Escuchó un maullido en mitad de la noche. "Otra vez está jugando en la madrugada", pensó, dando media vuelta en la cama y volviendo a dormirse. Creyó que los golpes que se escuchaban no eran sino producto de su mascota corriendo por la casa, golpeando los muebles, jugando con su pelota. No era la primera vez que lo hacía, su gato era muy travieso, especialmente por las noches, cuando todos estaban descansando. Había recibido ya múltiples quejas de sus vecinos, así que trataba de calmar su actividad: hacía semanas que le había reducido la cantidad de pienso y sus juguetes más ruidosos estaban guardados hasta el amanecer. No pudo notar, sin embargo, el desgarrador matiz en aquel maullido. Se despertó a la mañana siguiente, con el sonido de la alarma. Abrió la puerta de su cuarto y la sangre a su alrededor le manchó las zapatillas. Un reguero llevaba al salón. Allí encontró a su gato, con un cuchillo clavado en el lomo. La mancha de sangre se encontraba fría, seca. Junto al cadáver, había un papel con un mensaje impreso. "Que descanse tranquilo, como él no nos dejaba hacer a los demás". Una repentina arcada por la grotesca escena hizo acto de presencia. Con sangre fría, cogió el cuchillo del cuerpo de su difunta mascota. Lo guardó en un paño, aún manchado. Hacía unos años había instalado cámaras de seguridad para tener vigilado al animal y todas las grabaciones las manejaba desde su ordenador. Lo encendió y revisó los acontecimientos de la última noche. Suspiró al ver aquella sombra aparecer. Miró de nuevo el paño donde había recogido el cuchillo, con sed de venganza. —En breve podrás descansar tranquilo, como él no te dejaba hacer.
Lo del rating espeluznante no es por el final, si no por el maldito tipo que le hizo eso al gatito. OJALÁ ARDA EN EL INFIERNO. AAAAAAAA. De verdad, me ha puesto los pelos de punta este relato, me ha dado mucha pena y de verdad, ya desde casi el principio me temía lo peor yyy, no quería seguir leyendo, te lo juro, de la rabia que me estaba invadiendo. Me gustó el final, porque me parece que Miscifú necesita justicia, lo que hizo ese capullo no tiene nombre. Odio a la gente que envenena animales porque le resultan molestos, o los matan de cualquier otra forma. Y este tipo no es menos. Diría que me ha gustado leer este relato, pero en parte mentiría. Pero igualmente, te animo a seguir escribiendo y tengo ganas de leerte más. ¡Un saludo!
¡¡Lo peor de todo es que hay gente así en el mundo, como dice Ichiinou!! No creo que la solución a la violencia sea más violencia, pero el asesino del relato merece un castigo. (yas una oportunidad para poner a la serpiente enfadada)