Kuroko no Basket Desafío... juego de palabras (Two - shot)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por InunoTaisho, 3 Octubre 2017.

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    InunoTaisho

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    Escritora
    Título:
    Desafío... juego de palabras (Two - shot)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    2
     
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    4235
    Desafío… Juego de palabras.



    Basado en el “Kuroko no Basket CD Drama Theater 1st Games” parte 2…

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    Un día normal de clases en Tokio, como cualquier otro día de clases en la Preparatoria Seirin…



    ─ Menos mal que salimos temprano ya que no terminé la tarea de inglés que era para hoy… ─suspiró Kagami Taiga, un alto y pelirrojo muchacho miembro estrella del equipo de baloncesto, poniendo gesto de alivio.


    ─ Aun no me explico porque eres pésimo en inglés dado que viviste muchos años en América, Kagami – kun ─observó Kuroko Tetsuya, su compañero de grupo y también su apoyo en el equipo.



    Este menudo joven de cabellera azulada también era conocido como el “Sexto hombre fantasma” de la “Generación de los milagros”, un definido grupo de muchachos prodigio del basquetbol en sus tiempos de secundaria. Pero aquí no trataremos la historia de ellos, aunque sí tienen mucho que ver en la amistad de Kuroko con Kagami.



    ─ Bueno, no es lo mismo escribir del inglés al japonés que del japonés al inglés… las reglas ortográficas de los kanjis son tan complicadas ─le rezongó Kagami a la defensiva torciendo un poco el gesto.


    ─ Menos mal que tus calificaciones en el “speaking” son excelentes o sí no es seguro que reprobarías, y entonces la entrenadora se enojaría contigo castigándote de una manera cruel ─detalló su interlocutor encogiéndose levemente de hombros.


    ─ Y que lo digas… ─por lo que el pelirrojo tembló ligeramente de sólo pensar en esa posibilidad tan aterradora.


    ─ Pero por ahora no tienes de que preocuparte, Kagami – kun, y mejor vamos a pasar un buen rato en el parque de diversiones cercano ─sugirió Kuroko dibujando una breve sonrisa. Un momento relax entre amigos no les caería nada mal después de todo.


    ─ Oi… eso suena bien, Kuroko ─por lo que Kagami no dudó en aceptar debido a que su olfato había percibido el delicioso aroma de los bocadillos y ya tenía hambre.



    Prontamente nos encontramos a los muchachos en uno de los puestos de hamburguesas tomando un ligero tentempié… en el caso de Kuroko, quien bebía un batido de vainilla tamaño pequeño mientras observaba como Kagami se tragaba unas veinte hamburguesas sin nada de cuidado.



    ─ Si sigues comiendo así es posible que engordes como un cerdo, Kagami – kun ─comentó con algo de indiferencia ya que en realidad no le sorprendía demasiado el verlo comer así.


    ─ Y tú deberías comer un poco más o posiblemente mueras en uno de los brutales entrenamientos de la entrenadora ─le rezongó el aludido con la boca llena de hamburguesa.


    ─ Aunque no lo parezca no soy tan débil… ─señaló Kuroko minimizando el hecho al sorber un poco más de su batido de vainilla.


    ─ Si tú lo dices… ─admitió el pelirrojo poniendo los ojos en blanco por un segundo antes de comer su última hamburguesa.



    Casi de inmediato escucharon detrás de ellos una voz masculina un tanto aguda que los saludó efusivamente.



    ─ ¡Ya sabía que los encontraría aquí, Kagamicchi… Kurokocchi…! ─el dueño de esa voz era un muchacho rubio de buena estatura y agraciado aspecto de modelo.



    Este buen mozo, Kise Ryōta, también había formado parte de la “Generación de los milagros” por lo que era conocido y rival de ellos en el juego de basquetbol. Por lo demás y al parecer los consideraba como unos buenos amigos.



    ─ Buenas tardes, Kise – kun ─Kuroko correspondió el saludo de forma por demás educada sin alterarse ni un ápice.


    ─ ¡Kise, tú!, ¿qué diablos estás haciendo aquí? ─no así Kagami, quien casi se atraganta con la hamburguesa ante la desagradable sorpresa.


    ─ Cálmate, Kagamicchi, como salimos temprano de clases vine a la agencia de modelos que está cerca de aquí para reorganizar mi agenda… ─se explicó Kise sin dejar de sonreír, y se sentó a su lado sin que le hubieran invitado a hacerlo─. ¿No les parece que el destino nos ha unido? ─agregó a continuación con voz de felicidad.



    Ninguno de los dos le contestó y se dedicaron a terminar lo suyo, aunque eso no pareció amedrentar al rubio quien se mantuvo ahí con su sonrisa alegre y despreocupada. En menos de dos minutos Kagami terminó de devorar la hamburguesa teniendo la delicadeza de limpiarse con una servilleta.



    ─ Y ahora que Kagamicchi ha terminado de comer, ¿por qué no vamos a dar una vuelta por el parque? ─sugirió Kise al segundo.


    ─ ¿Y por qué tendríamos que pasear contigo? ─el pelirrojo no dudó en resoplar su disgusto.


    ─ Vamos, Kagami – kun, no veo nada de malo en pasear juntos los tres si de todos modos pensábamos hacerlo… ─dijo Kuroko mostrándose de acuerdo con el rubio─. Además me parecería algo lamentable el que Kise – kun tenga que pasear por el parque sin nadie que le acompañe ─añadió con leve complacencia.


    ─ Oh, no tienes que preocuparte por eso, Kurokocchi… generalmente cuando ando solo por la calle siempre encuentro alguna linda chica que me pide pasar el tiempo a su lado… ─el rubio soltó una pequeña risa echando levemente el cabello para atrás con un movimiento de la mano, dándose sus aires de donjuán conquistador.


    ─… ese comentario realmente me molesta, en serio… ─mencionó Kagami lanzándole al momento una mirada de total indignación.


    ─… el sentimiento es mutuo, Kagami – kun… ─añadió el de pelo azul torciendo un poco el gesto, mirando a su vez al rubio como si tuviera ganas de arrojarle algo en la cara.


    ─… ¿Eh, tú también, Kurokocchi?... ─eso hizo que Kise se atemorizará un poco encogiéndose en la silla.



    La tensión se prolongó por lo menos un minuto. Aunque de hecho Kuroko recuperó la tranquilidad y el aspecto antes de ese tiempo, sorbiendo una vez más de su batido de vainilla mientras esperaba la reacción de Kagami.



    ─… ─”este tipo realmente me enferma, pero…” pensaba el pelirrojo sin dejar de mirar al rubio con irritación, y sin embargo terminó por soltar un suspiro de resignación─… Está bien, vayamos a pasear todos juntos… ─resopló fuertemente levantándose de la silla para ponerse su mochila al hombro.


    ─… ─”sí que da miedo cuando te mira de esa forma” meditó Kise disimulando su alivio, poniéndose también de pie después de Kuroko.



    Los tres salieron del pequeño local de hamburguesas caminando el primer tramo sin una dirección fija. Prontamente aminoraron el paso para definir lo que harían primero.



    ─ Entonces… ¿qué crees que deberíamos hacer ahora, Kagami – kun? ─fue la interrogante de Kuroko dirigiéndose educadamente a su amigo y compañero a la vez que lo miraba con disimulado interés.


    ─ Cualquier cosa que no sea demasiado movida e intensa ya que acabo de comer… ─dijo el aludido sobándose un poco el estómago a la vez que se estiraba con leve indolencia a manera de desentumirse.


    ─… algo que no sea muy intenso… ─meditó el de pelo azul con aire pensativo.


    ─ Pues lo mejor que podemos hacer es ir para allá… ─intervino Kise y al momento arrastró con él a Kuroko tomándolo con algo de cuidado por la parte de atrás del uniforme, dirigiéndose a un local cercano cuyo letrero estaba iluminado con luces neón. Eso hizo que Kagami corriera un poco tras ellos dado que fue tomado por sorpresa.


    ─ ¡Oi, Kise!, ¿a dónde te llevas a Kuroko? ─le reclamó enfadado.


    ─ ¡Ta – daan!, ¡este el mejor local de juegos del área, “La Esquina del Juego”! ─dijo efusivamente el rubio al ritmo de la música de fondo señalando el dichoso anuncio con el nombre del negocio─. Kurokocchi, aún recuerdo que eras muy bueno en el juego de la grúa… siempre ganabas lo que querías ─agregó un poco más emocionado mirando a su amigo con los dorados ojos brillantes.


    ─ ¿Eso es en serio, de verdad? ─resopló el pelirrojo al alcanzarles.


    ─ Claro, soy un gran aficionado a eso, Kagami - kun… mira, de hecho ya he ganado algo ─reconoció el más pequeño y al instante le mostró el diminuto juguete que había sacado con la grúa.


    ─… ¿¡pero qué… cuándo…?! ─lo que hizo que Kagami se mostrará sorprendido abriendo los ojos casi en su totalidad.


    ─… Wow… tan rápido como siempre, Kurokocchi… ─dijo Kise más que complacido por la gran hazaña de su amigo.


    ─ ¿De verdad te lo parece, Kise – kun? ─preguntó Kuroko sin ninguna presunción.


    ─ Eso es impresionante, Kuroko… yo nunca he podido ganar nada en la grúa ─se explicó el pelirrojo un tanto apenado por su falta de pericia.


    ─ Eso es bastante simple si sabes el truco, Kagami – kun ─comentó el de pelo azul encogiéndose levemente de hombros en tanto guardaba el juguetito en el interior de su morral.


    ─… ¿y podrías enseñarme cómo hacerlo? ─Kagami pareció emocionarse ante la perspectiva de poderle ganar por fin al armatoste ese que era un dolor de cabeza.


    ─ De acuerdo… será más fácil de explicar mientras lo intentas así que, ¿por qué no sacas ese tigre de peluche que está ahí en la esquina? ─sin dudarlo Kuroko se dispuso a la lección de manera práctica, acercándose con Kagami y Kise a la máquina más cercana que se encontraba repleta de muñecos de peluche.



    Ni tardo ni perezoso Kagami depositó la cantidad de monedas correspondientes para que la máquina se activara encendiendo las luces y emitiendo característico sonido musical de este tipo de juegos.



    ─… Entonces… ¿y ahora qué? ─dijo a continuación adquiriendo la pose del jugador habitual de la grúa.


    ─ Observa cuidadosamente el tigre… ─señaló Kuroko con seriedad haciéndole las indicaciones correspondientes─… si puedes conseguirlo con el brazo de la grúa del centro a la derecha por encima de su nariz debe ser perfecto.


    ─… así que… por encima de su nariz… ─el pelirrojo centró su concentración siguiendo las palabras de su amigo en tanto el rubio se abstuvo de respirar por unos segundos para no distraerle─… bueno, debe ser aquí… ─masculló entre dientes dirigiendo el brazo de la grúa en la dirección adecuada.


    ─ Vas muy bien, Kagami – kun ─Kuroko le dio ánimo sin levantar la voz.


    ─… no te detengas, Kagamicchi… ─y Kise no pudo evitar echarle porras con voz ahogada.



    Kagami sudaba levemente por el esfuerzo de mantenerse tranquilo y concentrado para “atrapar” al tigre, e inmediatamente, después de haberlo conseguido, el no soltarlo hasta llevarlo a la salida a través del “pozo” hecho para tal fin.



    ─ ¡Sí, lo tengo! ─exclamó con alegría en cuanto el muñeco salió de la cabina deslizándose por el “pozo”, tomándolo de inmediato para asegurarse que era real.


    ─ ¡Eso fue genial, Kagamicchi! ─le felicitó Kise dándole unas palmadas afectuosas en el hombro mientras los ojos de Kagami brillaban de la emoción.


    ─ ¡Guau!... digo, ¡wow, de verdad lo he conseguido! ─el aludido tenía gesto absorto admirando su nuevo tesoro.


    ─ ¡Hola, hola!... ¿se puede saber a qué se debe toda la emoción? ─en ese momento escucharon una conocida voz masculina bastante relajada acercándose a su lado, por ello volvieron la vista para ver a su dueño.


    ─ ¡Mira esto, acabo de…! ─Kagami no dudó en mostrarle al recién llegado el resultado de su gran hazaña pero se quedó perplejo al reconocerlo─… Oi, un momento, ¿qué tú no eres Takao de Shutoku? ─le cuestionó de inmediato mudando el gesto.


    ─ Ese soy yo… ─respondió el aludido con el semblante alegre y sosegado. Él es un joven de cabellera negra y estatura un poco arriba de la media que también juega basquetbol en el equipo de una prestigiosa escuela.


    ─ Es un gusto verte, Takao – kun ─Kuroko le saludó educadamente como acostumbra sin mostrarse sorprendido por encontrarle ahí.


    ─ ¿Y dónde dejaste a Midorimacchi? ─le preguntó Kise un tanto confundido por verlo solo, volviendo la vista hacia todos lados.


    ─… es mejor que no lo convoques… ─susurró el moreno acercándosele para hablarle casi al oído.


    ─… mph, debí suponer quien era el que armaba todo este escándalo… ─ya que al segundo se apersonó ante ellos un joven bastante alto de cabellera que hacía juego con sus verdes pupilas un tanto ocultas tras unas ligeras gafas de montura cuadrada en color negro, lanzándole al pelirrojo una mirada de desagrado.


    ─ ¡Es Midorima! ─resopló Kagami con un poco de incomodidad.



    Midorima Shintarō, otro miembro de la conocida “Generación de los milagros”, parecía no tener una relación tan buena con Kagami como la que tenía Kise, y por lo que podía verse el sentimiento era correspondido ya que el señalado le observaba con bastante recelo.



    ─ ¡Es cierto, Midorimacchi, cuánto tiempo sin verte! ─dijo Kise regalándole una sonrisita algo tonta.


    ─ Muy buenas tardes para ti también, Midorima – kun ─el saludo de Kuroko fue por demás respetuoso.


    ─… ese Shin – chan… ─masculló por su parte Takao por lo bajo, aguantándose las ganas de reír ante el gesto tan serio y circunspecto de su compañero de escuela, de grupo y de equipo.


    ─ Esto no me deja duda de que sólo eres un alborotador, Kagami… ─el aludido se hizo el desentendido de los saludos acomodándose las gafas con algo de presunción.


    ─ Mejor cállate que no es asunto tuyo el que yo haga escándalo para celebrar el haber ganado algo… ─resopló el acusado con una especie de gruñido ofendido.


    ─ Por cierto, Midorima – kun, ¿qué estás haciendo en un lugar como éste? ─le cuestionó Kuroko con su acostumbrada amabilidad sin mostrar demasiado interés por saberlo.


    ─ Eso debería ser obvio hasta para ustedes, Kuroko… estoy buscando mi “Lucky ítem” del día… Nanodayo ─externó el de pelo verde lanzándole una elocuente miradita cuyo significado podría traducirse como “ignorantes”.


    ─ ¿Y cuál es tu “Lucky ítem” para hoy, Midorimacchi? ─le interrogó Kise parpadeando desconcertado.


    ─ Un tigre de peluche comiendo taiyaki ─contestó Midorima de forma grave y Takao ya no pudo contenerse soltando una carcajada burlona─ ¿Qué es lo que te parece tan gracioso, Takao? ─por lo que se volvió a mirarle un tanto amenazante.


    ─ Nada… nada, Shin –chan… no te enojes… ─respondió éste tapándose la boca con ambas manos lagrimeando un poco. Definitivamente todo era más hilarante cuando se cruzaban con algún otro miembro de la “Generación de los milagros”, por ello no podía evitar el divertirse a las costillas de su camarada.


    ─ ¿Un tigre de peluche comiendo taiyaki? ─la pregunta de Kuroko le salvó el pellejo a Takao ya que Midorima retornó su atención nuevamente al tema en cuestión.


    ─ Eso es correcto… si Oha – asa dice que debe ser un tigre es porque debe ser un tigre y ninguna otra cosa puede sustituirlo. Y todavía no he encontrado el adecuado ─afirmó el de pelo verde volviendo a reacomodarse las gafas dándose sus aires de sabihondo. Una de sus curiosidades es ser fiel seguidor de las predicciones y sugerencias del mencionado horóscopo en cuestión, lo que a veces lo hace vulnerable a lo que él llama “mala suerte”.


    ─ De hecho ya le tenía preparado un gato atigrado comiendo taiyaki en cuanto me lo pidió, y casi me lo lanza… ─intervino el sonriente Takao proporcionando mayor información sobre el asunto─… más bien dicho sí me lo lanzaste en la cabeza, Shin – chan ─agregó poniendo gesto de breve disgusto recordando el suceso reciente─. Aún no me queda claro cómo es que tus tiros nunca fallan ─añadió algo asombrado sobándose el sitio donde había recibido el golpe del peluche.


    ─ Es porque nunca fallan, Takao, métete bien eso en la cabeza… Nanodayo ─respondió Midorima minimizando el comentario sin dejar su aire de presunción.


    ─… bueno, el haber conseguido un gato atigrado ya es bastante impresionante… ─murmuró Kise con la boca levemente abierta del aturdimiento.


    ─… mmm… me pareció haber visto un tigre de peluche comiendo taiyaki… pero no sé… ─Kagami se atrevió a expresar su opinión poniendo gesto de hombre pensador. Y no es porque Midorima le cayera la mar de bien pero era mejor ayudarle a tener que soportarlo de cerca.


    ─ ¿¡Qué!?, ¿es cierto lo qué dices, Kagami? ─por lo que éste se mostró interesado y casi se le va encima en actitud de ruego.


    ─ Sí, sólo que no recuerdo… ─agregó el pelirrojo sin dejar de meditar.


    ─ Kagami – kun, ¿no lo que tienes en la mano es un tigre de peluche comiendo taiyaki? ─observó el buen Kuroko señalando el juguete en cuestión manteniendo el semblante ecuánime.


    ─ ¡Oh, es cierto! ─y al parecer Kagami no había examinado bien su premio por lo que se sorprendió al comprobar la verdad en las palabras de su amigo abriendo los ojos como platos.


    ─… aa… ah, ese juguete que traes en la mano de verdad es… ─Midorima le señaló con un dedo tembloroso, también sin poder creer lo que sus ojos veían.


    ─ Sí, es un tigre de peluche comiendo taiyaki ─confirmó Kise con una sonrisita tímida y apenada sabiendo lo que eso significaría.


    ─… quién lo diría… ─susurró Takao encantado con la situación.


    ─ ¡Kagami!, ¿de dónde sacaste eso? ─fue el cuestionamiento del de pelo verde mirando al nombrado de forma un tanto autoritaria.


    ─ De la grúa que está allá ─el pelirrojo torció un poco el gesto ante esa descortesía por lo que el joven de pelo azul se tomó la molestia de responder señalando el juego en cuestión.


    ─ Bien, entonces sólo tengo que apresurarme y… ─inmediatamente el de gafas se encaminó hacia el armatoste pero se encontró con un cuadro lamentable para su causa─… ¡no es posible, ya no queda ninguno! ─señaló levemente irritado y contrariado porque su suerte podría cambiar de forma negativa en cualquier momento.


    ─ ¿Cómo que no hay? Yo veo varios desde aquí ─los demás le habían seguido y el rubio le hizo la observación sin querer sonar grosero.


    ─ ¿Acaso estás ciego, Kise? Mira bien lo que esos tigres tienen en la boca… ─obviamente que Midorima no estaba de humor así que le hizo el cuestionamiento de forma un tanto áspera después de poner los ojos momentáneamente en blanco para expresar su disgusto.


    ─… ¿qué?... ah… vamos a ver… ese tigre está comiendo… ikayaki… y ese de allá… yakitori… y ese otro… ¿edamame?... ─el aludido observó detenidamente a través del cristal de la caja y se sorprendió al constatar que su amigo había visto en menos de un segundo cada detalle de los tigres.


    ─... Y esto se pondrá más interesante… ─Takao se encontraba algo atrás para contener la risa. Siempre que Kagami y Midorima se veían se lanzaban miradas amenazantes deseándose lo peor, lo que al moreno le causaba bastante gracia porque, por más que se dijeran cosas, al final siempre terminaban sin hacerse daño considerable.


    ─ Al parecer no queda ninguno con taiyaki… ─mencionó Kuroko una vez más sin parecer desilusionado.


    ─ Esperen un momento, ¿qué no todos esos aperitivos se acompañan con sake?... ¿pues qué pasa con estos tigres? ─Kagami puso cara de “¡WTF!” al escuchar todos esos nombres de platillos tan exóticos intrigado por la coincidencia.


    ─ Él es “Tiger – san, el gran bebedor” serie tres… y muy pocos de la versión “taiyaki” fueron producidos lo que lo hace un objeto de valor… Nanodayo ─le explicó Midorima a Kagami reacomodándose nuevamente las gafas con aire petulante─. Después de obtener la información necesaria sobre donde conseguirlo es que vine aquí, el último lugar que los tenía ─agregó.


    ─… y Kagami – kun ganó el último de esos tigres de colección… ─adicionó Kuroko en voz un poco baja mirando al de pelo verde con una mirada que podría interpretarse como de leve pena por su mala suerte.


    ─ Para que lo sepas no pienso entregarte el tigre ya que es la primera cosa que gano en el juego de la grúa y me costó mucho trabajo ─Kagami no se lo pensó tanto y le hizo la puntualización a Midorima lanzándole una de sus mejores miradas retadoras en tanto ocultaba el muñeco tras de sí.


    ─ Pero eso pone a Midorima – kun en una situación algo complicada… ─comentó el de pelo azul mostrándose está vez del lado de su antiguo camarada, dado que no le gustaría que le pasara algo grave por la falta de su “Lucky ítem”.


    ─ ¡Mph!, no estoy interesado en depender de alguien como Kagami, así que seguiré buscando por mi cuenta ─pero lógicamente que Midorima prefería morirse antes que consentir que su vida y su suerte estuvieran en manos de Kagami.


    ─ Espera un momento, Shin – chan, acabas de mencionar que este es el último lugar donde podrías encontrar el tigre que andas buscando ─mencionó Takao en ese momento intentando hacer entrar en razón a su compañero, ya que no era su intención el irse tan pronto y perderse la diversión de ver arder su mundo─, por lo tanto no creo que lo encontremos en otro lado ─agregó a modo de explicación.


    ─ Takao - kun tiene razón, Midorimacchi, ¿por qué no dejan la búsqueda para después y se unen a nosotros para que todos disfrutemos de las atracciones del parque? ─Kise le secundó ya que tampoco quería que su antiguo camarada se fuera antes de pasar un momento juntos, como en aquellos buenos tiempos de secundaria cuando terminaban la práctica de basquetbol e iban a comer helados.


    ─ Yo vivo mi vida haciendo lo que me corresponde para tener éxito, Kise, así que no voy a perder mi tiempo en tonterías… Nanodayo ─replicó el de pelo verde ajustándose las gafas una vez más.


    ─ Anda, Midorimacchi, a pesar de que casi no nos vemos… eso sí es un desperdicio de tiempo ─el rubio hizo un gesto de puchero como si tuviera ganas de llorar ante la negativa.


    ─… ─pero evidentemente que el moreno no se daría por vencido tan fácilmente. De alguna u otra manera conseguiría que su colega aceptara pasar más tiempo con los demás─. ¡Oigan, tengo una brillante idea!, ¿por qué no hacemos una competencia para ver quién se queda con el tigre? ─dijo sonriente a modo de sugerencia esperando a que Midorima mordiera el anzuelo.


    ─ ¿Qué? ─y tal como imaginaba éste se mostró interesado por la nueva perspectiva que podría tomar el asunto.


    ─ ¡Oi!, ¿de dónde sacaste esa idea tan tonta? ─pero Kagami no estaba dispuesto a “donar” su muñeco para una “noble” causa, mucho menos si la dichosa causa tenía el nombre de “El Lucky ítem de Midorima”.


    ─ Vamos, vamos, Kagamicchi, de todos modos pensábamos divertirnos juntos en el parque, así que yo no le veo nada malo ─dijo Kise más que complacido dedicándole a Takao un disimulado guiño cómplice al tiempo que palmeaba la espalda del pelirrojo para apaciguarlo.


    ─ Mi sugerencia es que Kagami y Kuroko sean un equipo como corresponde por ser miembros de Seirin mientras que tú puedes hacer equipo con Shin – chan, Kise ─fue el siguiente comentario de Takao dirigiéndose al rubio con amabilidad.


    ─ ¿Y tú que harás, Takao – kun? ─le interrogó éste mirándolo con algo de duda.


    ─ Lo más justo es que yo sea el juez imparcial ─respondió el moreno como si nada─. Así que la competencia será en nuestro recorrido por el parque y el equipo que complete los retos se quedará con el famoso tigre comiendo taiyaki ─agregó un tanto teatral.


    ─ ¡No decidan todo por ustedes! ─rezongó Kagami mirándolos con enfado.


    ─ Yo estoy de acuerdo con eso… ─dijo por fin Kuroko mostrándose levemente interesado.


    ─ ¡Oi, Kuroko! ─por lo que su compañero lo quedó mirando con gesto de contrariedad. Después de que le había ayudado a obtener el muñeco ahora lo traicionaba de esa forma.


    ─ Está puede ser una oportunidad perfecta para nosotros, Kagami – kun… ─el menudo joven se le acercó para hablarle muy bajo a manera de explicarle sus razones.


    ─… ¿y para qué…? ─le preguntó su amigo intrigado haciendo un esfuerzo por no elevar su propia voz.


    ─… si puedo observar por más tiempo a Kise – kun y a Midorima – kun creo que podré mejorar mi “Misdirection” ─agregó Kuroko con seguridad.


    ─… ¿es en serio?... ─el pelirrojo no pareció muy convencido de su dicho.


    ─… por supuesto que sí, Kagami – kun… ─afirmó el de pelo azul con un breve movimiento de cabeza mirándolo directamente a los ojos.


    ─… ¿estás completamente seguro de lo que dices?... ─el aludido siguió sin darle crédito a su compañero, lanzándoles una leve mirada de desconfianza a sus acompañantes.


    ─ Tú sólo confía en mí, Kagami – kun… ─puntualizó Kuroko sin pestañear.


    ─… ¡Argh, está bien, maldita sea, vamos a hacer eso! ─así que Kagami levantó la voz para hacerse oír por los demás.


    ─ ¡Ese es el espíritu, Kagamicchi! ─recibiendo la aprobación de Kise con un pulgar en alto─ ¿Y tú qué dices, Midorimacchi? ─volviéndose inmediatamente hacia el de pelo verde para hacerle la pregunta obligada.


    ─ ¿Por qué no? Si vamos a tener una competencia me encargaré de aplastarte con todas mis fuerzas, Kagami ─respondió éste mirando retadoramente al pelirrojo al tiempo que se reacomodaba las gafas por enésima vez en el día.


    ─ ¡Ja!, esa es mi línea, Midorima ─y el señalado le correspondió de igual manera echando chispas por los ojos. Casi podía escucharse una melodía épica rodeándolos para hacerlos destacar.


    ─ No se necesita de mucho para sacar tu espíritu competitivo, Kagami – kun… ─murmuró Kuroko con leve desinterés en tanto se bebía un segundo batido de vainilla sacado de no sabemos dónde.


    ─… Bueno, ahora me pregunto cuál podría ser nuestro primer concurso… ─mencionó el buen Takao buscando con la mirada el lugar adecuado por dónde comenzar la apuesta.


    ─ En ese caso, ¡les tengo una gran sugerencia! ─detrás de ellos escucharon una voz femenina que hizo que Kagami y Kuroko se sobresaltarán un poco ya que nunca imaginaron que ella frecuentaría un lugar como ese.










    Nota: el final lo tendré listo en el siguiente capítulo, así que espero les haya divertido y no se aburran hasta terminar.


    Disclaimer: Aquí se respetan derechos de autor, reconociendo la gran versatilidad de Tadatoshi Fujimaki, el creador de la idea en el manga, y a sus socios que lo adaptaron en la animación.
     
    Última edición: 20 Octubre 2017
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    Desafío… Juego de palabras (2).


    Previamente…

    ─ En ese caso, ¡les tengo una gran sugerencia! ─detrás de ellos escucharon una voz femenina que hizo que Kagami y Kuroko se sobresaltarán un poco porque nunca imaginaron que ella frecuentaría un lugar como ese.


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    ─ ¡Entrenadora! ─exclamó Kagami atragantándose un poco con su saliva.



    La recién llegada era la entrenadora del equipo de Seirin, una joven de segundo curso llamada Aida Riko. Pero no venía sola…



    ─ No sólo se trata de la entrenadora… ─detrás de ella se presentaron otros dos jóvenes más. Uno de ellos alto, serio y con gafas de fina montura levemente ovalada, y el otro un poco más bajo de sonrisa abierta.


    ─ ¡Son los senpais de Seirin! ─dijeron Kise y Takao de forma levemente respetuosa, y Midorima sólo hizo una breve inclinación hacia ellos.


    ─ ¿Hyūga – senpai e Izuki – senpai…? ─preguntó Kuroko con bastante educación y tacto para no sonar grosero, sorprendido también por ver ahí a sus senpais de escuela y equipo, el capitán escolta y el armador respectivamente.


    ─ Nosotros también tenemos derecho a divertirnos, chicos… ─respondió Izuki con su franca sonrisa y voz amable para que se relajaran─. De hecho no pudimos evitar escucharlos cuando entramos aquí para probar nuestra suerte en la grúa ─agregó.


    ─ ¡Y por eso se me ocurrió algo muy interesante para ayudarles en su concurso! ─ aclaró la joven más que sonriente y emocionada.


    ─ Bueno, si de todos modos íbamos a pasar el tiempo en el parque nada mejor que aprovecharlo al máximo con una competencia ─señaló Kise mostrándose de acuerdo.


    ─ No tengo la menor intención de perder mi tiempo nada más por el hecho de perderlo… Nanodayo ─fue la puntualización de Midorima para indicar que él no estaba ahí por estar.


    ─ Casualmente yo tampoco… ─añadió rápidamente Kagami y ambos volvieron a mirarse retadoramente envueltos en un aura electrizante.


    ─… increíblemente están demasiado entusiasmados con la batalla por un animal de peluche, ¿no lo creen así?... ─les dijo Hyūga a sus compañeros empleando un tono de voz bajo en tanto una gota anime adornaba su frente, demostrando así su bochorno por la situación.


    ─… ¡ese es el espíritu, que los jóvenes muestren su pasión en todo lo que hacen! ─pero Riko no parecía preocupada, antes bien no ocultaba su satisfacción por ver a muchachos tan competitivos que los ojos le brillaban de felicidad.


    ─… ya escuchaste, Hyūga, tienes que mostrarle tu pasión y ganarás su corazón… ─ese lapsus fue aprovechado por Izuki para hacerle a su capitán una sugerencia con respecto a la muchacha, dándole un leve codazo a la altura de las costillas.


    ─ ¿De qué diablos estás hablando, Izuki? ─le respondió éste un poco contrariado sin levantar la voz, lanzándole una significativa mirada de “¡ya me las pagarás!”.


    ─ ¡Muy bien, equipos, nosotros les podemos dar su primer concurso! ─afortunadamente ella estaba tan ensimismada en el asunto de la apuesta que no se percató de ese cruce de palabras, dirigiéndose a los otros muchachos como sólo una entrenadora de basquetbol lo puede hacer.


    ─ ¡Eso será de gran ayuda! ─respondió Takao con visible alivio puesto que todavía no se le había ocurrido nada interesante para el primer desafío.


    ─ Sí, háganlo por favor ─agregó Kuroko más respetuosamente inclinándose brevemente hacia los recién llegados.


    ─ ¿Y de qué se trataría? ─dijo a su vez Kagami intentando sonar educado ya que aún le costaba mucho la formalidad tradicional hacia aquellos de grupos superiores.


    ─ Bien, pues el primer concurso será… ¡una competencia de juego de palabras! ─exclamó la joven con entusiasmo y seguridad sin dejar de sonreír abiertamente.



    Todos los competidores se quedaron pasmados por un segundo ante semejante propuesta.



    ─… ¿Un juego…? ─Kise parpadeó en repetidas ocasiones… ¿habían oído bien?


    ─… ¿…de palabras?... ─Midorima terminó el cuestionamiento antes de recuperar el semblante que suele tener, de formal seriedad.


    ─ ¡Así es, ustedes presentaran sus mejores, maravillosos y divertidos juegos de palabras a nuestro armador de equipo y experto en el tema, Izuki – kun! ─Riko no se desanimó por esa muestra de poco entendimiento y continuó su explicación─. ¡Y el equipo que obtenga el mejor puntaje ganará el primer reto!


    ─… pero… eso no tiene nada que ver con el parque de diversiones, ¿verdad?… ─le preguntó el rubio muy confundido ya que esperaba una prueba más temeraria, como dar veinte vueltas en los caballitos o algo por el estilo.


    ─ ¡Claro qué no, pero esto nos pareció más divertido e interesante para empezar la competencia! ─respondió la muchacha sin nada de vergüenza.


    ─… ya veo… ─susurró el joven con cara de aturdimiento.


    ─ Deja de pensarlo tanto, Kise - kun, ante todo se trata de pasarlo bien todos juntos ─le dijo Takao dándole unas palmadas amistosas en el hombro mostrando su aprobación por la sugerencia.


    ─ ¡No se diga más!... ─intervino el amable Izuki dándose un poco de importancia─. Ahora por favor enséñenme unos buenos juegos de palabras para hacer esto más interesante ─añadió.


    ─ Pueden empezar cuando estén listos… y recuerden, es sólo un juego de palabras por cada uno de ustedes ─complementó Hyūga hablando en modo capitán.



    Los integrantes de ambos equipos se miraron entre ellos para definir su turno antes de decidirse.



    ─ Yo voy primero… ─le dijo Kagami a Kuroko con total seguridad.


    ─ ¿Estás seguro, Kagami – kun? ─fue la interrogante del de pelo azul mirando a su compañero sin mostrar emoción alguna, aunque sí un poco de preocupación puesto que está al tanto de las pésimas notas de éste en Lengua japonesa.


    ─ Seguro… el que ataca primero tiene más posibilidades de vencer… ─más el pelirrojo no le prestó importancia a ese detalle y dio un paso adelante tomando la iniciativa─. ¡Aquí voy, Izuki – senpai! ─dijo en voz más alta presentándose a sus superiores.


    ─ ¡Muy bien, sorpréndeme ahora, Kagami! ─respondió el nombrado sin dejar de sonreír con amabilidad.


    ─ “¡El mono hace monadas!” ─exclamó el pelirrojo con la voz fuerte y clara destellando confianza en su éxito.


    ─… ─pero sus palabras no causaron el mismo efecto en sus senpais. De hecho todos ellos lo quedaron mirando con una mueca de incredulidad en el rostro.



    Kuroko se golpeó leve y discretamente en la frente porque ya sabía que algo así pasaría, Kise se veía tan confundido como los mayores, Takao no sabía si llorar o reír primero, y Midorima… se reacomodó los lentes mientras ponía los ojos brevemente en blanco a modo de expresar su fastidio.



    ─… ¿eh?... ─por fin reaccionó Izuki y sólo alcanzó a lanzar un monosílabo.


    ─… eto… Kagami, ¿cómo puedes llamarle a eso un juego de palabras? ─fue la pregunta de Hyūga mirándolo con leve desconfianza.


    ─ ¿Eh?... bueno, es obvio… hay un mono y entonces el mono hace lo que un mono hace porque… porque es un mono… ─el señalado trató de explicarse mostrando la lógica del dicho.


    ─… ¿es eso?... ─Izuki no pareció nada convencido mirándose aún azorado.


    ─… En serio, Kagami - kun, ¿sí sabes lo que es un juego de palabras? ─dijo Riko externando su desencanto. ¿Por qué la estrella de su equipo tenía que ser un muchacho tan bobo?


    ─… ¡Claro que sí!... las palabras que van juntas en una cadena suenan igual, ¿no?… ─respondió el pelirrojo intentando sonar aún educado, aunque se veía algo desesperado porque no le hubieran entendido.


    ─… bueno, básicamente si pero… ─la muchacha se mostró un tanto indecisa para dar una respuesta contundente, e inmediatamente le dio la vuelta al asunto dirigiéndose hacia su compañero─… Bueno, Izuki – kun, ¿cuál es el veredicto?


    ─ Cero puntos… ─declaró el mencionado recuperándose, y miró a Kagami con algo de pena.


    ─ ¿¡Eehh!?, ¿por qué? ─dijo éste poniendo gesto de contrariedad.


    ─… Lo siento de verdad, Kagami, pero sería difícil explicarte para que me entendieras así que… mejor paso ─respondió Izuki con una risita un poco tonta.



    En tanto Kise y Midorima aprovecharon el momento para afinar detalles de su participación.



    ─ ¡Esto está saliendo a nuestro favor, Midorimacchi! ─dijo el rubio en voz baja con una sonrisita traviesa dibujada en el rostro, disfrutando lo que podría ser su eminente victoria.


    ─ Por supuesto, y me gusta la forma en que la que se ha dado… ─reconoció el de pelo verde sin ocultar una breve mueca de satisfacción─. ¡Es tu turno, Kise, ve y dales el golpe final… Nanodayo! ─agregó en voz de mando en un tono más alto para que los demás le escucharan.


    ─ ¡OK, dalo por hecho!... ─así que el joven modelo se adelantó hacia los superiores─. ¡Ahora me toca a mí, senpais! ─les dijo mostrando toda su emoción y confianza.


    ─ ¡Muy bien, Kise – kun! ─respondió Riko igual de emocionada esperando escuchar algo mejor.


    ─… aquí voy… ─murmuró el muchacho tomando una bocanada de aire─… “¡Esa soda se ve muy sabrosa!” ─recitó en voz alta.



    Hyūga y Riko le miraron con incredulidad pero Izuki dijo:



    ─ ¡Sí, eso está muy bien!


    ─… ¿ah?... ─la joven le miró sobresaltándose un poco─… ¿ese es nivel que estás buscando? ─le preguntó azorada.


    ─ Oi, Izuki, deberías ser más estricto en tu juicio… ─observó Hyūga.


    ─ Oigan, oigan, senpais, creo que no está bien discutir las decisiones del juez imparcial… ─intervino Takao muy sonriente disfrutando el show.


    ─ Takao tiene razón, Hyūga, incluso a ese bajo nivel Kise está en primer lugar por ahora ─reafirmó Izuki mirando a su capitán con una sonrisa amistosa, dándole a entender que no tenía que tomárselo muy a pecho.


    ─ ¡Qué bien! ─y el rubio se mostró más que complacido por su pequeño logro.


    ─ Eso fue perfecto, Kise ─reconoció Midorima dándole a su compañero una leve palmada en el hombro.


    ─ ¡Maldición!, ¿cuál es la diferencia con el mío? ─se preguntó Kagami en voz baja con algo de irritación sin comprender el criterio de su senpai.


    ─ Eran bastante diferentes si quieres mi opinión, Kagami – kun ─le dijo Kuroko con leve resignación encogiéndose un poco de hombros.


    ─… ¡demonios!... ¡Kuroko, cuento contigo… tienes que hacer algo para ganar! ─el pelirrojo bufó un poco y se dirigió a su compañero con leve entonación de súplica.


    ─ Haré lo mejor que pueda, Kagami – kun… ─admitió éste y les habló respetuosamente a sus superiores─… eto… yo tengo uno…


    ─ ¡Adelante, Kuroko – kun, puedes decirlo! ─Riko le animó a expresarse regalándole una sonrisa.


    ─… veamos… “Cuando los estudiantes de las escuelas atrapen un cuco, todos bajarán alegremente por la ladera con sus disfraces de cuco”…



    Todos los ahí presentes, sin contar al propio Kuroko, pusieron gesto de incomprensión mientras a lo lejos parecía escucharse el “cucú” de un reloj.



    ─… eh… Kuroko – kun, ¿puedes decirlo otra vez? ─le dijo Riko en tanto parpadeaba con perplejidad intentando entender el contexto de esa frase.


    ─ Muy bien… ─el joven de pelo azul repitió su dicho al ritmo del “cucú” de fondo─… “Cuando los estudiantes de las escuelas atrapen un cuco, todos bajarán alegremente por la ladera con sus disfraces de cuco”…


    ─… ¡woah!… ─murmuró Izuki alucinado.


    ─… ¡aahh, imaginarse esa escena repleta de cucos es… tan surrealista!... ─externó Hyūga con temblorosa voz llena de emociones encontradas.


    ─… ¿y por qué los estudiantes tendrían que disfrazarse como cucos? ─le preguntó la muchacha a su joven compañero de baja estatura aun con la incertidumbre dibujada en su cara.


    ─ Imagino que se sintieron atraídos por el encanto de los cucos y de ahí que quisieran imitarlos ─respondió el aludido con simpleza sin cambiar el gesto neutro que lo caracteriza.


    ─… los cucos… son verdaderamente increíbles… ─añadió el capitán de Seirin con gesto abstraído como si estuviera viendo a las aves en directo.


    ─ ¡Pero yo no entiendo nada de nada! ─rezongó Kagami mirando a Kuroko con cara de “¡WTF!” y la boca levemente abierta del asombro─, ¿por qué tienes que decir varias veces “cuco, cuco, cuco”, Kuroko? ─le preguntó.


    ─ Esa es la gracia del juego de palabras… ─contestó el nombrado sin alterarse─. ¿Cuál es su verdecito, Izuki – senpai? ─y se dirigió a su superior con respetuosa voz.


    ─ No hay duda de que estás en primer lugar, Kuroko… ─respondió éste levantando un pulgar en aprobación.


    ─ Eso se pone peliagudo para ustedes, Shin – chan… ─Takao se dirigió en ese momento a Midorima y a Kise en voz baja mostrando un poco de preocupación, aunque internamente estaba disfrutándolo todo dado que conocía el carácter de su compañero de equipo y sabía que era de esos que no se dan por vencidos tan fácilmente.


    ─… como era de esperarse de Kurokocchi, es un rival difícil… ─musitó el rubio un tanto contrariado sin prestarle demasiada atención al moreno, aunque a él no le molestó.


    ─… Kuroko siempre se ha destacado en la clase de japonés… ─explicó por su parte el de gafas sin perder la compostura al reacomodarlas como acostumbra, maquinando en su mente su mejor golpe con rapidez.


    ─… aunque yo prefiero los juegos más sencillos y fáciles de entender ─agregó Izuki en ese instante dando por terminada su apreciación.


    ─ ¡Entonces ya es el turno de Midorima – kun! ─exclamó Riko dirigiéndose al nombrado con total cortesía─. ¡Eres el último, Midorima – kun!


    ─ ¡Tú puedes, Midorimacchi! ─le dijo Kise para darle ánimo.


    ─ Por supuesto, daré todo lo que tengo que dar en este juego… Nanodayo ─el de pelo verde mostró su confianza irguiéndose cual alto es, acercándose un poco a los senpais.


    ─… esto no me lo pierdo… ─masculló Takao entre dientes y con prontitud sacó cautelosamente su celular para grabar el momento.


    ─ ¡Muy bien, Midorima – kun, no te detengas y dalo todo! ─la chica lo miró interesada esperando, ahora sí, un juego de palabras fabuloso que no fuera tan enredado.


    ─ Aquí voy… ─dijo el joven para proceder.



    Con toda la seriedad del mundo Midorima se despojó cuidadosamente de sus lentes mostrando sus verdes pupilas con claridad, dejando a todos ─menos a Takao que seguía grabando desde su discreta posición─ con los ojos abiertos del asombro.



    ─… ¿Midorimacchi se ha quitado las gafas? ─se preguntó Kise en un susurro de incomprensión.


    ─… Es inesperado… ─dijo Kuroko más que sorprendido.


    ─… ¿ah?... ─Kagami parpadeó en repetidas ocasiones queriendo entender lo que pretendía hacer su rival.


    ─… “No puedo ver con mis ojos si me quito los anteojos” ─fue el dicho del de pelo verde con total propiedad.



    En un segundo los senpais de Seirin comenzaron a reír de forma discreta, y un poco atrás de ellos Takao hacía lo propio después de haber inmortalizado tan memorable frase aprovechando que su compañero de equipo literalmente es ciego sin sus espejuelos, sobándose el estómago por el hecho de aguantar las ganas de carcajearse abiertamente.



    ─… eso fue… bastante ingenioso, ¿verdad? ─dijo Riko dirigiéndose a sus camaradas, riendo con los ojos llorosos.


    ─… realmente… dio el golpe final con una gran broma… no puedo creer que Midorima sea… sea así de gracioso… ─ Hyūga le imitaba encogido sobre sí mismo, intentando conservar la calma aunque soltaba unas pequeñas risas al hablar.


    ─… eso es… lo máximo… fantástico… simple de entender y muy divertido… ─dijo Izuki con voz alegre y al momento se enderezó para hablarle al de pelo verde que aún no se había acomodado las gafas─. ¡Ese juego de palabras vale oro, Midorima!, ¡eres sin lugar a dudas el ganador! ─externó con voz de embeleso.


    ─ Mph… ya te he ganado esta ronda, Kagami ─el señalado se colocó nuevamente el negro armazón en su lugar ajustándolo de forma petulante como acostumbra hacer, lanzándole al pelirrojo una mirada arrogante de victoria.


    ─ ¡Maldita sea!, ¡pero no voy a perder en el siguiente! ─resopló el nombrado rechinando los dientes de rabia.


    ─ ¡Eso fue fabuloso, Midorimacchi! ─reconoció Kise con los ojos abiertos como platos y una gran sonrisa acercándose a Midorima.


    ─ Yo no estoy aquí en vano, Kise… Nanodayo ─dijo el de pelo verde sin más.


    ─ Pero creo que ahora debemos irnos para encontrar el siguiente desafío ─Takao también recuperó el control (ya habría tiempo para burlarse sin tapujos de Midorima así pusiera su integridad en juego), y confianzudamente se aproximó a ellos manteniendo la sonrisa alegre.


    ─ Tienes razón, Takao – kun… En ese caso, senpais, nos despedimos ─fue Kuroko el que admitió la sugerencia del moreno y les dedicó a sus superiores la reverencia cortés en agradecimiento por su ayuda.


    ─ Sigan esforzándose, muchachos ─les dijo Izuki deseándoles lo mejor.


    ─ ¡Y no se rindan! ─complementó Riko mientras Hyūga se despidió con un movimiento de la mano.



    Así que los más jóvenes se retiraron después de despedirse de los superiores con una leve y respetuosa inclinación para ir a buscar su destino.










    Nota final: Quise presentar esta parte del CD drama sin drama ya que a mí me pareció divertidísimo al escucharlo; y solamente introduje a Takao dado que él no aparece en escena ─ya pensar en Midorima sin Takao es como comerse una papa a la francesa sin cátsup… ☺. Tal vez le ponga narración y modifique algunos CD extras más de “Kuroko no Basuke” que circulan por YouTube, en eso ando para no saturarme de trabajo ahora que he regresado a la escuela y tengo en vista el fic de Hetalia que debo actualizar poco a poco detallando las notas históricas.

    La pronunciación de los juegos de palabras para que tengan sentido como tal, tomado directamente del audio y de una página que tiene el texto en inglés ─qué encontré por pura curiosidad después de empezar a redactar esta parte─ ([translation] “Kuroko no Basuke Drama Theater 1st Games” – Page 2 – Words Across the Ocean), suenan más o menos así:

    El risible de Kagami: “Saru to sarumane”; literalmente en el traductor de Google “Simulación de monos y monos”

    El simplón pero efectivo de Kise: “Sōda wa, umai-sōda!”; “¡Soda parece ser delicioso!”

    El largo e indescifrable de Kuroko (razón por la cual me di a la tarea de encontrar la redacción del texto): “Kakkō no seito ga kakkō o kattara, min'na kakkō no kakkō o shite sakamichi o kakkō shita”; “Cuando los estudiantes de cada escuela tenían un cuco, todos se deslizaron por la ladera con sus vestidos de cuco”

    Y el triunfador, el de Midorima, suena tan agradable hasta para escribir… ☺: “Megane o tottara me ga nē”; “No puedo tener mis ojos si me llevo mis gafas”.

    Nota extra: Les pasó el link para que vean esta parte del CD Drama en YouTube por si no lo han visto: https://www.youtube.com/watch?v=JE0cN2BlQWc
     
    Última edición: 10 Octubre 2017
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    Kikuz-sama

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    Me pareció bastante gracioso y divertido :XD:

    Tampoco me imagino a Takao sin Midorima, es como si faltara la mitad de un todo, por ello tuve un par de conflictos cuando vi la película y no jugaron juntos estos dosT+T pero bueno, el juego de palabras fue una buena idea para crear un agradable momento entre estos opuestos chicos. Honestamente me hiciste pasar un rato muy ameno y me reí en más de una ocasión al imaginarme a Kagami con su exorbitante cantidad de hamburguesas y a Kuroko con su habitual impasibilidad.

    Estructuralmente noté que utilizaste la frase "más sin embargo", esto cae en cierta redundancia por lo que deberías elegir entre uno y otro. En la ocasión en la que la usaste, me parece que habría quedado mejor con el "sin embargo". También recuerda que después de un un signo admirativo o interrogativo (y si no hay una coma) se debe iniciar con mayúscula ya que funciona como punto (ya sea final o seguido).

    Por lo demás me ha gustado. Este es uno de mis animes y mangas favoritos por lo que siempre es bienvenido leer algo de ello.
    Gracias por invitarme y perdona la tardanza.
    Bello día C':
     
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    Gracias, querida Kikuz-sama , estuve esperando un poco por saber de ti y es un gusto el saber que te ha agradado la historia. Por lo demás debo de ir puliendo mis habilidades, así que de antemano una disculpa por dañar tus ojos con esos horribles horrores de sintaxis. Un saludo y nos seguimos en otra ocasión.

    P.D. Midorima en versión chica es taaaan sexy!
     
    Última edición: 20 Octubre 2017
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    Jajajajaja me hiciste reír mucho con esto porque es cierto, las interacciones entre ellos son un poco tormentosas, pero al final, son un equipo.
     
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    InunoTaisho

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    Y de ahí a que Takao disfrute esas interacciones por ser tan hilarantes... ☺☺☺!
     
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