Debajo de la lluvia

La noche es oscura como frías son las mañanas. Eran ya pasados de las 7:00 PM el sol había desaparecido completamente del cielo dejando en su lugar, una serie de grandes y oscuras nubes negras que, en cada minuto que pasaba, daban señal de las pequeñas y frágiles gotas de agua que comenzarían a descender de ellas.

Llevaban dos meses saliendo, ella lo amaba, demasiado quizás, y tal vez por eso mismo, no pudo predecir lo que sucedería. Había pasado todo el día junto él un día perfecto según parecía pero, algo no se sentía del todo bien.Habían estado en su parque preferido, el lugar donde se vieron por primera vez, se encontraba alejado de los autos y sus ruidosas bocinas y de todo el ajetreo que se vivía en la ciudad por lo que, se convirtió en el lugar perfecto para pasar el día con la persona que amas. Mientras caminaban hacia uno de los bancos algo le inquietaba, algo era diferente en él en comparación a sus demás encuentros. Al llegar lo miro y dijo:

— ¿Te pasa algo?— Le pregunto ella sentándose.

— No es nada— Respondió él en un tono no muy convincentemente.

— Dime— insistía mientras lo tomaba de la mano.

Él la miro con angustia lo que a ella la confundió. De repente soltó su mano y se separo de ella.

— No creo que pueda seguir con esto— Dijo para después pararse.

Ella no entendía del todo a lo que se refería, por su cabeza solo estaba la confusión o, tal vez, no quería entender.

— ¿A qué te refieres con esto?— Pregunto dudosa.

— Con lo nuestro— Contesto.

El silencio se apodero del momento, ninguno de los dos dijo algo aunque, en ese momento, no había nada que decir. Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de ella, no podía creer lo que escuchaban sus oídos.

— ¿¡QUE!?— Expreso alterado, no lo podía creer— ¿¡Por qué!?— Dijo al pararse a su lado.

— Lo nuestro ya no funciona.

— ¡No digas eso!— Tuvo que volver a sentarse, no podía mantenerse de pie— Yo o, yo se que pu.edo ca.mbi.ar— Las palabras no le podían salir— hare lo que quieras así que por favor.

— ¡No eres tú!— Le aclaro.

— ¿¡Entonces!?— Si antes estaba confundida ahora más.

— Amo a otra— No podía ni siguiera mirarla mientras hablaba— Lo siento— Dijo para luego irse.

Las lágrimas no paraban de salir. Ahí estaba ella, sentada, llorando desesperadamente por aquel que antes le había traído tanta felicidad y ahora tristeza.

Comenzó a llover cuando se alejo quizás, el cielo sabía que lo pasaba. Mientras las demás personas se refugiaban de la lluvia, ella solo estaba allí sentada, allí, mirando el agua caer junto con sus lagrimas. De un momento a otro se levanto y comenzó a caminar. Mientras lo hacia los recuerdos invadían su mente, todos sus promesas se hicieron presente “SIEMPRE ESTAREMOS JUNTOS” Mentiroso “NUNCA TE DEJARE” Farsante “SIEMPRE TE AMARA” Infiel. Al final, no fuiste capaz de cumplir ninguna de tus promesas pero aun así, debes saber que, estaré esperando, esperando el momento en el cual la lluvia campe y las nubes de tu corazón se despejen y así puedas ver, las estrellas que se escondían detrás de ellas. Hasta entonces estaré aquí mi amor, esperando tu regreso, esperando en el mismo lugar donde me dejaste. AQUÍ DEBAJO DE LA LLUVIA.