Dejavu. -jerza-

¡Los personajes pertenecen al maravilloso y encantador Hiro Mashima! (pero la historia está recién exprimida de mi cerebro)

Dejavú.​

Erza caminó por el borde del terraplén, mirando hacia el mar, mientras Jellal dirigía su mirada hacia ella y la observaba divertido.

Cuando llegó al final, dio media vuelta y volvió a repetir el recorrido en sentido contrario.

—¿Por qué nunca dices nada, Jellal? —ella habló, sin pararse a mirarlo, siguiendo con su tarea. Él no contestó, se limitó a levantarse del suelo y acercarse a la pelirroja.— Llevamos viéndonos tres días seguidos y casi no has dicho palabra. A excepción de esos candentes monosílabos cada vez que te pregunto algo. ¿Te pasa algo conmigo? ¿Quieres que dejemos "esto"? —entrecomilló la palabra con los dedos para referirse a sus secretas quedadas por la tarde.

—Por supuesto que no, Erza.

La pelirroja se detuvo y clavó los talones en el suelo, furiosa.

—¿Entonces qué? ¿¡Qué te pasa!?

Está bien, había que admitir que más que furiosa simplemente estaba preocupada.

Lo que sí no admitiría jamás para otra persona que no fuese sí misma era lo tremendamente asustada que estaba de perderlo otra vez. Volver a perder a Jellal...

—Todo está bien, Erza. Yo... —él intentó tocarla, pero ella se movió bruscamente para evitarlo, haciendo que sus pies resbalasen sobre la tierra y se balancease hacia atrás.— ¡Erza!

El chico de pelo azul la cogió de la mano, pero la gravedad los impulsó a ambos cara atrás, y la pareja cayó rodando por la tierra hasta el pié de la ladera, quedando ambos en una situación comprometida por el lío de manos y piernas que se habían hecho.

Erza empezaba a mosquearse por el peso que la aplastaba en aquel momento, casi se dispuso a rearmarse y prepararse para dar un par de guantazos, como era costumbre cada vez que uno de los adolescentes hormonados que tenía como compañeros hacía de las suyas, hasta que abrió los ojos y se encontró con la cara de su ¿amigovio? a centímetros de la suya. Entonces todo posible enfado se filtró hasta dejarla a ella sola y a su notorio rubor ante él.

Oops, dejavú. Si no se equivocaba mal, esta sensación ya la había tenido antes. Y ahora se acercarían, casi se besarían, pero Jellal se echaría para atrás con una triste excusa que sólo conseguía demostrar lo mal mentiroso que era.

Así que para evitarlo, ella intervino.

—Dime una cosa, ¿es necesario caernos desde algún lugar sumamente alto cada vez que nos vemos? Porlyusica me tiene cariño, pero creo que esto ya es pasarse.

Él rió, pero no dijo nada. Otra vez en silencio, pero tampoco se separó de Erza, sino que se quedó allí, sobre ella, invadiendo su espacio vital.

Pero ella notó un cambio, las mejillas de Jellal se tiñeron de un rojo que podía competir con el de su pelo perfectamente, y movió los labios como si fuese a decir algo.

—H-he estado pensando en algo, —tartamudeó— a-algo sobre nosotros. —a pesar de que volvió a quedarse callado, Erza no encontró oportuno intervenir, él no había acabado.— Yo sé que igual no soy digno de tu confianza ahora, —continuó, esta vez mirándola a los ojos— he cometido muchos errores y no puedo dejar de pensar en ellos, y tampoco de darle vueltas a como eres capaz de estar conmigo con todo lo que te he hecho. Erza, yo, yo no te merezco. Pero tampoco puedo estar más tiempo lejos de ti. —una pausa que escondía que lo gordo venía ahora— Por eso quiero que vivas conmigo. Sé que soy medio prófugo y que estoy pidiendo una segunda oportunidad que ni loco otra persona me daría, pero Erza Scarlett, tú... Tú m-me... Bueno. ¿Quieres vivir conmigo?

El chico de pelo azul la miraba con ternura y ella se estaba aguantando las ganas de sonreír. Porque primero iba a vengarse, y luego, luego quizás...

—Lo siento, —dijo— tengo novio.

Él masculló algo parecido a un "oh" e intentó separarse, pero la pelirroja, que sonreía como una boba, volvió a tirar de él hacia sí, para luego cambiar las posiciones y sentarse ella encima.

—Era una broma. —sonrió.— Jellal Fernández, ¿qué voy a hacer contigo? —preguntó más para sí misma que otra cosa al ver la sonrojada cara del chico.— Supongo que tendré que aceptar para cuidar de ti y redimirte de tus "pecados", ¿eh?

Erza Scarlett se inclinó y besó los labios de su amigovio ahora compañero de piso.

Demasiadas emociones para un solo día. Sólo faltaba pastel.


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Bien, es la primera vez que escribo un Jerza, y fue por petición de Pire, así que te lo dedico a ti <33
Espero que te guste, no me sentía muy segura sobre el Occ o no, así que siéntete libre de decirme todo lo malo que encuentres por ahí :)

Luego de eso, queda añadir que son las 3 de la mañana aquí y que hoy en cinco horas tengo examen así que, espero que os guste igual de todos modos. Bye