One-shot de Pokémon - Desde las estrellas.

Desde las estrellas.

Desde lo lejos lo vimos descender. Vimos, como aquello llego desde las estrellas envuelto en un brillo tan profundo como el del sol, acompañado de un estruendo tan grande que cimbro todo el bosque Petalburgo. Un zumbido profundo fue lo que escuchamos después y un flash blanquecino parecido al de las cámaras fotográficas cegó nuestras miradas, sin embargo, aquella sensación se esfumo tan rápido como llego, de un momento a otro nos encontrábamos sumidos nuevamente en la oscuridad del bosque y en el silencio que solo la noche puede dar.

— ¿Que fue Aquello? —pregunto May

— Pareció ser un meteorito —respondió Max

Yo no sabia que decir, no hallaba palabras para poder explicar lo que acababa de suceder y de lo único que estaba seguro en ese momento fue del miedo que recorría cada una de las partes de mi cuerpo. ¿Un meteorito? Tal vez, pero había algo extraño, y es que aquello por mas que lo pensara no se sentía como un meteorito, se sentía como algo más grande, algo más poderoso. Se sentía... como dios pero aquello no era dios, aquello era algo malévolo, algo temible.

— Quizás tengas razón, Max — fueron las primeras palabras que pude articular en ese instante —deberíamos regresar a dormir, ya es algo tarde.

Pero a pesar de mi recomendación ninguno de nosotros se movió y continuamos durante varios segundos mirando hacia aquel gran cráter, hacia el lugar en el que aquello había chocado contra la tierra. Nos miramos los unos a los otros y pude ver en ese instante que May y Max de igual manera guardaban un miedo profundo hacia aquel extraño objeto, fuese lo que fuese no parecía dar una sensación de paz. Sin embargo, por mucho que fuera nuestro temor en aquel momento dentro de nosotros había algo que quería saber de alguna manera que rayos era esa cosa y sabíamos muy bien que no podríamos dormir hasta que lo supiéramos. Era, como si aquello nos estuviera llamando.

— ¿Quieren… averiguar qué es eso?

Maldita sea, no sé cómo pude formular aquella pregunta y no se tampoco por que lo hice, simplemente fue algo instintivo, algo que salió de mí, como si del respirar mas natural de mi vida se tratara. Y aun y cuando mi pregunta sonara completamente estúpida ninguno de mis compañeros se negó, simplemente se limitaron a asentir con un leve movimiento en sus cabezas.

Caminamos cautelosamente hasta aquel gran cráter que aquella cosa había formado en la tierra, en el ambiente el olor a hierba carbonizada penetraba en nuestro olfato y en nuestro rostro las cálidas ondas producto del fuerte choque enrojecían nuestra mejillas. Descendimos por la empinada cuesta hasta llegar al centro de la zona de impacto y fue entonces en ese momento cuando lo vimos. Una extraña criatura muy similar a un pokémon yacía recostada en el suelo. Su cuerpo parecía haber sufrido severos daños y su mirada parecía, ¿Inconsciente?

— ¿Qué pokémon es ese Max? — pregunto temerosa May.

— No creo que sea un pokémon, hermana — respondió Max intentando parecer calmado, aunque su actuación pareció no mas que fingida. El chico estaba asustado tanto o más que nosotros.

Saque mi pokédex y apunte con ella hacia aquel extraño ser pero en la pantalla de mi aparato no aparecía algo mas que no fuera simple y llana estática. Cosa que comprobó la teoría de Max de que aquello fuese lo que fuese no era un pokémon o al menos no uno que haya sido conocido anteriormente. Cruzamos nuestras miradas y respiramos hondo con una coordinación tan precisa que los pokémon de May la envidiarían. Súbitamente, aquel extraño monstruo se puso de pie alargando rápidamente uno de sus tentáculos hacia nosotros. Mis impulsos me obligaron a interponerme entro eso y mis dos amigos, causando que la bestia me alcanzara. Por Arceus, hoy me arrepiento de haber hecho eso. En cuanto el verdusco tentáculo de aquella criatura toco mi cuerpo imágenes con una claridad tan perturbadora que me son imposibles de describir con simples palabras humanas recorrieron mi mente una y otra vez, quedando marcadas cual si fueran cicatrices dentro de mi memoria. Un leve susurro con un más que aterrador mensaje no dejaba descansar a mis oídos. Lentamente perdí mi consciencia, mi mente se vio envuelta dentro de una profunda penumbra aún más oscura que cualquier noche que haya vivido. Solo un pensamiento recorría mi mente en ese instante, ¿Habré muerto?

Desperté agitadamente en el centro pokémon de ciudad Férrica. Mi cuerpo, estaba completamente empapado de sudor y las manos me temblaban arrítmicamente. Recostada en el borde de mi cama se encontraba May, a unos cuantos centímetros de ella Max paso la noche sentado en una incómoda silla de madera y Pikachu parecía haber encontrado reposo dentro de mi gorra que se encontraba en el suelo. No tengo idea de cómo llegamos ahí, ¿Acaso todo fue un sueño? No lo creo, en mi mente aquellas grotescas imágenes aun volvían de vez en cuando y parecían tan vividas, tan reales, tan horribles. Además, aquel inquietante mensaje aún permanecía fresco en mi memoria.

"... los conquistadores vienen... la muerte se acerca, los Deoxys se aproximan"