Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, (sino Natsu y Lucy probablemente habrían hecho cosas sucias ya) sino que es de la creación de Mashima. Sinopsis: Primero, se burlaba de su padre llamándolo lagarto. Segundo, se come sus llamas y aún por encima dice que saben mal. ¿Y ahora coquetea con su nakama? ¡Se atrevió a intentar robarle a Lucy! A ese egocéntrico God Slayer no le falta nada para ser reducido a cenizas de dios. [...] Todo iba bien. Bueno, todo lo que podía ir bien siendo Fairy Tail quién se encargaba del trabajo, marchaba bien. El equipo Natsu no se había cargado nada de la ciudad de Hargeon, todavía, y el trabajo había sido acabado. La ciudad portuaria seguía intacta y los tres miembros -los únicos que tomaran la misión- del equipo caminaban hacia la casa del alcalde para tomar su recompensa. El problema llegó cuando, subiendo por la ladera hasta la mansión, un árbol del bosque se desprendió y casi los aplasta, a lo que Natsu respondió atacando con un par de llamas impulsivas. El vaso empezó a llenarse cuando una cabeza de pelo rubio puntiagudo asomó su cabeza con las llamas de Natsu entre los dedos. —Vaya, si es ese hijo de lagarto de la última vez. Natsu y Lucy se miraron sin comprender; Natsu que se olvidara completamente de la pelea en Tenrou y Lucy que desconocía la existencia de ese demonio. —Natsu, luchaste contra él en la isla Tenrou, era uno de los demonios del purgatorio. —dijo Happy, sobrevolando sus cabezas. —Ah. —el pelirrosa se rascó la cabeza— el tipo ese de los dioses. —Ajá. —añadió el rubio— El God Slayer del fuego, Zancrow. —aprovechó para terminar de comerse las llamas de Natsu. —Déjame decirte que tu fuego sigue igual de asqueroso, le falta condimento. Zancrow rió como sólo él sabía, de manera demencialmente aguda, y se acercó a la pareja. —¿Qué estás haciendo aquí? ¿No la habías palmado o algo así? ¿Buscas pelea, eh? —Natsu prendió sus puños y dejó a Lucy detrás suya, preparado para golpear a diestra y siniestra, pero el rubio alzó sus manos en son de paz. —Sí, pero la energía que desprendía la esfera que protegió la isla durante siete años eliminó la oscuridad con la que Zeref me arrebató el poder mágico y restauró mis constantes vitales. —se encogió de hombros— Aunque creo que es algo demasiado complicado para que tú lo entiendas. De todas formas fue Fairy Tail quién me devolvió a la vida así que os estoy agradecido. Zancrow hizo una reverencia y luego se fijó en la chica que Natsu protegía con tanto ahínco, y decidió que igual podía divertirse un poco molestando al mata dragones. —Os agradezco eso, y las bonitas vistas que ahora me estáis otorgando. ¿Quién es la chica y por qué no recuerdo haberla visto en la isla Tenrou? —se inclinó para poder verla mejor y Natsu la cubrió todo lo que pudo. —Es mi compañera, y no vas a acercarte a ella. —y el dragón gruñó, dejándole en bandeja de plata lo que quería. —Ya te he dicho que vengo en son de paz, lagarto. —rápidamente se coló entre Natsu y Lucy. —¿Cómo te llamas? No te había visto nunca. —L-Lucy. —cuando Zancrow le cogió la mano derecha y le dio un beso sobre la marca del gremio como cortesía, Natsu estaba ardiendo completamente. Porque vamos a ver, ¿quién se creía este tipo? Primero, se burla de su padre llamándolo lagarto. Segundo, se come sus llamas y aún por encima dice que saben mal. ¿Y ahora coquetea con su nakama? ¡Se atrevió a intentar robarle a Lucy! A ese egocéntrico God Slayer no le falta nada para ser reducido a cenizas de dios. —¡Natsu! —no pudo más que gritar la rubia al ver como este lanzaba al god slayer por el aire con un rugido electrificado, muy amplificado por los celos, y tiraba de ella para seguir su camino cogiéndola de la mano que el otro había besado. El pelirrosa se giró con la faceta nublada por el enfado y la miró primero a ella y luego al rubio que los observaba risueño, con los brazos cruzados, esperando ser invitado a la boda por ser el primero en dar el empujón; y gruñó de nuevo. —Tienes suerte, —le dijo a él— de que le prometí no destrozar nada en esta misión, pero la próxima vez que te vea patearé tu trasero. El equipo dio la espalda al god slayer y siguió su camino hacia la mansión. La rubia siendo tironeada por el pelirrosa y el gato observándolos divertido. —¿Qué te pasa, Natsu? ¿Por qué estás tan enfadado? ¡Me haces daño, idiota! —Lucy se quejó al sentir los bruscos frotes que su compañero hacía con el dedo pulgar sobre la marca del gremio. —Porque no he podido patearle el trasero por nuestra promesa, y se lo merecía Luce, oh sí que se lo merecía. —Natsu volvió la vista al frente y siguió su faena. —Pero me estás haciendo daño, tonto... ¿Qué se supone que intentas con mi mano? Natsu se paró de nuevo a medio camino y la miró. —Intento deshacerme de las babas que ese estúpido dejó en tu mano. ¿Algo más? —Pero Natsu —abrió los ojos con sorpresa cuando él le llevó la mano derecha a su boca y pasó la lengua por toda la marca. Rápidamente se soltó. —¡Duh, estúpido, eres un asqueroso! —¿¡Por qué me estás gritando!? ¡Él hizo lo mismo! ¿Acaso te gusta? —¡Claro que no! Continuaron caminando hacia la casa del alcalde. —¿¡Es porque es un god slayer!? ¡Déjame decirte que los dragones son mejores que los dioses! —¡Qué no es eso idiota! Y mientras, Happy reía. —¡Se gussssssstan! ______ Después de mil años, he vuelto al estar de vacaciones. Espero que esta ida de olla os guste. Bye <3
¿Es por qué es un God Slayer? ¡Jajajajaja! Me ha encantado en lo argumental, y no veo faltas ortográficas en la primera lectura, revisaré luego. Buena narrativa, y un final gracioso, me has ganado entero xD.
Los dragones siempre serán mejores que los dioses XD Ese Zancrow es un loquillo, espero que lo inviten a la boda, así podría contarle a Mira como ayudó, para usarlo en futuras parejas *w* jajaja me encantó. Pensé que ya no vendrías por aquí. "¿Acaso te gusta?" ese Natsu, si un beso en la mano no es lo suficientemente caballeroso, lo tenemos a él. :p en fin, buena historia, espero más (ya que mi inspiración se fue lejos, muy lejos) No dudes en avisarme cuando escribas algo más. Y bienvenida devuelta. <3