Ouran High School [Drabble] Decir las cosas

Disclaimer: Ouran no es mío. Solo kyouya xD nah, bromeo.
Actividad: condenados defectos
Resumen: Kyouya tiene problemas diciendo lo que realmente piensa.

Kyouya Ohtori era la reencarnación de la perfección a los ojos de muchas chicas –y chicos– del Instituto Ouran.

Nacido en una familia de elite, siendo el mejor en su clase, con una apariencia decididamente hecha para seducir a las mujeres y con una personalidad atrayente, no era de esperarse menos de su popularidad.

Haruhi estaba al corriente de todo eso, pero había algo que le molestaba a tal grado que no soportaba al pelinegro.

–Haruhi- le llamó antes de salir del Host Club, cuando solo quedaban ellos. –Me he enterado por medio de Ranka-San que este fin de semana viajarás a la playa con los gemelos Hitachiin.

Sintió un escalofrío recorrerle la espalda mientras intentaba, sin resultado alguno, fingir que buscaba algo en su mochila.

–Ah, eso– contestó con una voz que, a su parecer, sonaba un poco demasiado asustada.


–No es momento para que te estés tomando vacaciones. El periodo de exámenes comenzará pronto y no creo necesario recordarte que, como alumna becada, hay ciertos rendimientos que se esperan de ti. – El Ohtori se cruzó de brazos en la puerta mientras esperaba que Haruhi volteara a verle y le enfrentara.

La chica decidió dejar su acto y volteó hacia su sempai. Si Kyouya no quería que fuera a la playa con los gemelos, entonces solo tendría que decírselo. No fingir importancia hacia sus estudios, que seguramente estaba al corriente de que su desempeño era tan formidable como siempre.

–Tengo todas mis tareas al corriente, –comenzó a defenderse – y ya repasé los temas para los exámenes, Kyouya-sempai.


El pelinegro parecía aturdido por la respuesta de la chica. No, no esperaba que le respondiera de esa forma. Nadie le respondía de esa forma.

–Bien. Si quieres irte con esos gemelos libidinosos, entonces ve – contestó tajantemente mientras se daba la vuelta y salía del Host Club.

Haruhi suspiró derrotada. Era imposible tratar con Kyouya cuando se ponía de esa forma. No tenía tantas ganas de ir a la playa en realidad, pero su padre sí quería y ella había aceptado por eso. Probablemente su padre había omitido ese detalle cuando le contó a Kyouya del viaje.

A la mañana siguiente, con sus maletas listas y su padre dando brincos de felicidad, los gemelos llamaron a su celular.

-Ah, Haruhi – le saludó la voz de Kaoru. –Aparentemente no podemos ir a la playa.

Se escuchó un ajetreo al otro lado de la línea y la voz de Hikaru continuó escandalosamente.

-¡Es Kyouya! Canceló todos los vuelos en esa dirección alegando algún entrenamiento aéreo para sus tropas – más ajetreo del otro lado, un par de gritos y Haruhi colgó.

Miró a su padre unos segundos mientras le hervía la sangre. Era impresionante lo que un hombre podía llegar a hacer cuando contaba con el dinero suficiente. “Ricos bastardos” pensó mientras se decidía a explicarle a su padre que pasarían el día viendo películas en el departamento.

Ya se encargaría el Lunes de tener un seria plática con Kyouya Ohtori.

Y es que a veces, solo a veces, le llegaba una necesidad tremenda de golpearlo en la cabeza por no decirle lo que realmente pensaba: si la quería podía decírselo.

Total, ella también estaba enamorada de él.