Desencuentro x Punto de vista x Comienzo

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Nautiloz, 17 Diciembre 2012.

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    Nautiloz

    Nautiloz Guest

    Título:
    Desencuentro x Punto de vista x Comienzo
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3608
    -¿Te deje sin palabras?- es lo único que se me ocurre decirle a ver su cara de asombro o susto, no sabría definirla.

    Su mirada no me dice nada.

    La plaza esta totalmente desolada y el silencio que reina se quiebra a veces por el sonido que provocan las hojas movidas por el viento.

    En su cara se esboza una leve sonrisa. Aun así no dice nada…
    Estoy paralizado, mis facultades de habla, motoras o cualquier otra se han vuelto totalmente inútiles. Mi corazón parece ser golpeados por cientos de martillos eléctricos, es adrenalina (la misma que uno siente al saltar de un avión).

    Esta caminando se acerca.

    Esta a tres pasos, a dos, la distancia es casi nula. Nuestras miradas se cruzan, me gustaría congelar este momento. Un escalofrió recorre mi espalda (caigo del avión y siento que vuelo…).

    Ella empieza a decir algo:
    -Mati…- Los buenos discursos nunca comenzaron de esa forma, la presión en el pecho crece-, La verdad no se que contestar a eso, ¿Gracias? Se que podes se muy dulce, gracioso y siempre estuviste en esas situaciones difíciles, y no tanto, cuando lo necesite; sabes que responder en el momento exacto… no como yo –Toma aire y suspira-. Tienes cualidades que cualquier chica apreciaría, ¡yo lo hago! Pero… -((OH OH… el paracaídas no abre… NO ABREEE!!!))-, no creo ser la persona que esperas, o mejor dicho, buscas. Igual sabia que esto podría llegar a pasar, o ¿acaso no recordas lo que paso hace seis meses con Flavia?

    La fiesta, el rechazo, las miradas… todo eso cruzo por mi mente a la velocidad del sonido, pero negué con la cabeza y fingí una sonrisa. Era demasiado aquella situación.-No… no me acuerdo…-.

    -Entonces deja que yo te ayude,- bue… no importa ella lo va a hacer ¬¬- En el cumple de Gabi, después de bailar y chamullártela como una hora, te da un pico ¿y vos que hiciste?...- Nada (pensé) en ese momento estaba en la gloria-, malinterpretaste toda la situación… a las dos semanas rebotaste en el medio de la joda de Martín ¡¡FUE UN PAPELON!!- jejeje-, no le encuentro nada de gracioso- dijo mientras fruncía el entrecejo.

    -No me estaba riendo de eso, ahora que me acuerdo… COF COF… casi me puse a llorar…

    -¿Entonces que te pareció tan divertido?- su mirada me fulminaba.

    -Me reía del pedo que se agarro Mauro y cuando lanzo todo en medio de la cocina… ¡Mortal!- respondí con una gran sonrisa, tratando de aliviar el momento tan tenso que habita entre los nosotros dos.
    -¡Vez que no te tomas nada en serio!!!- Grito, mientras su puño se clavaba en mi pecho y me hacia retroceder unos pasos… después de recuperar el aire, prosiguió-. Un mes estuviste deprimido por ese rebote pero después apareció johanna, y de vuelta a lo mismo; un mes como amigos, palo y a la bolsa, ¡REBOTE! Pero no aprendes… y eso me lleva a la última que fue…

    -Melisa…- dijo. Su cara denotaba que estaba incomoda.
    -Melisa…- repetí casi al unísono. Las imágenes bombardeaban mi cerebro, también palabras, sentimientos y miles de cosas más.

    Tenía una ensalada cerebral…

    ¿Tan predecible soy? ¿No me importan los sentimientos de los demás?
    Basura… lacra… idiota… estupido…

    Yo no soy así. Soy impulsivo. ¿Lo soy? No se, ya no se nada. ¡Dios!
    ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!
    ¡¡¡BASTA!!!

    Con la mirada perdida en el infinito. Una voz trata de traerme a la realidad…

    -Mati… Mati… ¡Che! ¡La tierra a Mati!- unos chasquidos me sacan del trance.- ¿Estas bien? Mira, no dije todo eso para que te sintieras mal. Pero solo de esa manera creí que te darías cuenta que…

    -Soy un desastre…- afirme, segundos después caí sobre el pasto. Mientras veía como el cielo se nublaba, ella se sentó a mi lado y me regalo una sonrisa.

    -No sos un desastre- me acaricio la frente y sentí el frió en sus manos, al igual que tranquilidad- solo estas confundido, porque no te tomas unos días para pensar, total yo no voy a ir a ningún lado…

    Porque dijo eso… <<…no voy a ir a ningún lado…>> ¡Dios! ahora estoy mas confundido.

    -¡Dale, anímate! Salí, divertirte, hace algo que nunca hiciste… y lo mas importante, ¡deja de preocuparte!... y de paso olvidemos que esta charla algunas vez paso… ¿si?

    Ojala todo eso fuera tan simple, forcé una sonrisa en mi cara. -…OK…- dije decepcionado.

    -¡Perfecto!- exclamo con cierta excitación. –Aclarado el asunto, me retiro a casa.- Se levanto, sacudió la tierra y pasto de su jean. Nuestras miradas se cruzaron.- Nos vemos lindo, cuídate y saludos a los chicos.

    -Serán dados- Digo sin mucha energía.- Y vos también cuídate- manifiesto en un tono mas alto pero no escucha, ya estaba lejos.


    Su figura desaparece al doblar la esquina y, yo, me quedo mirando el lugar por si regresara. Pero no lo hace, es solo un anhelo.

    -¡La puta madre!- repito para mis adentros.- supongo que podría haber sido peor. Por suerte nadie vio esa escena –suspiro-, que lindo es tener la plaza para uno solo.- Explore el lugar con la vista y no observe nada.

    Tranquilidad, total tranquilidad… cerré los ojos, solo para descansar la vista…

    -¿A eso le dice rebote?, supongo que de todos sus fracasos amorosos fue el menos doloroso.- una voz de mujer suena con desden.

    -UH…- abro un poco los ojos y vuelvo a mirar el lugar en busca del origen pero no hay nada, ni nadie.- Lo que faltaba. Ahora escucho cosas- susurro por lo bajo y me acuesto de nuevo. ¿Por qué esa voz me suena familiar? La conozco de antes, estoy seguro. (Suspiro) Paranoia, es solo pura paranoia.

    No me di cuenta pero el cielo se había nublado. Lo que parecía ser una soleada tarde de domingo, se puso a tono con mis sentimientos y el gris oscuro no solo anunciaba tristeza… las nubes ponían lagrimas en mis ojos.

    -…Dios… porque tiene que llover ahora…- corrí bajo un árbol para usarlo de refugio mientras pasaba el aguacero. Tome unos pañuelos descartables del morral y seque el agua de mi cara, junto con las verdaderas lagrimas- Que día de mierda…- casi grite.

    La lluvia invadió toda la plaza y mi atención es atraída por una chica. Estaba sentada en una de las hamacas, totalmente empapada. Me mira y reacciono. No se porque, solo lo hago. Pongo las manos alrededor de mi boca y le grito.- ¡CHE, SI SEGUIS AHÍ TE VAS A ENFERMAR! ¡VENI ABAJO DEL ARBOL!- Le hago señas con la mano para que se acerque. Sus ojos se quedan fijos en mi.- ¡NO TE PREOCUPES, NO TE VOY A HACER NADA! –La distancia parece engañar, me estaba sonriendo. Puede que mis palabras hayan surtido efecto, o no, en ella… solo sabia que se acercaba.

    Tenia puesto unos jeans gastados, solo un poco. Unas zapatillas de un color amorronado, seguramente eran blancas pero el barro las habrá teñido. Llevaba también una remera verde claro, que por la lluvia marcaba su esbelto cuerpo. Mediría entre 1.60 y 1.70. Su pelo era de un castaño rojizo y le llegaba hasta el cuello. Lo que más me impacto de ella fueron sus ojos pardos como la noche y su boca.- Besar esos labios debe ser el cielo- dije mientras se dirigía hacia mi.

    Ahhh… También tenía un lunar sobre la mejilla derecha. ¿Cómo se lo del lunar? Porque se paro frente a mí… con un rápido movimiento de manos vuelvo a sacar los pañuelos de morral.

    -To… toma- Balbuceo, le pongo el paquetito a dos centímetros de sus manos-, Quizás no sea mucho pero por lo menos no vas a estar hecha sopa.


    Me miro con desconfianza y se me forma un nudo en la boca del estomago; luego de un segundo, mas o menos, lo toma y logro escuchar un casi inaudible <<Gracias>>.

    -De nada- respondo con una sonrisa, mientras ella se apoya en un árbol a mi izquierda.

    Miro el cielo en negrecido, la lluvia no da tregua y nuestro “refugio” en cualquier momento se nos viene abajo por la cantidad de agua.

    -Vamos a estar acá un buen rato, espero que no te moleste la compañía- Le digo, apenas levantando la vista, para ver su reacción.

    -Podríamos estar peor- responde, para mi sorpresa, con una sonrisita.

    ((Sí, podrías estar rebotándome ahora…)) Pienso.

    Pasaron unos quince minutos y ninguno volvió a decir una palabra; ¡Ya se!... una presentación… si, si… algo simple… le decía mi nombre, ella me decía el suyo… y veíamos que sale.

    -Me lla… Ma llome…- ((Malditos nervios)) ((AAARRRGGHHH… lo intentare de nuevo… ¡Valor macho! ¡¡¡VALOR!!!... uy me esta mirando))

    -Me llamo Matias, pero la mayoría me dice bocha- Le extiendo la mano-, un gusto conocerte.- Nada, ni una reacción. Empiezo a sudar, temblar. Todos los síntomas.

    Y sigo en esta estupida posición.
    (Un segundo)… (Dos segundos)… (Tres seg…)… (Cuatro)… (5, 6, 7, 8,9)

    Me mira. Suspira. Me vuelve a mirar.

    -El día ha llegado- Sentencia.

    -Tu voz. La de antes…

    Toma mi mano y me quedo paralizado. Un tibio calor comienza a recorrer desde la punta de mis dedos hasta el centro de mi pecho. Su voz todavía resuena en mi cabeza. Sus ojos chocan con los míos y cambian su color oscuro por una dorado intenso. Y me calma, su presencia me tranquiliza.

    -Podes decirme Nat… y soy tu espíritu guardián…

    -¡¿QUE?! ¡¡¿Qué vos, Que?!!- Solté su mano tan rápido como si se tratara de un carbón ardiente y me aleje un poco.

    -Que soy tu Espíritu guardián…- Repitió con impaciencia-, y ha comenzado la prueba para ver si tienes aptitudes de <<Astral>>.

    -¿Astral?- No salgo de mi asombro, todo parece tan irreal.

    -Para resumirlo de forma que lo entiendas- como detesto que la gente me trate como a un nene chiquito,- Son humanos con habilidades sorprendentes.

    Eso me hizo olvidar el comentario anterior y se me formo una sonrisa involuntaria en mi cara.

    -Veo, por el brillo de mis ojos, que te gusto la idea.

    -Obvio (X3) ¡Poderes! ¡Habilidades! ¡Es lo mas!- mi corazón late a mil por segundo; tiraba piñas y patadas al aire, de seguro me veía ridículo pero no lo podía evitar,- ¿dijiste prueba, no? ¿Qué tengo que hacer? ¿Flexiones? ¿Sentadillas? ¿Un examen de lengua, matemáticas o cultura general?

    La cara de Nat se torno sombría y apagada.

    -Vas a tener que derrotar a…- y sin sacar sus ojos de mi, levanto el brazo su brazo izquierdo y señalo el otro lado de la plaza,- …Ese demonio.

    Mi cara perdió toda su expresión al mirar el lugar donde ella indicaba, el suelo rugió y una masa negra se comenzó a levantar del suelo; en fin, mi mundo temblaba y estaba seguro que eso no era lo único que pasaría.

    -¿Y como se supone que derrote esa cosa?- trate de sonar calmado pero ni yo me lo creí. Mi voz aguda y chillona me delato.

    Cruce miradas con ella, estaba divertida.

    -Si una sombra te puso nervioso; te aconsejo mirar otra vez, y tener razones para asustarte- La ultima parte sonó de ultratumba.

    Mi vista recorrió los ojos de Nat, poso por algunos árboles y arbustos inmóviles con algo de rocío… << ¿inmóviles?>>. Y mas allá del arenero y los toboganes, se alzaba una figura negra y aterradora.

    Empecé a sudar gotas, frías caían por mi rostro. Tenía los ojos como platos. Lo único que articulaba eran palabras como <<eehhh>> y <<aahhh>>.

    Sus ojos fueron lo primero que atrajo mi atención: ni sus tres metros de altura lograron atraparme o su pelaje eléctrico. Tampoco sus brazos, capaces de partirme a la mitad en cuanto tuviese la oportunidad. Dos cuernos le salían de la espalda y se curvaban hacia abajo. Me causaron gracia sus piernas flácidas y débiles, o por lo menos eso pensé desde mi punto de vista. Pero sus ojos rojos como la sangre me habían cautivado, se movían hacia arriba y abajo debido a su respiración.

    -¿Preparado para derrotar al <<Velius>>?- Pregunto la Guardiana.

    -¿De donde vino esa Bestia?- retruque.

    -Del mismísimo infierno, o mejor dicho de uno de los infiernos- clave mis ojos tratando de adivinar si me decía la verdad, no mostró ninguna señal de estar exagerando o mintiendo.

    -Alguien allá abajo no me quiere- explaye con la voz entre cortada. El estomago se me contrajo al tamaño de una uva y el sudor volvió a recorrer la frente. La plaza giraba a mí alrededor, por lo que tuve que apoyarme contra un árbol. Inspiraba y exhalaba mas rápido que lo normal.

    -Creo que voy a vomitar- Clave mis rodillas en la tierra mojada, apoye también las manos y enterré los dedos tratando de detener mi mundo.

    Mi entorno se sacudió un poco mas, algo tiro de mi pecho y u sonido retumbo en el lado izquierdo de la cara.

    -¡¡NO TE VAS A ACOBARDAR AHORA!!- gritaba a dos centímetros de mi oido izquierdo.

    -¿Y QUE QUERES QUE HAGA? ¡ESA COSA MIDE TRES METROS!- Le conteste, mientras me sostenía por mis propios medios.

    Su mirada se lleno de ternura y comprensión… lo q me calmo… otra vez…-Quiero que pelees y ganes, además no es que vas a morir… solo olvidaras que todo esto paso…- me dijo mientras apoyaba una mano en el hombro.

    La mire con un poco mas de confianza.

    -Además si las cosas se tornaran feas… yo…- no concluyo la frase.

    -¿Eh?- pregunte desorientado.

    -¿No tienes miedo?- Cambio rápidamente de tema.

    -Podría irme corriendo… Jajaja… pero dudo que sea una opción… hay algún tipo de campo de fuerza rodeando el lugar- Y mire al cielo que parecía mas oscuro.

    -Así que te percataste de eso…- y se rió conmigo.

    -Al principio no, pensé que había parado de llover. Pero después observe más allá del parque y vi que todavía llovía pero lo mas raro es que el sonido de las gotas golpeando contra el suelo, los árboles- señale la vereda de enfrente y después mis oídos-, no llega, al igual que el agua. Repele todo aquello que intente atravesarla, venga de afuera y, probablemente, de adentro.

    Su cara me mostraba sorpresa junto con una pequeña sonrisa- Tienes aptitudes, no las desperdicies- Dice mientras me golpeaba cariñosamente la espalda.

    Un relámpago cruzo el cielo, acompañado de un trueno que hizo temblar la tierra. El <<Velius>>comenzó a moverse…

    -Parece que ha empezado. Mmm… Un tip: “Concéntrate en los cuernos, Son su punto débil…”. Y ¡Éxitos!- Me empujo e inicie mi caminata- ¡Vos podes!- Le muestro el pulgar arriba y corro contra la bestia.
     
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