pero mi rabia era más fuerte que mi amor, mi cuerpo estaba muy tenso, no podía soportar más tiempo tenerlo tan cerca de mí.

    Me separé de él empujándolo con fuerza y fui hacia las escaleras. Keun no se daba por vencido, me abrazó con fuerza por la espalda apoyando el mentón en mi hombro tratando de traspasar la barrera que había entre nosotros.

    -¡¡NO!! ¡No te vallas! ¡No me hagas esto por favor! No sé qué es esto, pero te juro por mi amor por ti, que es lo más grande y sagrado que tengo que nunca te engañé… ¡Créeme por favor!

    Rogó y suplicó en medio de lágrimas, Yuri se estaba convenciendo que decía la verdad y Kurt se sentía tan conmovido que quiso intervenir para ayudarlo. Pero lo único que podía hacer por el momento era sacarlo de ahí, era inútil seguir así, yo estaba convencida de que él me había engañado y sin pruebas, nada cambiaría.

    -Es mejor que nos vayamos Hyung- dijo tomándolo de los brazos para que me soltara.

    Yo lloraba sin parar y luchaba para librarme de sus brazos pero Keun Suk estaba tan aferrado a mí que no se daba cuenta que empezaba a hacerme daño.

    -¡!¡NO!!! ¡¡Déjame!! ¡¡No me iré hasta que me crea!!- se aferró aún más haciéndome girar y apretándome fuertemente contra su pecho.

    -¡Keun Suk-ah, déjala!- Yuri intervino tratando que me soltara- ¡Le estás haciendo daño!

    -¡¡Hyung déjala ya!!- repetía Kurt- ¡Es mejor que nos vayamos de aquí!

    -¡No! ¡No me iré sin ella! ¡Nos esperan en el Registro Civil! ¿Lo olvidas? ¿Eh?

    Se separó de mí unos centímetros cogiendo mi cara con ambas manos obligándome a mirarlo a los ojos.

    -¡Vamos a casarnos hoy! ¿Lo olvidas?... ¡Llegaremos tarde!

    -¡¡NO!!- cuando lo oí decir eso, me asusté y quité sus manos de mí. ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso se había vuelto loco? Lo miré confundida y con la voz más firme y cruda que pude, puse fin a todo.

    -¡No vamos a casarnos, Jang Keun Suk ssi!

    Fueron mis últimas palabras antes de darle la espalda y dejarlo, derrumbándolo por completo.
     
  20.  
    Gedith

    Gedith Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    8 Enero 2016
    Mensajes:
    86
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Destino
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    733
    Desde mi habitación, pude escuchar como Kurt luchaba por sacarlo de la casa mientras éste gritaba desesperado porque volviera a bajar, que me amaba más que a su vida y que sin mí no tendría sentido seguir viviendo. Yo estaba tan desesperada como él, pero no podía borrar de mi mente las malditas fotos. Después de diez largos minutos escuché cerrarse la puerta, corrí a la ventana y vi cómo Kurt se lo llevaba a rastras.

    Era una escena tan lamentable, verlo así como un guiñapo, sin voluntad, sin fuerza para seguir luchando. Me llevé las manos a la boca sorprendida y reprimiendo un grito que luchaba por salir. Yuri me acogió en sus brazos permitiendo que me desahogara. No quiso decirme sobre sus sospechas, pero sabía que tenía que hacer algo para ayudarnos.

    No conocía de mucho tiempo a Keun ni a Kurt pero la forma en que se aferraba a su versión hacía que dudara de la veracidad de las fotos.

    Esa noche Keun se emborrachó como nunca. Kurt no lo dejó ni un segundo solo, estaba muy preocupado porque cada cinco minutos quería salir corriendo a buscarme, ebrio como estaba no podría salir siquiera del estacionamiento.

    Yo no la pasaba mejor; después de llorar sin consuelo entré en una depresión muy fuerte, Yuri me hablaba en todo momento pero yo no reaccionaba, simplemente no podía escucharla. Llegada la noche tuve mucha fiebre, murmuraba el nombre de Keun llamándolo con desesperación.

    Yuri decidió entonces llamarlo, era imperioso que viniera porque yo estaba muy mal.

    -¿Aló? ¿Yoona ssi?- contestó Kurt.

    -¿Kurt? Soy Yuri. ¿Dónde está Keun Suk oppa?... ¿Porqué contestas el teléfono de otra persona?

    -¡Aishhhhh! ¿Es este el momento de reclamar tonterías?... ¿Qué sucedió para que llames a estas horas?

    -¡Yoona unnie está muy mal! Oppa, tienen que venir de prisa, no deja de llamarlo.

    -¡Aigooo!- se echó el pelo hacia atrás lleno de frustración- ¿Ahora qué haré?... Hyung está completamente ebrio… Acabo de acostarlo.

    -¡Oh no! ¿Qué vamos hacer?... Kurt oppa, dime la verdad… ¿Keun Suk oppa es inocente?

    -¡Claro que sí!

    -¿Entonces qué fue lo que pasó? ¿Cómo tomaron esas fotos?

    -No lo sé aún. Pero de lo que sí se es que él realmente ama a Yoona ssi. Además, estoy seguro que las fotos y el retraso de hoy, no fueron coincidencias.

    -¿Qué quieres decir? ¿Crees que todo esto fue planeado por alguien más?

    -¿No estoy seguro. Pero qué te parece si nos vemos mañana? Te veré en la cafetería cerca a tu casa, al medio día.

    -Está bien. Nos veremos mañana.

    Cuando Yuri colgó, volvió a concentrarse en mí. Seguía aún delirando pero era un alivio que la fiebre bajara un poco.

    Al siguiente día, aprovechando que Keun y yo aún dormíamos, se encontraron en el lugar acordado. Kurt le contó que el día en que Keun no llegó a la universidad, fue a casa de Ji Yeon para decirle que estaba enamorado de alguien más y que se olvidara de todos los planes que tenían ella y su familia de casarlos.

    -Al parecer le dio alguna bebida que hizo que perdiera el sentido porque cuando despertó era de noche y estaba en cama de Ji Yeon, como en las fotos.

    -¿Entonces lo drogaron?

    -Al parecer eso fue lo que pasó. Pero eso no fue todo.

    -¿Hay más?

    -Antes de irse vio unos documentos regados sobre una mesa, creyó que habían querido hacerlo firmar pero sin lograrlo. Entonces le recriminó y trató de irse pero Ji Yeon lo siguió y es así como pasó lo del accidente.

    -¡Maldita perra! ¿Pero cómo es posible que hiciera todo eso?

    -Sus padres creyeron que realmente se habían acostado y es por eso que lo estaban obligando a casarse. Hyung ama de verdad a Yoona ssi y quería casarse con ella por temor de que se inventaran algo para separarlos.

    -Y funcionó. Mira como están las cosas ahora… ¡Tengo que decirle lo que sabes!

    -¿Te creerá?

    Yuri se quedó pensando unos segundos.

    -Tienes razón. Ahora está muy lastimada, no me escuchará ¿Qué vamos hacer?

    -No lo sé. Ji Yeon no es tan amiga mía como Keun pero algo se me ocurrirá para sacarle la verdad.

    Entonces ambos chicos se fueron. Cuando Kurt llegó a casa, lo encontró aún dormido.

    Yuri no tuvo la misma suerte.
     
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